¿Tienes dotes de escritor? ¡Inspírate y participa en nuestro concurso!
Con motivo de la Feria Internacional del Libro, Cubadebate convoca a sus lectores a participar en un concurso de literatura.
Demuestra en menos de mil caracteres si eres un poeta, dramaturgo, guionista o narrador, gana una colección de libros y la oportunidad de publicar tu obra en nuestro sitio.
La fiesta del libro en Cuba inicia hoy en La Habana. Cubadebate quiere premiar a los amantes de las letras con un concurso dedicado a la microliteratura. Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil caracteres, que nos permita descubrir al escritor que eres.
Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un poema, un cuento, el inicio de una novela o testimonio…. Podrás ganar una colección de libros y la oportunidad de publicar tu obra en nuestro sitio. Deja tu microrrelato como un comentario en esta entrada, el plazo de admisión vence el viernes 17 de febrero.
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“SIMPLEMENTE, MUJER”
Inspiración de poetas
en todas las latitudes,
en diferentes facetas
va mostrando sus virtudes.
Fuerte ante la adversidad,
con firmeza y valentía,
luchó por la libertad,
cuando el mambí combatía.
Sin perder esa ternura,
brillando como una estrella,
aunque la noche sea oscura
ahí está radiante y bella.
Como la elogió Martí,
con respeto y sencillez,
va sembrando, por ahí,
la más pura candidez.
En todas partes está
como paloma que vuela,
su futuro forjará
cual maestra o enfermera.
Es tan grande su valor
que no se puede esconder,
plena del más grande amor,
es:“SIMPLEMENTE, MUJER”
Carmen de la C. Fernández Méndez
Majagua, 27/03/2013.
Las llamas
Y entró, como un punzante aguijón en época de primaqvera, por el pecho y sin consuelo posible, el conjunto de palabras que hacen quebrar a cualquier hombre. Ella se había estado yendo hacía ya varios meses, pero el se negaba a aceptarlo, se negaba a creerlo. Sus historias parecían haber sido sacadas del mismo frasco del cual el destino es propietario absoluto, pero en ese instante todo de disipó, las lágrimas crearon un surco en el rostro de aquel varón, las de ella eran también sinceras, sentía dolor pero a la vez alivio. El se encogió, tratando de entender, mientras la mujer enfilaba para el portón del frente. Se repetía en su cabeza la oración que había escuchado, mientras se levantaba, daba manotazos al aire, haciendo caer una pequeña vela al piso alfombrado. Unos papeles fueron los primeros en encender, y luego la habitación entera se consumió con el alma en pena del hombre quien, manteniendo la mirada perdida en una foto a medio quemar, se hechó a los brazos de las llamas, que lo abrazaron, por última vez.
Nacieron los dos a la misma vez, con el primer suspiro de la tierra. Ella era blanca y suave, tierna en sus movimientos, rodeada de verdes palmeras y con un agradable olor a cal. Él era azul, inmenso, moldeable, a veces apaciguado a veces violento, pero lleno de sueños y vida para dar. Cuando la vio por primera vez, era la séptima noche de algún tiempo. Ella estaba allí, hablando con las estrellas, tan hermosa, que hasta el más bello de los luceros se sintió atraído y la luna maravillada por su belleza brilló con su máximo esplendor haciendo resplandecer todo su cuerpo. Él se acercó lentamente tratando de pasar desapercibido pero el viento juguetón agitó sus aguas y varias gotas la rozaron. Ella lo miró sorprendida y por un momento, el temió y retrocedió, más luego, descubrió en sus labios una leve sonrisa, un pequeño destello de esperanza, entonces supo que estaban destinados a ser mucho más que un simple océano y una bella playa. Volvió a acercarse nuevamente, pero esta vez decidido, y con una gran ola besó su frente y mojó sus labios. Ella respondió abriendo sus brazos para que él pudiera deslizarse en su interior, cerró sus ojos y se dejó llevar por el vaivén de sus olas. Y así comenzaron a bailar una danza armoniosa en la que sus cuerpos se mezclaban, se fundían en un solo ser. Ella se diluía en sus agua y él llenaba su ser sintiendo como se estremecían todo sus átomos de arenisca al más suave roce de sus embates. El ritmo del baile fue haciéndose cada vez más intenso y profundo, sus olas se agitaban haciendo que el cuerpo de ella se moviera delirantemente a tal punto que la noche entera se tornó frenética y todos bailaron al ritmo de la pasión y la locura que emanaba de aquel encuentro. Y fue en ese momento en que llegaron a la cúspide de su existencia, con un fuerte estremecimiento seguido de una gran ola y un gemido que se escuchó en el núcleo del planeta, llegaron al éxtasis de los sentidos, a la embriaguez de amor. Luego reino la calma, la noche los cubrió con un manto de silencio y así los descubrió la mañana, unidos en un abrazo que duraría por el resto de los tiempos. Desde entonces están juntos, mar y arena, como un solo ser, y cuentan los pescadores que cada vez que una gran ola rompe en la playa se escucha en lo profundo del océano un gemido de pasión como pronunciación perpetua de una amor que nunca acabará
"APUESTA”
Cuando Carlos Steel apostó el último billete apostaba también su vida. Hasta entonces había perdido tiempo y dinero, no imaginó que aquel hombre, aparentemente pacífico, no sabía perder.
