Imprimir
Inicio »Especiales, Sociedad  »

Maternidad, violencia y sexismo, otros rostros de estos días

| 188 |

Fotogramas de la telenovela cubana "El rostro de los días". Imagen: Cubadebate.

Maternidad, paternidad, adopción, abandono, violación, infidelidades, homosexualidad, machismo, familias reconstruidas, secretos del pasado, embarazos, más de diez historias de amor en circunstancias diversas e incluso, un guiño a la vida después de la muerte. La telenovela cubana El rostro de los días llevó a las pantallas un combo perfecto para triunfar entre los espectadores de ese espacio tradicional en la idiosincrasia del patio y, de hecho, lo hizo. Si algo no se puede negar es la amplia cantidad de temas que abordó. Ahí radica la clave de su éxito y también de muchos de sus fallos.

Un elenco de actores bastante sólido y la osadía de colocar en horario estelar conflictos sociales tan urgentes y dolorosos como la violación de una adolescente provocó un fenómeno sin muchos precedentes en la Isla. Pandemia y aislamiento social mediante, la novela recién finalizada captó la atención de públicos de todas las edades, que se volcaron hacia las redes sociales para comentar, emisión tras emisión, sus luces y sombras.

Surgieron grupos con miles de seguidores en Facebook, WhatsApp y otras plataformas. En algunos de ellos, otro acierto, el equipo de realización y los actores intercambiaron con los espectadores. No faltó la sazón del humor criollo: los memes sobre pedazos de cake extra grandes, vasos de leche vagando sin rumbo, el azul casi permanente en el vestuario de la protagonista y una escena de sexo con influencias de baile español inundaron estos sitios. En paralelo, muchos alertaron sobre los vacíos en las soluciones presentadas por el guion.

La telenovela tiene el mérito indiscutible de haber servido como detonador para que cuestiones necesarias en la Cuba actual como la maternidad, las violencias machistas o el abuso infantil se posicionaran en las agendas públicas y mediáticas. Sin embargo, no todo es color de rosas. Más allá de los asuntos técnicos, que otros más conocedores ya abordaron en sus críticas, El rostro… presentó varios conflictos en el tratamiento de temas de género. Esta columna no podía escapar a su análisis.

Parir a toda costa…

La novela refuerza una visión sexista según la cual la mujer, para estar completa, necesita tener hijos. Foto: Cubasí.

En un país donde las estadísticas alertan sobre un muy bajo nivel de la fecundidad, podría parecer que El rostro de los días tuvo como uno de sus propósitos estimular más nacimientos. Sin embargo, para ello apostó por mostrar una visión idealizada de la maternidad, con múltiples felicidades y muy pocos desafíos.

Para ser un audiovisual centrado en historias de madres, padres y bebés, donde suceden al menos cinco nacimientos, resulta curioso cómo quedan fuera de la pantalla muchos de los conflictos con los que lidiamos quienes nos decidimos a vivir la aventura de criar un hijo. Más allá de que apenas se tocan los mil y un asuntos económicos que pesan en la balanza cuando se toma esa decisión en la Cuba de hoy, no hay referencias a los dolores que siente una mujer tras parir, ni a la complejidad emocional de un período tan poco explicado como el puerperio.

Ninguna de las madres de la telenovela tiene problemas para asumir los cambios en su cuerpo ni vive la común sensación de culpa al no saber, al menos en las primeras semanas, cómo atender un recién nacido. Mientras, los bebés parecen de revista: apenas lloran, no pasan trabajo para adaptarse a la lactancia materna o al biberón, no tienen fiebre tras las vacunas, no se enferman, usan culeros desechables y duermen la noche completa.

El audiovisual presenta una imagen edulcorada de la gestación y la crianza, donde un bebé puede ser secuestrado durante casi 24 horas sin tener que alimentarse o bañarse y las madres están frescas y maquilladas unas horas después de parir. Repite el mito de la maternidad ideal, fuente infinita de alegrías, por culpa del cual muchas mujeres, tras enfrentarse al proceso complejo que en realidad es, suelen sentirse culpables o insuficientes.

En paralelo, alertan especialistas, refuerza una visión sexista según la cual la mujer, para estar completa, necesita tener hijos. Deja completamente fuera a aquellas personas que, por una razón u otra, deciden no hacerlo.

