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Gastronomía no estatal en Cuba: Ni frío, ni caliente ( + Fotos)

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Foto: Archivo.

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Por Caridad Carrobello y Ariel Trujillo

Cuentan los vecinos que hace mucho tiempo El Potín era un centro gastronómico atractivo para quienes transitaran por la céntrica intersección de Línea y Paseo. A la par del declive de la gastronomía estatal en la capital, el restaurante fue dejando atrás sus días de gloria, mientras las iniciativas privadas conquistaban el paladar de los clientes dispuestos a sufrir un agujero en el bolsillo, antes de un malogrado servicio.

Cuando en 2013 parecía que El Potín despertaba del letargo, una vez constituido cooperativa no agropecuaria (CNA) junto a otras 10 unidades de la ciudad adscritas al Ministerio de Comercio Interior (Mincin), la incompetente gestión de su entonces presidente provocaba una quiebra y postergaba el esperado renacimiento.

La asamblea de cooperativistas no se hizo esperar. Tras ser elegida por sus socios para comandar el zozobrante establecimiento, Tania Cano –antes dependiente– puso manos a la obra. Renegoció las deudas con el banco y los proveedores, mandó a cambiar los viejos y raídos toldos del portal, hizo arreglar los techos de adentro, compró televisores, aires acondicionados, mesas y sillas nuevas para el restaurante.

Asegura Cano que no se amilanó cuando la especialista económica encargada del estudio de factibilidad dijo que el proyecto era muy atrevido. “Algunos socios se fueron y otros se quedaron, pero con esfuerzo sabía que se podía levantar la unidad. Durante los cuatro meses que cerramos por recuperación había que venir a limpiar, a pintar, a hacer guardias nocturnas. Cada cooperativa es como una familia; cuando salía en busca de proveedores y llegaba algo desilusionada necesitaba del aliento de mis compañeros para seguir adelante.

“Hubo inversionistas que quisieron formar parte del equipo, pero siempre he tenido claro que nosotros mismos podemos salir a flote, y eso también crea un sentido de pertenencia necesario, pues prácticamente vivimos aquí y hemos concebido nuestro propio proyecto, no queremos que nadie nos lo cambie”, puntualiza la presidenta.

En nueve meses pienso que hicimos más que en el primer año. Hemos triplicado las ventas; además, hemos logrado la confianza de los clientes. Antes, esta unidad estaba siempre vacía, ahora no”, comenta Gustavo Peña, su vicepresidente, mientras advierte que la clave es trabajar sin descanso y actuar inteligentemente con las finanzas.

De estatal a cooperativa

Durante años, la mayoría de los centros gastronómicos en Cuba padecieron de la misma enfermedad: el mal servicio. Unos, a causa del creciente deterioro de sus instalaciones y el menguado abastecimiento; otros, por los bajos salarios que desestimulan a los trabajadores; y no pocos, por la proliferación de individuos que tras los mostradores, en las cocinas o en la atención a las mesas de cafeterías y restaurantes, viven del “invento”, es decir, de la apropiación de los recursos del Estado.

La sustracción y venta ilegal de cárnicos, lácteos, bebidas, cigarros, entre otros, así como el mal manejo de las finanzas y el pésimo trato al consumidor, fueron empañando la imagen de estos centros, de su personal y sus directivos.

Foto: Archivo

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Con el fin de cambiar el panorama de indisciplinas y dar otros aires a la actividad gastronómica, hace cuatro años se comenzó a experimentar en el sector las formas no estatales de gestión como el trabajo por cuenta propia en locales arrendados y cooperativas.

De las 8 984 unidades dedicadas a la gastronomía en todo el país, muchas irán dejando a un lado los procedimientos a los que estuvieron acostumbradas, para aprender a ser independientes y eficaces en la gestión económica.

Lo anterior le quita una buena carga administrativa al Estado, que sin embargo no perderá la propiedad sobre los medios fundamentales de producción en el sector. En lo adelante, su función será regular y controlar; podrá vender o arrendar equipos y útiles, pero los inmuebles, por ejemplo, seguirán formando parte del patrimonio social bajo su custodia.

La esperada decisión ha recibido aplausos y críticas. Andrés Ávila, secretario del buró provincial del Sindicato del Comercio y la Gastronomía en Camagüey, sostiene que si en algunos lugares se trabaja adecuadamente no hay por qué cambiar la forma de gestión.

“En la provincia existen más de 180 locales arrendados; en la ciudad capital hay 27 restaurantes estatales, de reconocida calidad. La gastronomía de ese tipo aquí está muy bien. Por ejemplo, destacan lugares como el Lago de los Sueños (parque recreativo), con centros de gran aceptación popular”.

Lo mismo razona Eloy Carlos Portal, director de la Empresa de Gastronomía municipal de Ciego de Ávila, sin desconocer el plan previsto para dentro de dos años en esta ciudad. Aquí se prevé constituir 41 cooperativas, pasar 12 centros a arrendamiento y dejar alrededor de 10 establecimientos estatales.

“Hasta ahora, en la cabecera provincial las cafeterías de los ‘particulares’ y los restaurantes ‘paladares’ no han progresado mucho. Desde los años 80 las autoridades del territorio comenzaron una política de reparación y fortalecimiento de los centros estatales, sobre todo los más especializados. En la actualidad, los organismos de inspección de la gastronomía, los especialistas de higiene y otras entidades velan por mantener la calidad y el buen servicio en esos centros”, explica Eloy.

Los cambios en la provincia de La Habana, con 1 350 unidades de este tipo adscritas al Mincin, van más firmes. Pero según Pedro Antonio Pérez, especialista principal que atiende los nuevos modelos de gestión por la Unión de Empresas de Comercio y Gastronomía, solo el 16 por ciento ha dado el paso transformador: 149 locales arrendados y 35 cooperativas.

A juzgar por las declaraciones ofrecidas a BOHEMIA en centros de Camagüey, Ciego de Ávila, Cienfuegos y La Habana, así como por el criterio de directivos del sector y funcionarios del gobierno y del Partido, ahora no hay por qué precipitarse en “cambiar de palo para rumba”.

El salto se hará de manera paulatina. Porque diversificar las ofertas en medio de las restricciones económicas del país, capacitar a los trabajadores gastronómicos en el mejor trato al cliente, y garantizar una mayor protección al consumidor, no son objetivos fáciles de alcanzar a corto y mediano plazos.