Nacieron los dos a la misma vez, con el primer suspiro de la tierra. Ella era blanca y suave, tierna en sus movimientos, rodeada de verdes palmeras y con un agradable olor a cal. Él era azul, inmenso, moldeable, a veces apaciguado a veces violento, pero lleno de sueños y vida para dar. Cuando la vio por primera vez, era la séptima noche de algún tiempo. Ella estaba allí, hablando con las estrellas, tan hermosa, que hasta el más bello de los luceros se sintió atraído y la luna maravillada por su belleza brilló con su máximo esplendor haciendo resplandecer todo su cuerpo. Él se acercó lentamente tratando de pasar desapercibido pero el viento juguetón agitó sus aguas y varias gotas la rozaron. Ella lo miró sorprendida y por un momento, el temió y retrocedió, más luego, descubrió en sus labios una leve sonrisa, un pequeño destello de esperanza, entonces supo que estaban destinados a ser mucho más que un simple océano y una bella playa. Volvió a acercarse nuevamente, pero esta vez decidido, y con una gran ola besó su frente y mojó sus labios. Ella respondió abriendo sus brazos para que él pudiera deslizarse en su interior, cerró sus ojos y se dejó llevar por el vaivén de sus olas. Y así comenzaron a bailar una danza armoniosa en la que sus cuerpos se mezclaban, se fundían en un solo ser. Ella se diluía en sus agua y él llenaba su ser sintiendo como se estremecían todo sus átomos de arenisca al más suave roce de sus embates. El ritmo del baile fue haciéndose cada vez más intenso y profundo, sus olas se agitaban haciendo que el cuerpo de ella se moviera delirantemente a tal punto que la noche entera se tornó frenética y todos bailaron al ritmo de la pasión y la locura que emanaba de aquel encuentro. Y fue en ese momento en que llegaron a la cúspide de su existencia, con un fuerte estremecimiento seguido de una gran ola y un gemido que se escuchó en el núcleo del planeta, llegaron al éxtasis de los sentidos, a la embriaguez de amor. Luego reino la calma, la noche los cubrió con un manto de silencio y así los descubrió la mañana, unidos en un abrazo que duraría por el resto de los tiempos. Desde entonces están juntos, mar y arena, como un solo ser, y cuentan los pescadores que cada vez que una gran ola rompe en la playa se escucha en lo profundo del océano un gemido de pasión como pronunciación perpetua de un amor que nunca acabará
Dragón y Princesa.
Dragón Gonzales exhalo un cálido suspiro para aliviar su aburrimiento y sin mucha sorpresa descubrió una pequeña chamusquina en la página siguiente y las llamas, aun pequeñas, que se propagaban por el lomo del libro hasta alcanzar a Princesa Pérez haciendo presa primero de sus cabellos enrulados y luego consumiendo su ropa. Todo fue demasiado rápido como para darle tiempo a la pálida dama a reaccionar. Solo cuando la hoja de Princesa Pérez desapareció por completo entre las llamas sintió Dragón González el calor del incendio cercando la roca donde por milenios había velado la integridad de la muchacha. Sin demasiado apuro y ya sin un motivo para permanecer atento extendió su cola por entre las palabras ennegrecidas por el fuego y se tendió cual largo era justo en el medio del libro para entregarse despreocupadamente al sueño. El incendio de la biblioteca fue declarado de causa desconocida.
Inspiración de poetas
en todas las latitudes,
en diferentes facetas
va mostrando sus virtudes.
Fuerte ante la adversidad,
con firmeza y valentía,
luchó por la libertad,
cuando el mambí combatía.
Sin perder esa ternura,
brillando como una estrella,
aunque la noche sea oscura
ahí está radiante y bella.
Como la elogió Martí,
con respeto y sencillez,
va sembrando, por ahí,
la más pura candidez.
En todas partes está
como paloma que vuela,
su futuro forjará
cual maestra o enfermera.
Es tan grande su valor
que no se puede esconder,
plena del más grande amor,
es:“SIMPLEMENTE, MUJER”
Porque eres de humo
Me tiemblan los ojos
porque tus labios arañan los dedos de mi piel.
Son las grietas en la pared las que me asustan,
o los gritos quizá.
Acallan mis ojos temblorosos
un sinfín de díscolos momentos,
y tu entras y sales
desde y hacia las porciones oscuras de apagados gemidos.
Son las grietas en la pared las que me asustan,
o quizá que te alejes.
La noche del amor.
Autor : Vicente Robinson Echevarria.
Miró a su alrededor. Era de día. Se alegró. Sentía una rara sensación que hacia mucho tiempo no sentía , un frío que le ascendía desde el estómago, hacia todo el cuerpo;
y luego, como brasas, calentaba su garganta secándola en una sed febrina. Se estremeció. A su lado en la cama estaba Dalisa desnuda, bañado su cuerpo por el sol que penetraba por la ventana, despierta. Le dijo con suavidad: - ¿hay algo de comer?. Ella lo miró y guardó silencio por unos instantes, -Sólo café y pan; -Mejor que nada, le dijo él.
Se incorporó sobre la cama , botezó y contó el dinero guardado bajo la almohada.
- ¿Te trató bien?
- Como siempre.
Él calló y quedó pensativo. Debería decirle algo más, pensó; ella estába triste.
Hace mucho que son extraños. Es raro compartir la cama , los sueños y ser extraños, cosa rara....
Está extraña, lo de anoche no la complació, que digo, ¡coño!, no puede gustarle.
¿Cómo será la muerte?, pensó. Quizás ese frío en el estómago y luego el calor subiéndole y quemándole todo el cuerpo sea la muerte , cobijando los bárbaros insectos trasformados de mariposas en gusanos que estén tramando comerlo por dentro, comerlo todo como una mierda, para dejarlo en una blanquecina osamenta huerfana de risas, de sueños, de amor.., no, no puede ser, aún no, que no nazcan los gusanos de mi cuerpo putrafacto, inerte, maloliente, sin deseos, comiendo todo lo bueno que de mí pueda quedar en su zafari hambriento, devorando cada pedazo de mi carne; no aún no. !Cuánto tengo que decirle a Dalisa.....!