Desde la perspectiva de Yamila González, vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, El rostro… promueve la maternidad, pero desde patrones estereotipados. “Hay mujeres profesionales, pero al final ser madre es lo principal y más grande, el sentido de sus vidas. En realidad, hay otras maneras de vivir la maternidad e incluso de no vivirla”, comentó a Cubadebate.

El personaje de Aurora es recriminado por casi todos por abandonar a su hija al nacer, aunque solo tenía 14 años. Foto: Portal de la Televisión Cubana.

Para Yohanka Valdés, psicóloga e investigadora social, no solo reproduce “la idea de que todas debemos ser madres, sino que además tenemos que ser buenas”. No está permitido equivocarse y si lo hacen, son duramente juzgadas. Así sucede con Aurora, recriminada por casi todos por abandonar a su hija al nacer. Poco importa que cuando sucedió ella era otra niña de 14 años.

Otro riesgo de las tramas contadas es que enfocan mucho la maternidad desde el derecho a la vida. Que más de una mujer, incluyendo la directora de un hogar materno, salga embarazada tras una relación sexual casual contradice la necesidad educada de sexo protegido, no solo ante el riesgo de gestación, sino ante el peligro de contraer infecciones de transmisión sexual y VIH/Sida.

Además, explicó Valdés a nuestro medio, “posee una narrativa conservadora que cuestiona el aborto, un derecho ganado por las mujeres para decidir sobre sus cuerpos, y hace que la planificación familiar pierda protagonismo”.

Resulta como mínimo sospechoso que el aborto no sea una alternativa para ninguna de las embarazadas durante los 83 capítulos: ni para la muchacha de 14 años en los 80; ni para la mujer mayor, con dos hijos adolescentes y dificultades económicas; ni para la paciente que vive con VIH, quien durante una buena parte de la trama rechaza al bebé; ni para la que llega a la gestación tras una primera relación sexual con un hombre que no vive en Cuba y al que decide no contárselo. Y cada una de ellas puede tomar la decisión de llevar adelante el embarazo sin ser juzgada, pero la interrupción debería aparecer al menos como opción en un país donde es un derecho más que garantizado.

No por gusto la socióloga María Isabel Domínguez, Coordinadora del Grupo de Estudios sobre juventudes del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), en un artículo publicado por la Revista Alma Mater, se preguntó “si la novela cumple el objetivo de estimular la natalidad para contrarrestar las bajas tasas — cuestión que sabemos es una política en el país — o responde a concepciones religiosas según las cuales el objetivo de las relaciones sexuales es la fecundación y una vez logrado el embarazo la criatura debe nacer”.

Lía sale embarazada tras ser violada por su padrastro René, pero pasa más de diez episodios antes de realizarle un aborto. Foto: Portal de la Televisión Cubana.

Incluso en el caso de Lía, una adolescente con un embarazo resultado de una violación perpetrada por su propio padrastro, pasaron más de diez episodios antes de que se realizara la regulación. Mientras, Aurora y Mariana, representantes del sistema de salud, insistían en la necesidad de averiguar quién era el padre antes de tomar decisiones y en los riesgos potenciales de una interrupción en esa edad.

Como si muchas investigaciones no hubieran demostrado que las consecuencias de una gestación precoz, en términos de desconexión social, salud y reproducción de roles, son aún mayores. Como si para decidir qué hacer con un embarazo se requiriera saber quién lo provocó.

Solo Irma, la madre rechazada y culpabilizada por los espectadores por su incapacidad para notar el verdadero rostro de su pareja, recomienda esta salida. En todos esos capítulos, vale la pena recalcar, no se utilizó ni una sola vez el término aborto. No parece casualidad.

Este tratamiento, alertó la psicóloga Valdés, supone un peligro “cuando toda una corriente conservadora fundamentalista apuesta por el derecho a la vida y hay una captura al cuerpo de las mujeres, que necesariamente deben dar curso al embarazo”.

Con respecto al enfoque del abuso infantil, otros giros del guion preocupan. Según apuntó Domínguez, la socióloga del CIPS, “una ausencia de manejo por parte de profesionales de la Psicología, consejos por parte de la madre como «tienes que poner de tu parte», acoso del exnovio para reanudar la relación de manera inmediata y celebración de la fiesta de 15 años como que «aquí no ha pasado nada», le restan importancia a lo que puede significar un hecho de tal violencia en la vida de una joven mujer”.

