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Noches de luz

Publicado en: Domingos
En este artículo: Cuba, Infancia, Niños, Período Especial
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niños alegresAl principio las noches fueron más tristes, oscuras, aburridas, desesperantes… Pero eso fue solo al principio. Después… después la oscuridad no nos hizo infelices como algunos piensan. No a los niños de mi generación; no en mi barrio de la infancia. Eran años difíciles, de infinitas privaciones materiales, de tonos grises, de andares agitados, de sacrificios innombrables…

Pero entonces los mayores de nuestras familias descubrieron cómo convertirse en magos, en fabuladores de historias, en inventores de juegos, en malabaristas…. Sus roles de abuelos, padres, tíos, primos, vecinos, conocidos o visitantes se “perfeccionaron” de tal forma, que a estas alturas de mi vida aún no entiendo muy bien de dónde sacaban fuerzas, o qué extraño motor les generaba tantas energías.

Ellos hacían luz a pesar de su ausencia en los bombillos. Ellos hacían luz a pesar de sus fatigas, sus preocupaciones, las carencias…. Y nosotros, ingenuas personitas alborotadoras, teníamos siempre montones de motivos para sonreír, para ser felices. Al menos esos niños, los niños de mi barrio.

Nuestros mayores se convertían entonces en cómplices nocturnos; en la base perfecta para jugar a los escondidos; en árbitros ante la más insospechada travesura; en narradores de cuentos con improvisados finales y ficciones… La oscuridad se hacía entonces un poco más llevadera. Y reíamos juntos: unos de tanta ingenuidad y otros buscando a ratos acallar los ecos de la dura jornada, de las noches de insomnio, de las disímiles preocupaciones…

No me acusen de superficial por estas líneas. No pretendo olvidar “cosas”, mucho menos nací en “cuna de oro” —nada más alejado de la realidad que semejante pensamiento. Tuvimos carencias, sí, muchísimas carencias —las tenemos aún, eso nadie lo ignora—, pero nuestros mayores supieron hacer luz, enmascarar ausencias, volverlas imperceptibles, mínimas, insignificantes.

No teníamos luz algunas noches, es cierto, pero siempre nos crecieron sueños. La oscuridad no nos hizo infelices como algunos piensan. No a los niños de mi generación; no en mi barrio de la infancia.

Se han publicado 14 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • ernesto dijo:

    babosa

    • ovaldes dijo:

      Infeliz

  • ARTURO@14975 dijo:

    Es total verdad, lo que hizo la crisis de los 90, los vecinos en la mayoria de los casos se convirtieron en hermanos, se compartía de todo, los largos apagones lograban reuniones improvisadas para hacer todo tipo de cuentos, los mas pequeños nos la agenciabamos para jugar, a pesar de la oscuridad de la noche, entre los niños tambien se generó mas amistad, no existía la computadora que hace que hoy los niños permanezcan encerrados horas y horas frente a un videojuego, todos jugabamos mucho hasta que el cansancio nos vencia y podiamos dormir a pesar de las temperaturas y los incomodos mosquitos y al otro dia estabamos deseosos de volver a repetir el hecho, los dibujos aniamdos quedaron atras y se sustituyeron por el bullicio y los inocentes juegos infantiles muy a pesar de las escaseses que no fueron pocas y muy duras, que hoy por suerte van pasando, sin prisa pero sin pausa.

  • Chica*Barça dijo:

    Que lindo!!!! :)

  • Serguéi dijo:

    Buen artículo. Recordé mis noches de la infancia, cuando faltaba cada día la luz, y haciamos la luz con nuestros padres, abuel@s, herman@s. La oscuridad no me hizo infeliz en la infancia. Se hizo la luz cuando perdí la inocencia de la niñez, tal vez, hoy soy menos feliz.

  • cachita dijo:

    Otro trabajo sobre el asunto. Recomiendo leer los comentarios!!!:
    http://www.cubadebate.cu/opinion/2012/12/03/volar-en-la-oscuridad/#comment-872973

  • Eloísa dijo:

    ¡Cuánto gusto he sentido al leer su artículo! Me trajo a la mente épocas muy duras, pero de una plenitud y deseo de lucha, que quizás hoy nos están haciendo mucha falta. Confieso, para que no se equivoquen, que no añoro, ni creo que nadie podría añorar, esos difíciles 90s. ¡Jamás quisiera que nuestro País se viese sometido a otra situación como aquella! Pero también tuvimos experiencias que recordar. Ni en nuestra casa, ni en las de los vecinos más cercanos había niños, solamente éramos adultos mayores, adultos y adultos jóvenes. De todos modos aquella falta de luz (solamente eléctrica), también nos dio luz interior, convirtiéndose en un tiempo de confraternización con vecinos, amigos y familiares. Incluso con nuestros padres, con quienes convivíamos, apenas conversábamos por las prisas del trabajo y de la vida. Pero todas éstas estaban obligadas a ceder ante los “apagones”. Intercambiábamos con una intensidad envidiable. En la mayoría de las casas convivían (como ocurre en nuestro País) 2, 3 y hasta 4 generaciones lo cual hacia más enjundiosas nuestras conversaciones, enriquecidas por las diferencias de puntos de vista generacionales y de formación. Si bien a diferencia de los niños, no éramos totalmente felices; tampoco éramos infelices, como hubiesen querido vernos algunos. Pudimos disfrutar de noches en que un vecino improvisaba con una guitarra y se hablaba y discutía (si no, no hubiésemos sido cubanos) de todo lo humano. En esta vida moderna donde creemos que cada minuto cuenta y que se nos va la vida si lo malgastamos; sí debo reconocer que a veces añoro esas noches en que nos recreábamos en los portales y balcones con aquel calor humano en medio de mosquitos, fuertes calores y una oscuridad, donde apenas si podíamos vernos (hasta las velas y “mechones” había que ahorrarlos)… Hoy al menos nos veríamos las caras y tendríamos algún ventilador; pero en cierta medida, aunque dejara huellas, aquello se perdió…

  • Power dijo:

    No me quiero ni acordar de aquello!!!

  • cubana 100% dijo:

    Ernesto y Ovaldes que infelices y babosos son ustedes, parace que ustedes vivieron en un lugar diferente a este pais esos años, porque creo que el articulo es el reflejo del pensamiento de casi todos los niños de ese tiempo y aunque todavia tenemos muchas carencias unas importantes y otras no tanto , vivimos con algo bien logrado la salud y la educacion con cosas que criticar pero culpa de nosotros mismos por no dar en el trabajo lo que nos corresponde como buenos trabajadores o ustedes nunca han tenido la posibilidad de salir del pais para ver a dos niños de 4 y 5 años limpiando botas a las cinco de la mañana disputandose los clientes y pidiendole a los que estabamos desayunando en una fonda con una temperatura de no mas de 9 grados eso si que es duro asi que piensen un poquito antes de emitir tan despreciables opiniones

  • Moro dijo:

    Es muy cierto, mis padres fueron magos!! sus fotos en los 90 aparecen hoy en el albun como fotos futuristas, estaban mas viejos que como lucen hoy mismo. Ya hoy recuperados, como buenos cubanos nos reimos de las tantas historias de aquellos años, que duros!!!

  • Yeleini dijo:

    Siempre que recuerdo esa etapa de mi vida lo hago con mucho cariño, a pesar de las carencias, era feliz, y nuestro padres, inventores incansables, nos hacian como en la Vida es Bella, nos enseñaban a creer en nuestros sueños, y a luchar por ellos, fue una infancia intensa, de muy buenos amigos y maravillosas anecdotas, con maestros entrañables y un cariño colectivo que crecia en cada tarde cuando el grupo del barrio se reunia a jugar el quiquimbol, al escondido, al quiquirilata.... que dias inolvidables. Muchos articulos, tan bellos como este, se podrían hacer de cada historia, de cada barrio, fue una epoca dura, pero se sabia lo que era bueno, bello e importante. Gracias por este articulo.

  • Yaima dijo:

    Gracias a Cubadebate por permitirme compartir ideas en este espacio. Gracias, amigos lectores, por compartir sus recuerdos de aquellos años que no solamente fueron de tristezas y dificultades.

    • Amauris Domínguez Meriño dijo:

      Que las espinas y abrojos que te presentan algunos te sirvan de acicate a hacer cosas mejores.Gracias a ti.
      Sigue escribiendo así.

  • promotora dijo:

    Es verdad que fue una etapa dura, pero de compartir lo poco que teniamos, que lastima que ha muchas personas esto no les sirvio de mucho, es una pena que a estas le falten los valores que comparto con usted.
    Gracias por su articulo, muy bonito.Continue escribiendo, muchos lo agradecemos.

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Yaima Puig Meneses

Yaima Puig Meneses

Periodista cubana. Las Tunas, 1984. Graduada en la Universidad de Oriente, 2007. Reportera en el Periódico 26, desde el 2007 hasta el 2009. Trabaja en el diario Granma.

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