Raudel cursaba el último año de pintura en la academia de arte, y allí conoció a Dalisa una tarde en una exposición de estudiantes. Ella intentaba escribir cuentos y poemas. Luego coincidieron en los juegos deportivos; él, del equipo de Atletismo, hacía buenos tiempos en su carrera. Ese día, por fracción de segundos no ganó la carrera, a pesar de ser el favorito. Cuando descubrió la presencia de la joven, perdió unos segundos en la salida y eso fue fatal, no obstante se sintió alegre y vio aquella tarde más hermosa a la joven, cuando los rayos del sol iluminaban con una mágica y blanquecina luz sus cabellos negros , y el aire los arremolinaba con sútil ligereza. Ella le besó en la mejilla y entre risas le dijo: - Campeón, y él se creyó campeón. Sintió un frío que ascendía desde su estómago hacia la parte superior del cuerpo, y una sensación de fuego que le quemaba la garganta; entonces fueron a tomar helados, y salieron una y otra vez, repitiendo la rutina de visitar los lugares comunes, hasta ser el uno parte del otro y quedar enamorados. Fue tiempo de hacer sus planes, vivir solos, continuar sus carreras, él como pintor, exponer, ella, como escritora, publicar; participar en concursos en que les premiaran para ganar algo más de dinero, tener hijos..., pero las cosas no fueron así, los sueños a veces son quimeras, sólo utopías difíciles de cumplir. No tuvo suerte como pintor, la feria no daba para vivir ,ni ella tampoco con sus cuentos, sólo
pudo publicar algunos, que muy poco le pagaron.
El país cambiaba, era como una pequeña barca en un enfurecido océano manteniendo su rumbo frente a las fuerte embestidas de las inmensas olas: los amigos se marchaban a otras latitudes, se quedaban solos, habría que hacer nuevos amigos, quizás más jóvenes ó más viejos, bordar nuevos sueños , nuevas utopías realizables ..... Fue cuando lo decidieron. Otros ya lo hacían. Sería por breve tiempo, hasta poder decir basta, ya es suficiente. Pero ese día no llegaba y vino el silencio , la soledad entre ellos, convertirse en extraños aún en la cama en las sublimes noches del amor .
Dalisa miraba y callaba, un silencio doliente cargado de miedos. Ya anochecía.
Estaba frente al espejo luciendo su peluca rubia, su falda corta, la blusa escotada toda de negro, perfumada. Raudel vestía un ceñido pullover verde oscuro con mangas cortas, que descubría su musculatura y el inmenso tatuaje en su antebrazo, representando un dragón que expulsaba fuego de su descomunal boca . El pantalón ceñido a su cuerpo atlético, y los zapatos puntiagudos, brillosos, como irradiando destellos que imitaban el tintinear de las estrellas. Se estremeció cuando vio a Dalisa, vestida toda de negro; la novia viuda, - ¿o será la misma muerte?- , se dijo para sí.
Abandonaron la pequeña habitación, tomaron un taxi, y luego estaban alli , sentados en el muro, acariciados por la brisa marinera, arrullados por el zumbar de las olas al chocar con las murallas y dejar un rastro de espuma blanca.
Estaban callados cuando llegó el lujoso carro. Del mismo bajó un turista viejo con una inmensa panza, escondiendo su calvicie en un sombrero de arique, típico de los que usan en el Caribe.
Él quedo allí, silencioso, siguiendo con la mirada triste el auto que se alejaba, imaginando todo lo que un hombre es capaz de pensar ....
Sintió de nuevo aquel raro frío desde su estómago; el calor que le abrazaba subiendo como cuchillos de fuego por la garganta. Gritó con todas sus fuerzas sin temer al ridiculo. Darisa , no he podido decirte amor, te quiero, te quiero; podemos tener nuevos sueños , nuevas utopías. Recordó sus dotes de corredor. Era el mejor, el favorito de aquella carrera que perdió por unos segundos, pero ganó a Darisa. Fue cuando con todas su fuerzas hechó a correr tras el auto. Corrió con bríos, como nunca, siguiendo las lucecillas ya moribundas del automóvil en la lejanía. Ya basta , hoy es el día, amor . ...Entró jadeante a la casona y fue hacia el dormitorio. Irrumpió con la fuerza de un titán en la habitación. Darisa lo miró. Él sólo le dijo: - Vamos mi amor. Ella le sonrió y le dijo: - Claro campeón, hoy sí ganaste la carrera.
Vienes de un planeta extraño, de una tierra lejana donde se habla con los ojos y los labios son sólo para besar. En tu pueblo los padres son escultores como en el Renacimiento y tu cuerpo fue moldeado especialmente en fuego, conservando su calor, su energía, el ritmo sensual al que fue forjado. Tu diseño es el de un ave, lista siempre para saltar al vacío y batir tus brazos como alas de fénix, esos brazos que extraño como nunca enredados en mi cuello, amarrándome a tu cintura. Tus senos casi utópicos, benditos con la sensibilidad más divina, como regalo de dioses o trampa de la tentación. Llega esa línea corporal como arteria que alimenta tu estructura a ese valle fértil y repleto de vida al que aquí, en el planeta Tierra, nombramos vientre, donde ya no caben besos míos porque los he guardado todos allí. Entonces cae en picada el terreno, un clima húmedo se hace sentir entre tus piernas y un jardín se esconde en la naturaleza virgen de tu femineidad. Entre las flores más hermosas nace un manantial de luz, del que bebo hasta saciar las locuras, hasta rendir el alma, hasta aplacar mi instinto carnal y animal. Luego duermo como niño, pero esta vez rendido a ese olor inconfundible a mujer pura, a hembra segura.