El indispensable factor humano

Los primeros responsables de velar por el cumplimiento sanitario en los centros estatales son las administraciones, y en los negocios particulares, sus titulares

Tras un sondeo por varias cooperativas de la capital, BOHEMIA pudo comprobar que el principal obstáculo que impide el acelerado florecimiento de algunos de estos establecimientos es la mentalidad de sus propios trabajadores.

Afirma Peña, el vicepresidente de El Potín, que solo quedan tres de los 18 cooperativistas con que arrancaron en 2013.

“Unos se han marchado por voluntad propia, otros por decisión de la asamblea tras descubrir eventos de engaño al cliente. Después de tanto esfuerzo para poder iniciar de la mejor forma, descubrimos que uno de los socios, que trabajó aquí por más de 30 años, había cometido una estafa justo en la primera mesa atendida. Nos dolió porque era el preámbulo de lo que sería una nueva etapa. De inmediato se convocó a la asamblea y se decidió expulsarlo. Ahora todos ejercemos el derecho de cuestionar a quienes afecten los intereses comunes”.

Revela el directivo, con más de 20 años en el sector de la gastronomía, que ciertos vicios aquejaban a su instalación. “Muchos de los que trabajaban aquí durante tiempo, estaban acostumbrados a irse temprano, a llevarse para sus casas un poco de cada cosa, no les interesaba ganarse a los clientes, razón por la cual todas estas unidades estaban descomercializadas. Hemos tratado de cambiar la mala fama que El Potín se creó, pues cuando el usuario no se siente complacido se marcha y fomenta una opinión negativa acerca del lugar”.

Félix Arqueadas, presidente de la cooperativa El Carmelo, también del Vedado habanero, comenta que cuando ha habido malos tratos hacia los clientes, “se ha acorralado a la persona y ella sola se ha desvinculado. Además, según los estatutos tengo la facultad de sancionar al que cometa alguna indisciplina, con afectación del salario. Aquí también quedan muy pocos de los socios con los que comenzamos, muchos no aceptaron el estilo de trabajo, el estarles exigiendo constantemente”.

¿Por qué los restaurantes particulares han ganado nivel, incluso con precios elevados? Para Félix, la higiene, el buen trato, la belleza del lugar, la calidad y diversidad de la oferta, han hecho de las paladares la opción más interesante para todo aquel que decida ir a comer fuera de casa.

Amplía Peña que quienes entran a la cooperativa a veces traen conceptos erróneos. “Aquí no prima ‘la búsqueda’ sino los deseos de trabajar bien; siempre hay propinas, buen salario”.

Según Pedro Pérez, los trabajadores de las cooperativas incrementaron su salario mensual de 280 pesos a 1 500 como promedio.

La calidad y la cuestión del precio

Cooperativas Gastronómicas6

“Muchos no quieren ver el beneficio de ser cooperativa, que aunque tiene dificultades, indiscutiblemente es un proyecto mucho mejor”, comenta Tania con optimismo. “Ahora podemos innovar y hacer los platos que queramos y bajo el régimen estatal no podía ser así. Nosotros incorporamos a la carta un pollo Potín, con nuevas tendencias, piña glaseada y bañado en queso Mozzarella gratinado.

“Ha tenido buena aceptación y lo elaboramos con lo que tenemos a mano, manteniendo siempre un precio asequible. Tampoco se trata de buscar la exquisitez en productos inaccesibles y elevarle el costo al plato. Tenemos que concientizar que, a diferencia de algunas paladares, nosotros cumplimos una función social: llegar a toda la población, desde el abuelo retirado hasta el trabajador con mayores ingresos”.

En ese sentido, cabe destacar las iniciativas de algunos trabajadores por cuenta propia (TCP) con la voluntad de ofrecer servicios gastronómicos accesibles a su comunidad. Tal es el caso del restaurante Zarzal, del municipio de Centro Habana, cuyo nombre se inspira en un pueblo del oriente cubano.

Los avileños siguen apostando por mantener la buena fama ganada por la gastronomía estatal. Un ejemplo es el restaurante La Cueva, en el parque de la ciudad.

De acuerdo con su capitana, Idalmys Tirado, ese es un sitio para todos los bolsillos y del cual nadie se va sin comer. La carta ofrece precios desde un CUC en el plato de ropa vieja de cerdo, hasta seis CUC para los pescados y mariscos. “Con ese de un CUC no nos ganamos prácticamente nada, pero les damos la posibilidad de comer a las personas de menos ingresos”.

Para Pedro Pérez, de la Unión de Empresas, los importes de algunas ofertas pueden ser altos con el objetivo de rebajar otros. “Queremos que los locales arrendados y las cooperativas logren hacer determinados productos con precios asequibles, lo cual se ha logrado en muchos casos. El objetivo es que sean más baratos que las paladares”.

No obstante, para nadie es un secreto que el esperado bajón de precios ocurrirá en la medida en que se logren proyectar un mercado y tiendas mayoristas libres de trabas y escaseces, y a las cuales puedan acceder tanto las CNA como los demás TCP. “Luego, por decreto, y como salió en la norma 136, el Mincin puede decidir topar el precio de algunos productos”, concluye este especialista en nuevas formas de gestión.

Si de higiene se trata

La buena higiene también resulta crucial para todo aquel que aspire a brindar un servicio de excelencia. Cuenta Carlos Fariñas, vecino del Vedado capitalino, que en más de una ocasión presenció, mientras caminaba por la pizzería estatal Buona Sera, en la esquina de 23 e I, cómo trabajadores de esa unidad descargaban grandes moles de queso con palas.

Otros tantos han sido testigos de cómo en restaurantes particulares, donde se supone que el servicio es de altos quilates, el mismo que sirve es quien friega, o en Coppelia, ya sea el de La Habana o el de Ciego de Ávila, la empleada que cobra, luego coloca bizcochos sobre los helados.

Yurwhys Shumam, titular de la cafetería agramontina Vos Sabéis, asegura que allí “se vende limpieza” desde que abrió en febrero de este año con el objetivo de atraer a toda la familia. “Mes tras mes vienen muchos inspectores, pues estamos en una zona céntrica de Camagüey. Me dejan recomendaciones técnicas muy buenas para mejorar el servicio a la población”.

En el también camagüeyano complejo Estrella Roja, con tres años de funcionamiento, trabajan al unísono unidades estatales y espacios arrendados. La calidad e higiene de ambos es buena, sin embargo, en D’Caché, pequeña cafetería particular, las moscas revolotean de un lado para otro.

