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El sistema es tal como aparece

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España: El sistema es tal como aparece

 

En un espectáculo grotesco la oligarquía se disputa la propiedad de la Monarquía, la Constitución y la Bandera bicolor

 

 

Antonio Maira

inSurGente

 

Hace ya muchos años, a finales de 1981, los partidos de la Transición y de la Constitución, pedían casi susurrando, temblando de miedo, a los ciudadanos y ciudadanas de Madrid, que colgasen de los balcones la "bandera constitucional". Había pasado casi un año desde que el 23 de Febrero la Guardia Civil con tricornio y bigote irrumpiese el Congreso de los Diputados, y los dos generales más monárquicos del ejército español: Milans de Bosh y Armada cumpliesen dos funciones complementarias: hacía rodar los carros de combate por las calles de Valencia, el primero de ellos; y se ofrecía como posible presidente del gobierno y tabla de salvación de los diputados humillados, el segundo. A finales de aquel año terrible retornaban a la bandera bicolor del franquismo las águilas que habían anidado allí durante más de cuarenta años. Un manifiesto de capitanes golpistas: "el Manifiesto de los Cien", congelaba los pocos restos de euforia democrática que quedaban por entonces en un pueblo desmovilizado y aterrorizado. Se construía entonces, aceleradamente, el mito salvador del "Rey Demócrata", que no se ajustaba en modo alguno a los ambiguos discursos regios previos a la asonada de las metralletas, los carros de combate y los pactos entre bastidores.


 

En los meses posteriores se negoció, también en el Gran Salón de la Política de Estado, la incorporación del país que "transicionaba desde el franquismo hacia las libertades plenas" a las dos estructuras que iban a definir su futuro, la Europa de las Libertades, y la OTAN de la Seguridad Colectiva.

 

26 años más tarde el largo lazo de la transición pactada ha vuelto al punto de partida.

 

Los dos líderes del bipartidismo cerrado que han entregado la soberanía económica a las grandes entidades financieras y a las transnacionales, la soberanía política a una Europa absolutamente alejada de cualquier concepto y realidad de ciudadanía y de democracia, y la política exterior a una organización militar -la OTAN- dependiente de los EEUU, disputan con ferocidad la propiedad exclusiva sobre la Monarquía Heredada, la Constitución progresivamente definida como instrumento represivo, y la Bandera que participará en el desfile simbólico de los aliados que colaboran en la guerra mundial antiterrorista.

Zapatero y Rajoy se disputan en Madrid dos maneras de entender el mismo sistema, mientras avanzan aceleradamente en la negación y la mutilación de las libertades, y en la corrupción plena de la llamada "democracia representativa".

Zapatero, que apareció en el escenario político como propulsor de la "Tercera vía" de Blair con el nombre personal de "liberal socialismo", se ha convertido en el propulsor de una especie de "neoliberalismo asistencial" que matiza con sonrisas y partidas presupuestarias la ferocidad del sistema económico.

Rajoy representa con pureza extrema el "conservadurismo compasivo" de Bush y de la UE, que niega toda intervención pública en el Mercado Libre de las grandes empresas transnacionales y de los gigantescos grupos financieros.

En la política interior, Zapatero sigue a remolque de "Rajoy Aznar" en la ilegalización de todas las disidencias sociales y políticas reales, presentes, incipientes y futuras, desde la izquierda nacionalista vasca hasta el movimiento republicano.
A cada gesto feroz del fascismo hispano, Zapatero borra una sonrisa y moviliza al fiscal general del estado.

En la política exterior, Zapatero y Rajoy mantienen la alianza fundamental con los Estados Unidos y con su proyecto Imperial al que Europa apoya incondicionalmente.

Ambos manejan discursos formales alternativos mientras esperan que se definan los instrumentos políticos y militares de Washington después de las todavía lejanas y muy inciertas elecciones en los EEUU.

Aznar celebra la identificación progresiva de Zapatero con la guerra mundial antiterrorista del Pentágono y del Consejo de Seguridad Nacional, que exculpa a su partido de la intervención en la guerra genocida de Iraq, y de la responsabilidad en los atentados del 11-M en Madrid.

Zapatero identifica la bandera de los EEUU como bandera de la ONU.    

El sistema es tal como aparece.

 

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Antonio Maira

Antonio Maira

Dirige el diario digital InSurgente y es uno de los editores principales de la publicación Cadiz Rebelde. Vive en Cádiz.