Imprimir
Inicio »Noticias, Cultura  »

¿Tienes dotes de escritor? ¡Inspírate y participa en nuestro concurso!

| 823 |
Con motivo de la Feria Internacional del Libro, Cubadebate convoca a sus lectores a participar en un concurso de literatura.

Con motivo de la Feria Internacional del Libro, Cubadebate convoca a sus lectores a participar en un concurso de literatura.

Demuestra en menos de mil caracteres si eres un poeta, dramaturgo, guionista o narrador, gana una colección de libros y la oportunidad de publicar tu obra en nuestro sitio.

La fiesta del libro en Cuba inicia hoy en La Habana. Cubadebate quiere premiar a los amantes de las letras con un concurso dedicado a la microliteratura. Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil caracteres, que nos permita descubrir al escritor que eres.

Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un poema, un cuento, el inicio de una novela o testimonio…. Podrás ganar una colección de libros y la oportunidad de publicar tu obra en nuestro sitio. Deja tu microrrelato como un comentario en esta entrada, el plazo de admisión vence el viernes 17 de febrero.

Se han publicado 823 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • fcb dijo:

    Tres de la tarde, la gotera lo despierta, el jarrito viejo su primera visión del día, una brisa le recuerda el leve invierno en la ciudad. Tendrá que levantarse al fin, no le queda de otra, estuvo 56 días sin su vida y nada tiene. Ya pasó un poco la tos, ya se levantó, la fosforera se cayó, suave la recoje más suave vira por los cigarros un paso extenuado y otro, lucha con él lo vencen y sigue pero se reafirma y se detiene, no los toca y vira,no fumará. Se estira cómo un arbol frondoso y así mismo tiene el pelo y algo de barba, quizás ya sea hora de afrontar la realidad pero mientras tanto un poco de calma y oscuridad. Tengo que desayunar. Va por el café claro, en el camino se percata del radio, un sobreviviente. Lo prende y rápido lo ayuda con la soledad y ese silencio ensordecedor. Ya está el café. Apaga la candela y ahora será crucial, volverá a recordar que está vivo. Abre la ventana la brisa que horita sonó le da, la gente. Una vez más la ciudad lo pone en su lugar. La bulla ellos para allá y para acá, todos a luchar. Suspira jarrito en mano mira dessspaciooo los cigarro que bueno que están lejos por cinco metros y los mira a ellos caminando. Es como si tubieran un himno. ¿que hacen tan contentos?¿porque tan bulliciosos? sierra los ojos y no quiere recordar anoche. Los abre y la tiene en picada de nuevo su ciudad mágica que parece que se derrumba pero ahí está parece que se paraliza pero de alguna forma gira en un mismo lugar y ahí está. La ciudad de sus amores de la sal y de lo que este por venir y mira sin querer y el mar y nada más lo hace retroceder ahí está, ni tan lejos sólo ahí. Es mágnifico, anoche casí lo mata aún no sabe que le dio al bote pero era enorme una mancha compacta que la luna alumbró, por dios si me hubiera llevado¿sería mejor? no me llevó la enfermedad, no me llevá aún el hambre no me lleva la soledad pero ayer casí me lleva aquel pez. Bueno por suerte algo pude pescar y hoy venderé no está tan mal la cosa. Terminó de comer el bombillo ni elegante ni alegre sólo alumbra cómo le toca. Cada cual tiene su vida y lo sabe cuando llegan de la escuela los niños entonces escucha a sus vecinos padres. De nuevo ella el ocaso hoy fue como muchos estraterrenal las luces me la hacen un fenómeno y estoy dónde quiero. A tres pisos ni muy abajo con ellos ni muy arriba. ¿que hago ahora sino iré a pescar? ¿o mañana o pasado? Me voy a acostar y ni comeré estoy cansado pero, creo que por ahí viene creo creo jajaja sin emitir sonido pero al fin sonrió. Ahí viene Ana. Y con un posuelito en la mano. ¿será comida? Tengo que bajar para abrirle, los niños no se quieren acostar la madre los regaña.

    Vecina-Manuel que bueno está el pescado que cogiste ayer
    Manuel-Ah que bien
    Vecina-Fíjate que el niño se lo comio todo ¿vas a volver a pescar?

    Abre la puerta y Ana posuelo en mano y sonrisa en dientes. Manuel suspira y no lo puede evitar. Sonrie y un silencio para la complicidad.

    Manuel-Sí voy a volver a pescar. Pero hoy no.
    Hoy va Manuel va a amar.

  • Roberto Lorenzo dijo:

    Un libro es como el riachuelo
    Que trae agua cristalina
    Y te deja de propina
    Conocimiento y anzuelo.
    Te despeja el triste cielo
    Develando una aventura,
    Te propone la dulzura
    Del descubrimiento sano
    Que enriquece al ser humano
    Con valores y cultura.

  • yova gonzález dijo:

    "Descendencia"
    Les tengo dentro hasta donde la memoria vuela
    ¿Qué será de mí, cuando mi templo caiga?
    Solo ustedes levantarán al aire, lo que el fin traiga
    Gracias a Gaia, a él o a la suerte para ver la luz de su vela

    A simple análisis, Verdad rima con eternidad
    Razón tengo para mostrar la primera
    Aunque se considere una gran Quimera,
    ¡Que la segunda quede con seguridad!

    Que buen provecho para los que lograron la casta
    Soñamos en el futuro mejorar el pasado
    Qué bien si supo aprovechar el presente ahogado
    Les deseo que la vida les sea vasta.

  • Rendón dijo:

    El grano de maíz.

    Escogí uno de los pocos espacios que quedaban vacíos. Pocos minutos después llegaron ellas, y se veía por el parecido y la conversación que eran abuela madre e hija. La más joven se situó justo a mi lado. Calculé tendría unos 20 años. Vestía sobriamente, pelo recogido, sin maquillaje ni joyas. Me di cuenta que no estaban convocadas por ningún sindicato, organización o centro de trabajo. Seguramente vivían cerca y estaban allí con el mismo objetivo de todos. Al rato, comenzaron a pasar carros patrulleros orientando a la gente sobre la cercanía del cortejo. Un helicóptero sobrevolaba la ciudad, y muchos con sus celulares y cámaras tiraban fotos. Minutos después, divisé a varias cuadras los primeros carros de la caravana. Un espontáneo silencio fue cayendo sobre nosotros a medida que se acercaban, pero súbitamente fue roto por un grupo de niños que gritaban “Yo soy Fidel, Yo soy Fidel”, Yo soy Fidel”. Cuando el armón con la urna estaban en frente nuestro, me quedé petrificado, conmovido, y escuché entonces un leve sollozo. No la miré, pero sé que de sus ojos brotaban lágrimas silenciosas. Ni ella ni yo pudimos articular palabras cuando un negro grande que estaba en la acera de enfrente agitando una bandera gritó a todo pulmón ¡VIVA FIDEL!, y todos le acompañaron con un ¡VIVA! que estremeció hasta el pavimento. El cortejo ya se alejaba, pero nadie se movía de su sitio. Permanecimos en silencio varios minutos, sin articular palabra. No quise mirarla, sólo observé que tomó de la mano a su abuela y su madre, y se alejaron silenciosamente calle abajo.

    1 /12/2016

  • yova gonzález dijo:

    Descendencia:
    Les tengo dentro hasta donde la memoria vuela
    ¿Qué será de mí, cuando mi templo caiga?
    Solo ustedes levantarán al aire, lo que el fin traiga
    Gracias a Gaia, a él o a la suerte para ver la luz de su vela

    A simple análisis, Verdad rima con eternidad
    Razón tengo para mostrar la primera
    Aunque se considere una gran Quimera,
    ¡Que la segunda quede con seguridad!

    Que buen provecho para los que lograron la casta
    Soñamos en el futuro mejorar el pasado
    Qué bien si supo aprovechar el presente ahogado
    Les deseo que la vida les sea vasta.

  • rodrigo motas tamayo dijo:

    Aquí estoy...