De acuerdo con la doctora Mayra Martí, jefa del Departamento Nacional de Higiene de los Alimentos y Nutrición, los aproximadamente 3 000 inspectores de su organismo son una especie de “policías sanitarios distribuidos por todos los municipios del país, pero resulta imposible tener permanentemente a cada uno de ellos donde se oferte comida a la población. Ello quiere decir que los responsables de velar por el cumplimiento sanitario en los centros estatales son las administraciones, y en los negocios particulares, sus titulares”.

Según la doctora Martí, existen cinco pautas básicas a cumplir donde se cocinan alimentos. En primer lugar, la calidad y la procedencia del agua y de la materia prima; luego, la limpieza de las manos, la superficie y los instrumentos de trabajo; y por último, durante la cocción, expendio y conservación, respetar la regla de tiempo-temperatura y la de protección, lejos de bacterias y vectores.

Gastronomía Popular. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate

Gastronomía Popular. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate

Si el alimento es caliente debe mantenerse por encima de 65 grados hasta el momento de servirse. El tiempo entre la elaboración y el consumo no puede exceder las dos horas. Las carnes requieren cocinarse por encima de 70 grados, temperatura a la que muere la salmonella. A veces ocurre la contaminación cruzada, por ejemplo, al cortar un queso en el mismo lugar y con el mismo cuchillo con que se picó un pollo crudo en el que pueden habitar bacterias”, explica la doctora y puntualiza la obligación de incluir en el registro sanitario cualquier producto que se quiera añadir al menú de un centro gastronómico.

Muchas son las enfermedades transmitidas por los alimentos, refiere la especialista; las fundamentales, por las condiciones ambientales de nuestro país, son el estafilococo y la salmonella, aunque también corremos el riesgo del cólera, la cual provoca rápidamente la deshidratación, y en algunos casos, la muerte por vulnerabilidad del organismo.

De ahí que lo más importante resulte promover una cultura de la higiene, pues no son pocos los que compran alimentos por las calles, sin saber su procedencia. Muchos vendedores ambulantes andan en bicicletas, sudados o con las manos sucias, guardando dulces en una caja de cartón o en una vidriera que guarda el calor de todo el día, lo cual propicia la proliferación de microorganismos.

De acuerdo con Mayra Martí, algunos alimentos son más propensos a contraer bacterias que otros. “Los más complejos son los que llevan salsas, cremas, mayonesas, rellenos de carne, o mezclas de materias primas. El pescado es de alto riesgo por las condiciones necesarias para su conservación. Algunas especies pueden contraer la ciguatera, intoxicación que el calor no destruye. Este producto debe adquirirse en lugares seguros”.

Créditos en aumento

Para Félix Arqueadas, presidente de El Carmelo, el crédito bancario se ha facilitado bastante en el último año. “Ahora está más agilizado que antes, piden menos papeles, preguntan en qué lugar se van a hacer los gastos, si es para capital de trabajo o de inversiones. Hay que llevar los contratos de las personas a las cuales se les va a comprar, y demostrar el flujo de caja. Los períodos de pago se acuerdan y la tasa de interés es justa”.

El Potín tampoco ha tenido trabas con el banco. “El crédito nuestro es de alrededor de un millón de CUP. Con este se hicieron las compras iniciales, como los equipos de refrigeración. En la negociación de la deuda dejada por el presidente anterior no hubo problema alguno”, confirma la presidenta.

Sin embargo, en la cooperativa agramontina La Ragazza, confiesa su presidente Alberto Oñate, que no ha quedado satisfecho en la gestión con el banco. “Necesitamos climatización, nuevos equipos de frío, los insumos del área de elaboración. Estamos solicitando desde abril un préstamo al banco y se ha demorado porque dicen que no tenemos resultados suficientes. Pedimos 300 mil pesos, nos dijeron que bajáramos a 100 mil, para capital de trabajo, y no aprobaron el resto para las inversiones”.

De acuerdo con Milagros Suazo, directora de Banca Corporativa del Banco Metropolitano en La Habana, esas decisiones dependen de instancias provinciales. “El financiamiento lo aprueba el comité de crédito de la sucursal, y existen niveles, pues hay sucursales que tienen facultades hasta un monto. El proceso no es largo, todo depende de los documentos.

“El objetivo es dar el crédito prudentemente, primero se pide uno, se cumple, y luego se pide otro. Cuando se comprueba que puede devolverse no hay dificultades. Hasta ahora no hemos negado ninguno en La Habana”.

Suazo también destaca que para las CNA existe el fondo fiduciario del Estado, el cual sirve de garante para estas al asumir el 75 por ciento del riesgo de la deuda. En el caso de los dos primeros años, la garantía para el capital de trabajo inicial es del ciento por ciento.

“La única cooperativa de La Habana a la que hubo que aplicarle la garantía del fondo presupuestario fue El Varsovia, ubicado en 17 y 12, Vedado. El Potín y El Tropikín han cumplido con los plazos, luego del cambio de junta directiva. La estrategia es darles un periodo de gracia para que les paguen a los proveedores con los primeros ingresos y con las ganancias futuras amorticen el crédito”.

Lo cierto es que, como toda actividad novedosa, esta requiere de experiencia y destreza táctica. “Hay quien pide mucho dinero y le decimos la cifra a solicitar para las inversiones, y cuando termine que pida capital de trabajo para comprar los insumos. En eso se están especializando las nuevas oficinas de negocio que tenemos en La Rampa y en Juan Delgado y Lacret, creadas para atender solo al sector no estatal”, dice la directiva y confirma la intención de seguir abriendo locales de este tipo para que los TCP no tengan que acudir a las sucursales.

Luego del transporte, la gastronomía es el sector que más se ha involucrado en esta actividad bancaria. No obstante, todavía son muchos los TCP que desconocen que pueden solicitar un crédito, sin necesidad de ser CNA o local arrendado.

Piedras en el zapato

Dilemas con los arrendamientos y el abasto de recursos frenan las nuevas formas de gestión. En la ciudad de Camagüey, la cooperativa La Ragazza remodeló el local de una antigua cafetería y ahora da servicio de restaurante. Alberto Oñate, su presidente, cuenta que por dicha inversión les libraron del pago del arrendamiento durante un semestre. “Así pudimos oxigenar nuestra economía en medio de altibajos financieros”, admite.

Más expedito fue el camino para los cienfuegueros Luis Alexander Cabeza, titular de la Casa del Sándwich, y para José Ramón Montero Vázquez, al frente de la Casa del Batido. Ambas unidades bajo el sistema de arrendamiento fueron exoneradas de pagar por sus locales durante los meses de la remodelación, que en buena medida tuvieron el apoyo de la Empresa de Gastronomía.

