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Manuel Calviño: "Antes de ser psicólogo soy ser humano"

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Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Amaury. Muy buenas noches, estamos en Con 2 que se quieran. Ahora aquí, en 5ta Avenida y calle 32, en Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala.

Hoy nos acompaña, otro querido amigo mío, el doctor en  Ciencias Psicológicas y músico, un gran músico que después va a explicar por qué no siguió siendo el gran músico que siempre fue. Mi hermanito, Manolo Calviño.

Muy buenas noches, oye qué alegría, cómo se va a poner la gente feliz de tenerte en el programa. Lo han pedido, me dicen, ¿por qué no llevas a científicos, a deportistas? Me lo dicen mucho. Y claro, yo siempre digo que el perfil del programa está vinculado a ese mundo artístico-intelectual, ¿no?, pero es que tú reúnes esas dos condiciones, así que los que querían científicos, te tienen a ti aquí y los que querían músicos, también.

Yo quería empezar a hablar por tus padres, por tu niñez, cuando te conocí, ya eras un joven. ¿Cómo transcurrió eso?

Calviño. Pues la verdad que funcionó muy bien. Yo tuve una niñez absolutamente feliz -en mis recuerdos y en los hechos objetivos que puedo estructurar para tratar de separar el recuerdo de lo que realmente pasó, cosa que es casi imposible-, pero fue una niñez muy linda, muy feliz. Yo nací en Cayo Hueso, sigo viviendo en Cayo Hueso, aunque vivo ahora en el Vedado, pero mi estilo de vida quedó marcado por Cayo Hueso, el concepto del barrio, de la gente, de llegar a las 3 de la mañana, de las puertas abiertas, y todo el mundo ahí. En Cayo Hueso trasncurrió mi infancia, una infancia llena de juegos, de desentendidos con los padres, como es de suponer. Mi padre siempre fue un hombre con un pensamiento muy avanzado. Mi madre a la usanza de la época, muy dedicada a ensalzar a mi padre y a sus hijos.

Amaury. ¿A qué se dedicaban?

Calviño. Mi madre era ama de casa. Se dedicaba a los hijos, tenía la profesión más difícil de todas las profesiones, y mi padre era médico, era cardiólogo y en gran medida mi padre es una de las causas fundamentales de por qué yo estudio psicología.

Yo fui, Amaury, un pésimo estudiante de preuniversitario. Digamos, evaluando por los estándares conocidos: no asistencia a clases, no estudio, no interés. Era la época en que la música ocupaba el primer plano de mis intereses. Repetí el último año del pre, eran, qué sé yo, 18 asignaturas. Me presenté a una cosa que hoy se llama los mundiales, en aquella época ni me acuerdo cómo se llamaba.

Amaury. ¡Extraordinarios!

Calviño. Efectivamente, extraordinarios y aprobé todas las asignaturas menos Física. Entonces eso fue una cosa interesante: Estoy sentado en el parque Mariana Grajales y se me acerca la entonces directora del preuniversitario y me dice: "¿Calviño, usted va a repetir todas las asignaturas o solamente Física?" Mira como han cambiado los tiempos, si eso se le dice hoy a un muchacho, probablemente preguntará ¿Cuánto cuesta? En aquella época, yo pregunté: "¿Qué es lo que me va a mandar a hacer?"

Amaury. ¡Claro, claro! (risas)

Calviño. Es la diferencia, muchos años. Entonces me dijo: No, usted puede dar solamente Física, pero tiene que ir a trabajar de profesor a una secundaria y me mandaron a la secundaria en la que yo había sido estudiante. Cuando el director me ve llegar, dijo: "¿Y usted que hace aquí?" Dije: Prepárese que va a recibir a su nuevo...

Amaury. ¿Qué secundaria era?

Calviño. La Rubén Martínez Villena. El otro día, hace unos programas atrás, estuviste hablando con Loipa.

Amaury. ¡Ah, sí!

Calviño. Y decía que su mamá era profesora de Español, fue mi profesora de Español, excelente profesora de Español. Bueno, y cuando llego a la Secundaria, digo: bueno "¿y qué asignatura voy a impartir?" Me dice el director, la única que tenemos disponible es..., Física.

Amaury. (risas)... Física.

Calviño. Por suspender Física fui profesor de Física y esto es un hecho interesante, hoy muchas personas dicen: los profesores jóvenes, los emergentes. ¡Yo fui un emergente!, pero con un sentido de responsabilidad, estudié Física como nunca en mi vida y allí descubrí mi vocación por el magisterio. Yo no puedo dejar de ser maestro y lo descubrí allí. Por un accidente, dirían algunas personas. Los psicólogos diríamos: alguna causalidad en la historia de tu vida.

Y con la Psicología me pasó igual, terminé ese año el preuniversitario, la misma directora me dijo: "¿Y usted qué va a estudiar?" Y con una cosa así, absolutamente prepotente y altanera, que yo no era así.

Amaury. Tú no eres así, no.

Calviño. Era mi relación con la directora, era como decirle; usted no me va a poner un pie encima y le digo: ¿Cuál es la especialidad más difícil de entrar? Me dijo: entre ellas, Psicología. Le dije: "Apúnteme en Psicología" y ahí fui, hice las pruebas y matriculé Psicología.

Amaury. Pero ahí voy a una pregunta ¿En la Psicología que se practica hoy se sigue respetando ese secreto profesional, igual que se respeta en la iglesia el secreto de confesión?

Calviño. El sector profesional es absolutamente inviolable. La estructuración ética de la profesión descansa en el secreto profesional.

Amaury. Yo conozco a algunos artistas que tienen dificultades psicológicas y algunos hasta psiquiátricas y dicen: yo prefiero contener todo esto que ir a contarle -inclusive una persona que sale por televisión, que sale en el cine-, no voy a contarle a un médico mis problemas, porque a lo mejor se ha relajado la disciplina, y cuando venga a ver los problemas que yo tengo se entera todo el mundo.

Calviño. Bueno, ese es un tema también que no tiene tanto que ver, a mi juicio, que no tiene solo que ver con el modelo profesional, sino también con un modelo cultural. Seguimos siendo culturalmente un país donde una persona, en medio de Galiano y San Rafael, puede hablar de sus padecimientos de hemorroides con una tranquilidad impresionante (risas), sin embargo, decir que está sometido a un tratamiento psiquiátrico, o que se ve con un psicólogo, eso... no. Yo creo que es un problema cultural.

Sin embargo, yo he tenido pacientes, vamos, he tenido amigos, que por amistad he preferido que no sean mis pacientes, los he derivado a otros profesionales y yo mismo he llegado a pensar: tengo que buscar la forma para no exponerlo. Y esa persona en quién estoy pensando me ha dicho: Dime dónde hay que estar, a qué hora, dónde es la cola. Tranquilo.

