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El diario de René: Llega un combatiente vertical para hacer gala de sus hazañas contra objetivos civiles en Cuba

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Todo esto te lo estoy contando varios días después, este sábado 31 de marzo. Y ahora paso a lo ocurrido el lunes 19 de marzo.

Ese día, al llegar a la Corte, ya vislumbramos lo que será del juicio una vez que comience la exposición de Joaquín, que ha puesto citaciones de la Corte a varios terroristas. Llegamos a la sala para enterarnos de que uno de sus testigos ha hecho acto de presencia en el vestíbulo de la sala vistiendo botas militares, pantalón de camuflaje, pulóver negro y gafas del mismo color. Se trata ni más ni menos que de un combatiente vertical, que piensa hacer gala de sus hazañas contra objetivos civiles en Cuba.

La presencia del valiente gladiador se debe a que se espera que el caso de Paul termine de un momento a otro. El próximo testigo será su experto en aviación, cuyo examen McKenna cree que tomará solo un día y medio, lo cual, sumado al tiempo que podría emplear la Fiscalía, permite calcular que Joaquín podrá llamar a sus primeros tránsfugas hacia el miércoles a más tardar.

Definitivamente pienso que nuestro optimismo está contagiando a nuestros abogados, a juzgar por lo que va a pasar después.

Como para darnos un adelanto de lo que nos espera, Kastrenakes viene de nuevo con coliquitos y abre la semana con una perreta. Resulta que el experto en aviación de la defensa, el coronel retirado George Buchner, ha tomado un video en Cuba para compararlo con el que tomó Basulto el 24 de febrero del 96; y Kastrenakes está en contra de que el video se use porque, según él, a la Fiscalía no se le avisó y, por otra parte, el experimento no tiene validez científica para medir la distancia hasta la costa.

Paul está de acuerdo con que el experimento no debe ser utilizado para medir la distancia, pues sabe que desconoce el foco utilizado por Basulto y, por lo tanto, la imagen del 24 de febrero no sirve para hacer una comparación de distancia con otra imagen. McKenna ha tratado de explicar a Kastrenakes en todos los idiomas posibles que él no se apoyará en el video en sí para evaluar la distancia, sino que se valdrá de la composición de varias pruebas, como la grabación a bordo del N2506 y la conversación de los pilotos de los Mig, para que, mediante el cotejo con el otro video, se pueda determinar la dirección del vuelo de Basulto.

Heck Miller no debe haber tenido un buen fin de semana, pues viene bastante alterada en apoyo de su colega, para decir que McKenna no les avisó con tiempo a qué distancia, considera el experto, fueron derribados los aviones. Lenard le explica que ellos tampoco fueron muy precisos sobre las conclusiones de su experto notificadas a la defensa.

Se produce un impasse cuando Heck dice que ellos fueron precisos hasta el milímetro, y la jueza le pide buscar su notificación para corroborarlo. En efecto, la notificación no es tan precisa y solamente dice que el derribo ocurrió en aguas internacionales, lo que daría una precisión de entre uno y cuarenta mil millones de milímetros, aproximadamente, entre el lugar del derribo y el límite de las aguas cubanas en números redondos.

La jueza se dirige a McKenna como cuando dos adultos se están consultando sobre qué hacer con el niño que está en trance, y le pregunta si puede darle a Heck Miller la distancia exacta, lo cual el abogado hace con mucho gusto, situando el derribo entre seis y ocho kilómetros de la costa. Pero la fiscal no se da por satisfecha y sacudiendo los papeles se dirige descompuesta a Lenard:

—¡Yo no tengo tiempo para hacer nada con esa información ahora y...!

—¡No me grite señora Heck Miller! ¡No me grite! –le advierte la jueza con severidad inusual.

La fiscal se tiene que disculpar y se calla la boca.

Kastrenakes hace un último esfuerzo y pide una audiencia para discutir la base del cálculo de distancia que hizo el experto. Paul nuevamente explica, y otra vez en inglés, que la distancia se calculó sobre la base de una composición del audio de los Mig, el audio del avión de Basulto y el video. Cuando los fiscales quieren seguir protestando, la jueza los hace callar de nuevo. Y al fin podemos comenzar esta sesión con el experto, que Paul calcula que durará... ja, ja... día y medio.