Además, el recuso novelesco del asesinato de Manuel al “Machi” levanta una suerte de llamado a la justicia en manos propias. Este se acentúa cuando se intercalan, entre puñalada y puñalada, imágenes de la violación y con la respuesta de Aldo a su nieto de que “era lo que merecía”.

Para la jurista González, la novela obvia como en nuestro país no hay impunidad en la respuesta legal a este tipo de delitos. “Nuestras instituciones quedaron muy mal paradas. Así sucede con lo que plantean los médicos, que muchas veces ni hablan y cuando lo hacen no es del modo adecuado; con el manejo desde la escuela, que no actúa educativamente ante niños que faltan repetidamente y, finalmente, con la actuación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en el enfrentamiento al caso de abuso”, añadió.

¿El amor todo lo puede?

Gretel Cazón y Damian Alonso encarnan los personajes de Ania y Samuel en la telenovela recién finalizada. Foto: Gretel Cazón / Instagram.

Ania espera un hijo, pero continúa trabajando. Toma las precauciones necesarias, asiste menos al centro laboral, se lleva los libros que edita a casa. Está convencida de que el embarazo no es una enfermedad y ella puede hacer lo que le apasiona. Su esposo Samuel, cada vez más molesto, le dice que pone en riesgo su salud, que la profesión no es prioridad, que para asegurar el dinero está él. Ella se molesta, intenta razonar, lo abandona, luego le da una oportunidad y regresa. La actitud de Samuel no cambia, ofende y rechaza a la suegra, pero la novela le da la razón. Ania sufre un desmayo y debe ingresar al hogar materno: “No se ha cuidado lo suficiente”.

El esposo, machista y troglodita, no desea que vaya al hogar. Quiere tenerla cerca, controlada, le dice que la casa está sucia y regada en su ausencia, la cela hasta extremos inverosímiles. La madre de Ania alerta que la relación no es sana, pero su enamorado, Aldo, justifica las acciones del futuro padre. Asegura que todas son producto del amor, que el nacimiento lo cambiará.

Otra discusión con Samuel provoca el parto acelerado de Ania. Sin embargo, tras salir del hospital, ella decide darle otra oportunidad y regresa a casa con él y el bebé. Los ataques y la violencia psicológica continúan hasta que, tras el rechazo infundado del esposo a otra recién parida con VIH, ella decide que es suficiente. En una escena que bien podría compararse con el histórico portazo de Nora en Casa de Muñecas, rompe la relación definitivamente.

Ese pudo ser un buen cierre para una historia que, a todas luces, representa la violencia de género dentro de una pareja. En palabras de María Isabel Domínguez, “muestra cómo se va produciendo el ciclo de la violencia machista, con prohibiciones, limitaciones y celos que van escalando, matizado con los arrepentimientos y la clásica justificación del amor y el cuidado”.

Aldo, justifica las acciones de Samuel diciendo que son producto del amor, que el nacimiento lo cambiará. Foto: Portal de la Televisión Cubana.

Pero el dramatizado intenta convencernos de que “el amor y los hijos todo lo pueden”. Ania decide perdonar otra vez a Samuel que, en una nueva fase de arrepentimientos, pide la ayuda de un “loquero”.  Ni siquiera comprobamos que la reciba, pero ellos tienen un supuesto final feliz.

En realidad, la llegada de un bebé suele generar tensiones en las parejas más sólidas, ya no digamos en una marcada por rutinas machistas. Fuera de la pantalla, las mujeres que regresan una y otra vez al ciclo violento suelen terminar golpeadas y en algunos casos asesinadas.

Al ser interrogada sobre este cierre en una entrevista realizada por la Revista Alma Mater, la directora de la telenovela Nohemí Cartaya aseguró que “quienes hemos cambiado somos nosotras, ya no somos víctimas, somos sanadoras, fuertes, transformadoras, y por eso Ania cambia a Samuel. Este personaje es machista y no se da cuenta. Es necesario que lo entienda y tiene una esposa inteligente que lo va a llevar a comprender su problema”.