    Aquí estoy al mediodía de este miercoles
    con paso seguro hacia el vortice de tus besos...
    desandando con las manos la silueta de tu cuerpo
    que se dibuja en mis recuerdos como un sueño...
    aqui estoy en el centro de las horas de sol
    para decirte con el corazón en la mano
    que esta noche es mía... esta y todas
    porque ya no te dejaré ir...
    aunque solo la niebla de tus palabras
    sea el eco de nuestro encuentro...
    aquí estoy ..coño , perdido en tí.

  • rodrigo motas tamayo dijo:

    Este sortilegio

    Como llevar este sortilegio de rostro hasta mi corazón para que el cuerpo sienta la risa de tus brazos...
    Oh Dios ilumíname con la alegría de esos ojos… la frescura de esa boca…
    Ah si muero algún día… que sea por ti… en tu vientre…para renacer con tu risa…

  • Adriano dijo:

    CAZADOR SUICIDA

    La ruleta rusa está en la punta de todo
    El revólver tiene el magazín completo
    Todos lo saben, también yo,
    Aún así, simulo tener la suerte de ser el último
    en dispararle a la cabeza de otros

  • David Ortiz dijo:

    Seguí leyendo por que te voy a decir algo, que por ahí te sirva, si estas como yo, si sos como yo, Seguí leyendo si hay algo que te molesta, o varios algos. Seguí leyendo si estas incomodo pero mas cómodo que si no lo estuvieras. Seguí leyendo si hoy te levantaste bien hinchado las pelotas de mirar para otro lado y preferiste picar la cebolla sin pestañear, para llorar a los baldazos hasta que tus ojos no vean nada y le pidan una mano a tu corazón, que ya no sabe si sos realmente un pelotudo o pensas que por alguna razón no tenes nada que ver con el. Que no estas hecho de carne y hueso. Que no te levantas todos los días a hacerte la paja por obra de un millón de cosas que hay ahí afuera y no salieron ni de una fabrica, ni de un aula, ni siquiera de la tierra que estas pisando con los pies descalzos. Sucios y ampollados. Rogando que se vuelva arena.Seguí leyendo, si la vergüenza de andar inventando piolines para tu barrileteada existencia ya se volvió incareteable. Segui escribiendo.

  • Adriano dijo:

    LA FELICIDAD DEL CONDENADO A MUERTE

    El condenado a muerte es feliz en su soberbia
    Pasará a un sueño por su crimen
    No siente pesar, más bien regocijo,
    el castigo es su ley

    Para los otros, los que aman
    y el crimen le es ajeno
    queda la pesadilla de cargar la guadaña,
    el cuello bajo el filo del tiempo y la distancia
    pendiendo sobre sí
    Son condenados a muerte
    con la felicidad en ciernes
    y la inocencia a cuestas

  • rodrigo motas tamayo dijo:

    Sueños de grandeza (o mi prima Amanda vuelta a contar)
    Por Rodrigo Motas Tamayo
    -----------------------------
    La vulgaridad de un pueblo pequeño no le cabía en la mente y tal vez por eso soñaba con ser otra cosa. Sus sueños de grandeza le marcaron los pasos por la vida. Cuando la volví a ver, éramos lo bastante creciditos para tener conciencia de nuestros actos, pero en aquellos primeros años, desde mi corta edad, no supe valorarla con certeza, pues mi prima siempre mostró ser más de lo que nos mostraba con su presencia.

    De los varios ejemplares de distintas razas en la familia, era la única de piel trigueña y pelo como pájaros de noche. Su cuerpo delineó antes de ser adolescente y tal vez por ello se comportaba como toda una mujercita. Siempre fue independiente, y ya desde temprana edad la madre decía a gritos que no podía aguantarla.

    El padre nunca estuvo cerca, prácticamente no lo llegó a ver en la infancia y creo que a esta altura jamás lo ha visto ni por fotografía.

    Mi prima Sandra marcó mis primeros pasos y trastornó mi adolescencia. Tal vez sea cierto aquello que nuestro primer amor es la prima, pero lo cierto es que sin levantar un metro de la tierra mi corazoncito palpita tímido y furioso al solo oír su nombre y verla de visita en mi casa, o en la suya.

    Allá iba yo como niño bueno a jugar a las casitas, ese juego en que nos creíamos mayores y dueños de casa con familia y todo. Ella siempre hacia de mamá y yo del hijo pequeño. Me cargaba y me mecía en sus brazos al conjuro de una canción de cuna. Nunca presté atención a la entonación o la letra, entusiasmado como estaba en alimentarme de los bulbos dibujados en su pecho. Con maestría incomparable para su papel de niña-mamá abría su blusita de corpiño y dejaba al descubierto sus pezoncitos, mientras arrullaba: -A ver la tetica del nené… vamos a tomar la lechita.

    Y en esas teticas como retoños de malanga practique mis primeras aventuras para lo que haría en el mañana.

    Las horas pasaban rápidas, aún cuando estuviésemos jugando dos o tres horas sin interrupciones familiares, porque primos al fin quien iba pensar nada malo y además mi prima por ser mayor me cuidaba.

    Con el tiempo, a los juegos se unió Rosmeri, la vecinita de al lado, y entre ambas se repartían las tareas de la ficticia casa. Una lavaba, la otra barría, una cocinaba y la otra planchaba, pero a la hora de dar la comida al nené, ella sola me la daba.

    Un día me enviaron a hacer los mandados a la imaginaria tienda detrás del tanque de agua de lluvia y al volver, las dos se estaban besando. Mi prima lamía los labios de la vecina que, quieta, se dejaba hacer mientras los colores del atardecer le cubrían la cara. Sentí celos de hombre chiquito y pregunté que qué pasaba allí, que por qué se estaban besando.

    Ella me contestó que solo practicaban porque ya se hacía necesario contar con un hombre en la casa para que fuera el papá.

    Le dije que yo podría pasarme para ese nuevo papel familiar y me dijo que aún era mi chiquito, que había que alimentarme mucho todavía.

    Acto seguido abrió su blusa y me pidió que me acercara,. Me cargó sobre sus flacas y modeladas piernas de niña-mujer y me pegó contra sus dos limones. La vecinita se acercó y comenzó a cantarme bajito mientras sus manos entraban en mi portañuela.

    -Vamos a dormir mi niño, que la noche llega ya. Vamos cierra los ojitos para que no venga el coco. Obediente, cerré los ojos, y mientras mi boca se aferraba a los pezones de miel sentía que sus labios se pegaban como si ambas estuviesen comiendo frutas.

    Cada vez que abría un ojo me daban una nalgada con el consabido regaño, -Vamos, a dormir, niño malcriado.

    Así pasaron los días y las semanas, siempre en mi papel de hijo, viendo como ellas hacían de papá y mamá.

    Una tarde me dejaron fuera del juego porque tenían que hablar cosas de mayores. Con el pretexto de que no podía oir cuando discutían los adultos; realmente me echaron de la casita y ellas dos se quedaron solas.

    Hice como que me iba y volví por la parte de atrás del tanque de agua de lluvia, sin que ellas me sintieran. No escuchaba la discusión prometida y solo oí algunos suspiros y un silencio que me enfurecía más y más. Decidido, entré de nuevo y las ví a las dos desnuditas, una encima de la otra, abrazadas y besuqueándose por dondequiera.

    Esa tarde mi prima montó en cólera y me echó de verdad de sus juegos. Nunca la había visto molesta de esa forma. Tuve miedo y comprendiendo que perdía mi papel protagónico de hijo pequeño.

    Pasaron los días, y desde mi casa solo veía cuando iban para la casita a sus juegos de mamá y papá. Luego comenzaron a visitarlas muchachos más grandes del barrio que entraban y salían al cabo de varios minutos. Realmente un desfile de colores y tamaños, y por ello nunca entendí realmente cuáles de ellos fueron mis padres de juego, pero lo cierto es que muchas veces repetían las entradas.