Amaury. ¡Ah, qué bárbaro!

Calviño. Es decir, yo creo que es un problema cultural y un problema también, ¿por qué no?, sin que nadie se ofenda, creo que es un problema de madurez personal.

Amaury. Bueno, ¿ustedes son tres hermanos? Alfredo, Lola y tú.

Calviño. Sí. Yo soy el del medio, Alfredo es más pequeño.

Amaury. Alfredo, ¿a qué se dedica?

Calviño. Alfredo se dedica al cine. Vive en México, parece ser que una persona bastante exitosa en materia de comercialización de cine. Se dedicaba a eso aquí. Aprendió su trabajo aquí en el ICAIC, verdad que con los grandes vendedores del ICAIC, que son antológicos.

Amaury. Sí. ¿Y Lola?, que trabaja en el cine también.

Calviño. Lola también trabaja en el cine, así que probablemente de ahí mi parecido a Brad Pitt, con unas libras de más. (risas)

Amaury. (risas) Bueno, los ojos tuyos son más bonitos que los de Brad Pitt

Calviño. ¡Ah, ya tú ves!

Amaury. No sé si las luces permiten ver la claridad de tus ojos. Ahora ¿Cuándo se forma el grupo Moncada?, quiero que vayamos ahí  antes de irme atrás.

Calviño. Moncada nace en el 72. Alberto Faya y un estudiante de física, Mario Ayoub y yo, cantábamos..., como empezamos todos, cantando las canciones de Silvio, de Pablo, hacíamos las veces de trovadores. Y entonces, en algún momento aparece la Televisión Universitaria, y aparece un programa, entre los muchos que aparecieron de la TV Universitaria, que se llamaba Siempre en Domingo, que lo dirigía Jorge Gómez.

Amaury. ¡Ah, claro!

Calviño. Y Jorge Gómez empieza un poco a aglutinar gente para intentar sustentar aquel programa y había una cercanía ya entre nosotros. Nos juntamos ahí a tocar con unos instrumentos que estaban allí que eran de la escuela. Cuando hicimos el primer intento, yo dije: este grupo ya tiene nombre, debe llamarse Los Pimientos Morrones (risas) para evitar cualquier otro exceso.

Moncada nunca nació, a mi juicio, con una pretensión de ser músicos, sino con una pretensión de hacer un trabajo cultural, de comunicación cultural. Sus gestores eran gentes con intereses de este tipo, quizás no éramos, seguramente, muy buenos músicos, pero sí, esto nos unió y en el 72 fundamos el Grupo Moncada.

Amaury. Pero cuando tú llegas al Moncada, yo recuerdo el Moncada de aquellos años, desde afuera tú decías: los que tienen una formación musical más sólida..., estaba Julián (Fernández).

Calviño. Julián, efectivamente.

Amaury. Tocaba guitarra, empezó a tocar tres por esa época.

Calviño. Exactamente.

Amaury. Y tú, porque tú venías... Mi primer recuerdo primero tuyo era tu pelo largo, ¡imagínate! todos nosotros rapados, porque la escuela donde yo estudiaba era medio militar o algo así. Y cantando: Tan solo tres días... (entonando)

Calviño. ¡Tan solo tres días! ¡Black is Black!

Amaury. Black is Black ¿Cómo fue ese paso por Los Dadas? Porque a lo mejor estaba por ahí lo del Pre, que no sacabas bien las notas...

Calviño. Exacto, sin dudas, sin dudas. En el año 65 ó 66, ingresé en Los Dadas. Recuerdo que una de mis primeras experiencias -que nunca se llegó a realizar- en un viaje que hacíamos a Matanzas, montó en la guagua un muchachito flaco, orejoncito, con su guitarra y le decía a la gente de Los Dadas: ¿por qué no hacemos un disco? Los Dadas venían del Ejército, de la 2350, de Managua. Yo no, yo estaba en mi Pre y este muchacho recién salía del Servicio Militar Obligatorio. Y ahí quedó la idea de hacer un disco, en el que a mí me tocaría hacer una segunda voz de una canción que decía algo así como: "Quédate, quédate, para poder vivir sin llanto" (canta esa línea y Amaury la termina con él)

Amaury. ¡Era Silvio, el muchacho jovencito que se subió a la guagua!.

Calviño. Era Silvio, y realmente es que Los Dadas fueron un grupo muy, muy bueno.

Amaury. Muy bueno.

Calviño. Y sí, yo tenía, al llegar al Moncada, una experiencia de trabajo en grupo muy importante.

Amaury. Y en escena.

Calviño. Y en escena, en el 69.

Amaury. Porque Alberto (Faya) tenía la impronta

Calviño. Exactamente y una voz tremenda.

Amaury. Y tú con el oficio total.

Calviño. En el 69 recuerdo que coincidimos en un escenario que se llama el Copa Room del Hotel Riviera, que fue el año que repetí en el preuniversitario, ¿ya vas atando cabos?, hacíamos dos shows, un show y una cortina musical con Los Dadas. Y las tres personas que en aquel momento tocábamos y cantábamos con la guitarra, éramos: Pedro Luis Ferrer, Mike Porcel y yo.

Amaury. ¡Madre mía! ¡Era una bola de talento!

Calviño. No, la verdad, es que todas esas cosas te marcan. Pero todo eso forma parte de esa tradición musical que yo no abandono, ¿eh?

Amaury. Bueno, voy para una pregunta que, a quién mejor que a ti se la voy a hacer. Vale la pena, un programa que lleva al aire veinte años, yo no he visto todos los programas, pero sí he visto muchos. Se ha formado una especie, como se dice en la calle, "una atmósfera" con el asunto del celo y del intrusismo profesional, o sea, la gente que viniendo de la calle, va a la televisión y supuestamente le robamos el trabajo a algunos locutores, ¿qué tú piensas de eso?

Calviño. Mira, el tema del intrusismo profesional es todo un temazo y justamente se ubica, básicamente, en lo que hoy algunos especialistas llaman las disciplinas blandas. Es difícil el intrusismo profesional en neurocirugía.

Amaury. Claro.

Calviño. Es poco probable, mejor no lo probemos. (risas)

Amaury. Sí, que una enfermera diga: déjame meterme a operar aquí.

Calviño. Entonces. A ver ¿qué cosa es esencialmente un profesional? Un profesional es una persona con un conjunto de conocimientos, habilidades y sobre todo ¿de qué?: de-di-ca-ción. Entonces, no veo mucho esta cosa del intrusismo profesional. El rol de un locutor está bien definido. Tenemos excelentes locutores que lo hacen muy bien.

Amaury. Buenísimos, buenísimos.

Calviño. Una cosa es un locutor, otra cosa es un conductor, otra cosa es un comunicador.

