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Enrique Molina: "La vida nos vuelve a levantar"

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Enrique Molina en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran, aquí, en el corazón de Centro Habana, en Prado y Trocadero, en los legendarios Estudios de Sonido del ICAIC, en el barrio de Lezama.

Hoy nos acompaña, es un nuevo privilegio para mí, uno de los actores más coherentes, de los actores más brillantes, de los actores más populares. Sencillamente, usando un calificativo que casi nunca uso en la vida, está aquí con nosotros el maravilloso Enrique Molina. Mi socio. Mi amigo querido de los años. ¿Qué te parecen, Enriquito, los programas de entrevistas? ¿Tú crees que tienen alguna utilidad? Ahora hay muchos, no quiero que me hables de este, sería vanidad y petulancia, sino de los programas de entrevistas.

Enrique. Mira, depende, porque yo no sé si será que respondo siempre lo mismo, no tengo otra cosa que contar. O si será que, desgraciadamente, la mayoría de los periodistas que me han hecho entrevistas, todos preguntan lo mismo. Y entonces, cuando me invitaste a venir, yo dije: voy a repetir nuevamente lo que he hablado en otras oportunidades; y uno un poco que ya, no es por mí, sino porque uno tiene el temor de atiborrar a los televidentes de las mismas cosas siempre.

Amaury. Hay muchas preguntas que te voy a hacer que seguramente ya tú has contestado en otras entrevistas, pero hay una generación de gente que cuando te las hicieron en televisión no estaban aquí, o...

Enrique. ...O tenían diez años y no les interesaba para nada...

Amaury. ...O no les interesaba para nada y ahora, sin embargo, sí. Además, tú sigues haciendo papeles, porque tú no eres un actor que está viviendo del pasado. Ahora, tú naciste en Bauta, vamos a irnos a las cosas esenciales. Bauta, ¿cómo era tú vida en Bauta? ¿Era una vida bonita, o era una vida triste o era una vida pobre, o era una vida alegre? Cómo tú la calificarías.

Enrique. Era una vida bien dura, bien dura. Porque bueno, yo nací en el año 43, te podrás imaginar... los primeros 15 años de mi vida los pasé en Bauta. Con una familia maravillosa, porque mi árbol genealógico se alimenta de las dos razas que tenemos en Cuba: los blancos y los negros. Mi madre y todos sus hermanos, sus padres eran blancos de ojos azules, de ojos verdes. Y la familia de mi padre, mi abuelo, que es el dueño del apellido, Juan Molina, era un poquito más clarito que el traje ese que tienes puesto.

Amaury. (risas) Un poquito nada más.

Enrique. Un poquito más clarito. Yo recuerdo en mi niñez..., mi madre se enfermó de los pulmones cuando yo tenía dos años y entonces los médicos me separaron de mi mamá para que yo no me contagiara. Y a los cuatro años, dos años después de esa separación de mi madre, ella falleció y mi abuela siguió conmigo con un poco de lástima. Yo creo que ella abocó en mí un exceso de cariño. Porque mi padre, a partir del momento en que mi madre se enfermó de los pulmones, se separaron, mi padre fue a hacer otra vida en Camagüey, se casó por allá, qué sé yo. Y mi abuelita me mantuvo ahí, con todo el esfuerzo, con todo el sacrificio que se podía, hasta que ya ella decidió irse a vivir, cuando triunfa la Revolución, en el año 60, ella decide irse a vivir a casa de una hija que tenía en Santiago de Cuba, para descansar un poco de la lucha de la vida que había llevado y me llevó a mí para allá, porque todavía yo era menor de edad y ella sentía todavía gran responsabilidad sobre mí.

Yo tuve una niñez bien dura, porque a los 10 años tuve que dejar la escuela, en cuarto grado; una escuela pública que había en la Calzada de Bauta y dedicarme a hacer un montón de cosas durante el día. Repartir mi horario desde vender aguacates a las 8 de la mañana, con una cesta enorme en la cabeza, que me hundía la cabeza, a las 10 de la mañana dejar los aguacates, los que quedaban, y recoger la bolita, la charada, un listado de la gente que jugaba a la bolita y me buscaba un medio o diez quilos con eso. Por la tarde limpiaba zapatos en el parque de Bauta. Por la noche vendía maní en lo que era el cine Suárez, que ya no existe. Y bueno, y así fue pasando...

Amaury. ...Fue pasando tu niñez...

Enrique. ...Mi niñez en la lucha esa. Mis primas por otro lado limpiando pisos. Después tuve un tiempo fregando máquinas en un garaje que había ahí en la Calzada de Bauta que se llamaba el Garaje de Lambín, porque así se llamaba el dueño, y en fin, así... Realmente no fui un caso excepcional, aquella era una época bien dura, bien difícil. A mí me tocó vivir esa y la recuerdo porque me ayudó a formarme como persona.

Amaury. ¿Y continuó esa época complicada en los años del principio de la Revolución en Santiago de Cuba o ahí ya la cosa tú sentiste que empezaba a suavizarse para ti?

Enrique. Bueno, allí un amigo, Denis Morales, me consiguió un trabajo en una cafetería que estaba por el Parque Dolores, que se llamaba en aquella época...

Amaury. ...Dime más o menos tu edad, para ir llevando...

Enrique. ...Yo tenía como 17 años ya en ese momento. Entonces empecé en aquella cafetería a poner en los estuches, en sus cajas correspondientes las botellas de Coca Cola, las de Orange, las de Materva, qué sé yo. Ese era mi trabajo y sacar todas esas cajas para el portal afuera, que el carrero venía a recoger eso. Y ahí empecé a luchar la vida. Ahí me hice ya trabajador oficial, porque ya me reconocieron como trabajador de la cafetería. Ahí tuve mi primera relación matrimonial.

Amaury. ¿Cómo? Estando en la cafetería trabajando, estando de dependiente ahí.

Enrique. De dependiente ahí. Ahí en esa etapa conocí a una mujer que se llama Marta Mestre, con ella tuve tres hijos. Ahí hice mi primera familia. A Santiago de Cuba yo le agradezco, porque mucha gente me ve por la calle y me dice: yo soy coterráneo tuyo, de Santiago de Cuba como tú. Y yo no puedo estarle aclarando a todo el mundo por la calle que yo no soy santiaguero.

Amaury. Claro, pero tampoco hay que estar aclarando eso. Uno es santiaguero porque uno es cubano también.

Enrique. Claro que sí. Yo me siento muy feliz de haber vivido 10 años en Santiago de Cuba y haber comenzado mi vida, ya como hombre, mi vida social y mi vida profesional.

Amaury. Ahí vamos a llegar, ahí vamos a llegar. ¿Tú empezaste en Santiago en el Movimiento de Aficionados, ¿no?, ¿Qué significó para ti el Movimiento de Aficionados? Porque eso es una cosa que está perdida.

Enrique. Está perdida.

Amaury. Perdida, como marchita, ¿no?

Enrique. Perdida.

Amaury. Y tanta gente valiosa que salió de ahí. Tú mismo...

Enrique. Empecé en un grupo de aficionados que había en el sindicato gastronómico de ahí, de Santiago de Cuba. Como la cafetería esa donde yo trabajaba, en el Café Nubiola, ahí, en el Parque Dolores, estaba al doblar de donde estaba la Sala Teatro Profesional de Santiago, el Conjunto Dramático de Oriente. Que era como se llamaba en aquella época. Ahí estaban Félix Pérez, (Raúl) Pomares, Obelia Blanco, todo el grupo, María Eugenia García.

Amaury. Todos esos santiagueros célebres.

Enrique. Ellos iban a la cafetería a merendar y ahí seguimos enriqueciendo la amistad. Hasta que Félix me dice: ¡Oye, dentro de dos o tres días va a salir una convocatoria para el Grupo de Teatro para nuevos ingresos de actores profesionales! Me presenté, me desaprobaron. Esa vez fui junto con Miguel Sanabria, aprobaron a Sanabria, me desaprobaron a mí. Me fui con el moco caído para la cafetería, porque imagínate, yo ganaba 69 pesos, ya tenía el primer hijo. Entonces el Grupo de Teatro pagaba 150 pesos. Yo dije: no, no, yo tengo que comerme a alguien ahí, pero yo tengo que... ¡150 pesos en aquella época!

Amaury. No, no, ¡muchacho!

Enrique. Y a los dos o tres días Félix me volvió a buscar otra vez. Me dijo: Mira, hablé con el argentino. Él sabía que yo...

Amaury. Ah, ¿porque eso quién lo dirigía?, ¿unos argentinos?

Enrique. Adolfo Gutkin y Jaime Swetinzky.

Amaury. ¿Y qué hacían esos argentinos dirigiendo un Conjunto Dramático en Oriente?

Enrique. ¡Tremendos directores!