    Mi prima Sandra fue así alejándose de mi, mientras me consumía en el olvido de sus juegos. A veces la veía asomada en la ventana de su casa, tarareando una canción de los Dan, y los ojos perdidos en no se sabe que rumbos. Los muchachos más grandes del barrio hicieron suyo el pasar todos los días cerca de esa ventana y desaparecían por el fondo de la casa de Amanda, quien también se esfumaba y solo aparecía al rato arreglándose el pelo en libre cascada.

    Los sueños de grandeza de mi prima hicieron que se fuera a estudiar para La Habana. La madre se alegró que así lo hiciera, pues como comentó en mi casa, se quitaba un peso de arriba. Yo, cuando se fue, parecía que me cayera un edificio entero sobre el pecho. Tal vez fue que el peso que se quitó la madre me lo tiró a mí encima. Nunca dejé de pensar en mi prima Sandra, y mis lágrimas de hombre chiquito rodaron por mis mejillas cuando aún no tenía siete años.

    Pasaron los años y en el pueblo cambiaron muchas cosas. El cine viejo de tablas de la calle Martí se derrumbó de viejo, al igual que muchos amigos de la casa dejaron de venir a visitarnos. Al principio pensaba que se habían ido como mi prima, pero un día escuché a papi decir que ya quedaban pocos de los buenos, uno a uno se derrumbaban como el viejo cine.

    La vecinita de al lado, Rosmeri, se quedó de heredera de la casita de juegos y creció entre las escapaditas de los varones del barrio, quienes le hacían colas interminables. Un día, en noche de carnaval, nos llegó la noticia de que la encontraron muerta en un potrero con sonrisa de santa y una herida en la garganta. Ella aprendió de mi prima la grandeza de sus sueños.

    Terminé el sexto grado y tuve que becarme para las Veguitas, plan de escuelas en el campo en el municipio Yara. Un día, al llegar de pase, mi sorpresa fue encontrarme con Sandra en mi casa. Estaba radiante, una trigueña a plenitud, con su pelo coqueteándole las nalgas, Vestía chaqueta de cuero, falda corta y botines altos y una infinidad de gangarrias cubrían su manos y cuello. Parecía un ser de otro planeta, y pensé que estaba muy a tono con sus sueños de grandeza.

    Me miró y enseguida soltó con euforia. -Pero si es mi primo preferido, mira eso, ya eres todo un hombrecito… a ver ojos lindos, déjame mirarte bien. Me sopeteó como a un animal en venta, sin dejarme de besar la cara, el cuello y las manos. La sorpresa me dejó plantaó, no atinaba a hacer nada y ella se despachó a sus anchas como cuando jugábamos a la casita.

    -A ver, qué me cuentas … cómo van las cosas por aquí… ya tienes novia.

    Mi negativa con la cabeza le dio valor y soltó sin miramientos.

    -Esta noche ve a mi casa, vamos a recordar viejos tiempos, verdad, mi lindo.

    Si, atiné a decir, fija la mirada en aquellas dos piernas redondeadas que se alejaban llevándose a quien había roto mi corazón de niño.

    La confianza familiar nos permitió encerrarnos en el cuarto para contarnos los últimos pormenores del barrio y La Habana. Su cara linda iluminaba la habitación, pero no impidió que me percatara de la tristeza de sus ojos. Bebió de una botella verde con olor a menta, y sonriendo se me acercó y abriéndose la blusa, me dijo:

    - Vamos mi niño lindo, hora de comer, tome su tetica.

    No esperaba, aunque sí, que fuera tan rápida. Eso me desconcertó y quedé paralizado frente a ella.

    -Vamos, vamos que no se diga… ya a tu edad debes de haber cogido aunque fuera solo una chiva. Vamos, cógela en la boca que esta teta es tuya.

    No me di a rogar y abarque con mi boca aquella rolliza masa que se desbordaba entre mis labios.

    -Que perverso eres, te prendes como un ternero…. Vamos hazlo suave que yo no me voy a ir ahora. Su mano se deslizó por mi muslo con destreza increíble y se posó en lo que me dieron de hombre, aguantándolo para que no estallara.

    -Como has crecido… ahora si eres un hombrecito de verdad… Ves, ahora si puedes hacer de papá… quieres- decía mientras me empujaba sobre la cama.

    Se desnudó sin darme cuenta y en un abrir y cerrar de ojos estaba sobre mi. Cogió entre sus manos lo que se me salía de la portañuela y comenzó a flotarse allí donde la noche se vuelve cañada.

    Pude aguantar las ganas para no explotar sin haber sentido la humedad de su furia. Cerré los ojos y comencé a pensar en otra cosa. Suavemente, se incrustó sobre mi miembro y al rozarnos piel con piel, gimió como paloma herida de bala. Sentí las paredes del cuarto girar sobre mi cabeza o sobre mi cuerpo, aún no se descifrar bien si eran las paredes o ella, pero todo era tan rápido que me mordí los labios aguantando el tener que bombardearla con granadas, cañón y todo tipo de armamento.

    Pasaron los minutos como pestañazos, y al fin, jadeante, se derrumbó sobre mi pecho con su aliento de licor de pradera . Intenté moverme y me apretó fuerte, susurrando que no lo hiciera. Que por su dios no lo hiciera, y como nunca he tenido yo alguno, la tumbé sobre la cama, de espaldas, y me encaramé lo más rápido que pude sobre ella, aplastándola con mi peso. Hinque fuerte entre sus nalgas y viví la penetración sin miramientos. Se quedó quieta, como caracol acurrucado, mientras le mordía suave el cuello y besaba el pelo en cascada.

    Entre gemidos cortos me pedía que me moviera más y más o que parara, que no me moviera así, sino así, hazlo suave papi, no te apures… vamos que vine para quedarme, para seguir jugando a la casita como antes, mi macho… vamos coño que no me voy…y sin que me diera cuenta fui yo el que me vine para quedarme, como toalla mojada sobre su espalda..

    Se viró despacio, abriéndose como flor ante mis ojos invitándome con el gesto a deambular por su pubis rasurado, ese que recordaba liso y pequeño de cuando jugaba a mamá y papá con la vecinita de al lado.

    Me sumergí en aquella tembladera imitando cuando me daba de comer con su teta. Se revolvió frenética, lujuriosa, hincándome las uñas en la piel y apretándome hacia dentro como si quisiera ser mamá pero para sus entrañas. Sus fluidos mojaban mi cara pegada a los movimientos de su cadera. Poco a poco se fue ladeando hasta poner lo mío en su boca, y sentí que el mundo tiene colores y estrellas que viajan dándome vueltas en la cabeza, y sentí que el universo se hizo pequeño con su luz en mi boca.

    Pasaron los días y la alegría de mi infancia colmó mi existencia, pero ya éramos adultos jugando juegos de mayores. Mi prima Sandra siempre tuvo sueños de grandeza.

    Volvió a irse para La Habana. La madre vino sonriendo a mi casa y le comentó a mamá haberse quitado otra vez un peso de encima. Según dijo, vivía avergonzada por que su hija la habían expulsado de la capital no se sabe porque andanzas.

    Tal vez mi tía se había quitado un peso de arriba y yo volvía a cargar con el jolongo, y a vivir enamorado de la tristeza de los ojos de mi prima Sandra.

  • rodrigo motas tamayo dijo:

    Mujer
    Autor Rodrigo Motas Tamayo
    -----------------------------

    Desatar tu cuerpo
    en palabras
    es robarle el universo
    al tiempo.

    Cuando los días entristecen
    mi existencia
    busco palabras para tus manos,
    tus piernas,
    tu boca y tu silencio.

    Busco palabras para tus senos,
    tu cadera,
    tu sexo
    y muero ahogado
    en los gemidos
    como esclavo de las noches
    en que las palabras enmudecen
    y te haces dueña de mi universo,
    el tiempo
    y mi destino.

