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“El diario de René”: Todavía hay quien se pregunta si la Ley de Ajuste es o no una ley criminal

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Son las 7:00 p.m. del sábado 10 de febrero. Esta mañana me senté temprano a escribir y solo paré para llamarte por teléfono. Pude terminar el recuento del miércoles y espero poder terminar jueves y viernes con cierta comodidad mañana, sin necesidad de que me sorprenda el toque de queda en el teclado, como me sucedió la pasada semana.

Hace un momento se me acercó un joven mientras preparaba la máquina de escribir. Me preguntó si conocía a Germán Pompa y a su familia; resultó ser compadre de nuestro conocido, quien le habló de mí por la cobertura de televisión que ha seguido a nuestro caso y a propósito del video aparecido en pantalla en estos días, sobre la primera violación del espacio aéreo cubano protagonizada por Basulto y su pandilla, el 17 de abril de 1994, ocasión en la que Pompa y yo compartimos el mismo avión.

El joven me puso al tanto de la familia sin que nada de lo que me dijo, por su carácter privado, deba ser puesto en este diario. Solo una noticia merece comentario porque va más allá del ámbito familiar y se vincula, de alguna forma, con nuestro caso, dada su relación con la industria criminal que, entre otros frentes de “batalla”, ha escogido sacar ventaja de la política migratoria irresponsable de Estados Unidos con respecto a Cuba.

Resulta que María, la esposa de Germán, juntó ahorros para sacar ilegalmente de Cuba a parte de su familia, pero resultó un viaje fatal en el que perdió a su madre y dos hermanas. No sé si entre ellas estaría la que tú llegaste a conocer allá, antes de venir, pero sea quien sea, ahí quedan más vidas truncadas, por este negocio con el que, durante demasiados años ya, se ha querido hacer propaganda contra Cuba. Todavía hay quien se pregunta si la Ley de Ajuste Cubano es o no una ley criminal. Independientemente de nuestras diferencias, la noticia me produjo tristeza, tanto por María como por sus familiares fallecidos.

El jueves 8 de febrero prosigue Leonel Morejón Almagro. Ahora vuelven a hablar de Radio Martí como una estación del gobierno norteamericano “para ayudar al pueblo de Cuba” y se menciona la interferencia que el gobierno cubano le aplica. A continuación se aborda el sistema legal de Cuba, de la mano de este farsante, para que explique el concepto de bufete y cómo esta es la única forma en que los abogados se pueden congregar para ejercer. Otra objeción de Joaquín provoca un side bar.

De nuevo esta gente, que había expresado su molestia cuando el testigo habló de sus libertades para llamar y conspirar desde Cuba con cuanto mecenas encontraba en el extranjero, está ahora demostrando la verdadera motivación de su caso, que no tiene nada que ver con la legalidad. Quieren influir sobre el jurado y ahondar sus prejuicios, haciendo que este sujeto dé su versión particular del sistema legal de la Isla.

La jueza se queda a mitad de camino y permite una pequeña incursión en el tema, pero solo a través de respuestas positivas o negativas. Pienso que no debió permitir este ejercicio de embrutecimiento del jurado por parte de personajes tan despreciables.

—Le voy a hacer algunas preguntas sobre la práctica legal en Cuba y necesito que por favor me conteste sí o no. ¿Usted trabajó para un bufete?

—Sí.

—¿Todos los abogados en Cuba trabajan para un bufete?

—Sí.

—¿El gobierno los supervisa?

—Sí.

—¿Los abogados tienen que reunir ciertos requerimientos?

—Sí.

—¿Se controla cómo tienen que defender a los clientes?

—Sí.

—¿Pueden visitar a sus clientes solos o tiene que estar algún oficial?

—¡Objeción!

—Sostenida.

—¿El abogado tiene que llenar una planilla para explicar las preguntas que le hizo al cliente?

—Sí.

—¿Puede practicar si no llena la forma?

—No.

—¿El gobierno revisa la forma que llenan los abogados?

—No sé.

