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Michaelis Cue, el Enrique Chiquito de los cubanos

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El actor Michaelis Cue. Foto: La Jiribilla.

A Michaelis Cue lo descubrí haciendo de Enrique Chiquito en ese  excelente programa –¿para niños?– que fue La sombrilla amarilla. Luego se estrenó en teatro la obra Marx en el Soho, de Howard Zinn, actuado y dirigido por Michaelis, pieza que Jorge Alonso Padilla llevó a la televisión para bien de la pequeña pantalla. Precisamente Marx me acercó al actor que anuncia sus próximas apariciones en la televisión: 

–De Campechuela a La Habana, ¿cómo fue ese trayecto?

–Tras el triunfo de la Revolución, mi familia se traslada a La Habana. Se abrían muchas posibilidades a partir de esa época. Me incorporo de lleno con todas las facilidades que surgían a continuar mis estudios y a tratar de lograr mi sueño desde niño, convertirme en actor.

–¿Cuándo llegas a la ENA?

–Luego de la creación del Plan de Becas del gobierno revolucionario tras la Campaña de Alfabetización, opto por una beca en la recién inaugurada Escuela Nacional de Artes, para estudiar Actuación. Me gradúo en el año 1967, en la primera promoción de graduados de la ENA.

–¿Por qué el teatro?

–A mi pueblo, tras el tiempo muerto, y aprovechando la zafra azucarera, iban muchas compañías teatrales, a presentarse en el único cine que existía en mi pueblo. Allí choqué por primera vez con algo muy parecido a la esencia del teatro, el actor en vivo frente a un público. Eran pequeñas obras, no muy elaboradas, pero que me resultaban fascinantes. Descubrí que eso es lo que yo quería hacer con mi vida. Era el primer referente. Luego vino otro referente importante, la televisión. En el único televisor de mi pueblo, tras una vidriera nos reuníamos a ver aquel suceso fascinante, donde aparecían actores. No dudé.  Quería dedicarme a eso. Luego se me abrieron todas las oportunidades y las aproveché al máximo.

–Nómbrame cinco obras que recuerdas especialmente. ¿Por qué?

  • La alondra de Jean Anouilh, fue mi obra de graduación y mi enfrentamiento a un público conocedor.
  • Peer Gynt, de Ibsen, el único espectáculo estrenado por el grupo Los 12, dirigida por Vicente Revuelta.
  • Las Tres hermanas, dirigida por Vicente Revuelta. Según afirma Vicente es su mejor puesta.
  • Manteca, de Alberto Pedro, dirigida por Miriam Lezcano, una de las obras enmarcadas en el Período Especial. Un clásico.
  • Marx en el Soho, de Howard Zinn, dirigida por mí, por la posibilidad de encarnar a ese coloso de la filosofía.
  • Se me quedan Madre Coraje, Delirio habanero, etc, etc.

–¿Cómo llegas a ser Enrique Chiquito?

–Caminando por la calle 23, me encuentro con Ivette Vian, la autora del proyecto y me habla del mismo y que quería que yo interpretara el personaje de Enrique Chiquito. Una vez todo listo, por supuesto Mariela López, la directora del proyecto le da el visto bueno y es a partir de entonces que pierdo mi nombre para ser conocido en todo el país como Enrique Chiquito.

–Cuéntame alguna anécdota de ese personaje

–Hay cientos de anécdotas. Recuerdo especialmente una muy simpática.  Cuando llego a Gibara en una gira con Marx en el Soho, una multitud se agolpaba en las afueras de la Casa de Cultura, para ver el espectáculo de Enrique Chiquito. Era, por supuesto, una multitud de padres y niños que no cabían en el local y que esperaban algo distinto a lo que yo les iba a ofrecer.  Tuve que salir vestido de Carlos Marx, encaramarme en un camión y aclararles que no iban a ver a Enrique Chiquito, si no a Michaelis Cue haciendo de Carlos Marx. Los invité. No obstante y con todo aclarado, se quedaron a verme.

–De Enrique Chiquito a Carlos Enrique Marx, ¿cómo encarnar dos personajes tan distintos?

–Después de años interpretando grandes personajes en el teatro, que siempre resulta algo anónimo, el fenómeno de Enrique Chiquito opacó todo mi pasado.  Me propuse buscar un texto que fuera todo lo contrario, montarlo y que además tuviera acceso a todo el país. Cuando Marx en el Soho cayó en mis manos, amén de que desde el punto de vista conceptual, tenía mucho que ver conmigo, vi la vía ideal para lograr lo que quería. Un personaje bien distinto, que me quedara bien y llevarlo después del teatro, a la televisión. Sabía que me lanzaba al abismo, pero por suerte no me atropellé con el intento. Era como del día a la noche. Los dos personajes se mantienen en el tiempo.

–¿Es cierto que habrá más sombrillas amarillas?

–Sí, existe el interés por RTV Comercial de hacerla en el año entrante. Espero se materialice. Todos soñamos con eso.

–¿Cuéntame de tu futuro andar por la TV? ¿Y por qué has hecho tan poca?  ¿Hay algo en cine?

–En estos momentos me encuentro en la filmación de la Telenovela , dirigida por Lester Hamlet. Es un hermoso proyecto que se atrasó por la pandemia pero que hemos  retomado. Estará listo para el año entrante. En cuanto al porqué he hecho poca televisión, te diré algo que ya todos saben. Cuando me gradué, mi generación y algunas posteriores no podíamos hacer televisión. Y los actores de la televisión no podían hacer teatro. Las burocracias de turno lo impedían. Así fue como muchos nos mantuvimos al margen.

“Una vez superado esto, hay una realidad, empiezo a hacer televisión ya siendo un hombre maduro y que además está absorbido por el teatro.  Entre que no puedo y que no me llaman, y no es solo mi caso, me he visto  imposibilitado de  hacer más cosas.  Sobre todo largas, porque cuentos y teatros para la tele sí he hecho muchos.  Pero largas es más difícil porque te esclaviza por demasiado tiempo y se hace difícil. En cuanto al cine, he tenido poca suerte. Me hubiera gustado hacer más de lo que he hecho, pero no ha sido posible. Recuerdo especialmente mis experiencias con Fernando Pérez en La vida es silbar y Caravana, dirigida por Rogelio París”.

–Si no te pregunto por Carolina, tu hija, las preguntas estarían incompletas. ¿Cómo está y qué hace actualmente?

–Carolina está muy bien. Muy feliz. Llegó a España a trabajar. Allí ha estado en proyectos teatrales, tanto infantiles, de adultos, ha hecho alguna televisión y algún cine. Vive de su trabajo, cosa que no es fácil. Próximamente vendrá porque tiene algunos compromisos aquí.

(Tomado de Televisión Cubana)

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  • Angel dijo:

    Ojalá este de vuelta la sombrilla amarilla

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Paquita Armas Fonseca

Paquita Armas Fonseca

Periodista cubana especializada en temas culturales. Colabora sistemáticamente con Cubadebate y otros medios digitales como La Jiribilla, CubaSi y el Portal de la Televisión Cubana. Fue directora de El Caimán Barbudo.

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