  • rodrigo motas tamayo dijo:

    Una diosa en mi barrio.
    Cuento
    Por Rodrigo Motas Tamayo

    La calle esta desierta, pero sé que pronto ha de pasar. La brisa llega del sur-oeste con su carga de salitre y humedad. El silencio de la calle es roto de vez en vez por los pasos de los primeros transeúntes de la mañana. Destellos de luces se escapan por las rendijas de algunas casas, donde el ajetreo mañanero cobra vida.
    Hace frío, un frío seco que entumece, que me desespera y me hace girar en mi mismo una y otra vez, buscando calor con el movimiento. Siento sus pasos y, como cada día, espero. Ya es un hábito verla temprano, nunca después de las seis. Hoy lleva el vestido de siempre, ese que le da forma al cuerpo, ajustado a las curvas, y la convierte en diosa, la diosa de mis días.
    -Mi viejito lindo- dice al cruzar frente a mí, mientras su mano se posa en la cabeza en fugaz caricia; sigue sus pasos y la risa se aleja por la calle, dejándome en los oídos un murmullo de complacencia.
    Desde la ventana de la casa de enfrente atisbo un rostro desgreñado tras las persianas, sonrío para mí, sabiendo que la vieja es un reloj para despertarse cuando pasa la muchacha.
    -Ya va en camino… no tiene vergüenza- la escucho mascullar- En mis tiempos había más decencia y las mujeres nos respetábamos más a nosotras mismas. Insolente…venderse por dinero cuando el trabajo honesto enaltece. Realmente no sé porque su adversión por la joven. Sus pasos, lentos y arrastrados, salen del cuarto y se dirigen hacia el fondo de la casa. La imagino entrando al baño, como todos los días, y sé que sigue.
    Salgo del portal y desde la acera puedo ver a mi diosa, una cuadra más abajo, doblar la esquina hacia el punto del pan. Se que volverá por el mismo camino y la espero.
    Respiro el aire fresco, siento un cosquilleo en los pulmones y un gran alivio en las extremidades. Bostezo. El barrendero pasa raudo con su escobillón, arrastrando los desperdicios y suciedad de la noche anterior. Ese si es un hombre de trabajo. No falla.
    El consultorio del médico de la familia abre sus puertas y la blancura del uniforme de la enfermera resalta en la penumbra del interior del inmueble. Por el olor que me llega se que es Mariantonia, la muchacha de los ojos verdes que me curó durante tres días cuando el camión me chocó. Muy jovencita pero muy profesional, y muy buena por cierto.
    -Ahí está el muy zorro, clase viejo zorro…con él hay que tener cuidado.
    -Y dígalo, el otro día me corrió hasta casa de Fernando, y eso que no me metí con él.
    Los dos muchachos vestidos de uniforme pasan rápido delante de mí, señalándome con el dedo y con el susto reflejado en los ojos.
    -Está loco y viejo- dice uno y las palabras esconden su miedo.
    -Viejo, si, viejo, pero con ínfulas de jovencito, quien no quita que muerdan…nadas más se mete con las muchachitas; es como mi abuelo, con sus 90 años hay que tenerle cuidado también y no tiene dientes.
    No les hago caso, simplemente los sigo con la vista hasta que desaparecen tres cuadras más abajo, por la carretera. Allá en la esquina, con su habitual complejo de poste está parado Andrés, el único de la cuadra que no trabaja ni hace nada, pero que siempre anda de juerga. El pegajoso olor a Partagás me lastima la nariz, y veo la bocanada de humo ascender en la distancia. Ahora se piensa que es de buena familia porque tiene un hermano afuera. En mis años mozos, las familias eran buenas por dos palabras : decencia y honradez. Ahora muchos no saben lo que es eso.
    -Cómo andas, asere-
    -Aquí, en la lucha- responde Andrés al recién llegado.
    -Bueno, y de la pasta qué.
    -Nada, molina, esperando.
    -Pues, narra, hace falta que te movilices, estoy en baja.
    -De mañana no pasa, ambia, de mañana no pasa. Escucho cada palabra con nitidez, muchos se asombran de mi alcance para escuchar cosas, algunos me señalan riendo y dicen que tengo oídos de tuberculoso. Claro, no entiendo nada de eso ni de lo que acabo de escuchar, parece que es otro idioma, como tampoco se en que anda Andrés, aunque muchas noches lo he visto deambular por las calles sin rumbo fijo.
    De mi cuadra conozco muchas cosas, algunas de ellas desconocidas hasta por los propios vecinos. Sufro de insomnio y algunas noches transcurren como si estuviera de guardia. Me quedo quieto en la penumbra del portal y los que pasan ni se percatan de que existo. Ello funciona a mi favor, pues veo sin que me vean.
    La otra noche, Juanita llegó con su amiguita de los últimos días y se encerraron en el cuartito de la casa de la esquina, se escucharon risas y palabrotas hasta bien entrada la madrugada, después percibí un jadeo que se fue haciendo más frenético hasta romper en un suspiro de satisfacción. Juanita siempre me pareció extraña, pero bueno, no soy quien para juzgarla.
    Ya vuelve para la ventana la vieja fea de enfrente. Coño, que vieja más chismosa. Oiga, se le va la vida pegada a la persiana. Y como habla después. Todo lo dice y más agrandado. Por sus chismes Alfredo botó a la mujer de la casa.
    -Oiga, como se lo cuento, yo misma lo ví, cuando usted se fue para La Habana, su mujer metió al vendedor de dulce en el cuarto, estuvieron ahí como una hora y cuando el muchacho salió iba sudado y sin voz casi para pregonar el dulce guayaba.
    Desde el portal de mi existencia, y lo digo así con propiedad porque cuando uno llega a viejo, ya no tiene espacio en la casa y es como que no sirve para nada más, he visto demasiado, realmente demasiado. Si fuera escritor, bueno me hubieran colgado ya por las cosas que he visto y sé. Mucha gente cree que no los veo. Bueno, quizás sea que no les importa.
    La diosa de me vida aún no pasa. Reconozco que es un amor platónico, pues a mi edad y en mi condición nunca podría alcanzar a ser uno de sus amantes, además, desde que llegó ese peligato de la yuma paga sus servicios con verdes y no la deja ni moverse en el barrio. Lo que pasa es que siempre me ha tratado bien, y más que dos o tres palabras cariñosas siempre ha tenido una caricia para mí, aprendí así a amarla en distancia. Bueno, una vez si pude verla de cerca. Fue en la noche de fin de año, y todavía no estaba con el extranjero. Al lado de la casa se metió con el pretexto de ver la novela, y por lo que escuché y vi esa fue la mejor novela de la que tengo conocimiento. Como a las once salió a asearse al patio. Iba desnuda completa. La luz de la bombilla le daba de frente y pude apreciarla en todas sus formas. Que clase cadera. Como un ladrón me quedé agazapado detrás de la cerca. El prominente pecho era una invitación para los mortales. Sentí un escalofrío correr por mis vértebras. El olor a hembra era desquiciante. No la volví a ver así más nunca, pero les aseguro que en la mente tengo retratada su silueta de diosa.
    Ese es su perfume, ya debe de venir. Allá está. Se acerca.
    -Todavía sigues ahí, mi viejito… ah, seguro que esperabas por mi vuelta. Socarrón…
    La sonrisa en los labios me hace mover el rabo, mientras una mano suave y perfumada rasca mi cabeza. Un gruñido de satisfación se me escapa de la garganta.

  • J. Angel Téllez dijo:

    Supe tu amor

    Supe tu amor de un abrazo
    fluyó de ti, fue un reflejo
    ¿Viste, amiga?, vino lejos,
    bien del alma, no hizo caso;
    húmedo, fresco y en mazos
    a poblarnos cada vena,
    a enmarañarnos…
    Si apenas
    se nos entra,
    se nos pasa,
    y entraña que no hace braza
    la ordeña hasta hacerla plena

  • Carlos Héctor García Toscano dijo:

    Round 238.