A las 9:44 puede comenzar la sesión y viene la insustituible Lisa McDermont, invaluable investigadora que, trabajando para Paul McKenna, se ha echado sobre sus hombros este caso casi en su totalidad, no solo con celo profesional sino también con una gran dosis de calor humano. Por lo que ha cosechado todo nuestro respeto durante su estudio de la evidencia. Como tantas otras personas, Lisa se merecería un capítulo completo en este diario para hacer honor a su dedicación, su esfuerzo y su entusiasmo.

La investigadora tiene que testificar, como preámbulo a la presentación del experto, e identifica algunas fotografías que este utilizará para explicar su vuelo. Lisa cuenta su viaje a Cuba en compañía del experto y describe lo que ve en las fotos como un depósito de petróleo, la Plaza de la Revolución y el hospital Hermanos Ameijeiras, visto desde el Morro. Cuando Paul quiere introducir las fotografías, se produce una objeción de Kastrenakes que motiva un side bar, pero al regresar del mismo ya tenemos las fotografías en evidencia.

Para terminar, Lisa se refiere a su viaje a la base de San Antonio de los Baños, donde tomó varias fotografías al Mig-29 que derribó los aviones de Hermanos al Rescate y observó una demostración del avión en vuelo. Tras identificar varias fotografías de esta última etapa, finaliza su examen directo a las 10:12 a. m., y queda a la disposición de un ávido Kastrenakes.

El fiscal se lanza raudo y veloz contra una Lisa inmutable:

—¿Qué cámara utilizó para las fotografías?

—Una 35 milímetros.

—¿Y qué lente?

—Automático.

—¿Y a qué distancia exacta estaba de los edificios que fotografió?

—No sé –responde Lisa encogiéndose de hombros.

—¿Usted tomó las fotos de los Mig por su cuenta?

—Sí.

—¿Nadie la dirigió?

—Bueno, sí. El señor Buchner me pidió ciertos ángulos a la izquierda del avión.

Kastrenakes le alarga las fotografías:

—¿Y me puede decir cuáles fueron las que él le pidió hacer específicamente?

Y Lisa se encoge otra vez de hombros como diciendo qué sé yo, ya ni me acuerdo, y si me acuerdo no importa, y vaya pregunta.

—¿Sabe usted si los edificios que fotografió en la base estaban ahí en el año 96?

Otro “no” y la misma expresión.

—¿Conoce la condición del avión en ese tiempo?

Otro “no” y la misma expresión.

—¿Estaba el gobierno norteamericano representado durante la demostración del Mig?

Otro “no” y la misma expresión.

—¿Había público en el lugar?

Otro “no” y la misma expresión.

—¿Se trataba de un espectáculo aéreo?

Otro “no” y la misma expresión.

—¿Sabe cuál es la dirección desde La Habana hasta San Antonio?

—No sé –y la misma expresión.

—¿Ellos le dijeron cómo se vuela el Mig?

Otro “no” y la misma expresión y “no más preguntas”. Lisa debía estar pensando cómo cabrían en un solo cerebro tantas preguntas sin sentido, todas juntas al mismo tiempo.

A las 10:24 Paul tiene de vuelta a su investigadora.

—¿Usted sabe de qué hablaron el señor Buchner y el coronel Capote?[1]—No.

—¿Usted ha sido invitada a las investigaciones realizadas por el gobierno en relación con este caso?

—No.

—¿Fue invitada al procedimiento del jurado de instrucción?

—No.

—¿Fue invitada a las oficinas del gobierno?

—No.

Y a las 10:26 se retira Lisa y podemos comenzar la presentación del testigo de la semana, el coronel retirado George Buchner, experto de la defensa.

Paul tiene que calificar al experto como lo exige la ley y entrega a Buchner su currículo para irle haciendo algunas preguntas en relación con el documento, pero Kastrenakes está de ánimo “objetador” y provoca otro side bar en el que por segunda vez en el día la jueza lo manda a ducharse. Se plantea otra objeción cuando Paul ofrece el currículo como evidencia, y de nuevo Kastrenakes a las duchas. Ha comenzado con mala pata su enfrentamiento con el experto de la defensa George Buchner.

