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Martín García: “Espérenos en el piso 23 del Ameijeiras, para que vea cómo está Ana Fidelia”

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La constancia siempre ha caracterizado a Martín. Foto: Cortesía del entrevistado.

Tiene 74 años y no se los siente. Su figura atlética y andar de deprisa, similar a una marcha deportiva, delatan la pasión por el atletismo.

En tiempos normales, se levanta temprano, toma la bicicleta y va para casa de Ana Fidelia, en el municipio de Playa. Sobre las seis de la mañana, comienzan ambos a correr desde Tercera a 0, de 0 a 112 y de 112 a 34.

Ahora, durante la pandemia, reinventa su rutina diaria para mantener mente y cuerpo en forma. Hace abdominales o, si no, camina desde su casa, en San Lázaro entre Marina y Soledad, hasta Casablanca.

Martín García Himeliz es de esos fanáticos de las pistas que avivan emociones con una entrada a la meta, andan como cronómetros por la vida contabilizando el tiempo o anotan cada una de las estadísticas de los líderes del ranking en las diversas especialidades.

Aunque ya no practique el atletismo de forma activa, lo sigue siempre, al igual que otras disciplinas: “El deporte es educativo, formador y sanador. Lo recomiendo para todas las edades, y con varios fines.

“Periodista, ¿tú no haces ejercicios? No te pregunto si vas al gimnasio; te pregunto si haces ejercicios. ¿Ah, no?. Entonces, te pondré un plancito, para fortalecer los músculos en tu propia casa. Eso es lo mejor”, dice y baja como un trueno las escaleras de Cubadebate tras dejar unas fotos para la Mesa Redonda dedicada a Alberto Juantorena.

La historia de un joven desde los inicios del Inder

Martín García en la primera edición del Marabana, 1987.

“En 1961 me encontraba alfabetizando en Velasco, Holguín. Allí estuve desde el 19 de mayo hasta el 22 de diciembre, cuando regresé a La Habana para participar en el acto en la Plaza de la Revolución, con el cual culminaba la Campaña de Alfabetización.

“Tenía 15 años. Nunca olvidaré el orgullo que sentimos ese día, por las palabras de Fidel. Declaraba el país libre de analfabetismo, y le habíamos cumplido, a pesar de ser tan jóvenes.

“Previamente a la fundación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), se hicieron en todo el país unas captaciones para las llamadas pruebas LPV.

“Para estar ahí, había que pasar exámenes de velocidad y saltos sin impulso, y correr 600 m para demostrar tu resistencia. Finalmente, los aprobé y formé parte de esa experiencia, que puede entenderse como la antesala de los Juegos Escolares Nacionales”.

Luego, a los estudiantes que habían alfabetizado se les otorgó una beca. A Martín, centrohabanero de nacimiento, le fue asignada Pinar del Río, provincia a la que representó como si fuera la suya.

“Por supuesto, seguí con el atletismo. Empecé en la especialidad de 80 metros con vallas, de la categoría escolar (15-16 años). Luego pasé a los 110 m con obstáculos. Ahí competí en la tercera, segunda y primera categorías.

“Más tarde, como no era tan alto, un entrenador me sugirió que incursionara en los 400 m con vallas. Así, fui experimentando hasta llegar a los 800 metros planos”.

En 1970 integró la preselección cubana a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá, pero no hizo el equipo.

“Fue una decisión fuerte en ese momento, pero no me desanimé. Seguí corriendo. Luego matriculé en la universidad y estudié licenciatura en Economía.

“Durante esos años participé en los Juegos Caribe, de la Universidad de La Habana. Ya graduado de Economía, gracias a la sugerencia de Alberto Juantorena me reincorporé oficialmente al atletismo a través de los maratones.

“Participé en varias carreras de 42 km que se hicieron en el país durante los ochenta y fui fundador de la primera edición del Marabana, en 1987. Recuerdo que corrí junto a Pedrito Calvo, el de los Van Van.

“En 1991, el año de los Juegos Panamericanos, comencé a trabajar en la Comisión Nacional de Atletismo, en el recién construido estadio Panamericano de La Habana. Ahí estuve hasta 2009, cuando me retiré, pero nunca he dejado de emocionarme ni sentir por el deporte. ¡Es mi vida!

“A menudo participo en las actividades convocadas por el comité de veteranos, y me siento como en familia”.

El jefe me dijo: “No hagas más nada que no sea cuidar a Ana Fidelia”

Junto a Ana Fidelia en una de las ediciones del Marabana. Foto: Cortesía del entrevistado.

Con Ana Fidelia Quirot, su compañera de carreras y madrugadas, cuyas fotografías cuida y guarda con recelo, ha compartido grandes momentos, lo mismo felices que tristes.