    Una viejita se me quedó viendo. Fue un largo rato y no le importó que me diera cuenta. Luego, sin advertir nada me dijo- fúmate un cigarro y me lo ofreció. - No, muchas gracias - le conteste yo de manera amable - no fumo. Bueno, en realidad dejé de fumar hace algún tiempo y hace rato que no lo hago, muchas gracias.-. Su mirada era demasiado fija sobre mi. - Que fumes dije, tu tienes cara de que necesitas un cigarro. Hazlo - y me extendió nuevamente el cigarro. Bajé la vista y la volví a subir para verla. Tome el cigarro y lo puse en mis labios. Ella metió la mano en la bolsa de su viejo sweter y sacó una caja de cerillos que me extendió. La tomé, saqué uno y mirándola lo encendí. Cuando acerqué la llama al extremo del cigarro para empezar la combustión un hilo de humo se formó de inmediato en dirección a la anciana y ella sin dejar de observarme se convirtió en breve tiempo en una delicada columna de humo que se unió a mi cigarro y se introdujo en mi en esa primera bocanada que le di. La septuagenaria entró en mi. Ahora yo no soy yo. Soy ella y yo en humo y sangre, en piel y patina de vida. En carne. Siento sus arrugas en mi y veo como ella vive a través de mi. Siento su felicidad y toda su experiencia. Ella soy yo en mi. No sé si esto es bueno o no pero no me asusta. Lo difícil es sentirla dormida en mi o quedarme dormido y despertarme sintiendo que ella me observa desde dentro con gran tranquilidad.

  • MBR dijo:

    "Soy la voz"
    Soy la voz, el olvido
    La pluma, la fortuna
    La paz y la locura
    Que mi ser lleva consigo.

    Soy lo que doy y lo que pido
    La ternura, el desenfreno
    Los colores de lo eterno
    Los ojos del desafío.

    Soy lo prohibido
    El dulce sabor del secreto
    La impaciencia y el tormento
    Que en mi seno anido.

    Soy la calma y el delirio
    La imagen del exabrupto
    Ingenuidad y morbo juntos
    La exactitud de lo impreciso.

    Soy clavel y soy lirio
    El sueño y el desvelo
    El cielo y el suelo
    Soy amor y martirio.

  • Gonzalo Vanega Martínez dijo:

    NO ME DEJES

    No me dejes así con mi abrazo extendido
    Y queriendo alcanzar sólo un poco de y tí
    No me dejes así, yo no quiero tu olvido,
    Por favor, te lo ruego, no me dejes así.

    Tú no ves como sufro, con mi abrazo vacío
    y carente de tí, de tu tersa figura?
    No me dejes así, eres tú lo que ansío,
    pues sólo tú me llenas, sólo tú y tu ternura.

    Para esta mirada sólo existe tu espacio,
    para todo mi amor sólo existe tu amor,
    no me dejes así, con el frío entre mis brazos,
    no me deje así, por favor....

  • Gustavo Flores dijo:

    A MARIA THELMA PALACIOS

    María Thelma Nació en Subasa, allá por La Libertad,
    El pueblo del presidente, el vicepresidente, y el cardenal,
    En el Chontales montañoso y profundo, Ganadero y minero,
    Pero mucho antes que estos, incluyendo al más añejo,
    Cuando apenas había caminos y eran semanas los arreos;

    María Thelma es una zamba fornida,
    Que encierra bajo lacia melena la dulzura
    De todas nuestras razas,
    El coraje de todas nuestras luchas,
    La altivez y dignidad de todos nuestros
    Sacrificios y sueños!

    María Thelma se nutrió de leche con pinol al pie de la vaca,
    Se sentó en albardas antes que en taburetes;
    Conoció solo las primera letras y desde cipota el ardor del fogón,
    Echando tortillas para mozos, campistos y caporales,
    Pero también el ardor del azote del padre,
    El ardor del verbo soez de los machos rondantes
    A quienes daba de hartar, sin recibir un “gracias”
    Y los dolores de parto antes de los 17!

    María Thelma cree que se enamoró muy chavala
    Pero en verdad no sabe si eso fue amor porque,
    Luis fue el único hombre en su vida,
    y el padre de sus seis hijas y siete hijos,
    de los cuales cuatro murieron de pobreza
    en medio de la niñez;

    María Thelma vió en Luis un hombre alto,
    Delgado y arrojado; que aprendió de los Marines
    A usar sombrero Stetson, fajarse una 45 de 7 tiros
    y ensillar machos romos, cuando fue Guardia Nacional,
    Y cuando se cansó de sus maltratos lo enfrentó para dejarlo,
    Armada hasta los dientes con su fulminante determinación,
    Luis no tuvo el más mínimo chance... nunca más!

    María Thelma construyó constructores, artesanos, ganaderos
    Artistas, ingenieras, economistas, abogadas, carpinteros,
    Guitarristas, jornaleros, motosierristas, mujeres y hombres de bien,
    Y hasta algunos de mal.

    María Thelma jamás dejó sin comer un hijo o una hija,
    Ni a los hijos o hijas de sus hijos y sus hijas,
    Y nunca ha dejado de trabajar un solo día;
    Puede soportar más de 24 horas sin muscitar una sílaba,
    Porque sus ojos y su rostro no paran de gritar!
    Sus historias hablan por ella, y no se han parado de contar
    En España, en Santiago de Cuba y La Habana,
    En Nueva York, Washington, Chicago,
    En Puebla de Los Angeles y Dominicana.

    María Thelma hoy cumple 90 años de hazañas cotidianas,
    32,828 días de heroicidad diaria!
    Y se me revienta el pecho de orgullo,
    De poder decir que soy su nieto!

  • Dignorah dijo:

    Corazones

    Arriba,
    siempre latiendo con fuerza,
    con ilusiones renovadas,
    con deseos de vivir
    con pasión inquebrantable
    con amor infinito.
    Arriba,
    latiendo ante las injusticias,
    latiendo ante los cobardes,
    latiendo ante los prejuicios.
    Arriba
    Corazones,a latir
    que estamos vivos,
    A latir con los colores
    del arcoiris.
    A latir
    que la vida es hoy.

  • cosacam dijo:

    Y entonces la vio. Era tal como sus amigos le habían dicho. Ya él la había visto antes en la tele, pero nunca había podido captar toda su belleza porque ella… siempre tan fugaz, tan saltarina. Y los volvía locos a todos. Cada uno la quería para sí. Era todo un espectáculo.

    Pero ahora ella había venido a su aldea. Ya no era lejana ni inalcanzable. Por primera vez la tenía frente a él. Solamente unos metros le separaban de ella. Era ahora o nunca. Se había arriesgado tanto por poder verla. Sabía que al regresar le esperaba lo peor. Pero no importaba. Ella estaba ahí y él era feliz.

    Miró a uno y otro lado con temor. Resuelta y rápidamente cruzó la calle. Detrás del vidrio del establecimiento estaba ella, silenciosa, como esperando por él. Tenía la piel tan blanca y aquellos lunares negros tan simétricamente dispuestos le daban un toque encantador. Y sus curvas… De hecho era toda una curva. ¡Qué hermosa!

    Entró. Se acercó a ella. Sus manos sudaban. Sus dientes comenzaron a castañear. Todo su cuerpo temblaba. Tenía miedo pero estaba decidido a hacerlo. Sería de él y de nadie más. Extendió su mano hacia ella…

    Sintió entonces que una garra poderosa le aprisionaba su hombro. Se volvió. Allí estaba él. Grande, grotesco, sudoroso. Con pavor escuchó las palabras de aquel gigante:

    _ Eh, chaval, ¿qué haces?

    _Perdone Don Paco_ dijiste con una vocecita minúscula, suplicante _ Es que me gusta mucho. ¿Pudiera quedármela?

    La reacción te pareció como de mil azotes.

    _ ¡Pero habrase visto tamaña osadía! Ala, ladronzuelo, ¡largo de aquí! Regresa al cole, que se lo digo a tu padre.

    Y te fuiste corriendo, llorando y maldiciendo. Pobre de ti. Sabías que habías perdido tu oportunidad.