Casi todas las nacientes formas de gestión en este sector han tenido que construir primero o resanar sitios maltrechos, para luego brindar el servicio. Por eso, desde mediados de 2014 nuevas normas estipularon librarlas del pago del arrendamiento mientras transcurriera la reparación de los inmuebles, por un período de hasta dos años.

Los litigios empiezan cuando se tiene ya la obligación de pagar, pues no todos los centros tienen igual afluencia de público ni logran ofertas estables y variadas para engordar sus ingresos.

Así ocurrió con la cooperativa habanera El Carmelo. Cuenta su presidente que “al principio eran 90 000 pesos, una exageración. Tuve la oportunidad de discutir esa cifra con el Consejo de Administración Provincial (CAP). El caso se entendió y ahora son 7 200 pesos mensuales, lo cual está bien ajustado a las dimensiones del local”.

Son los CAP quienes determinan que para algunas zonas o municipios, y tras considerar las condiciones de los locales, las tarifas no sobrepasen los dos pesos por metro cuadrado.

No obstante, para los socios de El Potín el problema sigue latente. “Aquí hay 1 300 metros cuadrados, por los que pagamos 13 000 pesos de arrendamiento mensual a la Empresa Restaurantes Habana. Es exagerado el monto, y más por las malas condiciones en que recibimos la unidad”.

¿Mercado mayorista?

La Resolución 61 del Mincin estableció este año los principios para la relación entre productores y comercializadores mayoristas con las formas de gestión cooperativa y los trabajadores por cuenta propia en arrendamiento, que se desprendieron de dicho organismo.

La titular del ministerio, Mari Blanca Ortega, aseguró el pasado año en Cienfuegos, a propósito del acto nacional por el Día del trabajador del sector: “A las cooperativas surgidas de las unidades de la gastronomía se les mantendrá el mismo suministro, y además podrán acceder a las comercializadoras mayoristas que estamos desarrollando para adquirir los insumos o equipos necesarios para la prestación del servicio.

“Tendrán abastecimientos a precios diferenciados (no al gravamen del mercado minorista) y asimismo la posibilidad de que cuando necesiten más cantidad de recursos los adquieran en el comercio minorista a los precios de tal mercado”, declaró.

Según afirma Pedro Antonio Pérez, especialista principal que atiende los nuevos modelos de gestión por la Unión de Empresas de Comercio y Gastronomía de La Habana, ya ese mercado funciona: “Hoy los mayoristas venden directamente a las cooperativas. Antes se hacía a través de nosotros, ahora es directo, sin intermediarios”.

Sin embargo, el funcionario admite que hay retraso por parte de varias entidades: “todas las empresas del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) tienen la orden de empezar a hacerles contratos y se piensa que para finales de agosto ya estén hechos y comercialicen directamente los productos: carnes, lácteos, cervezas, refrescos. Eso se ha despejado un poco”.

No obstante, para la gran mayoría de los cuentapropistas e incluso las cooperativas, una cosa es lo que “se piensa”, y otra, la que realmente se vive.

El mayor dolor de cabeza

En la cafetería-restaurante El Deleite, arrendada dentro del Complejo Estrella Roja de la Empresa de Comercio Minorista de Camagüey, la titular del local, Mayelín Vázquez Morales, afirma que hay mucha inestabilidad en los abastecimientos.

“No recibimos los aseguramientos de la Empresa de Bebidas y Licores, ni los refrescos enlatados, por eso la gente va a comprarlos a los lugares aledaños y perdemos clientes”.

Igual le ocurre a Yurwhys Shumam, titular de la cafetería agramontina Vos Sabéis. “Los centros no estatales tienen de bueno que ellos mismos toman las decisiones y las ejecutan; pero casi nada está a la mano y se dificulta mantener las ofertas. Las ventas mayoristas aún las estamos esperando”, plantea.

La misma piedra molesta en los zapatos de los tres trabajadores de la unidad avileña Micro A, donde Ernesto Ramos, titular de esta cafetería de barrio, expresa que sin un mercado abastecedor no es posible bajar los precios de venta.

Similar inquietud tiene la cienfueguera Yudaimi León Linares, vicepresidenta de la cooperativa Pinos Altos, enclavada en la avenida 5 de Septiembre, zona de hospitales y de la facultad de Ciencias Médicas, así como de la escuela de arte Benny Moré.

La joven valora que el mercado mayorista constituido por contratos directos con empresas productoras debería fluir en beneficio de los establecimientos que tienen gran importancia social por el servicio brindado a la comunidad. Pero no es fácil destrabar la relación contractual con las empresas.

A su lado, Zulema Delgado, económica de la misma entidad, argumenta: “Dejamos de ingresar alrededor de 22 000 pesos porque la Empresa de la Industria Alimentaria nos quitó el dulce, pues el producto tiene un componente en divisa. Propusimos comprárselo a precio de venta, pero aun así no camina la gestión. La Empresa de Bebidas y Refrescos igual dice que no está autorizada a vendernos”.

Y añade: “No hay una obligación de entrega pues todo depende de las condiciones económicas del país. Así ocurrió el año pasado con el cerdo y con el queso, que lo rebajaron. ¿Dónde está el avance entonces, si cuando queremos elevar las ofertas tenemos el freno de seguir funcionando como si tuviéramos una libreta de abastecimiento?”.

De dónde serán… ay, mamá…

La ineficacia de la relación contractual con las empresas proveedoras, provoca que las entidades bajo nuevas formas de gestión acudan a las unidades minoristas y se produzcan desabastecimientos que afectan al pueblo.

Carmela López y su pequeña hija transitan de un lugar a otro por la avenida capitalina de Línea, en busca de una bebida refrescante para mitigar la sed. La madre se queja: “Hoy en las ‘shopping’ y en las cafeterías estatales no hay refrescos, maltas, cervezas cubanas, y no queda otra alternativa que comprarlos a mayor precio en las cafeterías arrendadas por cuentapropistas. Llegan con los carros, arrasan, y no dejan nada para nosotros”.

En busca de soluciones, se habla de crear tiendas que oferten productos con grandes formatos. Es el caso del establecimiento habanero Zona +, de la corporación Cimex, en 7ª A entre 66 y 70, Playa, con productos al por mayor para satisfacer necesidades del sector no estatal.