Extraño tu voz cuando aún no despierto, cuando vencido por ti en la batalla nocturna y sexual soy perdonado por tu misericordiosa mano, que recorre mi pecho y se pierde en las costas del placer. Extraño tu carcajada burlona, tu sonrisa seductora como canto de sirena que me lleva a la cama, que también se extraña, esa arena donde tantas huellas de lo que ambos sentimos dejamos, siempre con una reacción exotérmica casi nuclear que nos embriaga los sentidos, sentidos que desparramamos en toda la habitación. Extraño tu sudor acompañado de ese movimiento que Afrodita puso a tus caderas y te hizo bruja y hechicera invencible para mí, tanto que no hago el más mínimo esfuerzo por liberarme de esa física de carne y química de fluidos corporales, donde no existe gravedad y mucho menos se define elemento alguno de la tabla periódica cuando nos encontramos. Extraño tu convicción triunfalista, tu prepotencia sexual, tu seguridad femenina, tu mentalidad ganadora en el juego prohibido y exquisito en que explotamos distintas variantes de forma exponencial; es que la matemática no puede explicar semejante ecuación porque las variables usadas se indefinen o toman valores que tienden al infinito. No puedo cuantificar cuanto te extraño porque ninguna de las ciencias conocidas me lo permite, porque ningún erudito ha creado una fórmula milagrosa que me permita hacerlo.
Llevo la última mañana sembrada en mi carne, como cromosoma adicional, como escritura egipcia bajo la piel. Hoy duele igual de intenso, hoy duele recordarte como dolió ese amanecer. Es que marché confuso por la angustia y cegado por ese sufrimiento casi imperceptible que los hombres escondemos cuando nos alejamos de nuestra mujer. Te juro que me arde la conciencia como no arde fuego alguno, te juro que no pasa un segundo en que no desee otra cosa que correr hasta tu cuerpo y refugiarme en él, marcarlo como zona de confort y minar el espacio que no ocupa en este mundo y en esta vida. Voy a vencer las barreras que la distancia y el tiempo nos imponen como a esclavos sin destino, voy a quebrar la profecía más negativa, voy a romper las estadísticas más adversas, pero voy a alcanzarte en esa estrella lejana que el vivir me pone como meta. Llevo en mi cuerpo escrita nuestra historia, con copia en la sangre, con respaldo en el corazón. Voy a llegar a tus pies, los besaré en silencio, quizás herido, quizás enfermo, pero jamás perdido en mi camino.
A veces me pregunto que soy, cuando estoy solo, cuando transito por calles desiertas buscándote entre los susurros de los árboles, que soy cuando no estás tú; y me doy cuenta de que solo existo cuando pienso en ti, solo me vuelvo material cuando me diluyo entre el rumor de tu risa, solo soy yo cuando estoy a tu lado y puedo rozar tu mano, solo así existo, por tu felicidad, por cuidar detalle a detalle cada trazo de sueño que dejas escapar mientras flotas, cual tierna mariposa, a mi alrededor, y lo mejor de todo es que me siento feliz siendo real solo cuando tú lo eres... Cuando estas lejos me vuelvo inmaterial, un gas insípido que se desvanece con el paso del tiempo buscando una razón de ser, soy sencillamente una partícula perdida en un cúmulo de muchas otras que solo se mueven por inercia, sin ningún objetivo. Cuando no estas, el viento es rector de mi destino, suelo ir de aquí para allá, adonde me lleven mis desgatados pies, esos que buscan tus huellas en una calle de pasos infinitos. Al final soy todo y nada, me convierto en todo lo que algún día desearía ser para ti, y me pierdo en la nada de sentimientos que se esconden al fondo de este túnel oscuro y misterioso que llamo corazón. Solo en tus sueños viviré... búscame allí.
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Cuando Carlos Steel apostó el último billete apostaba también su vida. Hasta entonces había perdido tiempo y dinero, no imaginó que aquel hombre, aparentemente pacífico, no sabía perder.
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00:10-00:13: en particular: "¿Tienes dotes de escritor? ¡Inspírate y participa en nuestro concurso!".
00:13-00:17: La idea me emociona y asombra.
00:17-00:22: Pierdo cinco segundos alimentando la cara de bobo que de seguro tenía.
00:22-00:29: Pienso y luego existo, mejor dicho, pienso y luego concluyo:
00:29-00:32: "No tengo dotes de escritor para nada" y desisto.
00:32-00:36: !Bah! No tengo nada que perder. El ventilador hace un ruido leve
00:36-00:40: y lo observo fijamente, mientras pienso en un tema.
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00:44-00:48: la mirada. Me da risa su anatomía y la forma coloquial de llamarle "chipojo" al largartijo.
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00:52-00:56: será mi tema!. Tomo una bocanada de aire y escribo:
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Amanecer en Negro
Llega la noche cercada de cuervos y vientos húmedos. Los acompaña un hombre de rostro pálido y mirada perdida; arrastra la pena de estar muerto y vivir recordando el infortunio una y otra vez. Dice llamarse Edgar y en un susurro pregunta a los cuervos si podrán arrancarle su dolor; un graznido infernal paraliza la noche -nunca más-.
La llamada
Rodrigo Mencías Montero
Me dirijo lentamente hacia una terminal del tiempo, con un equipaje emocional abultado y pesado. Arrastro los pies y pierdo mi mirada en la inconsistencia del camino, dicen que cuando uno camina observando el suelo como si se le hubiera perdido el alma, es porque en el lenguaje del cuerpo se está comunicando una actitud de derrota. Encorvado, mirando el suelo y arrastrando los pies, eso es igual a ser perdedor caminante.
