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Administración Bush incentiva la explotación laboral

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El empleo es uno de los temas que sacuden la presente contienda electoral en Estados Unidos, y su actualidad se confirma con la recurrencia de conflictos laborales y protestas de los trabajadores ante el atropello a sus derechos.

 Son, a primera vista, las consecuencias de las políticas de la administración republicana que comanda el presidente George W. Bush, un defensor a ultranza de las grandes empresas, liberadas bajo su mandato de importantes cargas impositivas.

 No en balde el candidato demócrata John Kerry afirma que si Bush gana los comicios de noviembre durante los próximos cuatro años los trabajadores estadounidenses seguirán ganando menos y continuarán perdiendo conquistas como el seguro médico.

 La explotación laboral en Estados Unidos no sólo la sufren braceros indocumentados en la frontera con México. Se trata de un fenómeno creciente por el cual la ganancia cada vez más está asociada a la depauperación del salario, la extensión de la jornada laboral y la violación de los contratos.

 A fines del pasado año tuvo lugar una larga huelga de los empleados de cadenas de supermercados de California, precisamente en demanda de mejores salarios y en defensa del seguro médico, cuyo pago las empresas no quieren seguir asumiendo.

 Entonces los dueños de las tiendas por departamentos Vons, Ralphs y Albertsons acordaron un pacto de cierre empresarial para enfrentar la acción de los empleados.

 Otro largo conflicto movilizó a los estibadores y trabajadores de muelles y almacenes de la costa oeste norteamericana, que dejó miles de millones en perdidas ante la intransigencia empresarial.

 Pero una nueva huelga podría ser declarada en California, considerada una de las principales economías del mundo, tras la decisión del Sindicato de Hoteles y Restaurantes de ir al paro si fracasan las negociaciones con las cadenas hoteleras.

 La autorización del paro también fue aprobada por agrupaciones sindicales de San Francisco y Washington, lo cual afectaría a algunos de los principales receptores turísticos del país.

 Además podrían unírseles en la suspensión de actividades los empleados del Sindicato de Lavanderías de Los Angeles. "Si hay huelga no habrá toallas, servilletas, sábanas ni manteles limpios en los hoteles", aseveró Cristina Vázquez, dirigente sindical.

 Entretanto, en Washington unos dos mil 800 empleados están listos para salir a las calles si las negociaciones sobre salarios, pensión, seguro médico y mejores condiciones laborales no prosperan.

 "Queremos estar en la misma página todos los trabajadores y negociar en las mismas condiciones con las empresas multinacionales de la industria hotelera", apuntó en la capital federal David Koff dirigente del sindicato de Hoteles y Restaurantes.

 Koff aseverá que en los últimos 20 años las hoteleras se han unido para enfrentar las negociaciones laborales con los sindicatos, los cuales ahora pretenden aunar fuerzas.

 Por estos días en Nueva York decenas de empleadas de una empresa que confecciona lujosas carteras se manifestaron por un contrato de trabajo justo, en lo cual coinciden con otros sectores laborales.

 "No dinero, no trabajo", gritaban las trabajadoras de la fábrica de carteras Judith Leiber, que vende su mercancía por miles de dólares y obtiene ganancias millonarias. El nuevo contrato ofrecido por Leiber sólo contempla 20 centavos de aumento salarial.

 Las empresas aducen que las condiciones de competencia les obligan a reducir las prestaciones, aunque en la realidad ante el estancamiento de la oferta de empleos las patronales usan el chantaje del despido y presionan para imponer sus condiciones de explotación.

 Entre los latinos el asunto es todavía peor, pues esa minoría muestra los más altos índices de desempleo del país, con un millón 330 mil personas sin trabajo, un 6,8 por ciento de la población económicamente activa.

 Según la Oficina del Censo el número de latinos viviendo bajo niveles de pobreza se incrementó por tercer año consecutivo, a despecho de los spot de campaña del presidente Bush, que pretende ganar votos entre los hispanos.

 Pero son estos quienes ocupan los empleos de peor calidad, con salarios muy bajos y muchas veces sin acceso al seguro médico ni oportunidades para progresar.

 A nivel nacional las noticias tampoco son halag  eñas. En la última semana las solicitudes de subsidios por desempleo subieron a 330 mil, lo cual equivale a 16 mil más que la semana anterior, según el reporte del Departamento del Trabajo.

 Bush incumplió sus promesas sobre el empleo, pero más que ello durante su gestión las patronales iniciaron una embestida contra los derechos de los trabajadores, que comienzan a reaccionar ante la incrementada explotación laboral.

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Orlando Oramas León

Orlando Oramas León

Periodista cubano, subdirector del diario Granma.