Cubadebate

El zurdo Siverio, un baluarte en el box de Villa Clara.

La postemporada nace hoy. Arranca por el este, y mañana se extenderá a terrenos de occidente. A lo largo de alrededor de un mes, el país será hierba y arcilla, bate y guante, bola y corredor...

¿Qué pasará en estos play off? Si usted busca una respuesta totalmente certera, acaso deba recurrir a los caracoles, o a las cartas, o a la archiconocida bola de cristal. Tal vez –solo tal vez- así resuelva. Por mi parte, me limitaré a darle algunas pistas sobre lo que supongo que puede suceder.

Villa Clara vs Ciego de Ávila

Si hubieran caído por separado en el cruce de cuartos de final, ambas escuadras –lo creo firmemente- habrían avanzado a la disputa del banderín del este: se trata del duelo entre la poderosa ofensiva de Ciego, una de los mejores del país, contra el pitcheo villaclareño, impresionante en esta era de batazos numerosos y desmesurados.

Los Naranjas ya no corren las bases como en tiempos de Víctor, pero eso sí, conservan suficiente oficio para fabricar carreras y ganar los partidos “chiquitos”. Todo eso, muy a pesar de su precaria producción jonronera y, en general, su escasez de bateadores capaces de sembrar el pánico en los adversarios.

Ah, pero cuentan con Freddy Asiel Álvarez, Misael Siverio y Robelio Carrillo, un trío de pitchers que podría recibir el respaldo adicional de un veterano como Luis Borroto. Y llegada la hora de los reemplazos, el consagrado Yolexis Ulacia y el ascendente Diosdany Castillo podrían encargarse de los imprescindibles “tiros de gracia” al oponente.

Por supuesto, Ciego no irá al encontronazo con los ojos vendados. Un equipo que cuente con figuras de la talla de Yorbis Borroto, Yoelvis Fiss, Isaac Martínez, Mario Vega y Yorelvis Charles, a los que se suma ahora el peligro que representa Rusney Castillo –lo mismo en el home plate que en bases-, nunca estará desamparado ante el pitcheo rival. Y si ese conjunto defiende cada trozo de terreno con seguridad de banco suizo, entonces se convierte en un trago amarguísimo para aquel –todo aquel- que pretenda tomárselo.

Eso sí, los Tigres flaquean desde el box: les han fallado Vladimir García, Michael Folch y Yander Guevara, y tampoco José Antonio Barroso ofreció muchas garantías en plan de relevista. Tanto fue así, que su carta mejor resultó el semidesconocido Pedro Echemendía.

A mi juicio, en este play off serán determinantes los “arrestos viriles” que aporten los jugadores de cada novena. Ciego quiere su primera corona, y Villa Clara desea, con todas las fuerzas de su corazón, ponerle fin a una larga sequía que comenzó en el lejano año 95, cuando el gran Pedro Jova le obsequió su último trofeo.

Mi favorito: Villa Clara. Aunque solo por una nariz.

Guantánamo vs Granma

A decir verdad, soy de los que creen que Granma ya cumplió. Y mucho ojo, no se trata de que la menosprecie, porque a su artillería no hay quien pueda ningunearla en este béisbol nuestro. Pero vamos, que su pitcheo es como un flan...

Excepción hecha del ilustre Ciro Silvino Licea, ningún otro lanzador granmense parece en condiciones de frenar a unos Indios que golpean la Mizuno con menos poder, pero con similar ensañamiento desde el punto de vista del promedio.

(Dicho sea de paso, Manuel Vega no ha vuelto a ser la temible Pistola que fue, y Alberto Soto dista de llegar al envidiable status que en algún momento se le vaticinó).

Obviamente, dominar a un cuarteto formado por Alfredo Despaigne, Yoenis Céspedes, Yordanis Samón y Urmaris Guerra, no es cosa de coser y cantar. Sin embargo, este comentarista estima que, pese a ello, Guantánamo dispone de un elenco superior, integralmente hablando.

¿Que Granma batea? Pues Lescaille cuenta con Giorvis Duvergel, Yoenni Southeran, Dainer Moreira y Yoilan Cerce, independientemente de un jugador en proceso de maduración como Robert Luis Delgado. Y desde el volcán de los martirios, el ex inicialista puede echar mano de Dalier Hinojosa, Frank Navarro y Lander Moreira, con un cinchete llamado Alexander Rodríguez para la función de completar el trámite.

Todo eso, sin poner hincapié en que la defensiva de los Alazanes hace más aguas que el Titanic a las dos horas de colisionar con aquel tremebundo monumento de hielo.

Más claro, ni el agua: Guantánamo es mi candidato en este dual meet. Tendría que venirse abajo su moral para que sucediera otra cosa en el diamante. Pero bueno, de milagros está hecha la historia del deporte.

Mañana volveré con un vistazo a los topes de occidente.