Pero realmente, no me siento perdedor amanecí algo lacónico y no tengo ganas de asumir otra actitud. Levanto la cabeza y observo la ruta llena de los espíritus de la noche. Las sombras crecen de forma exagerada a lo largo de mi sendero como guiándome hacia un destino trazado por algún mago de las eternidades.
Hay escalas en nuestro viaje que son un caos, nos muestran lo más oscuro del ser lo que ocultamos como si fuera un preciado tesoro corsario. Pero, hay otras escalas que son una oportunidad para ser mejores y esas escalas del viaje se presentan en muy pocas ocasiones. Al final las decisiones que se toman afectan la ruta para bien o para mal. Son decisiones realmente trascendentales, que se manifiestan como un espectro del futuro.
Llego al sitio de mi destino y en las penumbras busco un lugar donde dejar caer el plomo de mis pensamientos, me hundo en mis pensamientos y en el viejo sillón guardián de mil historias no contadas. Observo la pared en medio de la penumbra y miro las figuras abstractas que se forman con la poca luz que ingresa al lugar.
Los ruidos llegan también como invitados no deseados. La pitoreta del ferrocarril, aúlla con fuerza avisando el paso del monstruo, la telenovela de los vecinos con sus lánguidos diálogos y música acaramelada compite con el tren; no quiero escuchar. Nada me ayuda, quiero paz, silencio. Sin embargo, todo es repetitivo y no puedo ordenar las ideas, lo necesito en este momento crucial.
Trato de salir con dificultad del abrazo maternal del sillón y busco algo en el refrigerador, no sé qué busco, cierro y regreso al abrazo de mi asiento. Le doy vuelta a las ideas y no encuentro otra solución, busco en el techo algún insecto milagroso que me hable y me diga que hacer.
Supongo que todos saben del amor de pareja, pero todos tienen una opinión diferente de cómo se manifiesta, lo más fácil es ligarlo con el sexo y así todos son expertos en amor. Pero es algo realmente complejo, las personas comprometen su libertad personal para compartir con otra persona, pero eso no se aprecia, todo se convierte en una lucha de poder donde todos pierden. Todo en este mundo se trata de poder, control, por eso eliminamos a nuestros semejantes, porque se oponen a nuestros propósitos de poder.
Se acerca la hora y algo dentro de mí se remueve con angustia, deseo que el tiempo se adelante y que no me dé cuenta de su paso autoritario marcando las horas y los hechos con una disciplina de un ejército celestial. Me como las uñas sin darme cuenta, solo pienso y pienso. Me hundo más y más en el sillón…
No tenía que llegar a este momento, pero todo tiene un final en esta vida y es precisamente para volver a empezar el ciclo vital. Todas las cosas perdieron su sabor y ahora lo que me ocupa es como poner ese punto que marca el final.
El aullido de la pitoreta me sobresalta y veo a la ventana para imaginarme el pesado transporte saltando sobre los durmientes con movimiento cadencioso. Me levanto abro la puerta y lo observo alejarse como una serpiente que se pierde en la oscuridad. Respiro profundo, regreso al sillón…Pienso…Busco mi celular y hago la llamada.
- Aló, hola ¿cómo estás?...
- Bien, que sorpresa, ¿dónde has estado?
- Por ahí, quería decirte que lo nuestro no puede continuar…
- Ya lo sabía, porque no me lo dijiste en persona, me duele que sea así…
- No era capaz de verte otra vez…
Los extraños.
Somos los extraños, los difentes,
los que no sonreímos, pero tenemos esperanza.
Somos los desplazados, los que no tenemos cabida en los rascacielos gigantes, pero en sueños logramos tocar el cielo.
Somos, los irreverentes, iracundos, feroces; sedientos, hambrientos. Somos los que esperamos, impacientes casi al borde de un abismo. Que los sueños, y los caminos nos encuentren, y así cuál extraños crear un mundo diferente.
Maurick Ilich ( México)
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MARTÍ NACE SIEMPRE
Martí llegó hasta la casa
pasó como buen cubano,
me dijo -lápiz en mano,
apunta este verso en brasas-
sin esperar, por el asa
sujeté mi pensamiento,
vertí un par de sentimientos
con la firme convicción
de que la imaginación
propiciaba aquel momento.
Dijo así, con traje negro:
Nací de nuevo en antorchas,
el Alma Mater parió
cada idea que surgió
con mi salto sin garrocha.
he recordado la trocha,
la guerra grande y chiquita,
la decisión infinita
de ser revolucionario
y he visto hasta el escenario
de mi entrada por Playitas.
Por qué andas con traje negro
todavía -pregunté-
me dijo: ¿será que usted
no entiende el por qué del negro?
recuerda bien que yo integro
las filas del que sufrió
nuestra América y sintió
el luto triste y profundo
por cada patria del mundo
que el yanqui cruel sometió...
...y sigue el sometimiento,
el saqueo y la tristeza,
sigue el yanqui a la cabeza
del entierro con su cuento.
Cuándo llegará el momento
en que los pueblos unidos,
digan NO al atardecido
mandato del norte cruel
para que tomen aquel
rumbo de luz y sentido.
-Y a Cuba ¿Cómo la ves?
qué tal tu sueño y tus ansias-
-Cuba es Martí y es fragancia
que del bien calma la sed.
pos moderna y a su vez
empinada a mi legado,
un pueblo sacrificado
que despierta cada día
odiando la burguesía
que queda y que se ha formado.
La economía muy triste,
los deseos de triunfar,
la pasión de continuar
y de producir alpiste.
Pero verás, es un chiste
para América Latina:
garantizar insulina,
natalidad infantil,
sacudirse lo servil...
eso nadie lo imagina.
