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Ciénaga: nueva memoria. Cuarta Parte y final.

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Los cazadores de la luna.

Como en cada primavera, Herta y Ulrich salieron huyéndole a las lluvias gélidas de Hamburgo para instalarse una semana en el trópico. A lo largo de una década, esta pareja de profesionales alemanes treintañeros se mueve a un sitio diferente del trópico y casi nunca repiten. La excepción ha sido Cuba. Vinieron por tercera vez y aseguran que quizá haya una cuarta o quinta en los próximos años. El entusiasmo les nace del deslumbramiento ante una naturaleza virgen pero cuidada, como la que disfrutan en la Ciénaga de Zapata.
Más que las instalaciones de Playa Larga y Playa Girón, les llama la atención la perspectiva ecológica de la zona y, de manera muy especial, el cenote conocido como Cueva de los Peces, una oquedad de agua salada que se comunica con el mar en la carretera que bordea la Bahía de Cochinos, y el paisaje de la Laguna del Tesoro.
La silvicultura, el turismo y, en menor medida, la pesca, son los tres rubros económicos más importantes de este enclave proclamado Reserva de la Biosfera.
Según fuentes del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio ambiente, existen en la Ciénaga unas 900 especies florales y 109 de la fauna, incluyendo el muy apreciado cocodrilo cubano (crocodylus rhombifer).
Una de las primeras obras creadas por la Revolución en la zona fue el Criadero de Cocodrilos, frente a Boca de Guamá, destinada a preservar y reproducir esta especie endémica cenaguera, décadas atrás sumamente diezmada por la caza indiscriminada y la destrucción de los ecosistemas, a tal punto que el otro sitio del archipiélago cubano donde se encontraba, la pequeña Ciénaga de Lanier, en la Isla de la Juventud, lo vio desaparecer y solo en los últimos años gracias a su reintroducción, vuelve a contar con la especie.
Tan importante como el Criadero, una de las granjas más singulares que se pueda concebir, bajo la atención del Ministerio de la Industria Pesquera, los esfuerzos de la ciencia están encaminados a la protección y monitoreo de los ejemplares silvestres. Siguen latentes los peligros de la caza furtiva y de la hibridación con el cocodrilo americano (acutus), pero afortunadamente, según los reportes investigativos del biólogo Roberto Ramos, en varios lugares de la porción occidental de la Ciénaga las poblaciones oscilan entre los 14 y los 18 ejemplares por kilómetro cuadrado.
CUESTIONES QUE DEFENDER
Flora, fauna, equilibrio sistémico constituyen un valioso legado que las nuevas generaciones de cenagueros tienen que defender. Como también la cultura ambiental que se hace evidente en la imagen de las comunidades y la limpieza de la línea costera, logro que no ha sido fácil conquistar, según testimonia Luis González, director municipal de Servicios Comunales.
"Como usted ve -nos dice- cada poblado es un pequeño jardín. Valió la pena incrementar la fuerza de trabajo y conciliar la exigencia de responsabilidades con la retribución entre quienes se dedican a este trabajo. Hemos fomentado viveros de plantas ornamentales. También atendemos, como la niña de nuestros ojos, los obeliscos que recuerdan a los caídos en el rechazo a la invasión mercenaria de 1961".
Los cenagueros de esta hora no dejan de tener conciencia acerca de algunas situaciones apremiantes, la principal, el transporte. Es el único municipio matancero que no cuenta con enlace ferroviario. Todo movimiento es por carretera, y con el período especial se deprimieron las rutas y las frecuencias de viaje.  Valga la solidaridad de los transportistas de los organismos, nada remisos a llenar sus cupos libres con las personas que esperan en entronques y cunetas.
Preocupa asimismo la permanencia de los jóvenes profesionales de otros lugares de la provincia, sobre todo de Jagüey Grande, que trabajan en la zona. No pocos marchan al término del servicio social. Tampoco faltan los cenagueros que a lo largo de las últimas décadas, habiéndose graduado de nivel medio y superior, han hallado residencia en otros sitios.
Wilfredo Castillo, primer secretario del Comité Municipal de la UJC, cuenta con argumentos para afirmar que esta situación tiende a cambiar: "Al calor de los programas de la Revolución, las condiciones de vida y trabajo en la Ciénaga tienden a mejorar aceleradamente. La cercanía de los servicios de salud, la apertura de sedes universitarias municipales, la incorporación a los Cursos de Superación Integral, la rehabilitación del fondo habitacional, crean un entorno mucho más favorable".
HISTORIA PARA NUNCA OLVIDAR
Pero de toda las herencias que reciben los cenagueros, la más preciada es la que proviene de la historia. Cada niño, cada joven, tiene a Girón como símbolo de resistencia y voluntad de vencer. Conoce que en la costa y el monte se empantanaron los que quisieron hundir a Cuba en el pasado.
A pocos metros de donde se produjo el desembarco, el Museo Histórico de Playa Girón conserva y promueve testimonios de la batalla. Armamento, gráficos, documentos y objetos personales conforman una valiosa y entrañable colección.
También cada niño y joven recibe la memoria de la nueva fisonomía de la zona y sabe cuál es la línea divisoria entre el antes y el después, entre los infamantes tiempos idos y los que han vivido después.
Cuenta el filósofo francés Jean Paul Sartre que en medio de un recorrido por la Ciénaga antes de pernoctar en la Laguna del Tesoro, intercambiaba con Fidel acerca de cómo iría cambiando la vida de los cubanos con los beneficios de la Revolución. Era 1960 y aquel encuentro, como ha observado la escritora Graziella Pogolotti, "le permitió advertir a Sartre el contrapunteo productivo entre la visión totalizadora de los problemas y la atención a lo específico de cada detalle" en el momento de despegue de las radicales transformaciones revolucionarias.
Fue entonces cuando Sartre preguntó a Fidel: "¿Y si le pidieran la luna?", a lo que este, tras un minuto de reflexión, respondió; "Si  pidieran la luna es que estaban necesitándola y habría que dársela".
Los cenagueros de hoy, desde San Blas y Cayo Ramona hasta Cocodrilo, no piden, sino están dispuestos a conquistar la luna.

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Pedro de la Hoz

Pedro de la Hoz

Periodista cubano, jefe de la página cultural del diario Granma.