Tanto en estas declaraciones, como en los parlamentos que justifican las acciones de Samuel bajo el mito del amor romántico y en el cierre de la trama, donde el machismo se cura por obra y gracia de la paternidad y el abandono, se verifican aristas de una construcción sexista de las relaciones de pareja. Esta naturaliza el control y alimenta la violencia de género.

Según Yohanka Valdés, es importante entender que “las relaciones violentas tienen una causa que va más allá de las personas. Estas por supuesto aprenden, pero hay una cultura patriarcal que reproduce y refuerza la violencia incluso institucionalmente”.

No, ni el amor todo lo puede ni las mujeres tenemos por qué convertirnos en psicoterapeutas de nuestras parejas. Las soluciones a estos conflictos tienen que ir más allá de las acciones generadas desde la pareja. La novela, aseguró la psicóloga, tampoco ofrece alternativas de redes de apoyo entre mujeres, ayuda en espacios institucionales y otras maneras de romper los ciclos de violencia, que no se dan de manera tan espontánea.

René encarna el ejercicio de la violencia contra las mujeres en todas sus expresiones. Foto: Portal de la Televisión Cubana.

El abordaje de las violencias machistas en este producto audiovisual trasciende la historia de Ania y Samuel y es válido. Se reflejan también en el personaje de René que, como explicó María Isabel Domínguez, encarna el ejercicio de la violencia contra las mujeres en todas sus expresiones.

“Irma es constantemente embaucada con fingido amor, extorsiona económicamente tanto a la pareja como a la hermana, a esta última la chantajea y completa el recorrido con Lía a la que     primero acosa, después viola y por último amenaza”, relató.

Para las especialistas entrevistadas este fenómeno se enfoca desde una perspectiva sexista que reproduce estereotipos y acentúa la cultura machista. Según Valdés, “la novela no logra cuestionar esos privilegios de los hombres en términos de jerarquización, de relaciones de poder, las distribuciones de roles por sexo y ahí hay un primer desafío”.

Más allá de las críticas

Denys Ramos, Daysi Granados y María Luisa Jiménez durante la grabación de la telenovela "El rostro de los días". Foto: Cubasí.

La maternidad desmitificada, con alegrías que suelen superar las adversidades, pero donde las últimas existen; los mecanismos existentes en Cuba para apoyar a las adolescentes que sufren agresiones sexuales; el aborto legal, seguro y gratuito, con todas sus letras, como un logro indiscutible de las cubanas; la prueba de que las mujeres violentadas pueden romper el ciclo de agresión y control machista; la naturalización de los afectos físicos y las muestras de amor públicas en las relaciones homosexuales…

Sin cambiar mucho sus tramas, con apenas un par de giros en el guion y los cierres, El rostro de los días podría haber contado todas esas realidades. Pero perdió la oportunidad de tratar en profundidad los temas de género por los que apostó.

En opinión de la psicóloga Yohanka Valdés, no basta con poner las tramas en la televisión. Es necesario lograr un equilibro para que la novela juegue también un rol educativo. “Justo ahí está lo que no cumple. Coloca el problema, pero no lo amplia en su diversidad, en todos los matices que posee y por eso, de alguna manera, persisten dos extremos a la hora de valorarla”.

No faltarán quienes digan que a las telenovelas no les corresponde ese desafío, que no forma parte de su encargo social potenciar un tratamiento adecuado de estos temas, que son productos artísticos con libertad creativa, que están hechas para “refrescar” y no para educar. Sin embargo, asumir asuntos tan complejos en un espacio realizado con presupuesto del Estado, en una televisora pública, implica una responsabilidad que necesariamente trasciende el acto en sí de narrar historias.

Es necesario alertar sobre sus fallos porque, de lo contrario, corremos el riesgo de perpetrar el círculo vicioso de la violencia, también de la simbólica, donde los realizadores de audiovisuales validan y transmiten mitos e imaginarios machistas heredados.

No por gusto la periodista, profesora y especialista en género Isabel Moya explicó los peligros de que los medios establezcan, a través de sus discursos, un eje de matrices culturales donde se explicita y reproduce el poder hegemónico.  “Se constituyen en uno de los mecanismos de reproducción del patriarcado en el plano de la subjetividad”, escribió.