Amaury. Un animador.

Calviño. Un animador. Tu madre, la última vez que estuve en la casa de Nuevo Vedado, me dijo: "Aquí yo he conocido a muchos 'comunicólogos', pero comunicadores hay pocos, y tú eres uno de ellos".

Amaury. Pero es que tú eres, para mí, y lo digo con absoluta responsabilidad -el otro día Sara (González) me pegó casi en la cabeza, porque me dijo: estás siendo muy absoluto en el programa- bueno, yo estoy hablando por mí, y yo creo que el mejor comunicador que tiene nuestro país, que sale por televisión es Manolo Calviño.

Calviño. Esa es la ventaja de tener buenos amigos.

Amaury. No, no estoy siendo... digo, tú me conoces, sabes que de adulador no tengo nada.

Calviño. Nada.

Amaury. Sino que yo sé,  lo que tú haces: pararte delante de una cámara, con una iluminación normalmente pobre, con una escenografía escasa, prácticamente nada.

Calviño. Nada.

Amaury. Todas las semanas, donde no hay un error, cualquiera pensaría que tienes un teleprompter (un aparato que ponen debajo de la cámara para leer lo que dice el locutor a cámara), ¡No!, en Vale la pena todo eso sale de tu cabeza. ¿Cómo preparas esos guiones?

Calviño. Yo no creo en la improvisación ¿en qué sentido?: la improvisación..., creo en ella solamente como el lugar y la circunstancia específica, el momento en el que tú dejas salir algo que has estado formando y preparando durante años. Cuando Chucho (Valdés) se sienta y dice: "voy a improvisar". Son 50 años de piano.

Amaury. Claro, claro, sí, sí.

Calviño. Son 50 años de piano y una experiencia... entonces, yo sí creo en el saber, en la dedicación, en el estudio. Mucho estudio, mucho trabajo, eso es ser un profesional. Y eso sobre un contexto ético fundamental que se llama, a mi juicio: responsabilidad. Yo no puedo pararme en un aula, no puedo sentarme en un estudio de televisión, si no es pensando que voy a intentar hacer todo lo mejor que yo puedo hacer por respeto a esas personas que están allí sentadas. Sean mis estudiantes, sean los televidentes.

Amaury. Bueno, es que yo siempre he dicho que uno no viene a este mundo con determinados dones.

Calviño. Exacto.

Amaury. Sino que uno los ejercita... y esto ha sido motivo de discusión en la casa y ha sido motivo de discusión en este mismo programa.

Calviño. Claro.

Amaury. Ahora, Vale la pena ¿por qué surge ese programa?

Calviño. Tiene dos historias...

Amaury. ¿A quién se le ocurre?

Calviño. Tiene dos historias. Una historia, si quieres, más administrativa y una historia más contextual, cultural y una historia obviamente personal. Hilda Rabilero, que en aquella época hacía el programa Contacto estaba buscando crear secciones que le reanimaran el programa. Hacía una sección de salsa, de la que salió Mi Salsa y hacía una sección de psicología.

Amaury. ¿Era televisión en vivo?

Calviño. Televisión en vivo. Y en un determinado momento, me acuerdo, un ex alumno mío que trabajaba con Vicente González Castro me llama y me dice: "estamos buscando programas de pequeño formato". Yo estaba..., no desencantado de la psicología, pero quería buscar otra cosa. Yo soy una persona, en mi vida profesional, que pienso mucho en la devolución, en lo que yo puedo ayudar a las personas. Es una vocación primitiva casi en mí, y entonces ahí llegó la posibilidad. Yo quería levantar y salir un poco de ahí y decirle a la gente: la mejor variante es mirarnos primero nosotros. La vida nos es dada una sola vez y esta vez que te la dan, y esta vez que la tienes, hay que vivirla con mucha felicidad, con mucho bienestar. Hay que vivirla con mucha entrega. Esa cosa, a lo mejor un poco cursi, no importa, de que cuando te vayas saliendo puedas decir: ¡viví, viví!

Entonces me gustaba, me gusta la idea, de que esto no sea solo un proyecto mío, de mis hijos, de mi familia. Que podía ser un proyecto mucho más allá y ayudar a las personas a este andar más presidido por la felicidad, por el bienestar. Que no quiere decir que no hayan obstáculos, que no hayan problemas, que no haya frustración, que no haya depresión, ¡No!, el problema no es que no hayan esas cosas, sino cómo salir de ellas, y salir vencedores, salir del lado de la felicidad.

Amaury. Ya. Manolo ¿y cómo se graba Vale la pena?

Calviño. Entrará en los Records Guinness como el programa más barato de la Televisión Cubana, que debe ser la televisión más barata del mundo. Así que puedo aspirar (risas). Mira, yo normalmente voy recogiendo temas, leyendo cartas, conversando con la gente y voy haciéndome una esquela de temas generales. Pero yo llego al estudio, me pongo la camisa, me siento y grabo. Tres minutos, paro; siete minutos, paro; tres minutos y vamos para el otro programa.

Amaury. ¿Cuántos grabas?

Calviño. Normalmente grabo dos programas y no tengo necesidad de grabar más porque como grabo con mucha anticipación, grabo dos programas. Quiere decir que en términos estrictamente de utilización de estudio, con 30 minutos de estudio, yo hago Vale la pena y no me hace falta más.

Amaury. Sí, es el más barato. Creo que hay uno en Albania que es un poquito más corto y más barato. (risas).

Calviño. Pero Vale la pena se graba de arriba abajo.

Amaury. ¿Y cuando hablas de las cartas en los programas es verdad que estás leyendo las cartas reales o hay cartas ficticias?

Calviño. Por lo general son cartas reales, ¿en qué sentido? Recibo 10, 12 cartas, 20 cartas sobre una temática más o menos común y ahí construyo una que representa todo lo que está. Otras veces, efectivamente es una carta tal y como la recibí.

Amaury. A veces, cuando estábamos en el período especial, por ejemplo, yo creo que tú fuiste de las grandes ayudas para este país. Hay que reconocerlo, por lo menos, para mí lo fuiste, a veces hablabas de temas que en esa semana estaban ocurriendo y tú habías grabado ese programa a lo mejor hacía un mes.

Calviño. Exactamente, o más.

Amaury. ¿Eso es destino, casualidad?

Calviño. Creo que las contingencias de la vida humana son de alguna manera reiterativas. Entran con disfraces diferentes, con caras diferentes, pero las situaciones humanas son muy comunes. Entonces, claro, hablas de cosas que pueden estar siendo pensadas para hoy y un mes después, dos meses después, tú dices: la debe haber grabado hoy por la mañana.

Amaury. Yo pensaba muchas veces que lo hacías en la misma semana en que salía.