Foto: Oscar Figueredo Reinaldo/ Cubadebate

Foto: Oscar Figueredo Reinaldo/ Cubadebate

Sin embargo, quienes acuden allí a comprar, expresan que no hay grandes diferencias entre las ofertas de este centro y otros. Sugieren hacer descuentos o aplicar precios diferenciados para los grandes clientes asiduos, como lo hacen tiendas similares en el mundo.

Gretchen Alfonso, directora de mercadotecnia de Cimex, aclaró a Cubadebate que Zona + es tan solo una tienda minorista. “Las mayoristas tienen otros sistemas de trabajo, otra manera en la formación de precios”.

Una arista diferente del asunto es que desde otros países llegan mercancías de todo tipo, lo cual corrobora que hay un mercado abastecedor subterráneo.

Mientras la promesa del mercado mayorista y las tiendas de este tipo van y vienen, hay trabajadores por cuenta propia que sugieren permitir la importación de artículos y equipos con fines comerciales –ahora solo autorizado a las cooperativas mediante la gestión de Cimex-. Lo anterior pudiera funcionar con las debidas regulaciones, licencias e impuestos arancelarios que beneficien al país, y de este modo destrabar el funcionamiento de estas formas de gestión, así como poner coto a la ilegalidad.

Tomando la temperatura

¿Frío o caliente?, de una forma u otra se califica por la población la mejoría buscada en la gastronomía de las nuevas formas de gestión no estatal. Unas tienen aciertos, y otros tropiezos.

En la capital, El Tropikín, ubicado en 12 y 21, Vedado, sigue dormido en los laureles. Lleva dos años en reparaciones. El presidente se endeudó con dos millones de pesos al banco. Dicen que en agosto iban a abrir, pero faltan muchas condiciones, incluida una gran marquetería de cristales y aluminio.

A pesar de los avances, el talón de Aquiles de algunas cooperativas continúa siendo la afluencia de personas. Unos alegan que la razón es la mala ubicación, otros no tienen excusas.

La cooperativa El Recodo, en F y Malecón, Vedado, permanecía cerrada a las dos y 30 de la tarde del sábado 30 de julio, cuando los reporteros de BOHEMIA visitaron la zona. Cinco días después, recibía a varios clientes. Es un lugar pequeño, con pocas mesas. Pero no existe un cartel que identifique al sitio.

Isabel Socarrás, vecina y cliente, afirma que los trabajadores del Ministerio del Turismo almuerzan en ese “comedor”, donde los platos no bajan de 25 CUP. “Ahí hay muy buena higiene y me consta que ha mejorado mucho sus condiciones, pero le falta afluencia de público”. Lástima que se haya perdido el asiduo público universitario de F y 3ª, que tuvo décadas atrás.

Hay otros lugares que logran avances. En Vos Sabéis, los camagüeyanos Elia Peláez, Armando Ronquillo, Anabel Basulto y Lily Castro votan a favor del cambio donde antes solo se ofrecían espectáculos bailables con gran molestia para los habitantes de la zona.

Elia, vecina cercana, añade que allí hay profesionalidad, higiene y respeto al público. Viven pendientes de mantener la oferta, además del café no faltan los bocaditos, tamales, espaguetis, croquetas, batidos –recomienda el de coco-, ni la limonada frapé… Todo esto alivia la alimentación del pueblo, dice.

Igual impacto social logra la cafetería arrendada Micro A, donde el avileño Cristóbal Hernández, declara que “la calidad es muy buena, los bocaditos tienen el pan suavecito, hay refrescos, yogurt, muy especial y frío es el refresco de piña. Paso por aquí a cada rato y no resisto la tentación de comprar algo”.

De las 189 cooperativas gastronómicas aprobadas (80 funcionando y 109 pendientes), algunas muestran una imagen diferente que beneficia al entorno donde están enclavadas. También el servicio se va perfeccionando. La Divina Pastora, el Biki, Bien me sabe, y la Casona de 17, por solo mencionar algunas de las habaneras, enderezan un camino que estuvo torcido durante años.

(Tomado de Bohemia)

Se han publicado 73 comentarios



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  • David dijo:

    Segun este articulo la CNA el Carmelo (en pleno corazon de la Rampa) paga mensualmente por arrendamiento 7200 pesos mensuales y el Potin paga 13000 pesos mensuales. Saquemos cuenta:
    Carmelo: 7.200 pesos de arrendamiento mensual / 25 CUPXCUC/ 30 dias = Paga por arrendamiento de todo el local diario 9.60 CUC. El Potin da 17 CUC el alquiler deTODO el local diario. Hay algo mal en el articulo o estan regalando los alquileres, porque pagar por arrendamiento de un lugar como el Carmelo el equivalente a la venta de 9 cervezas diarias es ridiculo.

  • David dijo:

    "Son los CAP quienes determinan que para algunas zonas o municipios, y tras considerar las condiciones de los locales, las tarifas no sobrepasen los dos pesos por metro cuadrado."

    Yo no digo que se les cobre lo imposible, pero cobrar 2 pesos por metro cuadrado es muestra de una ignorancia total. Esos inmuebles son patrimonio público de todos nosotros y es tan irresponsable el que dejo que se deterioraran como han estado, como los que lo regalan asi, con tales alquileres.

    Lamenablemente no me extraña en el caso de la Habana, donde el CAp y los CAM han entregando irresponsablemente locales comerciales a diestra y a siniestra para supuestamente resolver problemas de casas y que al final ni son soluciones ni mucho menos casas decentes, y por darle casa a algunos dejan a un barrio entero son sus bodegas, sus tiendas, sus locales comerciales que en algun momento tendran que volver a serlo.

  • AlbertGarcia35 dijo:

    En Cuba como tal los servicios gastronomicos estatales...ya saben Bares, restauranes etc...sufren mucho de la suciedad, la falta de higiene, la buena cara de los dependientes, las pocas ganas de trabajar....y no exite ningun repelentes para los Insectos como la mosca.
    En realidad ya ni ganas de ir a comprar ningun producto elaborado en esos lugares pues se han dado a conocer varias cosas que mejor no escribir.

  • José dijo:

    En español no estatal se dice privado. Privado no es una mala palabra.

    • Preocupao dijo:

      Hombre, no extrañe, estamos en la tierra fértil de los eufemismos y las flexiones y contorsiones lingüísticas.

  • Maykel dijo:

    Valiente artículo para quien lo haya publicado y autorizado en Bohemia, faltan muchas verdades y aristas que decir pero eso bien pudiera ser tema para otras publicaciones. Lo primero que se debe de hacer para erradicar un problema es reconocerlo o mejor PUBLICARLO. Y lo más sabio cuando de aplausos se trata.