“En 1993, el día en que Ana Fidelia sufrió el accidente, habíamos hablado por la mañana. Recuerdo que era viernes y me encontraba en el estadio Panamericano. Ella me preguntó qué haría ese día, porque quería que fuera a una actividad que prepararía en su casa. Le dije que debía ir a una reunión en la sala polivalente, pero que quizá pasaría luego por donde me había dicho.

“Al terminar, digo: 'Voy a llegarme a casa de Ana Fidelia'. Quería cumplir con lo que me había dicho y llevarle un regalo que le habían mandado de Puerto Rico. Entonces pregunto por Ana y me dicen que se había quemado. ¡No lo podía creer!

“Inmediatamente, llamé a mi jefe, el comisionado nacional de Atletismo, Jesús Molina. Él estaba en oriente en una reunión con Conrado Martínez, el presidente del Inder, y José Ramón Fernández, titular del Comité Olímpico Cubano. Por supuesto, Molina no sabía nada, y al ver lo informado que yo estaba, me dijo: 'A partir de ahora, no hagas más nada que no sea cuidar a Ana Fidelia'.

“Entonces, hice eso. Estuve durante su ingreso en el hospital Hermanos Ameijeiras. Allí recibió también tratamientos terapéuticos y corríamos del piso 15 al 23. Una tarde, el comisionado me preguntó cómo estaba ella, y le dije: 'Espérenos un día en el piso 23, para que vea cómo está Ana Fidelia'.

“Eso hizo, y al llegar Ana al 23 le tomó la frecuencia cardíaca. Al ver el tiempo de recuperación, se quedó impresionado. La incluyó en la delegación que asistiría a los Centroamericanos de Puerto Rico, sin pronóstico de medallas”.

Fidel en el Ameijeiras

Fidel siempre tuvo una cercana relación con Ana Fidelia. Foto: Archivo Cubadebate.

“Fidel fue a verla y ella le dijo: 'Ay, Comandante, cada vez que viene no coincide con mi mamá, hace 10 minutos que se fue'. Fidel le respondió: 'Ya habrá tiempo para conocer a tu mamá' y le comentó que se parecía a Arnaldo Tamayo, el cosmonauta por el traje elastizado de color blanco que usaba debido a las quemaduras.

“Ese día, Fidel preguntó por mí y Fidelia le contestó: 'Este es un compañero que trabaja en la comisión, se preocupa mucho por mí y corre conmigo por las escaleras'.

Ahí le dije que corríamos del piso 15 al 23. Entonces le preguntó a Ana Fidelia: '¿Tú estás corriendo más que antes?', y ella le respondió: 'Recuerde que hice un compromiso con usted, traer una medalla de los Juegos Centroamericanos'.

“Eso le dio mucha fuerza. Cuando le dieron el alta, hizo algunas carreras en el estadio Juan Abrantes, de la Universidad de La Habana. Después, me fui junto a su mamá, el entrenador José Cobo y varios especialistas para Topes de Collantes, donde se rehabilitó.

“Allí permanecimos cuatros meses y, finalmente, Ana Fidelia comenzó a correr como acostumbraba. Al salir de ahí, continuó su preparación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Puerto Rico, en noviembre de 1993.

“Qué dicha para nosotros cuando vimos que ganó medalla de plata en los 800 metros. Aunque no nos sorprendió, porque sabíamos de su calidad. Eso marcó su recuperación. Después llegó el título en el mundial de Gotemburgo 1995 y la plata en los Olímpicos de Atlanta 1996.

“Desde esa época para acá, hemos sido inseparables. Estando ambos retirados, no hay una actividad convocada por el Inder a la que no asistamos. Para mí, Ana Fidelia y el Inder son lo mismo: amistad incondicional, entrega al deporte, constancia y gratitud y lealtad a Fidel”.

A Martín García y Ana Fidelia los une una amistad incondicional. Foto: Cortesía del entrevistado.

En una de las ediciones del Marabana junto al Gallego Fernández. Foto: Cortesía del entrevistado.

En el Memorial Blas Beato. Foto: Cortesía del entrevistado.

Se han publicado 17 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • maria Bolaños perez dijo:

    Felicidades tu patria los comtempla orqullosa

  • Amaya dijo:

    Recuerdo esa carrera de los Centroamericanos de Ponce en 1993, al final todos los periodistas iban tras Ana Fidelia y a la ganadora, practicamente ningun periodista fue a verla, 2 años despues con su sonado triunfo del mundial del 95 Mutola dijo una frase célebre, "Ana Fidelia ha regresado, como siempre"

  • Ale.H.H dijo:

    Que bonita historia y nuestro Fidel siempre presente...

  • vircacia dijo:

    Que entrevista tan bella! Felicidades!!