Cuba siempre diferente
pero igual a lo imposible,
Cuba es libre aunque increíble
lo piense una que otra gente.
Claro que si, hay delincuentes
de cuello blanco y sin cuello,
hará falta un a degüello
que rectifique el momento
para el acontecimiento...
ya se avecinan destellos.
¿De qué destellos me cuentas?
¿Qué pasará, qué sucede?
Se unirán todos ustedes
en la Patria, tras sus puertas.
Será próspera la Huerta,
y aquél que tanto castiga
sin importar lo que hoy diga
tendrá que reconocer
la virtud que fue nacer
en esta isla que abriga...
...todo cambia, mas la meta
sigue siendo el humanismo,
sigue siendo el socialismo
con su ajuste y sin receta.
No pienses que soy profeta...
-¿pero concluye, sin cencio?-
Recuerda bien que el silencio
es prudente, necesario,
si hablo alerto al adversario,
si no hablo lo sentencio.
Así ya, casi al marcharse
me dijo: -siéntete fiel-
yo le pregunté ¿y Fidel..?
él susurró, antes de alzarse:
¿Con quién crees que pudo aliarse
en la eternidad sin muerte?
y entonces lo vi, por suerte
con su barba y en Martí,
fundido y fuerte, lo vi
y me gritó: !!!PATRIA O MUERTE¡¡¡
Días grises
Venezuela es para mí como mi segundo lugar de nacimiento, ser parte del inmenso grupo de cubanos que han servido a la patria de Bolívar, es algo ciertamente privilegiado, allí conocí la deslumbrante y hermosa naturaleza de un país que resulta al decir de muchos poetas, la Venecia de América, donde confluyen en un gran territorio la diversidad que a veces desde los libros de geografía se nos ha explicado.
Era el año 2008 donde participé con un numeroso grupo de profesores atendiendo en calidad de asesores al Frente Francisco de Miranda, organización política que en su mayoría estaba formada por luchadores sociales formados en Cuba , fueron experiencias que me acercaron en lo infinito a concepciones políticas muy sólidas, conocía las vivencias de los primeros años de la revolución cubana a través de mis padres, pero esta vez disfrutaba el gran entusiasmo en aquellos jóvenes sin apenas formación ideológica pero con claridad de que lo que se construía, era pensando en los que menos tienen, en los que nunca habían tenido nada, en los más olvidados.
Disfruté mucho acercarme a la construcción de una sociedad que apenas iniciaba un largo y tortuosos camino que conduciría a acontecimientos tan nefastos como la desaparición del Comandante Hugo Chávez y la cadena de episodios difíciles que ha tenido que enfrentar ese pueblo que siento tan mío como el que por los designios de la vida, me tocó nacer.
Mis últimos días han sido días muy difíciles….tristes…. y si tuviera que dar un color…sería justo el gris…porque he sentido cuanto se puede perder, cuanto se retrocederá!
No pretendo ser pesimista, no quiero serlo!!! Pero serán jornadas mucho más duras. En Venezuela dejé muchos amigos, amigos convertidos en una gran familia que hoy compartimos con pesar los resultados de estas últimas elecciones parlamentarias que con seguridad abrirán un escenario en extremo complejo para las fuerzas revolucionarias bolivarianas. Espero como cubana, que la hora de la reflexión profunda y el análisis crítico acompañe a los que como yo, aún confían en ese gran pueblo que es desierto, nieve y volcán.
MARTÍ NACE SIEMPRE
Martí llegó hasta la casa
pasó como buen cubano,
me dijo -lápiz en mano,
apunta este verso en brasas-
sin esperar, por el asa
sujeté mi pensamiento,
vertí un par de sentimientos
con la firme convicción
de que la imaginación
propiciaba aquel momento.
Dijo así, con traje negro:
Nací de nuevo en antorchas,
el Alma Mater parió
cada idea que surgió
con mi salto sin garrocha.
he recordado la trocha,
la guerra grande y chiquita,
la decisión infinita
de ser revolucionario
y he visto hasta el escenario
de mi entrada por Playitas.
Por qué andas con traje negro
todavía -pregunté-
me dijo: ¿será que usted
no entiende el por qué del negro?
recuerda bien que yo integro
las filas del que sufrió
nuestra América y sintió
el luto triste y profundo
por cada patria del mundo
que el yanqui cruel sometió...
...y sigue el sometimiento,
el saqueo y la tristeza,
sigue el yanqui a la cabeza
del entierro con su cuento.
Cuándo llegará el momento
en que los pueblos unidos,
digan NO al atardecido
mandato del norte cruel
para que tomen aquel
rumbo de luz y sentido.
-Y a Cuba ¿Cómo la ves?
qué tal tu sueño y tus ansias-
-Cuba es Martí y es fragancia
que del bien calma la sed.
pos moderna y a su vez
empinada a mi legado,
un pueblo sacrificado
que despierta cada día
odiando la burguesía
que queda y que se ha formado.
La economía muy triste,
los deseos de triunfar,
la pasión de continuar
y de producir alpiste.
Pero verás, es un chiste
para América Latina:
garantizar insulina,
natalidad infantil,
sacudirse lo servil...
eso nadie lo imagina.
Cuba siempre diferente
pero igual a lo imposible,
Cuba es libre aunque increíble
lo piense una que otra gente.
Claro que si, hay delincuentes
de cuello blanco y sin cuello,
hará falta un a degüello
que rectifique el momento
para el acontecimiento...
ya se avecinan destellos.
¿De qué destellos me cuentas?
¿Qué pasará, qué sucede?
Se unirán todos ustedes
en la Patria, tras sus puertas.
Será próspera la Huerta,
y aquél que tanto castiga
sin importar lo que hoy diga
tendrá que reconocer
la virtud que fue nacer
en esta isla que abriga...