Al respecto, Yamila González advirtió que, si una telenovela se compromete en el abordaje de cuestiones tan serias, más allá de lo que pueda recrear artísticamente, “tienen que darle el seguimiento que merecen, presentar un fin educativo incluso en la cultura jurídica, sin que sea una clase o un documental”.

Noemí Cartaya, directora general de la novela "El rostro de los días". Foto: Portal de la Televisión Cubana.

En la entrevista citada, Nohemí Cartaya reconoció que “no hay irrealidad, no hay naturalismo, hay un universo verosímil que es la vía para contar la historia. Cada obra crea su realidad, y si esta deja una enseñanza y un ejemplo entonces el arte está cumpliendo su función social”.

Por tanto, no se trata de que la telenovela ofrezca el didactismo de las propuestas educativas o la verosimilitud de los documentales. No pedimos finales felices, correctos o ideales. Lo que se busca es percibir un posicionamiento de rechazo ante los comportamientos errados y no la validación de estos. El asunto no va de limitar el arte, sino de realizar uno que cumpla el encargo social reconocido por la propia directora.

Durante los últimos días, varios críticos y periodistas especializados en temas culturales ofrecieron sus miradas, también a los fallos, sobre este producto audiovisual. Las defensas de sus seguidores en las redes no tardaron en llegar, no siempre desde el diálogo constructivo. Algunos llegaron a descalificar, ofender y amenazar a los expertos del gremio.

La socióloga Valdés alertó: “me preocupa cómo las personas consumieron este producto: con una visión en muchos casos tan acrítica y lineal de la vida de los personajes, que asusta observar cuán conservadora se torna nuestra sociedad. Además, visibiliza el desafío que, desde las ciencias sociales, desde la educación, tenemos para transformar estos patrones”.

El debate que puso las redes a arder y los miles de fieles fanáticos que la novela generó solo confirman la responsabilidad con la que cargan sus realizadores. Si un espacio audiovisual es capaz de levantar pasiones extremas entre sus consumidores, es lógico suponer que puede marcar pautas de comportamiento entre ellos. Por tanto, necesita profundizar sobre temas de género para no reproducir estereotipos y sexismos.

Para ello, que nadie lo dude, el ejercicio de la crítica es fundamental. Pero, además, urge asumir estos desafíos desde las etapas de preproducción, de construcción del guion y sus personajes. Hacen falta más asesores, más formación y capacitación. Solo así tendremos productos audiovisuales que, además de abordar asuntos polémicos, construyan imágenes menos sesgadas de la mujer, la maternidad, la violencia de género, las relaciones de parejas y esos otros tantos temas que conforman el rostro de nuestros días. Al fin y al cabo, alertaba la profe Isabelita, de buenas intenciones está plagado el camino hacia el sexismo.

Se han publicado 188 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Ela dijo:

    Pienso q la novela logro muchas cosas q hacía tiempo no lograba una novela cubana.
    Soy obstetreta y creo q el objetivo de la novela no era q la población viera mujeres parir, pero si era un objetivo q la maternidad hoy en nuestro país es un problema pies nuestra población está envejecida y como se logra q no siga envejeciendo q las mujeres paran.
    Otro punto hombres como Machi pululan en nuestra sociedad y mujeres con Irma otro tanto y en ocasiones eso embarazos tienen q continuar hasta el final pues las niñas no hablan.... Y cuando lo hacen es demasiado
    tarde. Pero a veces ese acoso sexual lo sufren niños y niñas en edad preescolar.... Y si la familia no lo denuncian nada se puede hacer.
    Idializar nuestra realidad hace mucho daño x eso estos temas de género no han tenido solución lo expusieron en la novela pasa todos los días y en muchas ocasiones los actúantes en estos temas solo se quedan en palabras.
    La novela sirve para q reflexionen nuestros psicólogos y todos los q tienen q evitar q pasen cosas como esas y no ahora hacer trizas la novela q demostró q si se pueden hacer cosas buenas con pocos recursos.....no sigo escribiendo porque al final uds los críticos de arte a veces en sus críticas técnicas pierden la esencia del audiovisual entretener y este lo logro....

  • Siklimey dijo:

    Estoy segura que el colectivo de la novela dio lo mejor de sí y hasta más ,pero no conto con el apoyo de institiciones sociales ,ni mucho menos con recursos económicos. Realizaron su trabajo como pudieron felicitaciones.