Calviño. Bueno, para bien y para mal, ¿eh?. Porque me ha pasado también, de cosas que he grabado con dos meses de anticipación y han salido un día en que el contexto les da una lectura específica y entonces es al revés.

Amaury. Ah, también.

Calviño. Pasa ese tipo de cosas. Pero Vale la pena, siempre digo es un programa que empieza cuando se acaba. Es decir, mi gran aspiración es que cuando yo cierre, la gente diga: no estoy de acuerdo con eso o sí estoy de acuerdo, eso es lo que le pasa a Fulano y se produzca eso, que en definitiva es su leit motiv, es realmente lo que queremos. Muchas veces se piensa que el psicólogo es el tipo que sabe muchas cosas y que sabe dónde aplicarlas, ¿no?, una representación muy vieja del psicólogo. Me es imposible pensar que yo puedo saber de tu vida más que tú mismo, pero la distancia que tengo de tu vida, es la que cuando se junta con la distancia que tienes tú, la que tú ves más de cerca, y la que yo veo más de lejos, nos permite encontrar otra visión distinta y en esa otra visión, probablemente esté tú camino.

Amaury. Es la otra punta del triángulo, ¿no?

Calviño. Exactamente.

Amaury. Yo te oigo hablar y estoy absolutamente hipnotizado. Este es mago, además, pero siempre fuiste así, antes de ser psicólogo, tú siempre has hablado con tanta vehemencia..., que yo recuerdo, desde jovencitos, en algún momento..., nosotros fuimos jóvenes también alguna vez...

Calviño. Sí, claro (risas)

Amaury. Y delgados.

Calviño. (risas) Y delgados.

Amaury. Cualquiera pensaría que a ti no te hace falta nunca tener ayuda médica, porque la gente que te ve en televisión puede decir: este hombre tiene las respuestas para todo. Si un día se siente mal, él solo puede resolverlo. Él solo se recicla, él solo se reedifica.

Calviño. Antes de ser psicólogo soy ser humano y si a algo no renunciaría definitivamente nunca, es a dejar de ser ser humano. Algunas veces me dicen: "sus hijos deben ser perfectos". Yo respondo: "no, no, yo soy padre antes que psicólogo, y no voy a renunciar nunca a ser padre."

Amaury. Y deben ser malas cabezas los muchachos, como todos.

Calviño. ¡Cómo todos!, ¡cómo todos! Cuántas veces nosotros estamos metidos en conflictos con los más jóvenes y de pronto tú dices: ¡Espérate un minutito, flash back, vete atrás! ¡Ponte en tus 17 y es como si fuera la historia repitiéndose! Empiezas a ver las cosas ahora como un deja vu, eso ya pasó en mi vida.

Amaury. El joven que uno fue, ¿no?.

Calviño. El joven que uno fue. Entonces, yo no tengo respuestas para todos los problemas, ni a los míos y sin duda alguna que los tengo.

Amaury. Hombre, claro.

Calviño. Ahora, sí tengo una convicción. Tengo una convicción que la digo en palabras de Martí, tengo la convicción de que "andar es el único modo de llegar". Entonces, vamos a andar y tengo una segunda convicción, que andando con alguien, se llega mejor y más rápido.

Amaury. Bueno, me faltaría aplaudir o algo así (risas). Ahora, tú me dijiste, cuando Tato nos estaba poniendo los micrófonos y me he quedado pensando en ello...

Calviño. Sí.

Amaury. "Yo tengo un problema con la gente de cultura, para la gente de cultura, cultura son los artistas, los bailarines..."

Calviño. Es que es cierto.

Amaury. Desarrolla eso.

Calviño.  La producción cultural es producción, es intercambio, es diálogo entre subjetividades y el concepto de Cultura es mucho más amplio que lo que pueda significar la funcionalidad de un aparato eficiente, productivo, muy bueno; mi respeto, que pueda ser llamado un Ministerio de Cultura o un Ministerio de Educación. Los vendedores de las tiendas son tan educadores como yo. Los artistas, cuando se paran en un escenario, son tan educadores como yo cuando me paro en un aula.

De hecho, te diré que mi gran reto como educador es el dilema que vivo hoy, entre lo que intento hacer en el aula, y lo que luego ese muchacho, que es mi estudiante, se encuentra cuando sale del aula. Son influencias educativas, des-educativas. Imaginemos que los artistas, los cantantes, los músicos, qué sé yo, pensaran en el impacto educativo que tiene su comportamiento, que tienen sus palabras. Del mismo modo las Ciencias Sociales son ciencias de la producción cultural. Pero no es la visión dominante. Mi opinión.

Amaury. Sí, es como se ha dicho muchas veces, me parece que fue Fidel quien lo dijo: nuestros mejores diplomáticos son nuestros artistas.

Calviño. Forma parte de las falsas concepciones, de los estancos, que son estancos de poder, ¿ya?. Al final no puedes hacer esto porque esto es lo que hago yo, y si lo haces tú, yo estoy perdiendo un espacio. A ver, yo hasta puedo tranzar con la comprensión necesariamente administrativa, burocrática de ciertas cosas. Una cosa es que yo diga: por necesidades operacionales divido esto en fragmentos, y otra cosa es que yo me crea que eso está dividido (risas), son dos cosas distintas. Yo puedo hacer lo que quiera, pero no nos engañemos, no nos engañemos.

Amaury. Hablemos del destino, me interesa muchísimo hablar del destino.

Calviño. Mira, Sartre tenía una frase para mí, muy sintomática, muy interesante. Decía Sartre: "Somos lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros". Y a mí me pasa eso muchas veces en mis prácticas clínicas. Llegan personas de 50, 60 años a lamentarse: mi mamá no me quiere, mi hermano no me trata bien. Hay un estereotipo del psicólogo, es: ¿Qué le pasó cuando niño?, ¿no lo quisieron lo suficiente?, ¿no le dieron cariño? ¡¿Hasta cuándo?! Hay un momento en que tu vida dice: soy yo. Y tú construyes tu destino, pero eso que tú construyes tiene un sustento, tiene una historia, tiene un basamento que muchas veces te está moviendo, te está instigando, te está estimulando y tú ni consciente eres de eso.

Eso es lo que yo llamo el destino, esa pluri causalidad de la vida que te lleva por un camino en el que inevitablemente vas a ir. Que no te conduce a un lugar inevitable, pero te lleva de un modo, de alguna manera inevitable. Por eso sí creo en ese destino, pero en ese destino que tú también construyes, que tú tomas consciencia de él. En todo caso yo soy una persona pro activa y profesionalmente defiendo la pro actividad y para  mí la pro actividad es pensar que las instigaciones fundamentales del ser humano no vienen del pasado, vienen del futuro.

Amaury. ¡Madre santa!