Amaury. ¿Eran buenos?

Enrique. Tremendos formadores de actores. Y entonces bueno, Félix me dijo: Mira, hablé con el argentino, vuélvete a presentar para ver qué. Y fui y el argentino, Adolfo Gutkin, estaba sentado dentro de una oficina y se me quedó mirando así, ya me había desaprobado y me dice: Mira, ahora tú sales por esa puerta por ahí y entonces dentro de dos o tres minutos entras y lo único que quiero que tú me digas es: Yo quiero ser actor. Es lo único que yo quiero, pero me lo tienes que decir de distintas maneras hasta que yo te pare. ¡Mira, por tu madre!, yo creo que una de las veces me tiré en el piso llorando, me dio como un ataque: ¡¡¡Yo quiero ser actor!!! Otra vez me encaramé arriba del buró y yo creo que los gritos se oyeron en el Parque Céspedes: Que yo quiero ser actor.

Amaury. Yo quiero ser actor, a veces llorabas. (risas)

Enrique. Aquel argentino se reía así mismo como lo estás haciendo tú.

Amaury. Claro, yo te imagino diciendo: Yo quiero ser actor, de distintas maneras.

Enrique. Este hombre está loco o qué le pasa. Hasta que me dice: Mira, tú vas a ser actor. Ya, llegué a la cafetería y digo: ¡Pedro Carrió, yo soy actor! ¿Cómo? Yo quiero. Yo soy actor, ya, de ahí del Conjunto Dramático de Oriente, yo soy de allá. Me voy de la cafetería y no trabajo más. Y de ahí para adelante, bueno, la primera noche, imagínate tú, una reunión con los argentinos y todos los actores, hablando de Stanislavky, de Grotowski, de Brecht toda esa gente. ¡De qué hablan!, me dieron ganas de bajar la escalera corriendo. ¿Dónde me he metido yo? y de ahí, Amaury, mira, a golpe de...

Amaury. A golpe de talento, mi socio.

Enrique. A golpe de luchar y de batallar.

Amaury. De talento que como tú hay muy poquitos que tienen ese talento. ¿Y en Santiago hiciste radio?

Enrique. Sí, hice radio en la CMKC, pero soy muy malo en la radio.

Amaury. ¿Sí?

Enrique. Oh, horrible.

Amaury. Tú no puedes ser malo en nada, Enrique.

Enrique. No, no, malísimo soy, porque mira, para mí el medio más difícil que hay en la actuación es la radio. Yo admiro muchísimo a esos actores que cogen un libreto y a primera vista empiezan ya a interpretar, a actuar con eso que está escrito ahí. Yo..., eso es muy difícil, yo no estoy preparado para eso. Yo estoy preparado para aprenderme en mi tiempo, el que yo le doy, memorizar, estudiar la situación del personaje que voy a interpretar.

Amaury. Las líneas.

Enrique. Qué sé yo, ya cuando yo tengo el dominio, más o menos, de ese texto que está ahí, vamos para allá.

Amaury. ¿Tú te aprendes también el texto del otro actor que se relaciona contigo o solamente el pie que te da?

Enrique. No, no, tú tienes que estudiártelo todo, por lo menos yo me lo estudio.

Amaury. Porque hay gente que nada más se estudia el pie del que viene.

Enrique. No, no, no, eso..., esos son los actores que tú ves que están como pescado en nevera. Que el otro está hablando y él está pensando nada más que el otro diga: papa, cuando diga papa, hablo yo, están muertos ahí. No, no, no, yo no puedo hacer eso. Yo tengo que incluso estudiar la  psicología del personaje con el que estoy dialogando yo, no solamente el mío. Porque ¿cómo tú puedes establecer una relación?...

Amaury. Y una cosa, Molina, en esa relación, ¿Quién marca el tono en un diálogo?..., por ejemplo: entre tú y yo, ¿quién va a marcar el tono, el tono en el que hablamos?

Enrique. Tú empezaste en un tono haciendo la entrevista y en el tono tuyo continúo yo. Yo, puede ser que en lo que voy a hablar, puedo subir un poquito más el tono porque estoy bravo, porque no sé qué.

Amaury. No, no te pongas bravo. (risas)

Enrique. No, no, yo no me pongo bravo, pero siempre uno va al tono con el que está...

Amaury. ...Al tono con el que yo te voy llevando.

Enrique. Claro.

Amaury. Y si yo voy levantando el tono o lo subo un poco más porque me parece que hay que ser un poquito más enfático en algo, tú te vas conmigo.

Enrique. En este caso, sí. Aquí, aquí. En la actuación, no, porque a lo mejor tú estás interpretando un personaje que te pegas al pecho del berrinche que tienes.

Amaury. Un histérico loco.

Enrique. Y el mío está muerto de risa, tranquilo.

Amaury. Te lo preguntaba, porque para un músico el asunto de las tonalidades es muy importante. ¿Cuánto vienes para La Habana y por qué vienes para acá? Ya tenías allá una esposa y tenías unos muchachos y todo. ¿Con todo el mundo arrancaste para acá?

Enrique. Ah, bueno. La vida se me fue complicando, esto es algo bien íntimo, pero no sé, aquí uno viene a tu programa como a confesarse.

Amaury. No digas eso, no digas eso.

Enrique. Por lo menos es lo que he sentido. A mí me gustaron muchísimo las cosas tan lindas, tan íntimas, que dijo Frank Fernández.

Amaury. Es que la gente cuenta cosas.

Enrique. Tan humanas.

Amaury. Yo me siento privilegiado por eso.

Enrique. Sí, cosas preciosas de la vida de él personal, qué sé yo. Y entonces, bueno, mira, cuando yo... mientras yo trabajaba en la cafetería, la relación mía matrimonial iba perfecta; pero cuando empecé a ser actor, que ya yo bajaba por Enramada.

Amaury. Calle maravillosa.

Enrique. Además, yo tenía 17, 18 años ¿tú me entiendes? Estaba precioso, yo tuve belleza.

Amaury. Tú eres muy lindo, chico.

Enrique. Entonces, mi hermano, ya eso, ya ahí empezó como que ha resquebrajarse la relación matrimonial, ya había cosas que no se entendían, que por qué yo tenía que pasarme tantas horas en un ensayo. Ya las mujeres me saludaban por la calle y querían retratarse con el actor que trabajaba en una obra de teatro. Esas cosas que ocurren en la vida nuestra. Hasta que llegó un momento en que ya aquello no dio más y yo tuve que decidir romper aquella relación. Vine a La Habana en el año 70. A los pocos días de estar aquí empezó mi nueva relación, con la mujer que todavía sigue siendo mi esposa.

Amaury. Que ya cumplieron 40 años de estar juntos.

Enrique. Anjá, ya cumplí los 40 años de casado, que ha significado mucho para mí, mucho, mucho, mucho. Yo vine de Santiago de Cuba con un maletín en el que traía dos pantalones y tres camisas y 28 pesos en el bolsillo, no tenía nada más que eso. Vine con una carta de Enrique Bonne, que hacía constar que yo era actor.

Amaury. ¿Enrique Bonne, el músico?

Enrique. Enrique Bonne, el músico, que era jefe de programación de Tele Rebelde en Santiago de Cuba. Yo fundé Tele Rebelde. Del teatro pasé a la televisión allá en Santiago y él me dio una carta que decía: Enrique Molina, actor de aquí, qué sé yo. Me dijo, bueno, con eso ve para La Habana a ver qué tú puedes resolver. Vine para aquí y estaba yo parado frente a la cafetería que en ese momento estaba frente a la escalinatica del ICRT, y estoy conversando ahí con Carlos Quinta, para que él me alumbrara de cómo era la cosa aquí en La Habana y me dice: mira, ese que viene bajando por ahí es el director general de la televisión, Abraham Masiques. Agarré mi maletín, crucé la calle y dígole: mire, usted me disculpa, yo traigo una carta aquí de Enrique Bonne, que dice que yo soy actor de Santiago de Cuba y vengo a ver si me pueden dar trabajo aquí. Se me quedó mirando así. Ahí está él, que no me dejará mentir nunca.

Amaury. Él no deja mentir a nadie, así que no te preocupes.

Enrique. Agarró mi maletín, viró para atrás, me dice: sigue detrás de mí, pro, pro, pro, cogió el elevador. Ahí cogió por todo el pasillo, cogió el otro elevador hasta el 9no. piso. Me llevó a ver a uno que se llamaba Carlos Díaz, que era el que repartía el talento cuando venía un director a pedir actores y actrices, y pra, pra, le dijo a Carlos Díaz: A partir de mañana me le das programas ya, en las teleclases que se están haciendo aquí a las 7 de la mañana. Y ahí empecé.

Amaury. Rapidísimo.