  • Agustín dijo:

    Pero hay algo muy doloroso en todo esto, y es que estos cuentapropistas y estos cooperativistas que hoy estan dando el jorrón en el mercado de los servicios son en su gran mayoría los que dirigian unos y laboraban otros en centros estatales, allí donde se cometían delitos. Centros donde como bien se dice predominaba el mal servicio la falta de respeto al pueblo, esos que estan hoy dando la exquisitez en el servicio no viniero de martes, salieron del mismo saco.

  • Roy dijo:

    Realmente existe una gran diferencia entre los servicios gastronómicos que se reciben en las instalaciones del estado y los particulares o arrendados, estos últimos sitios aventajan, enormemente, a los primeros, desde mi punto de vista es mala acción del estado, en la iJ, los sitios atendidos por particulares nunca estan sin clientes, y, referente a los precios, los hay altos y bajos, pero la gente prefiere pagar el buen servicio y la buena calidad, otro tema está en lo difícil que es lograr el arrendamiento de un local, aca, en la IJ, existen locales cerrados, que solo sirven para el criadero de roedores, y no se pueden arrendar, puro burocratismo, por llamarlo de alguna forma, ya que, creo yo, facilitar el arrendamiento de estos lugares, da mas ganancia que perdida, el estado ingresa sin invertir, son más las opciones, y algún día por la competencia, bajarán los precios, serecupera la imagen de áreas que hoy dan pèna, se evita el criadero de todo tipo de animal indeseado, etc, etc, etc, sé que el general de ejercito ha dicho, en varias ocasiones que avanzaremos sin pausa pero sin prisa, pero en este caso de los arrendamientos, estamos mas lentos que tortugas, al menos en la IJ.

  • tony dijo:

    ESTA TIEDA MAYORISTA ES POR GUSTO ES IGUAL ALAS DEMAS .YO SOY PRESIDENTE DE UNA CNA Y HABLE CON EL ADMINISTRADOR PARA PAGAR HACER UN CONTRATO Y PAGAR CON CHEQUE O TRANFERENCIA Y ME DIJO QUE NO PODIA HACER ESO SOLO EFECTIVO Y ADEMAS NO TIENE DESCUENTO PÀRA LAS COOPERATIVAS NO ME FUNCIONAAAAA

  • MCS dijo:

    No está nada mal eso de que el estado se quite de arriba los servicios gastronómicos, algo que nunca ha podido resolver: buen servicio a la población. Por demás muy bueno eso de que haya muchos, muchísimos cooperativistas de esas cooperativas que ganen más de mil y tantos pesos de salarios más lo que le toque de las ganancias a finales de año. lo que es una pena, digo doloroso, que esos salarios extraordinarios sean varias veces superiores a los que reciben quienes hacen mayor aporte a la sociedad, sobran ejemplos, y que sus maravillosos salarios sean el resultado de lo que le extraen a la mayoría que percibe salarios miserables en instituciones estatales y por pensiones también de miseria.
    Sigue siendo injusto que quienes sostienen los beneficios que proporciona el socialismo sean los que peor vivan, ¿qué sería de cuba si mañana los trabajadores estatales decidieran dejar de trabajar, es decir, médicos, maestros, profesores, científicos, ingenieros, constructores, etc.? eso sin dejar de tener en cuenta el daño que provoca a la sociedad las diferencias sociales, los nuevos ricos a expensas de estrangular al pueblo con sus precios, oportunismo y explotación salarial de sus trabajadores, con pérdida de derechos laborales, plusvalía superior a la de los walt mart y/o robando recursos de las instituciones estatales. China y Viet Nam han prosperado a expensas de las mayorías con miles de multimillonarios y millones de ciudadanos de tercera o cuarta. ¿Hay alguna diferencia con lo que hacen los demás países capitalistas? ¿Para eso hemos luchado durante tantos años? ¿hay diferencias con ser asalariado del dueño capitalista de un restaurante con el actual empleado de una paladar? ¿Ambos dueños no son capitalistas? Pues por eso hubo miles de muertos y millones de sacrificados para hacer el socialismo.

    • CUBAMÍA dijo:

      EL DEDO EN LA YAGA POR CONCIENCIA Y EL SILENCIO Y LA INERCIA POR RESPUESTA

  • Eduardo dijo:

    Textual del artículo "Suazo también destaca que para las CNA existe el fondo fiduciario del Estado, el cual sirve de garante para estas al asumir el 75 por ciento del riesgo de la deuda. En el caso de los dos primeros años, la garantía para el capital de trabajo inicial es del ciento por ciento. La única cooperativa de La Habana a la que hubo que aplicarle la garantía del fondo presupuestario fue El Varsovia, ubicado en 17 y 12, Vedado."
    En Cubadebate se publicó un artículo en que el Estado aseguraba el 75% de una deuda de 1 millón de CUC para la cooperativa "l Vicky. Los comentarios no se hicieron esperar. No mencionarlo de nuevo esta bien, pro negarlo NO. Si existen condiciones para que se haga para unos cuál podría ser la limitante para aplicarlos a otras cooperativas.
    Por supuesto el mercado mayorista para las actividades no estatales es una necesidad. No hay que fabricar nuevos mercados, sino dar acceso ordenado a los Trabajadors por Cuenta Propia. MINCIN por su parte al existir ese mercado puede topar los precios y de ese modo el CUP gana valor realmente. ¿Qué lo impide? Esa es una pregunta con muchas posibles respuestas pero ninguna publicable.

  • susana dijo:

    interesante el artículo, no he visitado el potín en estos días, pero aún me preguto por qué comer fuera se convierte en una opción imposible. Cada vez hay más lugares y los precios subiendo. Concuerdo con el observador, el mal servicio lo resuelve la profesionalidad. Hay que ponerse las pilas porque habrá muchas personas visitando nuestro país y la competencia será dura.

  • Amaury II dijo:

    Gastronomía, Gastronomía, creo que ahí trabajaban ali baba y sus secuaces.

  • joloro dijo:

    Este asunto es bién interesante y de mucho que debatrir y mucho más por resolver.Creo que los TPC y las Cooperativas,a mi entender,no han sido la solución esperada.Ha mejorado la gastronomía en el país,pero falta todavia por crecer.Los precios,la calidad de los servicios,la higiene y la presencia de los trabajadores y los locales en algunos lugares tanto estatales,cooperativizados,TPC y hasta en la sacrosanta divisa no llegan a superar nuestras expectativas y necesidades.Pero seamos optimistas y sin llegar a los extremos de exigencia esperemos mejoras.