Yo miro a Roberto en la fila del público y este no cabe en la silla de ira. Me imagino la cantidad de personas que habrá defendido en Cuba utilizando toda su habilidad, incluyendo a algunos de los terroristas enviados para poner bombas en nuestro país, y me doy cuenta de cómo se debe sentir ante las mentiras de este mequetrefe.

Así termina su paso por el estrado de los testigos el señor Leonel Morejón Almagro. Para deshacerme rápido de él voy a darte una idea lo más breve posible de cómo vi su testimonio.

Si lo vemos desde el punto estrictamente legal, nos fue favorable por los siguientes elementos: a pesar de manifestarse pacifista varias veces, dejó entrever su falta de respeto a las leyes que no le gustan, lo que lo equipara con su amigo Basulto. Pero lo más importante es que cerró el círculo de esa confabulación made in Miami que fue Concilio Cubano, dando sentido a lo señalado por McKenna en cuanto a que, para Basulto, ese era un día en que sencillamente no podía bajarse del escenario. Por otra parte demostró, por sus vínculos con la crema y nata de la mafia anticastrista, que Cuba tenía sencillamente todo su derecho a no permitir la consumación de un convite de personajes tan selectos sobre los que, al presentar nuestro caso, saldrán a relucir tantas actividades consideradas como terrorismo en todo el mundo. Todo esto sin contar con su comportamiento resentido y antiparlamentario, ejemplificado en la discusión bizantina alrededor de las fechas patrias de Cuba, a lo que se suma su cierto aire de desajustado social, enojado con un planeta que tuvo la desfachatez de rechazar sus brillantes ideas.

Por otra parte, no se puede subestimar un aspecto en el que la Fiscalía se está apoyando para su caso: los prejuicios contra la Revolución sembrados durante tanto tiempo y de manera tan brutal en la población de este país. No sé hasta qué punto ese señor fue capaz de reincentivarlos en la mente de los jurados y me preocupa, pues, a pesar de las instrucciones de la jueza, algunos podrían decidir su veredicto por lo que ven en la televisión y no por las evidencias mostradas en la sala.

Trataré de alertar a los abogados en este sentido, pues este es un juego en el que la Fiscalía está enfrascada desde el día en que nos detuvieron (y supongo que desde mucho antes).

Salimos a un breve receso, tras el cual Paul pide la palabra para dirigirse a la jueza. Resulta que Basulto sigue haciendo de las suyas, ha ofrecido una conferencia de prensa en relación con un homenaje que será dado, el 24 de febrero, a los pilotos de Hermanos al Rescate derribados hace cinco años. Basulto está acompañado por la anciana Eva Barba, madre de Pablo Morales, a la que él ha manipulado a su antojo, desde que la pobre señora llegó a los Estados Unidos años atrás. También lo acompaña Guillermo Lares, quien ya parece que se ha secado el sudor que le provocó el interrogatorio de McKenna días atrás. Definitivamente Basulto está frenético y no repara en medios para controlar el daño que le podrá hacer el juicio.

La fiscal Heck Miller es consecuente con el concubinato que ha establecido con este elemento. Resta importancia al asunto y dice que Basulto lo único que va a hacer es un homenaje, que eso es algo que él organiza todos los años y no tiene la menor importancia. La despreocupación con que dice todo esto para dibujar un cuadro inocuo de un tipo como Basulto es solo comparable a la saña con que la emprende contra nosotros a cada oportunidad, para insistir en nuestra naturaleza diabólica. De nuevo se trata de justificar los desvaríos de Basulto para poder condenarnos.

Lenard pide a McKenna que le entregue por escrito cualquier preocupación y le promete actuar con prontitud al respecto.

