Cubadebate

Madrid.- La clara derrota del gobierno norteamericano en su guerra de rapiña contra Iraq ha hecho saltar una interrogante entre analistas políticos y periodísticos europeos: ¿A dónde llevará George W. Bush Estados Unidos?

Los expertos coinciden en que la actual administración de la Casa Blanca ya perdió la guerra en Iraq, al tiempo que ha quedado más que demostrada la falsedad de los pretextos que utilizó para justificar su más reciente invasión castrense, y los medios violentos empleados para intentar dominar a un pueblo.

Las fotos de torturas aplicadas a los iraquíes por los soldados del Pentágono, las cuales fueron hechas públicas en los últimos días por todos los medios internacionales de prensa, han puesto entre las cuerdas a los que dicen ser los paradigmas de la democracia, y los mayores defensores de los derechos humanos, comentó un periodista en Madrid en un programa de una televisora privada española.

La fuente agregó que Estados Unidos ha dejado mucho que decir y desear con su actuación en Iraq, que inevitablemente ha puesto en tela de juicio hasta el denominado sistema democrático norteamericano, subrayó.

Por su parte, analistas europeos son de la opinión que la defensa a ultranza de  Bush de su Secretario de Defensa, sobre quien recae la mayor responsabilidad de las torturas a iraquíes por parte de los militares del Pentágono, echó más leña a la hoguera en la que están metidos los gobernantes de Washington, además cuestionados severamente por las numerosas bajas sufridas por su ejercito en Iraq.  

Asimismo coinciden en señalar que con su comportamiento guerrerista  los actuales ocupantes de la Casa Blanca  lo que están generando es un odio sin precedentes hacia el pueblo norteamericano, que poco tiene que ver con la conducta de su administración.

Concuerdan en que a la vez que Estados Unidos sigue inmerso en el callejón sin salida en que se le ha convertido Irak, no deja de agredir a otros países, entre ellos Cuba, alegando viejos,  infundados y falsos pretextos.

Precisamente el pueblo cubano y su presidente, Fidel Castro, respondieron de manera contundente el pasado viernes a las amenazas y nuevas medidas políticas y económicas adoptadas por Bush contra la Isla, que arrecian aún más el bloqueo norteamericano de que es blanco la nación caribeña desde hace 45 años.

Más de un millón 200 mil cubanos desfilaron en protesta frente a la sede de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, en una marcha sin precedentes, mientras Fidel Castro en una breve y escrita alocución dejo bien claro que sus compatriotas enfrentarán hasta las ultimas consecuencias cualquier eventual agresión de Washington.

El mandatario del pequeño estado latinoamericano afirmó que como el jefe de la Casa Blanca ha decidido que la suerte de los cubanos está echada, tengo el placer -dijo- de despedirme como los gladiadores romanos que iban a combatir en el circo: Salve, César, los que van a morir te saludan.

Concluyó señalando que sólo lamentaba que no podría siquiera verle la cara a Bush, porque en ese caso su adversario estaría a miles de kilómetros de distancia, y yo (Fidel) estaré en la primera línea para morir combatiendo en defensa de mi patria, aseguró.

Fuentes periodísticas en el Viejo Continente comienzan a apostar  en serio por una derrota electoral de Bush en los comicios presidenciales norteamericanos de noviembre venidero,  mientras otros van más lejos al augurar que la conducta de la administración estadounidense y sus gravísimos errores conducirán al Imperio a una inevitable crisis: el principio de su fin.