Enrique. Me dijo: ¿Tú no tienes dónde vivir? Dígole: bueno, tengo la familia mía en Bauta. Me dijo: mira, esta llave es de una casa de visita que está en muy mal estado en la calle Neptuno, allí hay un cuarto que tiene como cuatro o cinco camas, yo creo que hay una cama vacía, por lo menos para que no duermas en la calle. Toma. Yo me quedé así que no entendía nada... Es de esas cosas de la vida de las cuales yo siempre me he sentido muy feliz, de la suerte, de la luz, de no sé qué.

Amaury. ¿Pero no habías conocido a Elsa todavía en ese momento?

Enrique. Sí, ya la conocía. Y ahí me quedé y a los seis meses me casé con Elsa Ruiz y ya, 40 años y dos hijos maravillosos que tengo con ella.

Amaury. Tienes hijos...

Enrique. ...Mis hijos de Santiago.

Amaury. Tienes hijos, pero tienes nietos, y tienes bisnietos.

Enrique. Tengo tres bisnietas.

Amaury. Es que esto no se puede creer, bueno, claro, es que empezaste muy temprano.

Enrique. Muy tempranito y mis hijos también empezaron temprano.

Amaury. No, hombre... con esa escuela del padre, que a los 17 años ya tenía dos hijos.

Enrique. La bisnieta mayor va a cumplir 11 años.

Amaury. No puede ser.

Enrique. En Santiago de Cuba, bisnieta.

Amaury. Es que contigo cualquier cosa puede ser. Bueno,  debes haber hecho algo antes, pero cuando yo me fijé por primera vez en ti, fue en Los Comandos del silencio, de Eduardo Moya. ¿Habías hecho algo antes en TV importante?

Enrique. Bueno, había hecho las Teleclases que te hablé. Moya dirigía algunas.

Amaury. Algunas de las escenas de las teleclases.

Enrique. De esas escenas y él, bueno, fue mirando a los actores y cuando fue a hacer Los Comandos del Silencio, me llamó. Esa fue mi primera gran posibilidad.

Amaury. ¿Estaban quiénes? Miguel Navarro estaba.

Enrique. Estamos hablando de hace 40 años atrás.

Amaury. Sí, sí, esa fue una serie que rompió todos los esquemas.

Enrique. Salvador Word estaba en su apogeo como actor, Miguel Navarro, Reinaldo Miravalles.

Amaury. Sí, sí, es que aquello no tenía nombre.

Enrique. El piquete de gente era... yo hice todo lo posible, no escatimé un minuto para absorberles todos sus conocimientos. Verlos nada más, cómo hacían ellos las cosas.

Amaury. ¿Y en vivo era, no?

Enrique. En vivo, esa aventura la hicimos en vivo.

Amaury. Cuentan que se hacían cosas en los pasillos.

Enrique. En todos lados, en la azotea.

Amaury. En todo el edificio.

Enrique. En el edificio del ICRT, no, no, terrible... tomábamos el ICRT, nos salíamos del estudio para hacer escenas. Aquello fue una aventura realmente histórica... Y tenía, yo recuerdo de aquella época, algo bien bonito. Cuando ya daban el corte, que ya se acababa el programa que íbamos a salir del estudio, al abrir la puerta al pasillo, el presidente el organismo estaba ahí, en el taller, en el lugar de trabajo con la gente ahí, para felicitarnos por el capítulo, o para hacernos alguna observación de algo que no había salido bien, alguna cosa. Día por día y capítulo tras capítulo.

Amaury. A ver, a ver, yo estoy tratando, porque estoy tan fascinado, me tienes como hipnotizado. A mí nunca me han hipnotizado, tú me tienes hipnotizado.

Tú tienes anécdotas en tu vida artística tremendas, pero yo creo que ninguna es tan importante como el hecho de que tú hayas sido capaz de someterte a una cirugía plástica general para hacer el papel de Martí. Aparte de someterte a una dieta. Yo no conozco a nadie que haya hecho eso en ninguna parte, ni en Hollywood, ni por 10 millones, ni por 15. Pero después, además, esa película no se hace. Cuéntame, porque yo quiero oírlo de tu boca. Ya sé que a lo mejor lo has contado alguna vez en un programa, me dijiste que hace poco, el año pasado, bueno, pero a mí no me lo has contado nunca. Cuéntamelo ahora mismo, yo estoy temblando con eso.

Enrique. No, esa idea surge cuando yo interpreté a Lenin, o sea, yo interpreté a Lenin en dos oportunidades. Primero en el año 67, El Carrillón del Kremlin, que yo lo hice en la televisión y Mario.

Amaury. Mario Balmaseda.

Enrique. Mario hizo un trabajo, excelente el trabajo de Mario, excelente, dicho con toda...

Amaury. Sí, sí, es que Mario es otro de los grandes.

Enrique. Cinco años después, yo hice una miniserie que se llamaba Relatos sobre Lenin. Eran cinco cuentos sobre la vida de Lenin. Se terminaron y quedaron..., de verdad que yo quedé satisfecho con ese trabajo. Lo dirigió Lillian Llerena. Y a raíz de esos cuentos, la televisión, el organismo le plantea a Lillian la posibilidad de hacer eso mismo: cinco o diez relatos sobre la vida y obra de Martí.

Amaury. ¿Era en televisión?

Enrique. Para la televisión.

Amaury. Era para la televisión. Era cine en televisión.

Enrique. Anja. Martí niño; Martí adolescente; Martí todo, hasta que muere Martí. Y un buen día se me aparece Lillian en la casa y me dice: Déjame ver al álbum tuyo de bodas con Elsita. Se lo enseñamos, y empezó: Si tú te vuelves a poner así flaquito, como estabas en esta foto, yo creo que tú me puedes hacer el personaje. Siempre hay que operarte la nariz, porque yo tenía antes una nariz cuadrada, que parecía un porrón de tomar agua, y entonces, hay que operarte la nariz, porque con esa nariz, hay que afinártela para que después con el maquillaje se te haga recto, qué sé yo. Y Lillian y yo nos fuimos a ver al Doctor William Gil -ya falleció el año pasado- y le dimos la idea a William Gil. Y él me dijo: pero es que tú físicamente no tienes nada que ver con Martí. Claro, que iba a tener yo que ver con Martí.

Amaury. No, claro.

Enrique. Y él se pasó como un mes estudiando aquello hasta que me llamó y me dijo: Oye, yo no te puedo operar la nariz ahora así de un viaje. Te la tengo que operar en dos partes. Tengo que virarte los cartílagos, mantenerte ahí como 10 meses con los cartílagos invertidos para que se endurezcan y después volvértelos a poner como eran, qué sé yo. Pero, mira, tengo que operarte los párpados, porque Martí era de ojos abiertos; tengo que separarte las orejas, porque Martí era de orejas separadas; tengo que correrte el nacimiento del pelo hacia atrás, porque Martí, mira como tenía las entradas. Tengo que quitarte todo lo que te va a sobrar cuando tú ya termines de bajar las cuarenta y pico de libras. Y en un mes, ¡en un mes!, bajé 42 libras.

Amaury. Pero es que ese hombre puso en riesgo tu vida.

Enrique. No, pero la verdad que yo tenía una atención médica ahí extraordinaria, extraordinaria.

Amaury. No, eso no lo dudo, pero son muchas libras, porque es más de una libra diaria.

Enrique. Entonces, tenía unas dietas que eran comiquísimas. Era una bandeja, de esas de las bandejas de los hospitales, que tiene muchos departamentos y me traían en el centro, en el medio, donde va el potaje, ahí me traían un ala de pollo hervida sin sal. Ese era mi almuerzo y por la tarde, la otra ala, la derecha, así. Cuando yo veía aquello...

Amaury. Te traían de un pájaro las dos alas. (risas)

Enrique. Entonces ahí estaba ingresado conmigo, al lado, un muchachito que era distrófico y lo que le llevaban de comida a aquel muchacho, era para... imagínate, distrófico. Y entonces el muchacho me decía: ¿Tú no quieres hacer Martí? Porque se corrió en todo el hospital que yo iba a interpretar a Martí. Imagínate tú. Bueno, entonces viene el proceso de las operaciones y fueron en total 7 cirugías, que fueron los siete meses que estuve hospitalizado.

Amaury. Tú no ibas a hacer el papel de Martí, ibas a ser Martí. Te querían convertir en Martí.

Enrique. Y con Lillian Llerena todas las tardes sentada al lado de mi cama, ahí, porque no me dejaban caminar, ahí, leyéndome cosas de Martí. Todas las tardes iba para allá a las dos y hasta las cinco de la tarde. La obra de Martí y los que hablaban sobre Martí, cómo era Martí. Salí del hospital a los siete meses y empecé a trabajar con Lillian en su casa y a buscar en actuación a ese Martí.

Amaury. Que ya físicamente lo tenías.