La Fiscalía parece replegarse en relación con los cargos de espionaje y asesinato

VI

Donde la Fiscalía parece replegarse para tomar un respiro en relación con los cargos de conspiración para cometer espionaje y conspiración para cometer asesinato

A las 11:35 viene el testigo Miguel López Battle a ser examinado por el fiscal Buckner. Este es un joven que fue vecino de Gerardo en Cuba y a quien la Fiscalía ha llamado para que revele la verdadera identidad de este como Gerardo Hernández, lo que ya todo el mundo conoce en la sala. Se produce un episodio gracioso porque el muchacho, ansioso por identificar a su vecino de la infancia y poner pies en polvorosa, cuando el fiscal Buckner le pregunta su nombre se vuelve hacia Gerardo apuntándolo con el dedo y dice “Gerardo Hernández”. La sala estalla en carcajadas. Para su desazón el proceso no es tan simple. Tiene que explicar que conoce a Gerardo desde su primera infancia, que se encontró con él en Miami Beach y este le había dicho que mientras trabajaba en la embajada cubana en Argentina se había dado un salto a Florida, supuesta indisciplina sobre la que le pidió discreción.

Para desgracia de Battle el reporte de Gerardo sobre este encuentro cayó en manos del FBI, causa de que tuviera que ir al estrado para que identificara a nuestro compañero.

Paul se dirige al joven Battle para su contraexamen y establece que su relación con Gerardo Hernández era la de buenos vecinos, que lo había conocido durante toda su vida, que conocía también a toda la familia de Hernández en Cuba y que al encontrarse en Miami Beach, Hernández no había negado conocerlo.

Tras una redundante reexaminación de Buckner, Battle abandona el podio, aliviado del trance que le obligara a identificar a su vecino de infancia. Por nuestra parte no hay problema. Sabemos que no tuvo opción.

Después de un receso viene a testificar el señor Ricardo del Toro, a las 12:45 p.m. Es el tío de Mercy, la exesposa de Ramón Saúl Sánchez, quien, aunque no era un miembro activo de Democracia, resultó un apoyo para Saúl, pues le ofreció un trabajo que le daba bastante libertad para dedicarse a las actividades del Movimiento.

Bajo la tutela de Kastrenakes, el señor Del Toro se identifica y recorre su vida desde que dejó Cuba en 1972 y viajó a España, Santo Domingo y luego a los Estados Unidos, donde estableció un negocio de exportaciones en el que dio trabajo a Ramón Saúl Sánchez, en aquel entonces novio de su sobrina Mercy.

Respecto a Democracia, explica que no era miembro y que ocasionalmente había donado algún dinero de bolsillo al grupo durante sus colectas. Estima la cantidad total en unos cuatrocientos dólares, aportados poco a poco, durante unas veinte veces. Acto seguido muestra una carta que recibió alrededor de 1997 o 1998:

Queremos alertarle que los patriotas del exilio ajustaremos cuentas a todo el que ayude a Ramón Saúl y a Democracia por ser cómplices de los engaños a nuestro sufrido pueblo.

Comandos JMC

La Fiscalía quiere reintroducir el documento en el que Cuba me pide que consiga la dirección del señor Del Toro, pero Philip objeta y la jueza parece decidida a no hablar más de los documentos que tanto se han repetido. La objeción es sostenida y el testigo pasa a la defensa. En honor a la verdad, aunque la solicitud hecha a mi persona respecto a la dirección de Ricardo tenga que ver con la carta, esto no está establecido en la evidencia.

A la 1:13 Joaquín toma el estrado para contraexaminar a Ricardo del Toro. El abogado establece que este recibió la carta personalmente, que no había recibido alguna igual anteriormente, que no sabía quiénes eran los comandos JMC, que se sintió amenazado por la expresión “ajuste de cuentas”, que no mostró la carta a Saúl y sí a las autoridades, que sabía del trabajo de Saúl en Democracia y que según el testigo este era un grupo pacífico. Cuando Joaquín quiere incursionar en la militancia de Saúl en la organización terrorista Omega 7, una objeción de la Fiscalía le impide continuar. El abogado entonces establece que Ramón Saúl terminó su trabajo con Del Toro en el año 98, que este no lo conocía de antes, que le fue recomendado para el trabajo, y que siendo el suyo un pequeño negocio familiar, no acostumbraba a llenar planillas o investigar la vida de sus empleados.