    Entonces la mujer se acercó al hombre.

    _ ¿Qué pasa, Paco? ¿Y esos gritos?

    _Na’, mujer. Era el hijo del boticario. El muy rapaz quería robarnos de la vidriera la pelota de futebol.

  • luis alberto dijo:

    Mujer

    No se dios, o quién sería
    Pero bien sabia lo que hacia
    cuando creo tan bello ser
    como tu, Mujer

  • ELISEO dijo:

    POEMA
    ”Tu, Mi Motivo De Inspiración”

    Tú Que Miras Con El corazón.
    Mírame.
    Y Por Ser Dichosamente Discreta.
    Conquístame.
    Tú También Tienes Derecho.
    Ejércelo.
    Sólo Los Dos Nos Enteraremos.
    Priorízame.
    Por Ser Mí Motivo De Inspiración.
    Entrégate.
    Como La Más Pura y Tierna De Las Poesías.
    El Único Poema Que Nos Merecemos.
    Amarnos.
    Además Por Ser Tú La Perfección Hecha Mujer.
    Que Con Mucho Amor y Entrega Tus Padres,
    Consibieron Sólo Para Mí.
    No Existirán Rencores Malsanos
    En Seres que Buscan y Aman
    Como Todos Nosotros, La Felicidad
    Honor a Los Que Se Confiesan
    Desde Lo Profundo Del Alma
    Con Sentimientos y Sinceridad
    Lo Que El Corazón Dictó
    Es El Poema Que Nos Merecemos
    Y Tú en Mí Inspiró
    Por ser Mujer Tierna y Pura
    Recreada Por Tus Padres Con El Don De Dios
    Merece el Recuerdo Infinito
    Su Nombre En La Gloria
    Del Hombre Que La Desea y Ama
    Y Mi Corazón Escogió.

    Y Para Telenovelas Se Acabaron Los Personajes.
    Tú y Yo Los Protagonistas.
    Autor: Yo
    Interpretamos: sólo los 2.

    El Único poema que nos Merecemos.

    Dedicado Especialmente a: TODOS LOS ENAMORADOS.
    De: Yo.

  • Ana María Leyva Burgos dijo:

    La muerte de una madre

    Se para el tiempo, respiras profundo para seguir la vida.
    El espejo se rompe ante tus ojos, te quedas sin fuerzas.
    Un fino vaso cae de tus manos, sin esperarlo.
    Parece un sueño interminable.
    Significa tu vida, la de otros.
    Creer que no pasó, superarlo.
    Meditas su ausencia.
    Recuerdas lo vivido.
    Extrañas sus besos.
    Ignoras la verdad, no verla más.
    Se desmorona todo la esperanza.
    …Perdón
    se me olvidaron las palabras…

  • Laura Del Pilar Rodriguez Salamanca dijo:

    Crónica:

    Superación de la clase campesina

    Cuando Platón se posó sobre Carupa

    Rafael Antonio Ballén Molina es Doctor en Derecho público de la Universidad de Zaragoza, pero no proviene de una familia adinerada. Él forjó su intelecto con ayuda de sus seres queridos hasta evolucionar y cambiar su propio mundo.

    Los extensos terrenos de Carmen de Carupa, municipio cundinamarqués, fueron la cuna de Rafael Antonio Ballén Molina. El sol platoniano iluminó, en edad adolescente, su alma y su intelecto para conducirlo por la senda del conocimiento. Pero, salir de la caverna no fue fácil, mucho menos en la Colombia de la década de 1950, colmada de pobreza campesina, que aún no es superada. Ser un niño carupense no se asemeja a ser el prisionero del Mito de la Caverna. Pastorear ovejas diariamente, caminar descalzo por el campo y pedir centavos para comer no es lo mismo que estar atado viendo sombras. Aunque, de igual manera, las dos situaciones obnubilan el conocimiento. Claro está, para quien lo permite. Porque para este niño la pobreza entrañó la razón para descubrir el sol. Él no imaginaba que sería el hombre más grande que daría su tierra.

    Rafael Antonio vino al mundo en 1942, un poco antes de que estallara la cruda guerra que todavía aqueja a esta tierra. Antonio, su padre, era un liberal "de raca-mandaca", que no temía pelear con quien fuera para defender sus ideas y que, a pesar de ser un hombre trabajador, no obtuvo riqueza, sino todo lo contrario. Un tanto por su adicción a la bebida, otro más porque en aquella época el trabajo era para el labrador del campo, pero las ganancias eran para los "míseres", como los suele llamar Milciades Robayo Molina, primo del niño iluminado por el sol. Dolores, su madre, de temperamento opuesto al de Antonio, era la paciencia, la dulzura, la rectitud de la casa; pero, a pesar de ello, llevaba "una vida de perros", propinada por su marido.

    Ellos transmitieron a Rafael el conocimiento prístino de la vida y la política, y marcaron sus ideales en este campo cuando, desde muy pequeño, escuchaba los alegatos de su madre por tener que pagar la contribución para mantener a los "impliados".

    Carmen de Carupa era un municipio teñido de azul. Allí imperaban los Ballén, conservadores primos de su padre; los Espitia, un pequeño ejército de hermanos godos– 10 hombres y una mujer-, que atentaban contra todo aquel que pensara diferente, y los Chulavitas, paramilitares de la época, llamados así por provenir de la vereda Chulavita, en el municipio boyacense de Boavita.

    Su padre era víctima de constantes pleitos y amenazas por su orientación política [su abuelo, Antonio, había sido conservador, pero cambió de partido en la guerra de los Mil Días, pues su esposa, Hermencia, lo alentó a integrar los ejércitos contrarios, y con él lo harían todos sus descendientes]. A tal punto de que en una oportunidad, el mismo Rafael Antonio, siendo un niño de siete años, tuvo que acudir a la ayuda de los Ballén para evitar que su padre fuera asesinado por los hermanos Espitia. Además, los Chulavitas irrumpieron durante varias noches en su pajizo rancho, buscándolo para asesinarlo e incendiar su propiedad. Pero, afortunadamente, Juan "Percalo" Ballén, uno de los bandoleros, era primo suyo. Él, en nombre de la sangre que los unía, alertaba a la familia sobre los planes de sus compañeros e impedía que destruyeran lo poco que ésta tenía.

    Los libertadores

    Para salir de la gran caverna primero es necesario ser desatado por otros, más cuando ésta es tan extensa y basta. La principal libertadora de Rafael fue su madre. Ella se empeñó en que sus nueve hijos –cinco mujeres y cuatro hombres- se educaran. A Evangelina –quien cambió su nombre a Leticia del Sagrario, al ingresar a la vida religiosa cuando tenía 17 años- la recostaba con gran amor sobre sus piernas y le tocaba el cabello durante horas, mientras le explicaba lo duro de la vida y la forma de afrontarla. Mientras que Rafael se impregnó de su astucia y mente despierta.

    Sus hermanos le mostraron el camino a la luz del día y le proporcionaron las herramientas necesarias. Fulgencia, su hermana mayor, quien se trasladó al municipio de Ubaté, se casó y se dedicó a la costura para mantener su hogar, siempre le ayudó y le brindó el amor de una madre. Su hermano Salomón, luego de prestar el servicio militar, ingresó como soldado profesional a las fuerzas del Estado y sería quien proporcionaría al niño iluminado el dinero, muy escaso en esa época, para poder cursar los estudios primarios y la escuela normal. Ángel María fue su inspiración y el ejemplo de "prohombre", como suele llamarlo Rafael Antonio. Él lo alentó en los estudios y le transmitió sus conocimientos y su pasión por la filosofía.

    El encuentro con Platón

    Cuando Rafael culminó los estudios primarios en el municipio de Ubaté, la alcaldía del lugar le ofreció una beca para financiar los del bachillerato. Pero, él, guiado por la experiencia de Ángel María, prefirió inscribirse en la Escuela Normal de Zipaquirá, pues de ese modo obtendría un trabajo que le permitiría pagar una carrera profesional. Esta fue la mejor decisión de su vida, pues en ese lugar se encontraría años después con Platón.