Enrique. Claro, pero hacía falta el de aquí adentro.

Amaury. Claro.

Enrique. Porque no hacía falta solamente el físico. Era ese hombre que fuera capaz de convencer al Martí que cada uno de nosotros tiene en su cabeza. Cada cubano tiene un Martí aquí en su imaginación y había que hacer un Martí que fuera, que fuera digno. Yo le entregué a aquello el amor, la vida, el corazón.

Amaury. Le entregaste la piel.

Enrique. Porque yo me decía: después que ya yo hice Lenin, hacer Martí ahora, ya, qué más puedo pedir como actor. ¡Qué más puedo pedir! Y un buen día, después de muchísimo tiempo ensayando, nos llaman del ICRT, a Lillian y a mí, por favor, que vengan urgente a la oficina de Manelo.

Amaury. Sí, que entonces era el Presidente del ICRT, Ismael González.

Enrique. El presidente del ICRT. Y vamos para la oficina de Manelo y nos dice. Lillian, por favor, siéntese ahí. Molina, siéntate aquí. Miren, yo no sé lo que yo haría por reconocer el esfuerzo que tú has hecho, pero te tengo que decir, que va a comenzar en estos días, ya, el Período Especial, y ni el organismo, ni el Estado -no era solamente el ICRT, habían otros organismos que iban a colaborar en la construcción de...

Amaury. Sí, claro, una cosa como esa.

Enrique. Era un proyecto gigantesco del ICRT. Nadie puede apoyar esto, ni el Estado, ni nadie, no hay con qué. Me levanté de aquella butaca, mira, no, no. Ahí está Manelo que no me dejará mentir. Yo no dije nada, me paré, así, tranquilamente, viré la espalda y me fui. Las lágrimas me corrían a chorros por toda la calle. Yo, en mi mundo, en mi enajenación le dije a mi mujer cuando llegué a la casa: voy a renunciar, yo no voy a trabajar más. Yo creo que ya he hecho bastante con mi trabajo, y no voy a trabajar más.

Mi mujer me cayó ahí, los amigos me cayeron ahí y un día se me apareció Eduardo Macías en la casa, y me dice: oye, yo sé que tú estás mal de ánimos, pero te vengo a buscar para que me ayudes. Entre tú y yo vamos a convencer a Reinaldo Miravalles para que tú y él se vayan con (Rogelio) Blaín, y conmigo para Camagüey para hacer una aventura que se llama Los Hermanos y quiero convencer a Miravalles porque él nada más que trabaja en los últimos 30 capítulos. Y mira, aquello me empezó otra vez a mover esa cosa que uno no puede negarse a eso ¿verdad? Y me fui con Macías a casa de Miravalles y lo convencimos y se fue el viejo para allá con nosotros.

Amaury. Pero ven acá, Enrique, si tú tuvieras ahora la misma edad que tenías en aquel momento. Hoy, fíjate, hoy. No es que te ubiques en el ayer. No es que te ubiques en el joven que fuiste, sino en el joven que podrías ser hoy y te encontraras a otro delirante martiano, como el Doctor William Gil -que en paz descanse-. ¿Tú te someterías a eso? ¿Someterías a tu mujer, someterías a tus hijos nuevamente a ese proceso, para hacer Martí?...

Enrique. Yo creo que esto que hizo...

Amaury. Fernando Pérez.

Enrique. Fernando Pérez, es una belleza.

Amaury. Es que es una belleza.

Enrique. Para aplaudírselo, ahí están, en la pantalla, el Martí niño y el Martí adolescente. Pero ese Martí adulto, yo creo que es imperdonable que sigan pasando los años y que no se haga. Si yo me viera otra vez, no ahora con las condiciones físicas que tengo, porque ya tengo 66 años, pero si echamos el tiempo atrás y me vuelven a plantear lo mismo, yo lo vuelvo a hacer, pero con una satisfacción tremenda.

Amaury. Enriquito, hablemos de este personaje icónico tuyo, Silvestre Cañizo, de la telenovela Tierra Brava, inspirado en Media Luna, de Dora Alonso, ¿cómo fue ese problema de maquillar a ese hombre? ¿Cómo fue crearlo? Ese personaje no está concebido de esa manera en la novela.

Enrique. No, no, en la novela el personaje prácticamente ni existe.

Amaury. No, era un personajito, yo recuerdo en los libretos que mi mamá, Consuelito, hizo en algún momento de la niña Lala, cuando hicieron Media Luna.

Enrique. Sí. Bueno, una vez me mandó a buscar Dora Alonso, ya cuando la novela estaba casi en su final, y ella, muy contenta, muy satisfecha, muy feliz, me felicitó y me dijo: Mira, ese personaje yo no lo creé. ¿Quién creó ese personaje? Dígole: mire, Dora, esto, el personaje, aunque me sea feo decirlo, y con la anuencia de la directora, de Xiomara Blanco, lo fui creando yo. Lo creé, porque lo primero que hice fue que me fui, como ya yo tenía los capítulos en mi casa, todos, y ya yo sabía que a partir del capítulo 30 al personaje le daban aquella paliza que lo dejaban botado en el monte. Yo me fui a ver a un médico, allí al Hospital Ortopédico, a consultar con él como quedaría una persona que recibe una paliza de esa manera, que se queda abandonado, silvestre, en el monte, ¿Por dónde hay que darle para que se justifique que esa joroba queda para toda la vida? Porque no había un hospital (en la novela) no hay nada. Y entonces él me fue explicando que para lograr... Yo sí le hice al médico, físicamente, lo que yo quería, cómo yo quería quedar. Y me dijo: bueno, mira, hay que partirle la clavícula al personaje con algo, con un palo, con un pedazo de hierro, con algo y entonces así lo hicimos. Después le expliqué a Xiomara por dónde es que se asalta al personaje, que se vea un culatazo que le dan con un fusil, dónde le dan, para justificar esa lesión que se le queda para toda la vida. Después me fui a ver a un técnico de prótesis bucal para que me creara esa cosa que se levantaba aquí por dentro; él me creó una pieza que yo me ponía por allá adentro, y se quedaba la boca virada, horrible.

Amaury. ¿Y lo del ojo?

Enrique. Y entonces, con las maquillistas hice como cinco o seis pruebas de maquillaje para lograr el efecto ese del ojo horrible. Y nada, con un pedacito de tul, hicieron muchísimas pruebas  y ninguna dio resultado, porque me iba al estudio con la cámara, para ver cómo se veía y se veía que era falso. No teníamos con qué hacer eso. Y a mí se me ocurrió decirle a la maquillista: mira, vamos a coger un poco de mastic, que es con lo que se pegan las barbas y los bigotes de los personajes. Bájame aquí el párpado, échame mastic aquí, súbeme esta parte de aquí y échame por aquí arriba. Aguántamelo un rato ahí y después suéltalo a ver qué pasa. Así lo hicimos y la maquillista dio gritos de alegría. Ahhh, lo logramos, lo logramos. Pero eso me costó a mí un estafilococo dorado que me duró dos años, después que se terminó la novela.

Amaury. Sí, claro, porque eso te lo hacían todos los días.

Enrique. Todos los días y todos los días me lo tenían que quitar con alcohol, un chorro de alcohol ahí para que eso se despegara. Eso era diario. Y entonces la esposa de Almirante, Blanca Elena, fue la que, ahí, ahí.

Amaury. La doctora.

Enrique. La doctora, oftalmóloga, me curo el estafilococo ese. Pero pasé una..., terrible

Amaury. De todas maneras todo el mundo..., tú sabes que para siempre te van a recordar por ese personaje.

Enrique. Sí, es un personaje que, una vez Edwin Fernández, padre, me dijo, a raíz de salir al aire En silencio ha tenido que ser, que yo hacía el nicaragüense aquel, Matías.

Amaury. Cómo no.

Enrique. Y una vez me intercepta en el camino y me dice: Oye, yo llevo mucho más años que tú en la carrera esta, ya estoy viejo de actuar, y los actores tenemos personajes por los que nadie nos recuerda, pero tenemos otros personajes que quedan para el resto de la vida, aún después de muertos. Y creo que tenía absoluta razón, porque mira cuántos años hace que Edwin Fernández ya no está con nosotros y todavía cuando vamos a hablar de Edwin Fernández, decimos Trompoloco.

Amaury. Trompoloco, claro, claro.

Enrique. Y con Silvestre Cañizo me ha pasado eso. Hace años ya de la novela y yo ando por toda Cuba, desde la Punta de Maisí al Cabo de San Antonio y todo el mundo me llama Silvestre Cañizo, todo el mundo. Desde el que recoge la basura, hasta el nivel más alto que haya en el país, Silvestre Cañizo, y yo me siento feliz con eso.