...todo cambia, mas la meta
sigue siendo el humanismo,
sigue siendo el socialismo
con su ajuste y sin receta.
No pienses que soy profeta...
-¿pero concluye, sin cencio?-
Recuerda bien que el silencio
es prudente, necesario,
si hablo alerto al adversario,
si no hablo lo sentencio.
Así ya, casi al marcharse
me dijo: -siéntete fiel-
yo le pregunté ¿y Fidel..?
él susurró, antes de alzarse:
¿Con quién crees que pudo aliarse
en la eternidad sin muerte?
y entonces lo vi, por suerte
con su barba y en Martí,
fundido y fuerte, lo vi
y me gritó: !!!PATRIA O MUERTE¡¡¡
Si pudiera fabricar un mundo, sacarlo tierno y recién nacido, y luego moldearlo a mi antojo y conveniencia, con los contornos precisos; los éxitos seguros; las penas resueltas y los temores extirpados; si pudiera hacerlo así, viviría allí, a su abrigo perfecto y sosegado.
Pondría en él las plenitudes que me faltan, el tiempo que se escapó sin dejar obras, un borrador para las huellas del destino que marca las vidas y los cuerpos, las hojas de los planes que no se han trazado aún, un poco de magia para hechizar relojes, un quebrador de inercias y alguna alquimia contra las rutinas.
Sería una ensoñación sin las distancias que tanto hieren, sin los temores formales e informales, sin la manía de calcular los pasos y sin los altos muros a donde trepan las dudas para lanzarnos piedras cuando los superamos.
En ese mundo, como un lecho gigante o un océano tierno; las horas para el amor y las virtudes, de infinitos minutos, tendrían el supremo don de conducir la vida y en ese palpitar nacerían otros mundos; donde a su vez, de nuevo, saldrían derrotados el odio y el pesimismo, que cercenan los cuerpos y enlutan el alma.
Isa, tienes mi voto...bello y muy contemporáneo.
Hoy regreso de una cárcel de Bahamas. Después de unos largos seis meses. Nunca pensé que en mi vida fuese a ser un expresidiario y menos aún en otro país donde ni siquiera he vivido. Nunca he enfocado mi vida a realizar el mal, por eso nunca se me ocurrió estar en un lugar como ese. Lo mío es la relación con la madera y si era en E.U.A., seguro mejor. Por eso mi bote y yo, junto con dos colegas emprendimos un viaje al rumbo a la felicidad. Después de meses de trabajo y entrenamiento en agua de bajo calado, nos lanzamos a la mar profunda. Duró 3 días el viaje, bajo un poco de desorientación y corrientes marinas que nos arrastró un poco fuera de nuestro curso: ¡solo nos faltó unas pocas millas! Estaba allí cerca, hasta que unos blancos y fornidos guardacostas nos recogieron. ¡Ya estábamos, al seguro! No sé, no entendía las palabras, pero sí hubo un plato de comida y agua. Estaba tranquilo, soy cubano. Seguro se dieron cuenta. Por eso aproveché y me dormí del cansancio y de la insolación en alta mar. Y me dejé llevar en el vaivén de la embarcación con las olas. El descenso rápido desde la lancha hasta el recinto amurallado. Aún sigo sin entender porque nos dejaron en aquel lugar, debió ser algún mal entendido.
En el paraninfo de tus ojos el ecléctico fragor de las orquídeas, el sacro bienestar de la arboleda y la dulce ecuación de sus aromas. Quien no ha transitado la montaña desconoce la sinfónica del viento. Un aguacero en plena arboleda, es cátedra de amor a la experiencia.
La montaña es claustro consecuente es libro abierto a todas las materias, es erudita predicción al panorama y presagia el futuro del planeta.
Frey
Érase un joven llamado Frey que vivía en una aldea junto a su madre. El tenía la dicha de trabajar como mensajero de víveres en el castillo real y de esa manera podía ver de vez en cuando a la hermosa princesa. Su amor hacia ella logró aguantarlo en su pecho durante mucho tiempo, hasta que fue sorprendido tratando de acudir a una cita en secreto que esta le hizo llegar. Los guardias lo atraparon y lo presentaron ante los monarcas como un intruso ladrón, pero el consejero del rey le dijo a este del amor secreto que se forjaba a sus espaldas. Frey fue acusado de traición y la condena no fue otra que el destierro, pero antes de salir a viajar por el mundo su amada le hizo llegar un mensaje en el cual dejaba plasmado una esperanza. Ella lo esperaría con el corazón abierto aunque tuviera que esperar toda la vida.
Frey viajó a otras tierras donde conoció nuevos amigos que lo ayudaron a buscar trabajo con vistas de ayudar a su madre cuando regresara.
Al cabo de dos años Frey regresó para cumplir la promesa que hizo a su madre de sacarla de la vida humilde que llevaba, pero se encontró con lo que menos el imaginaba. Su madre murió de tristeza y para colmo su amada estaba comprometida con un príncipe.
En el castillo la princesa accedió al compromiso ya que fue falsamente informada de que Frey había muerto tratando de asaltar el carruaje donde unas monjas llevaban las recaudaciones de caridad para la iglesia.
Frey convencido de haber perdido el amor de la princesa y consternado de tantas sorpresas desagradables decidió vengarse de los que provocaron la muerte a su madre y para eso decidió unirse al ejercito que pronto enfrentaría a las tropas del rey. Estas tropas respondían a un Duque que nunca estuvo de acuerdo con la política llevada por el monarca y ese conflicto estalla en una guerra.
La guerra comienza con varias batallas y aunque el ejército del rey era superior, el del Duque tenía muchos campesinos y pobladores que lo apoyaban.