Calviño. Es mirando hacia adelante como el ser humano crece, no siendo condescendiente, o no siendo adecuado, o no siendo justo con su pasado. Lo que mueve al ser humano es su futuro y por eso yo siempre digo: Los grandes dilemas humanos tienen que ser dilemas hacia el futuro, no hacia el pasado. El pasado hay que conocerlo, hay que saberlo, -como decía Santayana- para no tropezar de nuevo con él, para no repetirlo.

Amaury. Sí, pero también resulta que cuando en mi pasado yo decía: en mi futuro yo voy a ser tal cosa, pero ahora mi futuro es mi presente.

Calviño. Es tu presente. ¿Y te vas a conformar con tu presente?

Amaury. No, claro, tengo que pensar de nuevo en el futuro.

Calviño. Tienes que pensar de nuevo en el futuro.

Amaury. Bueno, esta entrevista me encantaría que durara para siempre, yo saldría entonces siendo una persona mucho más equilibrada.

Calviño. No estoy seguro, ¿eh?.

Amaury. Nunca uno tiene la oportunidad de entrevistar a un sobreviviente de un accidente aéreo. Se ha hablado muy poco, se ha hablado, tampoco es un secreto. Cuéntame hasta dónde quieras contar ¿qué pasó? ¿Cómo fue aquello y cómo lo recuerdas hoy?

Calviño. Esto fue, Amaury, en septiembre del 82, habíamos ido un grupo de psicólogos que nos graduamos en la universidad..., en Moscú, no solo en la universidad estatal, en otras y regresábamos, tentando el destino. Teníamos que regresar en una fecha, pero ya estábamos saturados de Moscú y sus cosas y decidimos irnos un poco antes. Regresar un poco antes a la casa.

El vuelo venía prácticamente vacío, veníamos ochenta y tantos pasajeros, probablemente la mitad de un IL-62, era un IL-62M, un Iliushin. En ese sentido veníamos cómodos y esa cosa a veces que yo digo que también es defensivo en el momento del aterrizaje, que uno se pone a hacer un chiste un poco para destensar y quizás, algún chiste que se hizo y de pronto, efectivamente sentimos algo que no era usual, ¿no? el avión salió de la pista dando vueltas, se iba de un lado, las luces apagadas, un choque que prácticamente derrumba la parte donde nosotros...

Amaury. ¿Era de día o de noche?

Calviño. De noche, era de noche.

Amaury. ¿Se partió?

Calviño. Se partió, explotaron aquellos motores... En fin, ¿qué te voy a decir?  Fue muy fuerte, fue una impresión muy fuerte, muy fuerte, pero esta cosa de sentir que tus compañeros, que tus amigos, que tus colegas... en esa situación donde cualquiera pudiera estar pensando en su vida y nada más, pensábamos en la vida de todos.

Y eso es una cosa muy reconfortante, porque tú dices: a pesar de los pesares, incluso en tiempos como estos, en que muchos son invitados a la desidia, al egoísmo, tú sabes que esa cosa básica, humana, es recuperable, es salvable y al final se impone. Entonces eso fue una sensación muy fuerte para mí. La otra cosa es los vericuetos de la consciencia -soy psicólogo, no puedo dejar de serlo-.

Amaury. Claro, claro, lo has sido todo el programa.

Calviño. No dejo de serlo nunca. Yo recuerdo que ya estábamos en un lugar más o menos a salvo, habíamos llegado allí corriendo a campo traviesa. Se sentía todavía el estruendo, el cielo aquel dantesco que no voy a olvidar nunca, si soy condenado al infierno ya tengo una idea de cómo es, por lo menos en apariencia. De pronto allí llega un hombre deshilachado, no de ropa, de piel, apenas se le veían las órbitas blancas de los ojos. Llega aquel hombre y decía, en ruso, lo digo en español yo. Decía: soy ciudadano de la Unión Soviética, soy ciudadano de la Unión Soviética, se desploma y allí en el piso, me le acerco y le digo: no te preocupes, va a venir inmediatamente ayuda y esa persona abre los ojos y dice: "Si hay amigos todo está bien y con la misma cerró los ojos y se murió". Entonces es muy fuerte.

Amaury. ¡Qué cosa!

Calviño. Es muy fuerte, muy fuerte. En fin, yo honestamente, hasta el día de hoy, cuando me tengo que montar en un avión y obviamente, no puedes dejar de hacerlo. Quizás el ruido que antes era ¡qué bueno, estamos volando!, ahora tu dices: ¿estará pasando algo? y queda esa impronta, ¿no?. Pero al final de todo, esta cosa de sentir que lo humano prevalece por encima de todo, incluso, por encima de las situaciones más terribles.

Amaury. Bueno, háblame de tu mujer, de Margarita, y háblame de tus hijos.

Calviño. Pues esta es una parte fundamental en mi vida. Yo creo fervientemente en la familia, creo fervientemente en la necesidad de tener esa compañera con quien tú puedes compartir tu vida, esa es Margarita, mi esposa. Mis hijos, no sé, yo creo...

Amaury. ¿Qué edad tiene el mayor y qué edad tiene el menor?

Calviño. La mayor tiene 35, cumple ahora, recién en estos días cumple 35. El más pequeño, en estos días también cumple 14.

Amaury. Bueno, están ahí, ahí (risas)

Calviño.(risas) Sí, están muy cerquita, casi pudiera ser la madre. Y para mí, Amaury, mis hijos son mi vida misma. Entre las cosas que yo más gratificación siento de mi vida, sin duda alguna, están mis hijos. Sin duda alguna está mi familia, mi esposa, mis hermanos..., el saber, el tener personas cercanas, personas que te pueden tender una mano y a quien tú les tiendes la mano. Eso para mí es vital. La familia, tus hijos, tus padres, no importa dónde estén. En algún lugar de un cementerio, en algún país lejano.

Amaury. En una foto.

Calviño. En una foto. Ese es un sentimiento de base, indestructible, sobre el que se construye la vida humana, a eso no podremos renunciar nunca.

Amaury. Bueno, fuimos afortunados entonces los dos.

Calviño. Yo creo que sí.

Amaury. Tuvimos grandes padres.

Calviño. Yo creo que sí.

Amaury. Y grandes madres.

Calviño. Yo lo creo también

Amaury. Bueno, no voy a renunciar a la posibilidad de consultarme con un psicólogo en televisión. Entonces yo le voy a pedir a Solís, nuestro director, que atenue las luces del set. Que conste que esto no está preparado. Yo traje mis preguntas personales para preguntárselas a mi doctor. Vamos a apagar las luces, Solís, por allá atrás, a ver si tenemos un poquito de oscuridad. Fíjate que estamos logrando cierta atmósfera.