Ya currículo en mano, se repasa la biografía de Buchner: comandante de la 23 Región de la Defensa Aérea Norteamericana (NORAD) que protegía una parte del norte de los Estados Unidos y Canadá hasta que se retiró en el año 81. Pasó entrenamiento en radar. Graduado de la Academia de la USAF en el año 61, con 320 misiones de combate en el sudeste asiático. Piloto en Vietnam donde voló el O-2 del que muestra algunas fotografías y... ¡Objeción!, side bar. Desestimada. De nuevo las fotografías en Vietnam, primero junto al avión O-1 y luego junto a su sucesor, el O-2, original militar del Cessna 337. Explica los sistemas de armamentos que se pueden acoplar al O-2 y muestra una fotografía del F-4 con que realizara 93 misiones de combate en Vietnam en su segunda ronda en el año 72. Cuando la guerra se comenzó a poner difícil, la academia de la Fuerza Aérea diseñó un curso de entrenamiento contra aviones Mig y sus tácticas, donde participó como estudiante primero y como profesor después. Fue dos veces a Cuba donde discutió con un coronel de aviación sobre las tácticas empleadas por el bloque soviético, y ha escrito artículos sobre dichas tácticas. Ha realizado trabajos fotográficos aéreos extensivos, tanto en lo civil como en lo militar. Tiene licencia de piloto de línea aérea. Ha realizado investigaciones para la Fuerza Aérea reconstruyendo accidentes, tanto en Asia como en los Estados Unidos. Está familiarizado con la OACI y se reunió en Montreal con los investigadores del suceso de febrero de 1996. Paul lo ofrece como experto en tácticas militares de intercepción cubanas, comparación de fotografías, radar, aviación civil y reglamentos de la OACI. Son las 11:28, y por supuesto Kastrenakes quiere examinar al coronel.

—¿La compañía de consultoría aérea para la que trabaja es de reciente creación?

—Sí. Fue creada en el año 96.

—¿Usted se dedicó a sembrar árboles de Navidad entre 1989 y 1997?

—Sí.

—¿Cuándo fue la última vez que voló comercialmente?

—En 1985.

—¿Tiene entrenamiento de radar en la Fuerza Aérea?

—Sí.

—¿Aparece algo de ese entrenamiento en su biografía?

Y Buchner examina con cuidado el documento:

—¡Ahh!, no –dice encogiéndose de hombros.

—¿Ha sido entrenado en calibración o mantenimiento de radares?

—Eso es para los técnicos.

—¿Ha calibrado radares de tierra?

—Yo atendía siete estaciones de radar durante mi comando en el 23 del NORAD.

—¿Como supervisor?

—Sí.

—¿Conoce de aeróstatos?

—Solo conocimiento general. He trabajado con ellos, pero por supuesto no los he calibrado.

—¿Estuvo asignado a radares en Vietnam?

—No, pero probé los radares y los misiles soviéticos.

—¿Se ha entrenado en el radar de Cudjoe Key?

—No, solo lo conozco por mi trabajo en relación con este caso.

—¿Ha ocupado una posición técnica en radares de tierra?

—No.

—¿Ha sido entrenado en radares soviéticos?

—Sí.

—¿Conoce de radares cubanos?

—Algo.

—¿Visitó algún sitio de radar en Cuba fuera de la base de San Antonio? ¿Examinó algunos radares de la Fuerza Aérea en el museo? ¿Tiene conocimiento de primera mano sobre calibración y mantenimiento de los radares en Cuba?

—No.

—¿Ha sido calificado en Corte anteriormente como experto en radares?

—No.

Parece que a Kastrenakes no le conviene un experto en radares y ha dedicado un buen rato a este tema. A las 12:30 pasa a otros asuntos.

El interrogatorio sigue y el coronel Buchner explica que durante sus visitas a Cuba tuvo extensas discusiones sobre tácticas soviéticas, tanto en relación con este caso en particular como en general.

Repasa de nuevo sus entrenamientos en tácticas soviéticas durante los años en que la guerra de Vietnam se complicó en el aire, explica que las tácticas cubanas se basan en las mismas tácticas del bloque socialista que él estudió. Aunque no ha testificado en Corte en relación con análisis de video, ha trabajado en comparación fotográfica y en esta materia testificó en el Congreso en relación con un trabajo ecológico que se llevó a debate allí. Su última intercepción aérea fue en Vietnam, aunque posteriormente siguió recibiendo entrenamiento de este carácter hasta su retiro. Su relación con las reglas de la OACI comenzó a partir de su servicio como piloto de interceptor, aunque su primer trabajo con el organismo se relaciona con este caso. Nunca antes ha sido calificado como experto en una Corte.