  • Pensativo dijo:

    Ya que se mencionan los cuentapropista, en mi opinión sigue siendo un tema "bamboleante", pues lo que se autoreza hoy a las entidades estatales a contratar con estos trabajadores, mañana se prohibe y así no es posible avanzar, ni ellos ni el estado.

  • Mano dijo:

    ¡¡que maravilla el Potín de la década prodigiosa (del 80), maravilla de calidad del servicio, diversidad de la oferta, precios asequibles para la época, trato y belleza del lugar!!, ¿lo iguala la actual cooperativa?, quiero ensalzar aquí la Cooperativa "Ranchón Hanoi" en Alamar, muy buena calidad y variedad de la oferta y muy buen servicio, un lugar bonito, aunque debo criticar y ojalá haya sido la excepción, en la última vez que comí allí, pude observar una mesa con 4 usuarios, evidentemente solo bebiendo, observando competencias de la Olimpíada de Río, creo que este lugar no es para eso, pudieran habilitar un Bar, fuera del lugar del Restaurante....saludos,,,,

  • sufrido usuario dijo:

    lamentablemente es preferible ir a un centro particular aunque te cobren el ojo de la cara a tener que sufrir el mal trato y la pésima calidad de los restaurantes y cafeterias estatales.
    en Camaguey , una cafeteria estatal en la esquina de Cisnero y Hermanos Aguero , fui a comprar una cerveza Cacique, la empleada sin moverse de su asiento me dice ¨¨está caliente¨¨ yo le digo que la compro como sea, y responde , :-hay q esperar q llegue la empleada de esa ´´area´´. el area es un simple mostrador TOTALMENTE VACIO que apenas llega a 3 metros y la susodicha empleada estaba muy entretenida conversando con un amigo y NO PODÍA vender una cerveza!!!!!.
    ¿eso sucedería si usted fuera el dueño del lugar?

  • observador VC dijo:

    Disculpe en el segundo comentario hubo dos falta de ortografía y rectifico: es anterior no anterión y es derecho no dercho

  • Patricia dijo:

    El Potín y el Carmelo que fueron cafeterias emblemáticas de esta ciudad siguen dando pena. Sugiero que si no tienen rapidamente un buen resultado las pongan en licitación, así se pueden sacar algunos paladares que se han construido en lugares no adecuados (residenciales, edificios multiples) y relocalizarlos en establecimientos que fueron construidos para ese fin en areas que también son fundamentalmente comerciales como La Rampa, Linea, la calle 23 etc.

  • Tatiana dijo:

    CReo que es un error el modo en que últimamente se aborda la calidad de los servicios gastronómicos.
    Por un lado ponemos a los provenientes del sector estatal, y por el otro ponemos a los precedentes del sector privado (en el que incorrectamente incluimos a las cooperativas de servicios, que no son ni de propiedad estatal, ni de propiedad privada, son de propiedad colectiva). Así, hemos creado un parteaguas enfocado exclusivamente en la forma de propiedad del establecimiento, lo cual muchas veces es poco objetivo.
    Sin dudas, en mi experiencia personal he disfrutado de buenos y de malos servicios en establecimientos gastronómicos de uno y de otro tipo.
    En algunos de los de propiedad privadas o de los de gestión cooperativa, he tenido el disgusto de verle la orrible barriga a algún dependiente, porque como se sienten dueños, no se toman el trabajo de vestirse en un área no vicible al público, o he tenido la mala impresión de ver a cada cual vestido como mejor le parece, supongo que por la misma causa.
    Lo molesto es que en una entidad de gestión estatal se haga tan difícil estimular a los trabajadores que prestan un buen servicio, porque la administración de esos centros tiene la más de las veces muy pobre poder de decisión.
    Para hacernos una mejor idea de la calidad real de los servicios en entidades gastronómicas de uno u otro tipo de propiedad o forma de gestión, me parece atinado incorporar la práctica que he visto en algunos filmes foráneos de investir a determinados funcionarios de la facultad de vicitar sorpresivamente a los establecimientos y emitir criterios técnicos especializados que se publique en algún sitio de la prensa, ya sea en la radio, la prensa plana o la TV.
    Entonces solo habría que velar porque dichos funcionarios reciban un salario aceptable que los proteja razonablemente de la posibilidad de sobornos. Se podrían establecer estandares de calidad "A", "B", "C"....... en dependencia de la calidad, y hacer publicaciones recomendando los sitios estatales o privados a los que sea mejor ni ir.
    ¿De donde saldrán los recursos para calificar y mantener a dichos funcionarios? Pues que los hagan pagar a los mismos propietarios de los restaurantes, con mayores cuotas a los que tengan peores indices de calidad en los servicios.

    • Evaristo dijo:

      Tatiana, con todo el respeto, pero después de 50 anos de servicios gastronómicos "estatales" solo podemos de hablar de uno que otro establecimiento que excepcionalmente brinda buen servicio (y la excepción subraya la regla). Medio siglo ya es bastante: la gastronomía estatal no funciona. El Estado tiene que desembarazarse de ese lastre y recoger beneficios a travez de los impuestos, tal como se hace en todo el mundo, incluyendo a China y Viet Nam. Hay un problema de "inercia" en seguir haciendo las cosas de la misma manera de siempre, por el temor infundado al cambio. Pero la experiencia, tozudamente, no muestra lo contrario. No es un problema de conciencia de los trabajadores, es que el trabajo tiene que ser el medio para cubrir las necesidades vitales y eso no sucede en la gastronomia estatal. Lo único que se ha desarrollado con esa modalidad de servicios es el robo y el mal servicio.Pero ojo, la gastronomía privada necesita de otros complementos reformadores, como son los mercados mayoristas, un sistema impositivo justo (que no mate a la gallina de los huevos de oro) y otras facilidades.

  • Nor1 dijo:

    lamentablemente las instituciones privadas han heredado de las estatales el mal trato al cliente (usuario), la mala gestion, la mala higuiene, la peor oferta y encima de eso peores precios inflados. muchas gracias.