  • Carmen dijo:

    Magnífico comentario.

  • yo dijo:

    Mi comentario va dedicado al igual que la novela a defender la maternidad. No soy religiosa, y me considero feminista, no considero el aborto un asesinato, no critico a las mujeres que optan por interrumpir su embarazo por disímiles razones y me alegro de que en Cuba gocemos de ese derecho reproductivo, incluso me realicé uno a decisión propia porque era muy joven y quería terminar mis estudios y alcanzar la madurez biológica, psicológica y económica antes de ser madre. Las mujeres de mi familia me aconsejaron y pusieron sobre la mesa mis opciones y los pros y los contras de cada una, conversaron conmigo y me dijeron que me apoyarían cualquiera fuera mi decisión. No me arrepiento de lo que hice, pero a veces cuando pienso en eso me dan sentimientos de culpa y pienso en la edad que tendría el niño, cómo sería hoy, y pienso en el mal rato que pasé, en los miedos, en los sentimientos encontrados, porque a pesar de que usando el pensamiento lógico sabía que era la mejor opción, siendo sincera desde el primer momento que supe que estaba embarazada, yo amaba a esa criatura, decir lo contrario sería engañarme a mí misma. Es extraño, creo que hay algo en las mujeres, no sé si es biológico, pero creo que hay algo que nos hace sentirnos así.
    Hoy felizmente soy madre, por doble partida, madre profesional, con los agobios que todas las madres conocemos, con las carencias económicas, con los retos de la crianza, de no saber qué hacer en determinadas situaciones, el estrés de los primeros meses, el cansancio, las malas noches, el llanto, la sensación de querer ser la mejor madre del mundo y aun así equivocarme a veces, con la sensación a veces de que no lo voy a lograr, que no voy a poder con tanto, o incluso de pensar que soy mala madre.
    Con todo lo que he dicho hasta aquí cualquiera se arrepentiría de ser madre, pero NO, y me gustaría que todas las jóvenes que me leen por favor no se dejen llevar por esta corriente de pensamiento en la que el feminismo nos está poniendo en contra de la maternidad. Es cierto que se puede ser feliz y realizada sin ser madre y que la sociedad no debería juzgar a las mujeres que lo decidan así, como que también es cierto que tenemos el derecho a elegir el mejor momento para serlo. Pero según mi experiencia, a pesar de todo, el momento más feliz de mi vida fue cuando escuché por primera vez el llanto de mi bebé. Nada se puede comparar con eso, ni mis logros profesionales, ni el amor por la pareja, ni las parrandas, el alcohol y las fiestas. Nada se compara con el amor de los hijos, con su abrazo, con su beso, con sus ocurrencias, con su riza, con la expresión de su rostro, con sus juegos. Sé que con ellos nunca voy a estar sola, aunque sé que harán su vida cuando crezcan, intentaré estar cerca de ellos siempre aunque sea en la distancia. Nada sana más las tristezas y los problemas a los que nos enfrentamos a diario que el amor por un hijo, son la medicina a un día de estrés en el trabajo, o a las tragedias de la vida. Yo me miro a un espejo y veo que la maternidad hizo estragos en mi cuerpo, pero me siento orgullosa de ello. Quien no ha sido madre no puede sentir esto. Uno piensa como vive, es fácil defender a capa y espada que la mujer no necesita la maternidad para sentirse realizada cuando no se ha sido madre, pues no se ha sentido en carne propia lo que es serlo. Se puede estar realizada profesionalmente y ser madre, se puede ser madre y tener amigos y de vez en cuando darnos el gusto de divertirnos y fiestar, se puede ser madre y cuidar del cuerpo y ser bella. Tú, mujer que me lees y no eres madre aún, elije el momento, prepárate para la maternidad, pero no veas sólo lo malo que te cuentan de ella, no te prives de ese privilegio que tenemos nosotras.
