Crónicas inconclusas: 48 horas
Provoca vértigo asomarse a los eventos comprendidos en las primeras dos jornadas después de inaugurarse, de modo oficial, los XVII Juegos Panamericanos. Tan de prisa sucedieron, que muchos aquí no pudimos echar la vista hacia sus escenarios, ocupados como estamos en las obligaciones exigidas por otros deportes.
Y si hace unos pocos días estábamos a la expectativa de cuanto podía acaecer, sobre todo respecto a nuestros atletas, hoy continuamos pendientes, sí, pero con más esperanzas después de que Cuba sacara músculos en 48 horas supuestamente pálidas en los pronósticos de muchos especialistas.
Temprano en la mañana fue el comienzo, con una medalla de plata por intermedio del K-4, la embarcación de Daniela Martín, Jessica Hernández, Lisandra Torres y Yurieni Guerra, que llegó segunda a la meta al cabo de 500 metros de competiciónen el Centro de Aguas Tranquilas de Welland.
Continuó, ya en la tarde, con sendas preseas de bronce tributadas por los judocas Yandry Torres (60 kilogramos) y Gretter Romero (52), y terminó en el Centro Deportivo de Mississauga con el primer título, obra de otra integrante del equipo de judo, Dayaris Mestre (48), coprotagonista de una de las escenas perdurables de los Juegos.
Mestre lidió por la medalla de oro contra la argentina Paula Pareto, quien no pudo con la cubana durante el tiempo reglamentario y, carcomida por el dolor de la derrota en el punto de oro, encontró fuerzas para alzar a la rival en demostración de reconocimiento.
La imagen, que marcó la jornada, tapió varios resultados preliminares e hizo olvidar algunas humillaciones en otras finales, también convirtió en anécdota la victoria de Cuba en el béisbol 10x3 sobre Colombia, una selección venida a más en el juego porque los antillanos no están al máximo nivel y no por su propio desempeño.
Así superó las horas del estreno, llegó al fin de semana y, armada de más confianza, la jovencísima delegación cubana continuó cuesta arriba hacia su objetivo primero, conquistar el segundo lugar del medallero general por países.
Fue, la de este domingo, un calco de la jornada primera, con una gran excepción: con pizarra de 5x2, Estados Unidos derrotó al team Cuba de béisbol, reducido a la obediencia –esto es a un hit y cuatro boletos- por tres lanzadores.
De nueva cuenta el K-4 resultó noticia, esta vez el de los hombres Jorge A. García, Reinier Torres, Alex Menéndez y Renier Mora, ganadores de la medalla de oro.
Y el judo repitió dosis con los bronces de Carlos Thondique (66) y Aliuska Ojeda (57), más la corona de Magdiel Estrada (73), conquistada con un solvente triunfo contra el argentino Alejandro Clara.
De este modo, con los judocas llenándonos de podios y los tributos del canotaje, Cuba es sexta en el medallero (3 títulos-1 medallas de plata-4 pergaminos de bronce), detrás de Canadá (10-8-6), Estados Unidos (7-5-7), Colombia (6-5-3), México (4-6-8) y Brasil (4-4-5).
Eso, en apenas dos días. A la vuelta de unas horas más, volvemos a hacer cuentas.
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Me parece que no va a ser nada fácil obtener el segundo lucgar de estos Panamericanos.
Para el periodista Rafael Arzuaga:
En mi modesta opinión, su comentario es interesante, pero pierde calidad cuando deja algunas valoraciones fuertes sin esclarecer. Como por ejemplo: que la victoria de la judoca "tapió otros resultados preliminares e hizo olvidar humillaciones en otras finales". ¿Por qué no precisó a qué se refería? Si estamos llamando a un periodismo sin medias tintas, este cpmentario suyo es como "quiero decir, pero no digo". Es mi opinión, con respeto.