  • El pillo maniguero dijo:

    Que bonita historia de fidelidad y amistad, siempre los veo juntos corriendo que bella amistad, Felicidades

  • Ghost dijo:

    Practico ciclismo desde hace muchos años y conozco al profe Martin aunque no somos muy cercanos. Es una inspiración no solo para el atletismo sino para el deporte en general, espero que al llegar a su edad seguir teniendo fuerzas para seguir en el deporte. En cuanto a las veces que he tenido la oportunidad de compartir con el siempre esta aconsejando a los depprtistas a que sean arduos en el entrenamiento y en el estudio. Twngo una anecdota de el, en una ocasion en la que coincidiamos varios ciclistas en casa del profe Alain luego de un entrenamiento llego el profe Martin. Entre nosotros habia un joven que acababa de terminar el servicio milotar y no habia cogido ninguna carrera, el profe Martin le pregunto y ahora que vas a hacer, el joven le dijo que no sabia. Martin le dijo te gustaria estudiar cultura fisica y seguir en el ciclismo a lo que le contestaron que si y dijo, ok te voy a ayudar en todo lo que puedas pero tienes que estudiar fuerte como mismo le das a los pedales. Nada un ejemplo de humildad como lo somos los deportistas cubanos. En nombre de todos gracias profe Martin.

  • zanay dijo:

    Ana Fidelia, una gloria del deporte cubano.

  • zanay dijo:

    Una conmovedora historia que enaltece el valor de la amistad.

    • Gcbonet dijo:

      Me uno a este sentir. Muy bella historia, llena de verdaderos valores y sentimientos tanto a la amistad como al compromiso del deporte!!!

  • Maria dijo:

    Conoi a ambos mientras trabaje en el INDER....muy bellas personas ambos! Martin siempre estaba dispuesto para cualquier tarea y apoyar a quien lo necesitara....Bella entrevista

  • María Fernanda dijo:

    ¡El.mundo es chiquito,yo lo conosco! Vamos al mismo gimnasio, el como entrenador de un señor y yo que hago los ejercicios sola;pero él ,profesor siempre te corrige la postura y te aconseja. Y como tiene un físico envidiable a veces imito los ejercicios que hace.Además es muy cordial y conversador como un buen cubano y vive orgulloso de su amistad con Ana Fidelia.
    Un saludo Martín y cuídese mucho ¡Extraño sus caramelos!Espero que cuando pase la pandemia nos veamos en el gym.

  • Yeyo dijo:

    Admiro al Co. Martín. Lo he visto en su faena atlética y me ha motivado a no dejar de hacer ejercicios ni siquiera con la pandemia. Muchos no calculan lo elegante que se ve una persona atlética y lo importante que es para la salud Una persona saludable ofrece menos preocupación y trabajo a los médicos

  • Pedro Cabrera dijo:

    Recuerdo con mucho , mucho respeto a Martín ,siempre atento, dedicado a la gran Ana Fidelia, que bueno se reconozca en este.trabajo el trabajo realizado por el. Un abrazo para Martin y Ana.

  • Rafaela Fontanills dijo:

    Tanto me commueve este articulo que lo Leo,y lo leo y lo vuelvo a leer,cuantas cosas bonitas,acciones conmoventes de amigos de verdad,y Ana Fidelia,fiel siempre patriota muy cubana y revolucionaria.Mucgas Felicidades para Ella di inseparabile amigo y para Cuba dabate.desde Italia ecutos

  • Guajiro del monte dijo:

    Gracias, ellos son historias vivientes y sacrificios eternos ejemplos humanos y de humildad.

  • yergenis Cobas Romero dijo:

    Así son los amigos.asibes la amistad así son lo sueños .así es la revolución Cubana . inseparable de sus principios .amiga de su pueblo . Fidelia ejemplo de grandes virtudes ,amor y dedicación al deporte .para mí eres una de las grandes .personas deportistas .y Amiga .te quiero Ana..besos y larga vida par ti ,tú familia ,y tu amigo .....

  • Lerdis Fernández Castillo dijo:

    El pasado año conocí al Profe Martín directamente por una amiga en común, pero hace más de 15 años lo conozco pues trabaje en el área de Quinta avenida y los veía correr por el paseo central a él y Ana Fidelina juntos siempre ,llegaban al área deportiva de 60 y daban varias vueltas a la pista, yo los saludaba como una admiradora más. Con el tiempo al conocer a Martín supe que él también había conocido a mi padre, un carpintero barnizador que según él , era de los mejores que realizó trabajos con Celia Sánchez , él también tenía conocimiento de carpintería y muchos otros oficios, tuvo que ingeniárselas para sobrevivir y destacarse, por eso es tan sencillo y humilde, su amistad con Ana Fidelina es una historia testimonial que debe ser hermosa, gracias Martín por estar para todos.

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Angélica Arce Montero

Angélica Arce Montero

Periodista de Cubadebate. Graduada de Periodismo en la Universidad de Pinar del Río (2014). En 2019 se habilitó como narradora-comentarista deportiva (ICRT). Máster en Entrenamiento Deportivo (2020). Colaboradora del programa televisivo Mesa Redonda.

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