Tras este cuestionario, Kastrenakes pide el lógico side bar para discutir las credenciales del coronel Buchner como experto. El conciliábulo se extiende por un buen rato, a su regreso Philip me dice que, excepto en radares, el coronel ha sido calificado para el resto de las áreas, de manera que Paul tiene que hacer algunas preguntas más para establecer esta última calificación.

De la mano de Paul el coronel explica que, aunque no ha testificado acerca de radares, sí realizó algunas presentaciones durante su servicio militar. En los años en que fungió como jefe del 23 NORAD sus funciones incluían visitar las siete estaciones de radar a su cargo y trabajar con los operadores. Las siete estaciones de radar constituían el cincuenta por ciento de la operación del 23 NORAD. Discutió extensamente en Cuba sobre los radares, tanto militares como civiles, y durante sus dos vuelos tuvo ocasión de comprobar la precisión de estos últimos. McKenna reitera su solicitud de presentar a Buchner como experto en radares y a la 1:24 p.m.: ¡tenemos un experto!

Quedan veintiún minutos para que termine la sesión y ha tomado casi todo el día calificar al testigo como experto. Paul comienza por la OACI, y se toca el tema de la Convención de Chicago de 1944 que diera lugar a la fundación de la Organización de Aviación Civil Internacional, cuyos reglamentos han cambiado muy poco desde entonces. El experto explica que la Convención de Chicago se aplica únicamente a la aviación civil, y Paul introduce en la discusión un documento de trabajo de la OACI que sirve para definir aviación civil y aviación estatal, estableciendo que el uso del avión es el criterio determinante, independientemente de la nacionalidad, marca de fabricación o matrícula de la aeronave. Respecto a las fuentes en que se basó para su estudio del caso de Hermanos al Rescate, se refiere a los documentos de la OACI, del Buró Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB), el testimonio en el juicio por la suspensión de la licencia de Basulto, el testimonio rendido hasta el momento en nuestro juicio, entrevistas con el personal de la OACI que realizara la investigación del derribo y la información biográfica de Basulto provista por Cuba.

A continuación Paul y el experto se adentran en el documento de la OACI que define la aviación civil y repasan cada uno de sus puntos.

Naturaleza de la carga: Basulto y sus chicos se dedicaban a cargar papeletas, medallones, calcomanías, bombas de humo, etc. Lo mismo que se dedicó a hacer el testigo en Vietnam con su O-2, como parte de la guerra sicológica paralela a las operaciones militares. El coronel Buchner explica que para esos fines el O-2 estaba equipado de una puerta especial que Basulto ha adaptado a algunos de sus aviones entre ellos el N5485S, propiedad de una compañía de nombre Pipe Air, de la cual Paul quiere introducir algunos documentos, pasando por encima de las lágrimas de Kastrenakes. Resulta que el presidente de Pipe Air no es ni más ni menos que nuestro distinguido líder cívico José Basulto. De paso, el coronel menciona el archivo de la FAA sobre nuestro amigo, para recordar que Hermanos al Rescate estaba fuera del control de la agencia.

Pasajeros o personal para transportar: los aviones de Hermanos al Rescate solo se dedicaban a transportar lanzadores de objetos y alborotadores de la frecuencia. ¡Ah!, y alguno que otro espía castrista dedicado a subvertir la conciencia cuasi papal de san Basulto de la Sagüesera.

Registro y marcas nacionales: el testigo comienza a referirse a la utilización del avión O-2, con marcas militares de los Estados Unidos, por parte del grupo. Cuando comienza a presentar algunas fotografías, la jueza se fija en su reloj y pone fin a la sesión.

Nota:
[1] Coronel de la Fuerza Aérea Revolucionaria. Piloto de caza y de transporte. Doctor en Ciencias Militares. Profesor titular e investigador titular. Sirvió de enlace entre el experto de la defensa, coronel George Buchner, y las autoridades cubanas.

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René González Sehwerert

René González Sehwerert

Héroe de la República de Cuba. Uno de los cinco jóvenes revolucionarios que se infiltró en grupos terroristas que desde la cuna de la mafia anticubana, Miami, organizan impunes sus ataques criminales contra el territorio cubano. Fue condenado a 15 años de prisión. Su causa contó con una enorme solidaridad internacional. Regresó a Cuba en el año 2013.

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