  • yo dijo:

    ESTO ES MÁS DE LO MISMO Y LO PONGO EN MAYÚSCULAS PORQUE DE VERDAD TENGO GANAS DE GRITARLO PORQUE YA ES DEMASIADO PERO AL FINAL LOS ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS LLUEVEN, ASÍ COMO COMENTARIOS Y CRÍTICAS Y NO SE RESUELVE NADA,,, LA VIDA SIGUE IGUAL

  • Sandy dijo:

    De la estatal ya sabemos; de la no estatal, la regla es que son carísimos, lo que no juega con la atención ni la exquisitez de los platos, y si encuentras un problema llueven las justificaciones, no el deseo de resolver o compensar al cliente.
    El Carmelo, bastante buena oferta y amabilidad, poco atractivo el local y la presentación de los platos.
    La Casa del Gelato, limpia, rápido servicio, helados en general con el sabor que anuncian no tan cremosos, falta de servilletas, cobra la que prepara los barquillos
    CiboCafe 45 minutos esperando una pasta carbonara
    Wao! Ruidoso para mi gusto. Anunció vegetales frescos y eran en conserva
    La California Bella decoración, comida agradable Carta de vinos pobrísima
    Starbien buena comida y atención, usuarios ruidosos, ambiente hmm...
    La Figura, no he ido, pero se de sus espectáculos penosos, escandalosos hasta la madrugada que tienen a los vecinos cansados sin que nadie los atienda
    San Cristobal, amistosos, estuvo Obama, pequeña pero buena oferta, recargado...
    Atelier, la Fontana, Idilio, La Cocina de Liliam, buena atención y comida
    Café Laurent Buena comida, nada especial para recordar por siempre
    Riomar, buena comida, atención unos días muy buena, otros más de media hora sin que te miren siquiera...
    Vistamar muchas mesas en poco espacio... sensación de ahogo

    La Carboncita, platos italianos auténticos que no aparecen en otros lugares "italianos". Atención más o menos

  • tony22 dijo:

    Usted se encuentra a menudo estos cargos en los negocios: administrador, secretario ,director,etc,etc pero solo hay uno que le duele el mal sevicio,la falta de higiene y la finanza.Solo hay uno quer viviria y sacrificaria eternamente por el negocio contrario a los mencionados arriba que viviven del negocio.La palabra clave en economia es DUENO

  • Lago dijo:

    Estimados periodistas:

    A mi juicio es un artículo muy largo...quizás les hubiera dado para un artículo con dos o tres partes.
    Conozco de una famosa pizzeria fuera de la Habana que de un dia para otros les dijeron mañana serán cooperativa....y si malo fue la vida como organización estatal fatal les fue organizandose como cooperativa... Debemos hacer las cosas sin prisas pero sin pausas... ha dicho el general de ejercito, y yo me pregunto ¿a que se referia?
    Estamos pretendiendo jugar al socialismo con las reglas del capitalismo???? Vamos a hacer de un grupo de personas que durante toda su vida vieron como los recursos entraban al almacén sin saber a veces su procedencia, grandes emprendedores, empresarios o ejecutivos???? O es que no nos hemos dado cuenta que una cooperativa o un trabajador por cuenta propia es un negocio privado y funciona con las leyes del mercado????? Si no lo creen busquen las experiencias iniciales de la mayoria de estos lugares. Indagen no solo en los recursos materiales y financieros (que en casi todos ellos fallaron durante los primeros 12 - 24 meses) sino en los conocimientos, experiencias y experticias de las personas que se encomendaban (por obligación pues es ¨tomalo o vete¨) al negocio.
    El mercado no se va a desarrollar con las leyes a las que estamos acostumbrados, ni con regulaciones e indicaciones de organismos e instituciones altamente ineficientes desde tiempos inmemoriales. El mercado tiene sus propias leyes y lo que realmente nos toca es evitar que se convierta en un campo de batalla donde siempre los soldados llevan la peor parte.
    Está más que demostrado en las formulas que nuestro socialismo a aplicado que el sector de la gastronomia no funcionó. Por lo tanto pongamos verdadero empeño en que las cooperativas y el sector no estatal (o privado) ocupen el verdadero lugar que necesita nuestra sociedad.

  • iñaki dijo:

    desde luego la gastronomia para el pueblo es la mala.perono podria decirse lo mismo de la que le toca a los funcionarios publicos

  • sufrido usuario dijo:

    Sandy , tu salario debe de ser buenísimo.
    ¿acaso serás el gerente vecino de Panfilo?

  • Olga Rosa dijo:

    Al pueblo cubano le falta todavía la cultura económica necesaria para brindar un servuicio de calidad que le permita al cliente estar satisfecho y volver al mismo lugar, la mayortía del servicio que se brinda, sea estatal o no. se encuentra matizado por la idea de que si no compras aquí no importa, los precios son los mismos en todos los lugares, las olfertas estan entandarizadas por los mismos productos, no hay diferenciación de nada, falta competencia y faltan deseos de servir al otro, mientras cada trabajador no tome conciencia del sentido y significado del otro los resultados serán muy bajos. Muy bueno el artículo Cary. FELICIDADES.

  • CUBAMÍA dijo:

    Da verguenza que las cafeterías trafiquen con todo lo que está en sus manos a espensa de los de abajo y es que por desgracia la sociedad es un reflejo de si mísma en sus aristas.

  • Oscar Luis dijo:

    Señores, los que tienen que ver con la gastronomia estatal, no estan para eso, no les importa. Todo malo, todo sucio, todo con poca calidadad, no te dan lo que corresponde, muy mal trato, poca oferta, falta de variedad. ¿Donde estan los administradores?, nunca estan en las unidades, ¿y los responsables municipales?, no existen. Por las mañanas, cuando los trabajadores van para el trabajo, los dependientes no tiene menudo para cualquier venta.
    La cerveza Tínima de 8 pesos la venden a 10 y nadie se entera ni pone coto a ese robo. Vayan los sábados y domingos al Mónaco.

  • Luis dijo:

    En muchas ocasiones presiento que entre la gastronomía estatal y la particular, de acuerdo con los analisis que se hacen por mucha gente, existe como una especie de rivalidad, como si estuvieran en un ring de boxeo para ver cual de las dos es noqueada por la otra o que están perdidas en el desierto y se apuesta por ver cual de las dos sobrevive. Yo realmente no lo veo asi, a mi entender no debemos distinguirla por estatal o privada, sino por la calidad de su servicio (entiéndase todo, incluida la administración y la autonomía en sus operaciones) además de otros aspectos a considerar. Tampoco podemos fomar y tomar una conciencia retrograda, ni revanchista con los cuentapropistas, como si fueran una clase antagónica a combatir. Estamos embuidos en un proyecto social de perspectivas de desarrollo y sostenibilidad socialista, donde todas las formas de producción y servicios deben complementarse para el bien de todos.

Se han publicado 73 comentarios



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