    Para mí la maternidad es un milagro, es dicha, yo me siento especial por ser mujer y gracias a ello poder disfrutar de las sensaciones y emociones de crear vida, de sentir cómo crece dentro de mí, de sentir cómo sale de mí y de tener el privilegio de alimentarlo con lo que la naturaleza nos dotó a todas. La corriente feminista debería enaltecer a la mujer por el milagro de la gestación, y hacerla sentir y luchar por sus derechos para que pueda realizarse en todos los ámbitos y tener su espacio siendo madres, porque crear una ideología que influya en el criterio de que la mujer para realizarse profesionalmente, o lucir hermosa, o tener su espacio tenga que renunciar a ser madres, es de locos (amén de que pueda decidir si serlo o no).
    Yo pienso que la novela trata sobre eso, en Cuba todas las mujeres saben que tienen el derecho al aborto, y de hecho creo que la mayoría en la actualidad ni lo piensa para acudir a él, es la primera opción sobre la palestra. Pienso que la novela está mostrando otra arista, otra solución, diciéndonos: ok, tú tienes la opción de abortar, pero piensa un poco antes, también puedes tenerlo a pesar de tener VIH, a pesar de ser mayor, a pesar de no tener recursos económicos, a pesar der ser madre soltera, aunque seas profesional, aunque seas muy joven, tendrás muchas dificultades, sufrirás, pero no perderás la alegría de ser madre.
    Yo veo en estas corrientes feministas mucho de egoísmo y hedonismo, un: no quiero ser madre porque es muy trabajoso y difícil, porque es mucha responsabilidad, porque duele, porque el cuerpo me cambia, porque me resta tiempo y mi vida social cambia. Me parece que no son buenos valores los que se están trasmitiendo con estos criterios. Todo en la vida lleva sacrificio, esfuerzo, dedicación, responsabilidad y su buena dosis de sufrimiento, no sólo ser madre. El discurso debería ser: vamos a luchar por poder ser buenas madres y realizadas en todos los aspectos de la vida, porque la sociedad nos va a ayudar en ese sentido. En qué momento cambiamos de: “soy madre y por ello tengo que renunciar a todo lo demás”, por: “tengo que renunciar a ser madre para poder…” Esa no es la sociedad por la que quiero luchar como feminista.
    Sobre el machismo de Samuel, es verdad que la violencia suele ser una espiral que va incrementándose cada vez más, y pudiéramos pensar que Samuel va a volver a recaer, pero me pregunto: verdaderamente no pudieran existir hombres machistas que realmente busquen ayuda y cambien??? No estoy de acuerdo en que la mujer aguante todo por amor (de hecho Ania no lo hizo), pero la novela no estará influyendo en hombres y adolescentes machistas para que reflexionen y busquen ayuda y cambien?? No es aceptar la violencia, pero pensar que ningún hombre machista tiene remedio?…
    La novela el mayor acierto que tiene es la muestra de AMOR, que nos muestra la maternidad (idealizada??), el amor y la familia como sanadora y el lugar en el que podemos refugiarnos y resolver todos los problemas, por eso atrajo tanto a pesar de los defectos técnicos que pudiera tener. Es la familia y el final feliz que todos quisiéramos tener. Nos hace reflexionar, para lograr tener familias más funcionales basadas en el amor.