Amaury. Enriquito, ¿por qué no hablamos un poquito del cine? Tú has hecho muchos papeles. ¿Con cuál te sientes más identificado? ¿Con cuál te sientes más cómodo, cuando los recuerdas?

Enrique. ¿Pero te estás refiriendo a...?

Amaury. A todo el cine que has hecho a lo largo de tu vida.

Enrique. Mira, el cine para mí ha sido una experiencia maravillosa por el rigor y por el respeto que los directores de cine tienen con sus artistas. Y he tenido la suerte, realmente, de trabajar con directores de cine que son, dicho en el buen sentido de la palabra, damas, dirigiendo a los actores. Como es el caso de Manolito Pérez, como es el caso de Fernando Pérez, Daniel Díaz Torres.

Amaury. En la película del Benny, que trabajaste con Jorge Luis Sánchez.

Enrique. Jorge Luis Sánchez, su primera película. Y uno se queda con eso en el alma. Es el espíritu de dos resultados, que es lo que disfruta uno; el resultado de la película, el resultado final con el público y he tenido la suerte de hacer algunas películas que han tenido un impacto importante en la población. Y lo que te deja, la enseñanza que te deja cada uno de esos directores.

Mira, con Jorge Luis Sánchez, mira que ensayamos con Jorge Luis en la película del Benny. Y Jorge Luis se paraba así, los tres actores, por ejemplo, que estábamos en un diálogo en una mesa, él se sentaba frente, ocupando el cuarto puesto de la mesa, a mirarnos las caras a cada uno, en detalle, de los diálogos que estábamos ensayando, y estaba pendiente hasta de la mirada.

Amaury. Claro, eso también es el cine.

Enrique. Claro, claro, pero en detalle, ahí, todo el detalle, con mucho rigor. Y así se trabaja el cine. Ahí he aprendido mucho. Me he alimentado el alma, como te decía, de esta gente, de ese colectivo buenísimo, buenísimo.

Amaury. Bueno, me estoy acercando al final. Si estuviéramos en una situación de repente de peligro inminente, ante una cosa natural, una cosa provocada por fuerzas internas. ¿Cuál sería el consejo que tú le darías a los cubanos ante cualquier eventualidad que nosotros sintiéramos?

Enrique. Bueno, yo viví en carne propia el ciclón Flora, allá en Santiago de Cuba y yo me quedé con un short que tenía puesto y un par de tenis, más nada. Nos quedamos sin nada y empecé a luchar, y a luchar, y a luchar. Y la vida nos volvió a levantar y la lucha..., la lucha, esa...

Amaury. La lucha interior, la individual.

Enrique. Esa. No lo que se dice por ahí: estoy luchando y son unos bandidos. A esa lucha yo no me refiero. Me refiero a la lucha de la vida, de enfrentar la vida con valor, con firmeza, qué sé yo... y nos volvió a levantar. Y después de eso fue que me hice actor, después del ciclón Flora. Mira tú si la vida, yo no sé si la vida me premió o fue producto de ese esfuerzo. Nosotros vivimos en un país que está constantemente amenazado por dos vías: la natural y la otra.

Amaury. Ahí iba.

Enrique. Eh, y nada. Mira, yo me siento tan feliz de ser cubano, que a mí nada de lo que ocurra en este país me asusta ni me da miedo. Nada, nada. Lo mismo un ciclón como si se vuelve a repetir otra vez Playa Girón. No, nada me asusta, porque sé que de ahí uno va a salir.

Amaury. El otro día una persona que ve el programa, un televidente o una televidente del programa, decía que yo, cuando hablaba de Cuba en los finales de los programas trataba de poner en boca de los invitados cosas que en realidad yo no sentía, ni sentían ustedes. Nadie habla de Cuba con esa pasión con la que tú has hablado si no es porque lo siente. Muchas gracias, Erniquito. Te quiero mucho.

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Rafael Solís, Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Rafael Solís, Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Enrique Molina y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manolito Iglesias, editor del programa y Enrique Molina en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Se han publicado 142 comentarios



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  • Arturo Ramos dijo:

    En lo particular me impresionó mucho el esfuerzo que debió hacer Enrique Molina para representar a José Martí. Imagino que pocos tendrían la fuerza necesaria para hacer algo parecido.
    Muchas felicidadez para Enrique Molina y para el colectivo del programa...

  • Miguel dijo:

    Amaury, felicidades por el año nuevo. Estoy bravo contigo, porque se acaban tus programas (cosa que nadie quiere que suceda) y no te has hecho la autoentrvista que hace algún tiempo por esta via te sugerí que te hicieras. Sabemos todos que la tecnología lo permite. Tdos tus admiradores te lo agradeceremos y conoceremos mas de tu vida. Saludos, Miguel Chavez.

  • Maria Antonia dijo:

    Excelente actor, excelente persona, padre, tio, en fin un cubano al que todos admiramos, muchas felicidades a Enrique Molina y que el año 2011 sea para el y toda su familia lleno de bendicones, paz y mucha salud.

  • Luis dijo:

    Amaury:

    Quisiera felicitarte por este nuevo año, al igual que a tus seres más queridos y al grupo de trabajo que te acompaña en la propuesta televisiva que realizan cada martes por nuestra TV.

    Soy testigo de cuando viniste en Camagüey en el año 2008 formando parte del proyecto cultural denominado "Expedición", cuyo propósito de visitar la prisión de Kilo-7 para plantear que la cultura es de vital importancia en la rehabilitación de personas que cumplen sanciones en centros penitenciarios de mi provincia, sin dudas dejó huellas en el corazón de reclusos, familiares y oficiales que participaron de este evento cultural, imborrables por cierto, recuerdo también que al final del espectáculo te fuiste en un carro que el General de Brigada Luis Cuenca Pupo puso a tu disposición por qué te quedaste hablando con personas a las que no interrumpias cuando opinaban y te agradecían por llevar tan profundo mensaje de esperanza, fue la primera vez que sentí de cerca tu presencia. En este año 2010, después de casi dos años de este suceso, cada martes que me siento a ver las entrevistas que propones, entiendo mejor el por qué se te otorgó la distinción de hijo ilustre de Camagüey, (ya eres hijo ilustre de toda Cuba) y te siento como en el 2008, sin desfraudar la sencilles con que dialogaste con todos los que te vimos en ese concierto y fuiste el último en partir para el Hotel "Camagüey" gracias a Cuenca, en carro. No escatimes esfuerzo alguno en dar a conocer las críticas sobre tenis blancos, corbatas amarradas a medias o uso indiscriminado de elogios con tus invitados, usted merece todo nuestro apoyo en cada grano de amor que pone en nuestra pantalla, cuenta con mis más sinceros afectos, y le reitero mil felicidades más por su obra artística en la conducción del programa, para el resto del 2011, alguien que lo estima mucho Ernesto.

  • Norka dijo:

    Excelente programa, que nos ha permitido conocer más al gran actor Enrique Molina, para Amaury y Enrique, sus familias y equipo de realización, muchas felicidades en el año que se avecina, que llegue con éxitos, y por sobre todo mucha salud, Norka.

  • Luis A. Garcia de la Torre dijo:

    AMAURY Y COLECTIVO DEL PROGRAMA

    MUCHAS FELICIDADES Y QUE EL NUEVO AÑO NOS DE LA POSIBILIDAD DE SEGUIR CONOCIENDO A LOS GRANDES QUE TRAES A TU PROGRAMA.
    ES DIFICIL HACER UNA SELECCION DE LOS PERSONAJES CON MAYUSCULA QUE HAS ENTREVISTADO PERO ME DECIDO POR DA UNA OPINION Y EL ORDEN EN EL QUE APARECEN NO SIGNIFICA PRIORIDAD Y SON LOS SIGUIENTES GRANDES ENTRE LOS GRANDES
    EUSEBIO LEAL
    ALFRERDO GUEVARA
    ENRIQUE MOLINA.