Mi primera pregunta: Yo tengo una especie de obsesión con el tiempo, con la falta de tiempo. Eso me lleva a ser impuntual, porque siempre quiero estar antes de tiempo. Me lleva a vivir en una angustia perenne. ¿Por qué yo siento siempre que no tengo tiempo para nada? Estoy siempre corriendo con una especie de angustia constante con que el tiempo se me acaba.

Calviño. Yo te haría una pregunta a ti. ¿A dónde vas tan apurado?

Amaury. ¡Ves, un Doctor hace falta!

Calviño. Eso es lo que probablemente llamaríamos nosotros: una tendencia neurótica.

Amaury. Yo sé, yo conozco mis limitaciones... (risas)

Calviño. El no darnos cuenta que persiguiendo lo imposible, dejamos de hacer lo posible y yo te diría: concéntrate en lo que estás haciendo, disfruta ese momento de hacer, y lo demás, sucederá.

Amaury. Ok. Voy a otra. Imaginemos, yo estoy en un teatro, un teatro que tiene 5 mil localidades. Supón que canté una canción que fue emotiva y de esas 5 mil personas que están allí, se pusieron de pie y me ovacionaron 4, 999. Hay uno que se quedó sentado, que no le interesó, ni aplaudió. ¿Por qué a mí el que me interesa, me deprime y me preocupa es ese?

Calviño. Ya te mostré un modo de ser psicólogo, ahora te voy a mostrar otro modo, otro paradigma de ser psicólogo. Probablemente te falta la aprobación de alguien en tu vida, de alguien que es y fue muy importante para ti, pero no vio tu punto de llegada y tu le estás reclamando de algún modo: mira adonde llegué, mira adonde llegué. ¿Quién sabe?, puede ser mamá, puede ser papá.

Amaury. (risas) Sí.

Calviño. Es ese que nunca, que nunca va a estar ya, aunque siempre está.

Amaury. ¡Qué bárbaro!, bueno. La tercera y última. La gente va a decir: Amaury se cogió el programa para él. Yo tengo la sensación y es una sensación, de que en la misma medida en que yo más me he esforzado y me esfuerzo, en algunos casos, en ser un buen hijo, en ser un buen padre, en ser un buen amigo, en ser un buen esposo. Tengo la sensación, y es sensación, ya te digo, no es certeza, la sensación de que mientras más me esfuerzo, menos lo logro y siempre me queda la sensación de que me quedo por debajo, que nunca lo puedo lograr.

Calviño. Ahora, junta las tres preguntas y me has hecho una sola.

Amaury. ¡Entonces no estoy tan loco!

Calviño. No, no estás tan loco. Has dicho: ¿Qué pasa conmigo, verdad?

Amaury. Sí.

Calviño. Y entonces yo te diría: esa es una enfermedad tan linda, es una enfermedad tan reconfortante, que se llama, nunca estar conforme sin estar tampoco inconforme. Tú eres una persona que no quiere que le den vida, que quiere ganarla, que quiere hacerla y para eso siempre el tiempo es poco, para eso siempre necesitamos el apoyo de quien no nos apoya y para eso siempre tenemos que tener una insatisfacción residual, para que nos vuelva a instigar y no abandonar el camino.

Amaury. Bueno, yo pensé... Bueno, ya terminé con esto porque ya me empezó a dar taquicardia. Es increíble cómo tú has resuelto muchísimas tragedias mías en apenas unos minutos de televisión.

Yo siempre hago una pregunta al final y leí una entrevista que te hizo una joven estudiante de periodismo, muy buena entrevista, qué lástima que no recuerdo su nombre, y ella te hablaba de los sentidos, no sé bien cómo estaba armada la pregunta, pero te hablaba de los sentidos y tú hablaste de un sexto sentido, el sentido de la ética. No voy a hacer la pregunta igual que ella porque tendría que citarla entonces y no la logro recordar.

Calviño. Claro, esta joven, efectivamente me preguntó: ¿puedo suponer que no le han faltado situaciones, estando fuera de Cuba, en que lo han invitado a trabajar fuera de Cuba?

Amaury. A trabajar o a no regresar.

Calviño. O a no regresar, sí. Cuando digo trabajar, efectivamente a no regresar y yo le dije: tiempo perdido conmigo, yo soy una persona que no sé vivir sin Cuba.

Ni tan siquiera, ni tan siquiera sé vivir, como dicen algunos con Cuba en el corazón o con Cuba en el maletín. Yo necesito Cuba en mis pies, Cuba en mis manos, Cuba rozándome, Cuba molestándome.

Amaury. También.

Calviño. Cuba favoreciéndome. Necesito..., eso forma parte de mi existencia. Justamente necesito vivirlo con los cinco sentidos, necesito oler Cuba, ver Cuba, oír Cuba, sentir Cuba y lo necesito también en un sexto sentido. Yo creo que los seres humanos tenemos un sexto sentido que se llama ética, que es una construcción absolutamente nuestra y soy una persona esencialmente, no solo cubano, sino comprometido con Cuba. Yo no vivo en Cuba por casualidad, yo vivo en Cuba por causalidad, porque he decidido vivir en Cuba. No soy cubano por accidente, soy cubano por decisión y mi gran sueño siempre está asociado al bienestar de los cubanos y las cubanas, a la felicidad de los cubanos y de las cubanas y para nada demerito a quién pueda favorecer esto desde la distancia, pero yo soy de los convencidos que necesito hacerlo aquí y lo voy a hacer siempre aquí. Estoy convencido. No puedo vivir sin eso, no sé vivir sin eso, no quiero, Amaury, vivir sin eso.

Amaury. Bueno, somos dos. Manolo, te despido, yo quisiera hacer una serie contigo, una serie de programas de televisión contigo. Te agradezco, primero me voy a agradecer yo, haberte llamado.

Calviño. Yo te agradezco esto mucho también.

Amaury. Sí, claro. Me siento, es de esas veces que digo: qué bueno que se me ocurrió llamar a Manolo y te puedo jurar una cosa: yo era una persona hasta que llegué a este programa hoy y cuando tú te vayas por esa puerta, yo seré una persona diferente y seguramente mejor y te lo debo, mi socio.

Calviño. Muchas gracias.

Amaury. Te quiero mucho, muchas gracias.

Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Calviño, Rafael Solís, Amaury y Yamil, el camarógrafo de "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Manuel Calviño en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Calviño, Solís y Amaury en "Con 2 que se quieran". Foto: Petí

Se han publicado 227 comentarios



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  • Idiana dijo:

    Amaury

    Me sumo a los impresionados con el programa de ayer y es que tu y el Profesor Calviño desmostraron que tienen algo en común y es que "Vale la Pena"
    Gracias
    Idiana

  • Yenny dijo:

    Ante todo deseo felicitarlos por tan hermoso programa desborda un
    humanismo por encima de todo y tan nescesario en estos tiempos.Amaurý con
    su manera tan sutil de dirigir las entrevistas y escudriñar en las cosas
    personales de los inviatados sin ser sensacionalista es algo que distingue
    el programa a pesar de lo que digan sus detracatatores,Ël no necesita
    preocuparse por el único que no aplaude o por lo que no estan contentos lo
    importanta es que hay un pueblo que lo respeta admira y quiere pues
    preserva la idiosincracia del cubano.Lamentable con las nuevas tecnología
    cualquiera puede leer este mensaje e incluso contestarlo sin el haberlo
    léido.Soy una fiel admiradora.

  • Alina dijo:

    Amaury:

    Como esperaba un programa lindo y emotivo, los ojos se me aguaron y qué oportunidad tuviste de consultarte en público. Fue lindo.

    Saludos,

    Alina

  • Lourdes dijo:

    Querido Amaury:

    Al profe Calviño y a mí nos unen desde el año 2002 vínculos laborales , todavía recuerdo la entrevista que me realizó para iniciar mis labores . Siempre he admirado en él su versatilidad e ingenio , cosas que he podido disfrutar en estos años.
    Te felicito a ti y al colectivo por haber pensado en él para tu programa , pues con el profe siempre se aprende y se descubre algo nuevo , él es así , sin poses fingidas ni artificialidades.

    Lourdes

  • Janet dijo:

    Quisiera saber si Calviño tiene algún sitio en internet donde se le pueda escribir hacerle alguna que otra consulta. Nos da seguridad y optimismo, creo que somos muchos los que necesitamos de sus consejos. Su programa de Vale la Pena es buenísimo,
    saludos

  • Blanca dijo:

    Saludos; Amaury

    Gracias por darnos al pueblo de Cuba la oportunidad de ver una vez más al Dr. Manuel Calviño,siempre he tenido una gran admiración por ambos desde mis años de Barchillerato.
    Fueron muy bonitas las palabras del Dr. Calviño y es de admirar su amor por Cuba, como tantos que aun seguimos trabajando por verla cada dia mejor.

    Gracias

  • Ricardo Guardia dijo:

    GRACIAS AMAURY POR ENTREVISTAS COMO ESTA. LA IDEA DEL PROGRAMA ES FENOMENAL, OJALA PUEDAS CONTINUARLO.
    ESTE DE AYER FUE UNA MUESTRA DE SABIDURÍA, BUEN GUSTO E INTELIGENCIA.

    GRÁCIAS POR ESTE REGALO.

    RICARDO

  • Yoan Blanco dijo:

    Una noche diferente y maravillosa, veo a menudo el programa y pensaba en el Profe Calviño junto a usted Amaury, y lo veia como en sueño, pero este martes siento que desperté, pues el sueño se hizo realidad, Aunque soy Informático, me gusta mucho leer y saber sobre temas de psicología , he leido y veo el programa del profesor, pero lo de anoche fue algo que no lleva comparación, una oportunidad única para conocer más de cerca ,como persona, como artista, como comunicador, a Calviño .
    Gracias por tenerlo en cuenta y gracias a todos los que producen este programa.

  • Yosvani dijo:

    La presencia de Calviño en el programa fue fabulosa, como ya es costumbre en el mejor espacio, en micriterio que posee hoy la televisión cubana. Me entusiasmó mucho sus convicciones futuristas y su selección solo de lo elmental en cuanto al pasado, todos tenemos complicadas estrategias para esta dura batalla que significa vivir.Muchas gracias a Amaury y a su invitado por una noche tan especial

  • ERS dijo:

    Amaury:

    Lo he dicho en otros comentarios, soy fiel al programa, no me pierdo ninguno, el de anoche magistral, pues el profesor Calviño llega a la sensibilidad del ser humano, proporcionando respuesta a muchas interrogantes y dudas que en ocasiones sentimos.
    Amaury debes sentirte orgulloso y muy satisfecho contigo, por haber logrado el respeto y admiración de miles de Cubanos y si alguno no te sigue piensa que tienes más de tu lado que en contra y tantas personas no pueden estar equivocadas.
    Te deseo lo mejor y nunca te apresures que todo llega en tiempo y espacio.

    Saludos cordiales

  • @maurys E. R. dijo:

    Amaurys por favor dime algo de la entrevista con OMARA PORTUONDO.

  • Calandraca dijo:

    Excelente persona Calviño

  • Ibis dijo:

    Bueno quizas sea reiterativa pero es que cada vez me siento mas identificada con este maravilloso programa, mil gracias Amaury por regalarnos estas entrevistas encantadoras .
    El profesor es un excelente comunicador, es un verdadero encanto anoche la entrevista fue magica,tu tambien eres un excelente comunicador Amaury , estamos felices , tu programa tb vale la pena!!Felicidades a todos.

  • Frank dijo:

    Amaury.
    Muchas felicidades por tu programa, gracias para ti y para todo el equipo que forman este espacio televisivo. De verdad que nunca he visto un grupo en la TV cubana, que halla hecho un programa como el de ustedes, logrando tocar temas y decir cosas que jamás ni soñar que se pudieran decir en la televisión. Gracias por romper todos estos esquemas esteriotipados bajo un pensamiento alcaico y desfasado de época, es hora ya de salir adelante rompiendo tantas barreras que no nos dejan ver y expresar lo que sentimos.
    Te comento que no puede faltar un programa, Amaury entrevistando a Amaury Pérez Vidal, al estilo de Natalie Cole y King Cole.
    Mi nombre es Frank García, trabajo en Cubatur Cayo Coco, y vivo en la Isla de Turigüanó, Morón, Ciego de Ávila, Cuba.
    Saludos cordiales,
    Frank

  • Roger dijo:

    Hola, ante todo felicitar a amaury por la entrevista al profe calviño.Quisiera saber cuando le va a dedicar un programa a Carlos Varela me pareceria muy interesante.

  • Laurita dijo:

    Yo no me he perdido ni un solo programa y en este está entre los top mejores 5 programas que he visto...

    A Calviño lo sigo siempre, me encanta su Vale la pena, y me hace muy feliz con sus temas(soy una de las cubanas felices con tu programa) aún cuando no me toquen directamente.
    Nunca se me olvidará un programa que dedicó al tema de la psicología de coger botella hace muchos muchos años y que me encantó.

    Me encantó lo que habló sobre las proyecciones humanas...creo que haberte seguido durante este tiempo para mi siempre ha valido la pena.

    Felicidades y éxitos en el 2011.