Frey era uno de ellos y su valentía era tal que fue ganando popularidad entre todos. Los seguidores del Duque ganaron algunas batallas, perdieron otras, hicieron tantos estragos a las tropas del rey que este tuvo que pedir ayuda a otros reinos. Mientras le llegaba la ayuda al rey, tanto él como la princesa escuchaban hablar sin parar de un luchador del Duque que se nombraba Frey El Bravo. La princesa supo por medio de su dama de confianza que ese luchador no era otro que su gran amor y esta pidió explicaciones a su padre, el cuál le respondió que le mintió por su bien alegando que Frey se había convertido en un sanguinario.
Luego de un largo tiempo de cruentas batallas las tropas del rey y sus aliados dominaron el final de la guerra capturando a los principales jefes opositores, incluyendo al mismísimo Duque. A ellos se les hizo un juicio y fueron condenados a la horca por alta traición, mientras la princesa lloraba al creer a su amado muerto por segunda vez.
Frey que fue dado por muerto en una batalla se recuperó de sus heridas y con la inteligencia y la valentía que lo caracterizaba se apareció junto a una docena de hombres en medio del espectáculo que tenían montado para ahorcar a los cuatro valerosos guerreros, uno de los cuales era el temido Duque.
El espectáculo lo armó el rey y lo llevó a cabo Frey salvando a sus amigos y robando a su amada.
Así termina esta historia en la cuál Frey junto a su princesa y el Duque logran huir hasta cruzar a otras tierras para hacer una nueva vida.
"Canto a ella...".
Eres como el rocío en mañana de primavera,
que ilumina la flor de mi vida.
Te siento penetrar en cada instante,
por cada uno de mis poros,
hasta el fondo de mi alma.
Recorres cada rincón de mi cuerpo,
desnudas mi corazón y lo haces tuyo.
Comprendes lo inexplicable.
Ves en la oscuridad.
Y a mí hoguera ya sin leña,
la hiciste de nuevo arder.
Eres más que mujer…, madre, hermana,
amiga. Lo sé. La que me inspira
música, versos canción y fe.
Eres la clave mágica de esta relación hermosa.
Eres de un verde tan claro…, eso eres tú:
¡Mi esposa!
Tu mirada
Tu mirada puede mas de lo que mi cuerpo espera,
verte ,espero la manera de tu piel acariciar.
Tu mirada es manantial para mi desierto amparo,
para mi fe,para el arbol que me hace respirar.
Tu mirada es capaz de liberar mis tensiones,
de eliminar los dolores,tu me brindas libertad.
Tu mirada llega alla donde el corazon me late,
donde la sangre se esparce para poderte soñar.
Si me miras tu sabras de lo que es amor en gesto,
de lo que es abrasar el cuerpo,sin ni siquera tocar.
No lo dudes,miraras el espejo de este hombre,
el reflejo es el donde tu podras caminar,
vivir,
amar.
Tu mirada,que va...
Tu ojos me iluminan,me iluminan si y mucho mas,
y es que tu mirada puede mas de lo que mi cuerpo espera,
y verte espero la manera, de juntos,ya viejitos,
vivir hasta la eternidad.
Yo soy el viento de la calle así que déjate llevar
(yildin guasamucaro)
“El expresidiario”
Hoy regreso de una cárcel de Bahamas. Después de unos largos seis meses. Nunca pensé que en mi vida fuese a ser un expresidiario y menos aún en otro país donde ni siquiera he vivido. Nunca he enfocado mi vida a realizar el mal, por eso nunca se me ocurrió estar en un lugar como ese. Lo mío es la relación con la madera y si era en E.U.A., seguro mejor. Por eso mi bote y yo, junto con dos colegas emprendimos un viaje al rumbo a la felicidad. Después de meses de trabajo y entrenamiento en agua de bajo calado, nos lanzamos a la mar profunda. Duró 3 días el viaje, bajo un poco de desorientación y corrientes marinas que nos arrastró un poco fuera de nuestro curso: ¡solo nos faltó unas pocas millas! Estaba allí cerca, hasta que unos blancos y fornidos guardacostas nos recogieron. ¡Ya estábamos, al seguro! No sé, no entendía las palabras, pero sí hubo un plato de comida y agua. Estaba tranquilo, soy cubano. Seguro se dieron cuenta. Por eso aproveché y me dormí del cansancio y de la insolación en alta mar. Y me dejé llevar en el vaivén de la embarcación con las olas. El descenso rápido desde la lancha hasta el recinto amurallado. Aún sigo sin entender porque nos dejaron en aquel lugar, debió ser algún mal entendido.
Mientras esperamos...
Te vi fumar mientras fumábamos,
como quienes requieren de un tranquilizante para la incertidumbre,
te vi subir
esas escaleras
de ese autobús
de esa terminal,
y sentí por un infinito instante
cómo se apoderaba de mí, de nuevo,
aquel felino,
pues te perseguía con la mirada,
como un león hambriento.
Cuando te dije que me dieron ganas de irme con vos,
no mentía, pero las expectativas ganaron,
ganó la evolución,
por encima de mis más "oscuros y perversos" deseos,
ganó un plan común de vida, que no es menos prometedor.
Porque aunque no te alertes,
me he perdido muchas veces en el brillo de tu mirada,
Y aunque no te alertes, eventualmente me descubres en mi espionaje de vos.
A pesar de la difícil tarea que encarna nuestra causa,
que es la causa por la humanidad,
nunca sabré agradecerte sentir esto:
que aunque nuestras vestiduras son pobres,
lográis hacerme sentir capaz
de construirte un castillo y mil trincheras,
sólo con un lápiz y papel,
Y eso, compañera mía, es muy rico.