    SON TODOS TAN CUBANOS TN DIGNOS Y SENCILLOS QUE HAN SENTADO PAUTA ENTRE LOS TELEVIDENTES QUE SEGUIMOS TU MAGNIFICO PROGRAMA.
    LOS OTROS PERSONAJES SON MUY BUENOS PERO DE ESTOS TRES SE PODRIA HACER UN LIBRO UNA NOVELA UNA PELICULA O VOLVER A VERLOS DE NUEVO

    GRACIAS

    LUIS

  • Yusimí la Cazafantasmas dijo:

    A ver, a ver…
    Al compañero OMEGA o REQUEIRO: sí, padezco del colon y de las tres calaveras. Lamento informarle que no tengo deseos de sobresalir, pues en mi finca citrícola soy la mejor recolectora y tengo tres paredes de mi sala repletas de diplomas. Usted piensa que soy ofensiva con ciertas “personas, instituciones o hechos”; quizás se refiera, por ejemplo, a que dije que la pasta de dientes -“Perla” o “Dentex”, con o sin flúor- pudiera compararse con la marmolina para hacer pintura de lechada. No me retracto. Quizás por no hablar sin cortapisas durante tanto tiempo –como nos pide Raúl y Fidel- algunas “personas, instituciones o hechos” resulten vergonzantes. Si me considera graciosa o no, me tiene sin cuidados.
    También he tenido que terminar abruptamente las sesiones espiritistas, porque mi amiga la médium dio un salto que estuvo a punto de partirle la cervical, y en una jerigonza que solo yo soy capaz de descifrar, me ha pedido que intervenga en el foro por la intervención de un personaje que -a fuer de sublime sinceridad- ha dejado entrever severas confusiones o enfoques muy personalísimos y rígidos.
    Con esa clase de cocimientos -digo, conocimientos- debiera escribir un libro que más o menos pudiera titularse “Rituales aceptables para una entrevista televisiva”, o también “La praxis y la exégesis para el abordaje de un sujeto en TV”, o “¿Cómo interpelar sin quedar mal con nadie?” o “Método Laurent para una acometida convincente”.
    Algunas aclaraciones para el “forista sincero”, desde donde crece la palma:
    - “Todo lo que le dijo Molina ya había sido visto en televisión”. No es cierto, es usted un manipulador inexperto. Muchos temas de su vida personal o profesional no habían sido tratados públicamente en TV, se lo dice alguien que ha seguido la carrera de Molina y aún a esta edad no padece de Alzheimer. Y si fuera cierto, ¿el hecho de que usted los reconociera impide -como bien aclaró Amaury- que las nuevas generaciones los conozcan en voz del entrevistado?
    - “Me da la impresión de que Molina no es de sus amigos”. Buen intento de desprestigiar, sin sutilezas, a quien dice que admira. Lo suyo es al duro, pero con cariño y vaselina.
    - “Toda la historia de Martí era conocida”. ¿De veras?
    - “…me hubiera parecido más interesante que le preguntara…”. Aquí ya su barco perdió el rumbo, y eso que el mar era apacible. Usted haga “su” programa, entreviste a amigos y enemigos, elabore sus preguntas como más cosquillas le dé, y basta. No crea que el programa sería mejor o “perfecto” según su receta, que cada maestro tiene su librito.
    - “En la TV existen códigos para realizar una entrevista, y lo primero es la distancia entre entrevistador y entrevistado”. ¿De qué manual ha sacado usted esa perogrullada? ¡Ay, Rufo que estás en los medios, santificado sea tu nombre…!
    - “Intente refrenar un poco su cariño por los entrevistados”. “No hay que llenar el intercambio de frases halagadoras”. “Puede tocar temas escabrosos”. Vuelvo al manual y al exorcismo que le pido a Rufo, quien ni se imagina “el diablo” que tiene usted metido en el cuerpo.
    - “la de Alicia (la única a la cual adularía sin fin)”. ¿En qué quedamos, compañero?
    - “En ese sentido las mejores han sido esta de Molina, la de Alicia, la de Pichi, la de Zenaida y la de Eusebio”. Gracias por su rating particular, se la haremos llegar a la Comisión para la Eficiencia Audiovisual recién creada.
    - “…los menos “amigos”, según dejan entrever los programas”. Particularmente el de Eusebio, ¿verdad?. Puede que se haya quedado dormido, eso le pasa a cualquiera. Vuélvalo a ver.
    - “Improvise un poco al final”. Totalmente de acuerdo. Sería bueno que Amaury le vuelva a dar la bienvenida al entrevistado, o que se levante y le quite el micrófono rompiendo el vestido o el saco, o que le meta un bofetón a su invitado. Sugiéranos a todos, por favor, otros artilugios mediáticos que ayuden a combatir la monotonía y suban el rating.
    - “Pichi no se lo dijo, pero a mí sí me pareció que toda la entrevista era una manera de captarlo a su círculo de amigos. Aclaro, no me parece mal esa intención, a mí también me gustaría, pero me sobra esa pregunta en un programa de TV.” Ya, ya… Lo importante es que usted también haría lo mismo, solo que no públicamente. Buena lección de doble moral.
    - “Quizás no hay que buscar a los entrevistados en Panataxi, o montar el set en un estudio de la TV (aunque dudo que Silvio le cobre por utilizar Abdala), o utilizar técnicos del ICRT y no del ICAIC, que supongo cobren tarifas más altas”… Con amigos como usted, Amaury no necesitaría de enemigos. ¿Puede demostrar lo de Panataxi? ¿De dónde saca que Silvio cobra por utilizar Abdala? ¿Trabaja usted en el ICRT? Todo lo demás puede ser cierto, pero esa es la diferencia –demostrada durante 50 años- entre producir con el ICAIC o con el ICRT. Usted mismo ha elaborado una lista en su comentario -¡qué manera de copiarme!- de todo lo que el ICRT produce y no le satisface o aborrece.
    - “Tenía necesidad de soltar esto al leer tantas cosas buenas en el foro”. ¡Dios mío, que de verdad hay quien prefiere quedarse tuerto con tal de ver a su vecino ciego! Me imagino que usted se dijo: “vaya, déjame participar para poner la cosa un poquito malita…”
    En fin, muchas gracias, compañero Laurent, como foristas estaremos atentos a sus futuros y sinceros comentarios.
    Y sigo las sesiones con mi amiga la médium, para enterarme de la segunda parte de mi merecida entrevista con Amaury,
    la que dice lo que piensa,
    Yusimí La Cazafantasmas

  • José Antonio dijo:

    Buenas tardes Amaury ante todo quisiera saludarlo y desearle lo mejor para el próximo año. Soy fiel admirador de su programa y como yo en matanzas somos muchos lo que quisiéramos que sea extensiva a las provincias la venta de los DVD de las ediciones más solicitadas de su programa.  

    Saludos Cordiales
    Jose Antonio Debeso Santana
    Tecnico Gestion Comercial.

  • Marilyn dijo:

    Hola a todos los que participan en el Programa Con 2 que se quieran, les escribimos para feliciatrlos por las maravillosas entrevistas. Quisiera que repitieran algunos programas pues por desconocimiento algunas personas no pudieron ver algunos programas que yo si pude ver y que estuvieron magnificos como la entrevista a Manuel Calviño,a Eusebio Leal, Aurora Basnuevo, excelentes progranmas. De verdad ls felicito
    Feliz año nuevo
    Marilyn

  • Colectivo de Con 2 que se quieran dijo:

    Una breve aclaración: Los Estudios Abdala, donde ahora se graba el programa, no pertenecen de ninguna manera al cantautor Silvio Rodríguez, forman parte de la Corporación CIMEX y nos lo rentan. La Empresa PANATAXI para nada es patrocinadora del programa, los invitados llegan al mismo por sus propios medios.
    Gracias.

  • Angélica dijo:

    Querido Amaury
    Sigue haciendo tu programa como lo has hecho hasta hoy, con ese ambiente tan familiar que logras con todos tus invitados, los que de una forma u otra son tus amigos o han compartido momentos en tu vida y tu trabajo, porque aunque seas el entrevistador de un maravilloso programa que invita a personalidades de nuetra cultura cubana, TÚ TAMBIÉN ERES UNA PERSONALIDAD DE NUESTRA CULTURA CUBANA, y gracias nuevamente por regalarnos ese magnífico programa, que coincidiendo con Yusimí "la Casafantasmas" es lo mejor que tenemos en nuetra TV.

    Y me alegro mucho que ya esté planificada la entrevista con Silvio.
    Muchas felicidades en este nuevo año y que sigas recibiendo lo mejor de tu público que te ama.

  • Alexis Machado dijo:

    Queridisimo Amaury.Cada día el programa me parece mas corto.¿le han quitado minutos?. Para mi el mejor programa de la tv cubana es este. Felicidades en el 2011 y que sea infinito tu programa.

  • La cubana dijo:

    Me sumo al sentir de Mercedes González y se deberia invitar a Taladri, seria un excelente programa y asi nos habla de los extraterrestes que tanto le gustan.
    Por favor Amaury ten cuenta esta sugerencia

  • Laurent dijo:

    Lamento mucho haberme equivocado con lo de los estudios. Ya ven, era al revés, lo que pensé que saldría gratis hay que pagarlo y lo que pensé que costaba no forma parte del presupuesto del programa. No conozco las tarifas pero en este caso me da la impresión de que saldría más barato usar a PANATAXI. En fin, esto es un tema para los nuevos lineamientos.
    Ante comentarios hirientes de caza...fama (única del mundo que vio "correr" el Himalaya por el Africa Central) y otros escogo el mutis, y sigo añorando el día en que los nacidos en este archipiélago podamos cruzar armas verbales sin atacar planos bajos.