    "El educador de educadores" llegó a la vida de Rafael cuando éste cursaba el segundo año de estudios normalistas, pues era el momento en que se iniciaba la instrucción de los alumnos acerca de cómo se debía enseñar a los niños. El filósofo entró profundamente en su intelecto, tanto así, que años después, luego de haber conseguido el título de profesor y haber enseñado en escuelas rurales, de estudiar en horario nocturno hasta graduarse como abogado en la Universidad Libre, y de haber sido magistrado en el Tribunal superior de Bogotá, viajó, con sus propios fondos a Grecia, específicamente a Atenas y a Delfos, para reencontrarse con el discípulo de Sócrates y escribir el libro "Platón: vigencia de su pensamiento político". Para él la importancia del griego radica en que "otros autores como Montesquieu y Maquiavelo sólo desarrollan las ideas de Platón".

    El atardecer no significa ausencia de luz

    Entrar al apartamento de Rafael, ubicado en uno de los barrios más lujosos del norte de Bogotá, es como transportarse a una inmensa biblioteca pública. Está abarrotada de libros de todo tipo. Estos incluyen desde la coloquial y melancólica poesía de Jaime Sabines, y "La poética del espacio" de Gastón de Bachelard, hasta textos del periodista William Ospina y la obra completa de Platón, que no puede faltar. Todos estos textos cuidados, repasados y analizados con la sabiduría y la paciencia que sólo los años y la luz conceden al ser humano.

    Aunque él es reconocido en el mundo académico y político por ser profesor emérito de la facultad de Derecho de la Universidad Libre de Colombia, por ejercer como asesor de una maestría en proceso de creación en la Universidad Pedagógica y Tecnológica, por escribir gran cantidad de artículos y uno de los libros por el que se siente más orgulloso, "Constituyente y Constitución de 1991", el cual terminó el cuatro de julio, la noche misma en que se celebró la promulgación, por haber pertenecido al sindicato de profesores, Fecode, entre otros tantos logros, que no se limitan a

    lo que estas cortas páginas pueden decir, no se conformó con ello, sino que decidió, a los 65 años, realizar un doctorado en Derecho Público en la Universidad de Zaragoza.

    No fue fácil afrontar este reto. Tuvo miedo porque hasta el más gigante de los hombres lo tiene en algún momento, pero su grandeza radica en luchar contra él. Por eso días antes de presentarse ante el exigente tribunal doctoral español que aprobaría su título, fue a Charquira, la vereda en donde él nació. Allí se sentó frente a los pastizales donde creció, pues el pajizo rancho de su infancia sobrevivió a los Chulavitas, pero no a los nuevos propietarios de la tierra. Regresó a hablar con los árboles y a recordar la caverna, se reeencontró con la sabiduría de su madre y así tomó la fuerza espiritual necesaria para superar la travesía. Por supuesto, logró su meta, se graduó a los 68 años. Pero, no como cualquier estudiante, sino siendo reconocido por sus evaluadores, entre ellos, el profesor Fernando López Ramón como "el hombre que más conoce sobre Platón en toda España".

    Rafael, claramente, ya no es un niño, tiene 74 años, un aire profundo, tranquilo y la mente completamente lúcida. Esto lo atribuye su constante ejercicio intelectual, contrario al de algunos amigos que conserva en Carupa, quienes siguen trabajando a pesar de la avanzada edad y "han tenido una vida menos organizada y más trajinada". Habla despacio, pero con toda claridad. Su vocabulario no es para nada el de un campesino, aunque es un hombre que no se limita al conocimiento académico, sino que también es portador de otros saberes, los de la vida misma. Él usa lentes de la marca italiana Prada, pero aún lleva con orgullo la ruana cundiboyacense y el sombrero de la misma región.

    Aún cultiva, cual labrador, su mente. Escribe una novela de la que no habla mucho, pues no quiere "chivear" su contenido. Lee juiciosamente diferentes diarios y usa las redes para expresar lo que piensa. Éste es para él su momento más grande de producción intelectual y no lo desaprovecha, pues piensa que cualquier día es maravilloso para pensar y una vez que la luz llega no hay atardecer ni noche que la apaguen.

  • Tv84 dijo:

    En ocaciones encontramos una mujer hermosa q desde la primera vista llama nuestra atencion.. Esas.. Nos atraen y nos pueden llegar a gustar.. Otras veses encontramos una mujer.. Q aunque sea tan hermosa a primera vista.. Cuando la conocemos a fondo.. Nos llena con su caracter.. Su forma d ser.. De pensar.. Esas.. Nos pueden gustar muchisimo.. Y nos llenan d alegria y felicidad.. Pero en raras ocaciones en la vida.. Encontramos alguien q a primera vista nos ilumina con su radiante belleza.. Y cuando nos metemos dentro.. En el laberinto de si alma.. Concocemos interior.. Sus valores.. Sus sentimientos.. Su inteligencia.. Y nos cautivan el alma.. Con el tiempo.. Esa es la mujer q nos enamora para toda la vida.. Estas.. Son las mujeres de mi Cuba..

    Cuando creas q haz recorrido suficientes valles y montañas.. Campos y ciudades.. Mares y oceanos.. Y te convensas d q es tiempo de buscar tu media naranja.. Aun cuando no aparezca en tu horizonte.. Solo detente.. Tomate un respiro.. Mira a tu alrededor.. Y veras como desde ese mismo horizonte.. Alguien q te buscaba.. Te encontrara.. Y ese sere yo..

    Gracias a cubadebate por permitir a tantas personas buenas de alma.. Llenas de vida y de amor.. Poder retroalimentarse a traves de unas pocas lineas en su sitio..

  • Germán Margaritini dijo:

    Mi primera vez

    Cuando se está ante la primera vez no hay parámetros para la comparación. La imaginación previa, esa preparación mental a la que uno se somete, nunca se aproxima a lo que ocurrirá y se sentirá, también se sabe que la oportunidad siguiente no tendrá sorpresas. Entre ambas se ancla la exclusividad del momento.

    Las fiestas no son mi especialidad, sobre todo cuando no conozco a ninguno de los otros invitados, eso lo sabía de antemano. A quienes conocía y con quienes podía socializar sin problemas eran los agasajados y anfitriones, motivo suficiente para que no puedan sentarse a conversar en la misma mesa, distendidos. Fui con Alejandra (frase ambigua), lo que debe entenderse como que fuimos juntos, pero para ser más preciso vale aclarar que ella era la genuina invitada, la amiga de uno de los novios. Ceremonia del civil pasada la media mañana, fiesta al mediodía, con amenaza de extensión hasta el atardecer. Un día caluroso de noviembre, con sol reluciente en cielo diáfano, como si fuera una bóveda trasplantada desde Cuyo a Entre Ríos.

    El rígido acto del civil, dirigido por un funcionario de fingida simpatía, transitó por los caminos de las lecturas de artículos de la ley de casamiento que alguna vez me leyeron, poniendo el hombre una sonrisa a cada coma, para terminar en la esperada declaración oficial de matrimonio, la puesta de anillos y el beso que lacra el pacto. Simple beso, tímido, pudoroso. La fría letra de una ley no logró opacar la emoción del paso que daban, traté de disimular la lágrima, reconozco que soy un flojo. Los esperamos en la vereda bajo el sol ardiente del casi mediodía para vivarlos, desear felicidades y arrojar arroz. Nada fuera de lo común.