Aunque obviamente Joaquín quería relacionar el ambiente del anticastrismo en Miami y las antiguas compañías de Ramoncito, con el hecho de que el tío de Mercy se haya sentido amenazado con la carta, en esta ocasión las objeciones de la Fiscalía no le han dejado hacerlo. Como dice Fernando: “Si tú recibes esa carta en La Habana Vieja te echas a reír, solo en este ambiente te puedes sentir amenazado por algo así”.

A la 1:30 p.m. toca el turno a Philip. Le pregunta si no le daba tiempo libre a Saúl para sus actividades políticas y responde Ricardo que cuando lo hacía le descontaba el salario, a petición del mismo Saúl: “Yo le daba una que otra hora libre. Al fin y al cabo, cuando había que quedarse a trabajar tiempo extra él lo hacía sin cobrar”, señala. Philip le pregunta si alguna otra organización de exiliados le daba dinero a cambio de mantener a Ramoncito en la nómina, el testigo comienza a respirar con cierta agitación y lo niega; entonces Phil insiste: “¿No le daba la Fundación Nacional Cubano-Americana dinero para que mantuviera a Ramón Saúl Sánchez en su nómina?”. “¡A mí nadie me dio nunca dinero para mantener a nadie en mi nómina!”, responde realmente ofuscado, mientras mi abogado da por terminado su contraexamen y la Fiscalía renuncia a su reexamen directo, lo que permite a Ricardo retirarse como alma que se lleva el diablo.

Para mí la ofuscación del testigo es genuina. Si bien es cierto que minimizó su apoyo a Ramón Saúl para el desarrollo de sus actividades políticas, no consta que la Fundación le haya facilitado tal apoyo. Las rencillas que siempre han existido entre estos grupos me inducen a dudarlo.

A la 1:35 toma el estrado el agente del FBI George Quesada, a quien examinará Kastrenakes. Quizás han decidido darle algún testigo fácil para que no siga recibiendo palizas en público.

El señor Quesada es de los que se dedican a vigilar sin ser vistos, y lo ha hecho durante diecinueve años. Estaba frente a la base de Boca Chica, el 21 de enero de 1997, mientras dentro el Faquir se dedicaba a robar los más ocultos secretos de la defensa de los Estados Unidos de Norteamérica, al decir de la Fiscalía. Una vez que nuestro siniestro hermano salió, el agente Quesada lo siguió, y eso es precisamente lo que quiere contar, por lo que Kastrenakes le pide que identifique a Guerrero. El Faquir se pone de pie para facilitarle la tarea, mientras Jack en alta voz estipula que su cliente se deja reconocer. Quesada recorre nuestros asientos buscando la cara de quien persiguió tres años atrás y duda, sigue mirando y duda... Ya Antonio se considera identificado y toma nuevamente asiento, mientras el pobre Quesada mira, y mira, busca y rebusca; al fin se le enciende el bombillo y logra identificar a su objetivo de hace tres años en la persona de... !un servidor! La sala estalla en risas, mientras el gong de la 1:45 salva al agente.

Y con esta anécdota graciosa termina el día. Algunos salimos preguntándonos si la alimentación herbívora del Faquir lo ha desmejorado tanto que el agente no podía creer que se hubiera encogido de esa manera. Quizás antes tenía una complexión como la mía.

Todo indica cierto cambio en la tónica del juicio. Al parecer la Fiscalía no puede seguir recibiendo los golpes que le han asestado cada vez que incursiona en las aguas profundas del cargo de asesinato y ha realizado un repliegue táctico trayendo testigos menos vulnerables. Las sesiones vuelven a la monotonía del principio y giran sobre los cargos menos serios, ya reconocidos por nosotros.

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  • LHM dijo:

    Solo quiero pregntar si el Diario de Rene está pblicado porque lo que más deseo es comprarlo y lerlo de un solo tirón.
    Porfa,. que alguíen me oriente.

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René González Sehwerert

René González Sehwerert

Héroe de la República de Cuba. Uno de los cinco jóvenes revolucionarios que se infiltró en grupos terroristas que desde la cuna de la mafia anticubana, Miami, organizan impunes sus ataques criminales contra el territorio cubano. Fue condenado a 15 años de prisión. Su causa contó con una enorme solidaridad internacional. Regresó a Cuba en el año 2013.

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