  • Israel Molier dijo:

    Ante todo mis saludos y un verdadero deseo de Paz

    Pr´speridad y Amor al lado de los suyos y del Colectivo del Programa:

    Le escribo pues para felicitarle ppor lo novedoso, a mi entender, de este

    programa que Ud dirige y que sinceramente me ha sorprendido, creo que no

    solo a mí sino también al público cubano y a todo aquel que lo ha

    compartido,eso creo.

    Es de reconocer y felicitar por un programa transparente y ameno, y con

    esta carga emotiva que lo caracteriza por sus invitados tan inesperados y

    siempre tan CUBANOS(en su sentido más real y justo)

    De hecho me sorprendo con estas líneas pues a decir verdad, y que no lo

    tome a mal, nunca he sido asiduo de su música, sólo a algunos temas; aunque

    ya veo que nada que ver uno con lo otro.Espero no lo tome a mal pero no le

    diría otra cosa pués sería mentira.

    Le felicito SINCERAMENTE y es mi mejor deseo que para futuros tiempos la

    televisión cubana continúe refrescando su programación con programas tan

    bien logrados como el suyo,todo siempre sin intención de adular.

    Mis má sinceras FELICITACIONES a Ud y al colectivo del programa.

    A todos un Feliz Fin de Año, y uno próximo lleno de cosas mejores.

    Sólo no podía dejar de decirlo.

    Espero esta opinión sea tomada.

    Sinceramente:

    Israel Molier González

  • LYM dijo:

    Molina, que cubano tan sencillo!, siendo el MEJOR actyor de la TV cubana, no digo uno de los mejores porque para mi es EL MEJOR. Esperaba un programa así con él, lleno de sinceridad y cautivante con esa voz que nos hechiza pues lo distingue y lo realza mas en sus personajes. Quisiera que siempre estuviera en algo en la TV para disfrutar de su tan natural actuación y que además hiciera muchas mas películas para que quede para siempre su legado profesional para los jóvenes actores. Muchas felicidades y que el próximo año sea el mejor de sus vidas. Un abrazo a todos

  • Cecilia dijo:

    Amaury :

    Ante todo muchas felicidades y éxitos en el 2011 para ti y el colectivo del programa.
    Decirte que me encantó el programa con Molina, sería muy poco. Para mí él es una de las grandes figuras con que cuenta nuestra televisión y el cine.
    Da gusto poder saborear tanta sencillez y modestia en una época donde estas cualidades están dormidas , por no querer decir perdidas. A Molina le deseo lo mejor y que continúe siendo el maravilloso ser humano que es , también para él éxitos y mucho amor.

    Cecilia

  • M Carmen dijo:

    ALELUYA AMAURY!!!!!!

    QUE 2 BUENAS NOTICIAS!!!!
    EL PROXIMO PROGRAMA CON CARILDA Y EL "SI QUIERO" DE SILVIO!!!!

    MUCHAS FELICIDADES PARA TI Y TODO EL COLECTIVO DE C2QSQ
    EXITOS PARA EL PROGRAMA EN EL 2011 Y PARA TI Y EL RESTO DEL COLECTIVO MUCHA SALUD Y PROSPERIDAD!!!!

    MCARMEN

  • Osvaldo Requeiro dijo:

    A ver...A ver...Yusi, deberías ser más receptiva a las críticas y dejar de atrincherarte ante ellas. Yo también sigo manteniendo lo que expresé sobre tu persona y sobre todo que este foro, pierde con tus pretendidos "chistes". Pongo punto final a este intercambio de pluralidades, pues ya comprendí que eres incapaz de de entenderlas y de tener la CLASE que poseen el programa de Amaury y este foro, los cuales merecen ser respetados. Afectos , a persar de.
    Omega

  • Oscar dijo:

    Tuve oportunidad de conocer a Enrique Molina en Nicaragua en el año 1981 -2 en Juigalpa cuando se filmó ¨Por el Mismo Camino¨ sobre la muerte del maestro Águedo Morales López, asesinado por la contra.
    Considero que es el mejor actor contemporáneo de nuestro país, además es una persona sencilla y modesta ¨no se cree cosas ¨como se dice ahora.
    Le deseo feliz 2011 y que siga cosechando éxitos.

  • pablo vargas dijo:

    Es cierto hermano, "La vida nos vuelve a levantar

    Enrique Molina es un excelente actor y un aun mejor ser humano.

    Les conozco a él y a Elsita desde hace muchos años y jamás he percibido en su manera de ser, el más mínimo cambio.

    Ha dejado para la historia de la actuación cubana personajes inovidables en el cine, la televisión y el teatro.

    Y ha asumido siempre esos roles y a su profesión como un sacerdocio. El hecho de someterse a todas esas operaciones para interpretar a Martí, nos facilita decir en muy pocas palabras que es un actor excepcional, pero además de una valentía que no deja lugar a dudas.

    Lo recuerdo en todos los matices posibles y en todos los registros alcanzables, sin repetirse y sin sobreactuar.

    El arte cubano, le va a recompensar siempre por su capacidad de entrega y su dedicación.

    Ante Enrique Molina, hay que quitarse el sombrero y hacer una reverencia. Si alguién merece tal reconocimiento, ese es él

    Gracias hermanito Amaury por este cierre de año.

    Felices fiestas para ti y tu equipo de locos maravillosos.

    Pablito Vargas

    A finales de dieciembre de 2010

  • riera2348 dijo:

    Amaury
    Ya estamos al final de año, y como me has hecho cambiar mi opinión sombre ti a lo largo de estos últimos tiempos de animadversión, paso a ser un fiel admirador que otra cosa puedo desearles a ti y al colectivo del programa que no sea lo mejor de lo mejor para el próximo año.
    A todos los foristas presentes y constantes les deseo al igual un prospero año nuevo así como los que pasaron a engrosar las filas del Comandos del Silencio, que se rían de la vida y que cuando miren atrás sea para recordar los momentos que quedaron de sinsabores y de angustia por no lograr cambiar el curso de lo que nos propusimos
    Logré al menos la participación de un espectador que no había vertido su criterio, me refiero a manolitojurista, ves Amaury la lucha del cuerpo acuerpo al menos en uno surtió efecto
    Amigo Laurent si Amaury "Intentara refrenar un poco su cariño por los entrevistados entonces el programa no sería Con 2 que se quieran, tendría otro nombre y seria más abierto a los entrevistados, que son amigos queridos pues entonces seria a otros desconocidos que en más de una ocasión le ha solicitado a Amaury que los entreviste y que no son arientes ni parientes y ni conocido siquiera , otra vez más sale a relucir el calzado !no!, no es moda a imponer, los cubanos cualquier artefacto o vestuario que use un artista lo usamos y tomamos como moda los tenis u otro vestuario, saco por arriba de los hombros, sombreros debajo de techo, gafas oscuras por la noche no es sinónimo del mal vestir es licencia personal (parecida a la licencia literaria), de personas que aparecen en público artista (en todos los sentidos)En fin el mal vestido, son los imitadores que en un afán de querer estar en la última, usan prendas que no tienen nada que ver con modas siendo unos copistas mal informado de vestuario
    Reitero, me apego, sustento y gritaría a los cuatro viento su aseveración “ ahora viene lo principal: ¿CUANTO DINERO TENDREMOS QUE PONER LOS TELEVIDENTES PARA QUE ESTE PROGRAMA PUEDA SEGUIR AL AIRE?.(Porque dilapidan en el erario público en esas cosas que se han criticado en este foro y públicamente en comentarios en la calle). Es increíble que se gaste dinero en programas como……. Etc, etc, etc, e incluso etcéteras, cuando ninguno es más EDUCATIVO, PATRIÓTICO, INTERESANTE Y ENRIQUECEDOR como el suyo. Sencillamente porque el suyo se ve, y la clave para llegar al público es que el público lo siga.” Y lo interiorice, que lo haga suyo, como un productor, realizador o como un entrevistado, que sufra y llore, que se sienta estremecido
    Y por el contrario que nos lo impongan a la fuerza como el cerelat, el arroz pre-cocido y otras cosas y programa que por solo decir me tildarían de divisionista ideológico, carente de toda ética, conforme a la moral de los rectores y no la verdadera moral Socialista y parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre socialista, y se rigen por un conjunto de normas morales que rigen la conducta humana según ellos inconsultamente con el sentir del pueblo que hizo la revolución socialista
    Concuerdo que sea una verdadera lástima que teniendo “material” para hacer 100 programas las instituciones que abalan las programaciones le diga que no tiene dinero para seguir. Quizás no hay que buscar a los entrevistados en Panataxi, o montar el set rimbombante, porque no Salio a relucir según me cuentan que el entrevistado se vio obligado a Botear porque no tuvo trabajo durante el período especial y no tenia salario y hoy sigue siendo actor y de los mejores, otros en Alamar se vieron vendiendo frituritas en el cuchillo de la calle de los Cocos.
    No es una lástima,…. es falta de tacto, es falta de ética y falta de criterio del momento de REVOLUCION de sembrar ideas que no fueron facilismo, que fue, por donde transitaron y que le costó a cada uno de los entrevistados llegar a lo que son hoy.
    Lo que están haciendo. Solo tengo un nombre, actuar contra la revolución y la rectificación de errores, eliminando todo vestigio de inmadurez política
    O es una falta de voluntad política
    Me despido de este año
    Gracias nuevamente a Con 2 que se quieran, a su conductor Amaury, a su entrevistado y a todo los demás que públicamente no se ven.