    • Paloma dijo:

      Muy abarcador su comentario, la felicito
      Acaso olvidan q esa novela es un producto para ser visto x una sociedad dónde nos incluimos todos?
      Desde personas muy encumbradas, con mucho estudio y muchas oportunidades, hasta la simple ama de casa o el viejito q ya no recuerda ni la última vez q fue a la escuela
      Por favor no pierdan la perspectiva, una novela no puede mostrar y menos buscar solución a todo lo q nos afecta como sociedad, para eso están ustedes, los entendidos

    • Ari dijo:

      Jaja ciertas corrientes feministas alientan el no ser madres , dónde leyó eso ?? Es muy difícil dejar de pensar que nuestras experiencias e ideas no son las de todos. Cada persona hombre o mujer ,no se porqué solo se piensa en la mujer solamente cuando se habla de los hijos ,nunca he escuchado que el hombre es más o menos por querer ser padre o no.En fin que las mujeres también podemos ser machistas,que cada quien tenga sus propias prioridades que no necesariamente tienen que ser las mismas .Evolucionen .

  • Reina Vega dijo:

    La novela fue un exito, me encanto.........

  • Manuel dijo:

    Fue la mejor telenovela de los último años no vivimos en una sociedad perfecta tenemos nuestro problema sociales como cualquier país pero no se puede hacectar que todos los seriales los lleven a la política, si crítica para mejorar es bueno pero no para destruir ni artistas ni nuestras cultura gracias

  • wilder dijo:

    lo unico que no me gusto de la novela, fue la muerte del violador, pués creo que mejor le correspondia la carcél ...........
    porque eso enseña la violencia
    saludos

  • Erdwin. Fernandez collado dijo:

    AniaTerrero, sus palabras : ..." mientras los bebés parecen de revista..." Entonces hay bebés feos, que no son de revista y es lo que se debería mostrar?. Todos los bebés son bellos!!! Lo otro es discriminatorio. Y si el personaje de Lia se demoró en hablar, recuerde el recurso de las telenovelas( que es lo que es) ....y cuando va a hablar Don Rafael del Junco( El derecho de nacer).

    • yane coba dijo:

      Felicidades por la novela y su actuación fue espectacular!!!! Suerte y muchos éxitos

  • Yym. dijo:

    De acuerdo con Merenguera y Mas

  • Yym. dijo:

    Es increíble cada día me convenzo más que está novela tiene enemigos fuertes, algún día se sabrá por dónde le entra el agua al coco

  • Alex dijo:

    Hola este escrito es más puntual que los que lo antecedieron en los principales medios del país que descalificaron la novela y que dieron lugar a lo acontecido en las redes sociales pero creo que olvido algo que nadie pero absolutamente nadie crítico y varias personas comentaron cree usted que los hogares maternos en nuestro país cuentan con las condiciones que tenía ese, de seguro las de la mitad ni siquiera se acercan, pero mi repuesta fue que es una telenovela ficción y que refleja solamente a la cuba que deseamos a la cuba que nuestros dirigentes y nuestro pueblo que es de todos luchan que no se debería buscar la sombra de si ese hogar es o no la media si no que la novela atrajo al público es ficción y el pueblo no miente los criterios son válidos desde todas las aristas saludos

  • cientificacubana dijo:

    Genial comentario!!!!

  • Ivonne Urbay Llera dijo:

    Yo creo que la novela abordó todas las temáticas antes dichas de una manera superficial , pero de la manera mas simple para que llegara al público, objetivo que creo fué cumplido. Los especialistas de manera científica han criticado profundamente la novela. La que sólo mostró de forma sencilla los problemas que son hoy realidad en Cuba y muestra un mensaje positivo. Aunque no sea tan profundo, también como médico pudiera critictar la parte del funcionamiento del hogar Materno, pero no es el objetivo. Felicito a los actores , director y guionista. E invito a los críticos que hagan una nueva novela con tramas diferentes, pero que traten esas temáticas y seguro tiene va ser seguida por el pueblo. No critiquen tanto y hagan más. HAGAN OTRA

  • Andi dijo:

    Los expertos en su mayoría critican que la novela apoye la maternidad. Qué quieren que apoye el aborto que para algunos cubanos está mal, y que un tema que no se toca es precisamente la cantidad de legrados y abortos excesivos que ocurren en mi país a los cuales la mayoría les son muy indolentes pq estamos en una cultura que cada vez más nos lleva a evadir las responsabilidades incluso con la insensibilidad de eliminar una vida con tal de que no entorpezcan la mía. Comprendo que hay casos y casos como el de Lia. También estamos en frente a una novela no a un documental sobre el embarazo. Creo que la novela falló en muchas cosas. Pero logró objetivos puntuales y claros

  • Millaray dijo:

    Pero aún siguen las discusiones sobre esta novela!! Señores esto es como enfrascarse en llenar un cubo defondado... Por más que quieran no llegarán a ponerse de acuerdo nunca por la sencilla razón de que todo depende del cristal con que se mire... y cada persona tiene su propio tipo de cristal para mirar... Así que dejen eso y comiencen a reflexionar sobre Amores y Esperanzas que es la que está en la pantalla ahora...

  • Alberto dijo:

    Se imaginan el hipotetico caso en que Lia usando su derecho a decidir como mujer hubiese elegido tener al bebe????

    De seguro la tercera guerra mundial....y criticas hasta de CNN, y otras entidades noticiosas importante foraneas.

    Pero claro..es una opcion que creen no se puede dar...cuando si....se ha dado.

Se han publicado 188 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Ania Terrero

Ania Terrero

Periodista de Cubadebate. Graduada en 2018 de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
En Twitter @AniaTerrero

Vea también