    Me cuesta sacarme el almidón, ya lo asumo como incorregible, soy un permanente marginal de toda celebración multitudinaria, entendiendo por tal condición a todo evento que cuente con más de cinco o seis desconocidos. Estaba en un desierto, así que había que buscar el oasis. Por supuesto que para esa tarea mi aliada incondicional es Alejandra, es mi camello en esos páramos de soledad entre muchedumbre. El margen otorga la ventaja de la observación y el riesgo de ser observado como bicho raro, pero me he puesto ducho en el asunto y la sonrisa oportuna o una referencia banal dispersan la atención del depredador. El marginal de la fiesta es el rey del pillaje, se sienta en un atalaya, ahí estaba. Vi familia y amigos animados, cantando, bailando y hasta aprovechando una distraída manguera para que uno de los novios regara a todos los invitados. Corrimos para hacer el juego más que para esquivar la frescura del agua. Las alegrías y el vino hicieron su trabajo. Una vez más los vi besarse y tomarse de las manos, sin el pudor de la vez anterior, ya no importaba, ya era evidente, ya habían quedado atrás todas las veces que tuvieron que ocultarse, ya era del pasado la vergüenza, ya estaba superada la condena familiar y social. Ese que vi, el de que estoy hablando, el primer beso del ahora, el que venía desde la valentía de los dos fue lo que selló mi primera vez en sentir que se trataba de una pareja completa. Cuando nos fuimos Higinio y Guillermo bailaban un lento, se los veía felices.

  • emiliano luna dijo:

    [más allá]
    hay una espera
    madura
    de sentarnos en una silla
    en el patio
    debajo del árbol
    de prendernos un pucho
    de tomarnos un mate
    de saborear la espera en la lengua
    de esperar
    de ver en plena aceptación de la impotencia nuestra
    como se mueren algunas cosas
    sobre todo las que tienen que morirse
    que no se mueren de golpe
    que se toman su tiempo
    entre espasmos suaves como plumas o sonidos de animal lastimado que no sabe lo que le espera porque no cognoce* la muerte pero sufre
    y se desangra
    despacio
    el latir inaudible de un corazón cansando
    despacio
    la respiración casi inexistente
    más despacio
    un casi imperceptible subir y bajar de las costillas
    y un observar
    sólo observar impunes
    por qué no podemos hacer otra cosa
    o sí,
    pero elegimos estoicos esta espera
    madura
    de sentarnos en una silla
    en el patio
    debajo del árbol
    de prendernos un pucho
    de tomarnos un mate
    de esperar
    a que pase
    como pasamos todas las cosas
    como un acto profundo
    de aceptación
    y de fe
    [más acá]
    el mundo gira demasiado rápido
    le dije a estela
    ella
    como si nuestros cuerpos no se estuvieran pudriendo
    me prepara un té y me dice que llegó la factura de la luz
    que vayamos al cine
    que hagamos cualquier cosa
    cualquier cosa? le pregunto mientras me quemo la lengua
    cualquier cosa!
    deja de exagerar querés
    me di cuenta
    nos dimos cuenta
    que nos mentíamos descaradamente para que todo tenga algún sentido mínimo
    para que los engranajes funcionen
    para que eso que llamamos amor dure para siempre
    y a veces lo lográbamos
    pero el mundo gira demasiado rápido y estela no lo sabe
    pero yo sí lo sé
    huelo la muerte con el olfato de los tiburones en busca de sangre
    no mi muerte
    no su muerte
    huelo nuestra muerte joven
    el té ya no quema
    ella se cambia de ropa
    se perfuma
    elige una película en cartelera
    el mundo gira demasiado rápido y nosotros vamos al cine
    sin mentirnos
    sin
    mentirnos para nada

  • MIGUELANGEL dijo:

    Una vidriera desierta es más que ausencia de mercancías
    Es el vacío acumulado de muchas otras ausencias

    Esa mujer que recorre incesante las calles
    No busca a nadie
    Solo busca su “norte”

    El COMERCIO

    Mi trabajo es usted
    Y soy haragán

    La calidad es el respeto al pueblo
    ¿qué esperan pa respetarnos?

    Nuestro vino era amargo
    Cuando había

    Los niños son la esperanza del mundo

    ¿y ya mayores?

    Yo me quedo con todas esas cosas

    ¿con cuáles Pablito?

    Colón descubrió América
    Y el cáncer al colon

    Ya no se puede decir:
    de cada diez personas casadas cinco son mujeres

    Lo bueno no pasa
    Invítenlo a pasar

    ¡¿Doble moral?!
    Mejor: inmoral dos veces.

    ¡!cuánta sobra de algo nos hace falta para que no falte algo!!

  • Amaia Mod dijo:

    Quisiera escribir un poema

    Quisiera escribir un poema de once sílabas.
    Quisiera escribir un texto heroríco que me salve de mi mismo.
    Quisiera escribir el batallón que se encuentra en mi interior.
    Quisiera arrojar el paroxismo nervioso;
    el dolor inmenso que me causa
    verte en todos lados.
    Quisiera tomar esa nebulosa impuesta y
    regresartelo en una sola palabra.
    Quisiera escribir un poema y plasmarte ahí
    para luego quemarlo y arrojar las cenizas a un tormento.
    Quisiera escribir un poema y guardarlo en una botella:
    Arrojarlo al mar para ver si algún día lo encuentras

  • Eddy E. del Valle dijo:

    El Humedal
    Al final de la calle Los Pinos, en Pinar del Río, en esa equina que hace con la avenida Borrego, existe un humedal virgen.

    Realmente no tenía idea de qué fuera un humedal, conocía la palabra pero no todo su significado y he buscado información descubriendo que en esa ubicación que les he dado, sin lugar a dudas existe uno tal cual se describe en la literatura, por lo que clasifica en los conceptos vigentes.

    Dicen los expertos que un humedal es una zona de tierras, generalmente planas cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitentemente. Al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno dando lugar a un ecosistema hibrido entre los puramente acuáticos y los terrestres.

    También se puede denominar dependiendo de propiedades geológicas como esteros, marismas, pantanos y tuberas; según el Convenio de Rasmar (1971), un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan.

    Durante décadas los salideros y derrames de agua potable proveniente de la urbanidad, de sistemas defectuosos de cisternas locales, ha mantenido casi de manera permanente el suministro del preciado líquido a éste humedal que les describo; el golpe de gracia fue dado cuando como parte de los trabajos urbanísticos de rutina, se construyó hace un par de años las aceras correspondientes a estas calles y específicamente en esa esquina, el pequeño muro vino a cumplir un importante papel como dique, de manera que logró una mejor saturación del terreno al punto que pueden sucederse varios días sin bombeo de agua potable y el humedal siempre goza de buena salud aunque en estos casos limita sus escurrimientos a la calle.
    Atendiendo a su morfología este pudiera ser del tipo palustre; la avifauna es abundante y usando el método fundamental de observación, muestreos y cita de aves se ha podido constatar la presencia de varias especies incluyendo fauna nocturna en los que se destacan los quirópteros.

    Un motivo de alegría ha sido descubrir la existencia en este humedal de la rana toro, un anfibio casi desaparecido de los acuatorios cubanos y que sin lugar a dudas forma parte de este pequeño mundo lleno de vida y diversidad biológica, su canto es inconfundible.

    Los estudios realizados no han sido conclusivos o de manera profunda por carecer de medios adecuados para adentrarme en dicho paraje y quedar expuesto de algún posible ataque de cocodrilos o peor aún, los insectos que aunque son controlados de manera natural por sus depredadores locales, siempre pueden ser un riesgo.

    Realizo este trabajo con el interés que este humedal sea registrado, que se actualice la lista oficial de humedales formulado en 1971 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) porque aunque es relativamente nuevo (más de 20 años aproximadamente) y el territorio que abarca es realmente todavía pequeño, cumple con mucho de los requisitos; para que de esta forma, sea conocido mundialmente y se realicen proyectos de ampliación y conservación teniendo en cuenta sobre todo que con el paso del tiempo, es posible que cubra un área más extensa y sería el séptimo reconocido en el país por las entidades internacionales.

    Creemos además, que muy pronto con la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el lugar será usado sin lugar a dudas por aves de paso, en sus migraciones a zonas más cálidos del Sur; posibilidad que actualmente se dificulta por el origen territorial de estas aves, bajo las actuales leyes del bloqueo que prohíbe entre otras cosas, la visita de nacionales de ese país al nuestro.

Se han publicado 823 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Vea también