    Cuando pienso en próximo programa Con 2 que se quieran del Año venidero “Me desordeno amor, me desordeno”

  • René dijo:

    Hola Amaury:
    Lo de Enrique Molina es impactante, siempre he admirado este actor por su forma de trabajar, asumiendo los personajes de manera auténtica, fíjate que ninguno arrastra nada de los anteriores, llevo muchos años viendo TV, pero esta historia suya es increíble, ahora lo admiro mucho más, ojalá pudiera un día conversar con él, al igual que contigo, te tuteo porque eres ya parte de la familia cada martes, y cuando por alguna razón me lo pierdo, al otro día lo busco en CUBADEBATE.
    En mensaje anterior te sugería que el último programa fueras el entrevistado, veo que otras personas piden lo mismo, favor valora esto.
    SALUDOS      RENE

  • Jonatan dijo:

    estaba bien la entrevista de enrique molina el hablo de todo de el,pero yo queria q hablara de la pelicula 0 millas y no hablaron.
    jonatan

  • Mayda dijo:

    A Laurent y Regueiro. Se pueden cruzar armas verbales si se está de acuerdo con ustedes si no el foro es antidemocrático, eso es lo increíble de los que entran al foro disfrazados de ovejas como los dos y son solo lobos camajanes y provocadores. No los queremos, no los necesitamos.
    Amaury, no me había podido conectar pero aquí estoy lista como Yusi para la pelea. El programa con Molina buenísimo.

  • edy dijo:

    Hola Amaury

    Primeramente felicitarte por el advenimiento del nuevo año y de un aniversario más del triunfo de nuestra Revolución, excelente programa, y excelente actor Molina, él no tiene comparación, creo que tu programa es uno de los mejores en este momento en la TV, aunque creo que no es perfecto, comparto con Laurent, algunas de sus criticas que creo que son constructivas, sería muy vil creer que todo es perfecto, pues eso desestimularía tu trabajo, y creo que eres maravilloso en tu programa, me gusta tu faceta de entrevistador, tú mamá Consuelito era una estrella, ella estaría orgullosa de ti.
    Lamento que estés anunciando el fin del programa, pues en verdad es el único que me arrastra hasta la pantalla, tenemos una TV casi llena de programas que son parches para los tiempos de transmisión, muchos no dejan ninguna enseñanza, ni dan riqueza de espíritu ni de alma y eso es muy lamentable, pues para muchas personas es la principal vía de alimentación emocional y cultural.
    Lamento no poder haber visto todos los programas, el trabajo a veces no me lo permite. Sigue con el mismo ánimo, con el mismo interés, y con deseos cada vez más fuerte de contribuir a tener espacios más respetados en nuestra TV, que los que estamos del otro lado de la pantalla te lo agradeceremos.

    A Molina mis más sinceras felicitaciones, que nos siga regalando su presencia en la TV y el cine, de él no puedo hablar mucho pues sería una redundancia.

    “Hay muchas maravillas, pero nada es más maravilloso que el hombre: cada mañana al despertar, recuerda que aún tienes que escribir la mejor de las páginas de la vida".

  • Digna dijo:

    Yusi, acabaras de decir que edad tienes, y me adhiero a la idea de pagar por ver lo que queremos, que tu crees Amaury.

  • carlos manuel dijo:

    Estimado Amaury ante todo mi más cordial saludo y felicitaciones para Ud, para su familia y para el colectivo del programa por el nuevo año. Amaury no puedo decir que soy un asiduo seguidor de su programa , por que realmente muchas veces no dispongo de tiempo para verlo, pero me gusta y disfruto mucho cuando lo veo.Pero pienso que su talento e historia lo hacen acreedor de una posición privilegiada para acometer una tarea más profunda en este oficio de las entrevistas; en el exterior hay un número determinado de artistas que independientemente de haber escogido vivir fuera de su país,son defensores de su patria y del derecho de su pueblo a escoger soberanamente su destino,muchos de ellos son artistas queridos por el pueblo y que agradeceríamos de manera muy especial el saber de ellos.
    Creo que es hora de ir modificando esa practica histórica de anular o desaparecer de la historia de nuestra cultura a todos aquellos que por una razón u otra se marchan del país, es hora de unir , es hora de cambiar lo mal hecho, es hora de rectificar.
    Reitero a mi juicio Ud, tiene como ningún otro trabajador del medio la posibilidad de abrir ese camino, insista por más obstáculos que sé podrá encontrarse.Ese sería un gran aporte a esta nueva y necesaria etapa de la revolución.

  • Carlos Ortega dijo:

    Dicen que el que tiene un amigo ,tiene un central y este foro vuelve a amenazar en convertirse en una caricatura ,ya desde sus inicios aparecieron personas irrespetuosas ,maleducadas que escondiéndose o sin hacerlo tras seudónimos ,atacaban a otros por el simple hecho de maltratar, destacase o realizarse artísticamente ,irrespetando la opinión de los demás y erigiéndose falsamente en defensores del foro, tipo perros guardianes encargados de impedir que se diga algo con lo que no están de acuerdo.
    Me imagino como se reirán de nosotros, mayoritariamente cubanos las personas que ven en que forma tan irreverente e insustancial perdemos el tiempo.
    Ya no le encuentro sentido ni a que este programa tenga un foro, mejor seria un espacio en Cubadebate que se llamara “15 minutos de fama” para todo aquel que necesitara de ese tiempo lo aprovechara.
    Una vez se llamó a la cordura y hubo respuesta ,ya esto no hay como pararlo pienso yo .
    Les informo que la persona que se hace llamar Yusimí la Casafantasmas ,es un hombre, que escribe desde la casa de una amistad ,que todo lo que hace es simplemente por puro entretenimiento y que su objetivo es divertirse, desestabilizar y provocar malestares exprofesamente.
    Este mundo es lo mas pequeño que uno se pueda imaginar y delante de mi dos conocidos de esta persona comentaban lo que hacia argumentando que estaba loco pal….(frase textual).
    La verdadera democracia es también dar la cara sin miedo. Cubadebate, nos pide el correo con la palabra requerido, pero admite seudónimos y entonces los que queremos ser objetivos tenemos que soportar la sarta de sandeces que lo único que hace es alejarnos de algo que realmente pudiera ser bonito y provechoso.
    He llegado incluso a confraternizar con algunos foristas que recuerdo con mucho cariño, como el DR.Olimpio y a Valia, pero así no se puede.
    Ya me imagino yo la sarta de improperios que me disparara ahora el Señor Casafantasmas, pero ya lo dije.

  • Anelis dijo:

    POR FAVOR A TODOS LOS FORISTAS, ESTA OPORTUNIDAD QUE SE NOS DA, NO ES PARA MALGASTARLA EN CONTRADICCIONES ENTRE USTEDES.
    RECAPACITEN Y TOMEN UNA ACTITUD MAS INTELIGENTE, ESAS "CASI RIÑAS" ENTRE USTEDES NO APORTAN NADA NUEVO NI VALEDERO, NI LES DARÁ EL PROTAGONISMO QUE TAL VEZ BUSQUEN. DEDÍQUENSE CON LA MAYOR ETICA Y RESPETO POR LOS DEMÁS, A EMITIR SUS CRITERIOS SOBRE EL PROGRAMA, PARA QUE AMAURY PUEDA TENER IDEA DE LO QUE REALMENTE PIENSA EL PUEBLO DE SU PROGRAMA, PARA PODER PREFECCIONARLO.
    Y RECUERDEN: ESTOS NO SON TIEMPOS DE PSEUDÓNIMOS, HAY QUE DAR LA CARA SIEMPRE.
    AMAURY: SIGO PENSANDO, QUE A PESAR DE NO SER PERFECTO, TU PROGRAMA ES LO MEJOR DE LA TELEVISIÓN CUBANA EN ESTOS MOMENTOS.

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Amaury Pérez Vidal

Amaury Pérez Vidal

Cantautor cubano. Fundador de la Nueva Trova. Ha conducido varios espacios exitosos en la televisión nacional. Ha escrito varias novelas y poemas.

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