  • Mayo dijo:

    Gracias Amaury Valio la pena su programa anoche de calviño conocia algunas cosas; pero usted fue capaz de hurgar tanto en su vida profesional, como personal sin caer en sensacionalismo, ni la chismografía del mundo de la farandula. tu consulta fue fabulosa, alguna de tus dudas o miedo eran las mias. eso me sirvio a mi también

  • César Cadalso dijo:

    Amaury:

    Fuiste muy valiente al pedirle una consulta a Calviño por TV, al abordar tus insatisfacciones y preocupaciones de manera pública. Una respuesta para los que te critican y no valoran los esfuerzos que haces para triunfar. Si, para triunfar, porque eres un triunfador. Este programa, entre muchas otras cosas como tu obra musical y el éxito del Concierto por la Paz lo demuestran.

    Por último: Ya vez, hay más foristas incorporándose al pedido de Eva. Vamos, no nos prives de ese programa. Saludos.

  • Juan Quintana dijo:

    Haber podido apreciar en la noche del Martes“CON DOS QUE SE QUIERAN”., con la presencia de ese maravilloso ser humano que es Manuel Calviño,
    VALIO LA PENA

  • Colectivo Cepero dijo:

    Queriamos pedirle que invitases a una figura quizás no conocido por usted pero si por la humilde ciudadela de playa; es una excelsa y eminente figura de la dirección Cepero, su nombre es: Angel Artidiello Rivero más conocido como "angelito",el es director, escritor andrógino al igual que usted, crítico y ensayista,fiel televidente de su programa. Esperamos con ansias nos respondan.
    Saludos.

  • Amauris Domínguez Meriño dijo:

    Buenas tardes Amaury,
    El programa de ayer es una gema más, !brillante!. Calviño, es de los mejores, permíteme una anécdota:...en el año 93,octubre pleno Periodo Especial nos encontramos por la Universidad de la Habana en el campo, en Las Guásimas, Managua, las facultades de Geografía y Filosofía (soy geógrafo). La comida era poca y de mala calidad y los muchachos estábamos rabiando, Calviño estaba allí como profesor y gracias a él y a su filosofía, "muela en buen cubano", convenció a un guajiro (ubicarse en el momento histórico, en que las personas no se deshacían de lo poco que tenían) a que vendiera al campamento un puerco. Gracias a eso comimos todos "fibra" y fue fiesta.
    Gracias a los dos, y que continué el programa de esta forma...
    Nota: Amaury, seres humanos como tú en que solo les interesa no lo logrado, ni la fama ganada o la que te van a dar esas 4, 999; sino lograr llegar a ese que quedó sentado, son las que hacen falta, no de querer ser perfectos,sino trabajar por ser mejores, EN TODOS LOS ASPECTOS. Gracias.

  • Efrain Amaya Padrino dijo:

    Recuerdo en el año 87 estando yo en una escuela de Cadetes Militar en 3er año en la Habana y guajiro de Pinar del Rio, el Trabajo de curso que decidi fue de Psicologia con el tema de los <Patrones de Percepcion en las relaciones interpersonales y en union de otro compañero mio fuimos a buscar bibliografia y consultar en la UNiversidad de la Habana porque realmente en nuestro centro era muy escasa y pobre y al llegar a la Facultad de Psicologia le preguntamos por casualidad a una persona que se montaba en un moscobish si mal no recuerdo beig o azul y entonces le preguntamos en la calle por la facultad y resulto ser Calviño pero bueno cuando aquello aun no existia Vale la Pena y como tal no era reconocido tanto publicamente;NUNCA se me olvidara el GESTO que tuvo con nosotros pues el se hiba para la calle e inmediatamente se bajo del carro nos atendio entro para adentro con nosotros alrededor de 20 minutos o mas le mostramos el tema y nos oriento donde y como buscar la literatura , estructura del trabajo segun los objetivos y despues se retiro no sin antes mostrarnos su preocupacion e interes por ayudarnos, efectivamente despues lo volvimos a ver para consultar como en tres ocasiones mas y resultamos al final con un exelente trabajo de 5 puntos en lo cual el contribuyo= Ese es el Calviño de anoche y siempre, por eso expongo con un ejemplo concreto la VERDAD de lo que el expreso anoche con tanta autoridad politica y moral.!SI! Amaury asi son la gente que tu llevas a tu programa;CLARO porque asi tambien tienes que ser TU.

  • Mercedes dijo:

    Cada martes es un regalo a los televidentes, esta vez con el profesor Manuel Calviño, magnifica entrevista, ahora lo admiro mas por todo lo que pudimos conocer de su vida.
    Salud y éxitos para todos.

  • Elsita dijo:

    Sin dudas este es un PROGRAMA con MAYUSCULA,siento que estoy necesitada al igual que todos que se quede por un buen tiempo,Felicidades Amaury por darnos la oportunidad de disfrutar de un buenisimoooo programa.Este programa con el DR:Calviño,fue estelar,soy asidua de Vale la Pena,siento gran Admiracion por Calviño y muchas veces he llegado a tomar decisiones en mi vida escuhandolo a el.Gracias por este regalo,y ojala pudieramos tener este lindo Programa por largo tiempo.

  • Mijail dijo:

    Hola Amaury soy el joven que acaba de graduarse de Ingeniería Automática,una vez más te felicito por este hermoso programa,la entrevista de ayer me encanto,siempre he sido un admirador del trabajo del profesor Calviño....programas como estos me hacen muy feliz,nos vemos el proximo martes..

  • Carlos Fdez Ocampo dijo:

    CALVIÑO, AMAURY:
    GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS...
    CFO

  • camila dijo:

    Amaury y Calviño, gracias por este programa que nos has regalado, gracias por cada palabra de amor, por cada enseñanza. Saludos y besos

  • Misael Salvador dijo:

    Que oportuna entrevista con el Dr.C. Manuel Calviño, el fue nuestro profesor y vivimos su magisterio como símbolo de nuestra formación, en hora buena,

  • osmany espinosa dijo:

    me encanto la entravista ,hacia rato que no leia algo asi ,espero que se repita ,que decir del profe calviño ,un profeta dentro de la materia ,mis respeto profesor calviño y gracias amaury por tan buena entravista .

  • Martha dijo:

    Amaury: En programas anteriores dijiste que no te gustaban las matemáticas como ciencia a estudiar, pero anoche demostraste una formula tan valiosa como la de Enstein y es que :

    1persona inteligente y sensible+1persona sensible e inteligente ES IGUAL A un millón.....

    .. ojalá siempre te acompañe la agudeza necesaria para invitar a personas que como anoche, el profe Calviño, unido a tí nos enseñe a vivir mejor .... Felicidades...

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Amaury Pérez Vidal

Amaury Pérez Vidal

Cantautor cubano. Fundador de la Nueva Trova. Ha conducido varios espacios exitosos en la televisión nacional. Ha escrito varias novelas y poemas.

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