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¿Ofensiva o “contraofensiva” de Estados Unidos contra Cuba?

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 ¿es una ofensiva contra nuestro país, o una “contraofensiva”? Y muchos lectores dirán, ¡qué más da, hace el mismo daño!  Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

En conversaciones con vecinos, expertos, jóvenes y siguiendo el hilo de nuestra prensa nacional, es común escuchar la valoración (cierta por demás) de que se ha producido una arremetida brutal de Estados Unidos contra Cuba en los últimos años. Se ha manejado una cantidad de argumentos que hacen innegable tal afirmación, las evidencias están por todas partes.

Sin embargo, sería útil detenerse en una pequeña pregunta al valorar los hechos recientes: ¿es una ofensiva contra nuestro país, o una “contraofensiva”? Y muchos lectores dirán, ¡qué más da, hace el mismo daño! Esa aseveración también es atinada, pero desde el punto político tendría cierta utilidad analizar cuál de los dos conceptos caracteriza mejor lo sucedido, porque la respuesta puede tener implicaciones futuras.

Ya en otras ocasiones se ha hablado de que el nivel de intensidad del enfrentamiento contra Cuba durante los años de Trump no fue constante, registrando sus notas más altas en los últimos doce meses. Hay coincidencias también en cuanto a que el grupo amorfo de funcionarios y oportunistas que rodeó al empresario-mandatario no elaboró una estrategia política detallada contra Cuba, sino que entregó la concepción y conducción de las acciones principales a una secta reducida de politiqueros con un alto componente cubanoamericano.

No obstante, lo que se hacía contra Cuba era un componente que encajaba de forma precisa en el propósito general de borrar de los libros de historia cualquier legado significativo que pudiera haber registrado el gobierno del primer presidente negro de los Estados Unidos, Barack Obama. También guardaba relación con la política de estado consensuada contra la Isla por largo tiempo. Pero hay evidencias de que los retrocesos en el tema cubano no fueron tan marcados entre el 2017 y 2018, como si resultó a partir de la segunda mitad del 2019.

A pesar de que la directiva presidencial sobre Cuba firmada por Trump en junio del 2017 tenía la intención de dejar sin efecto el documento similar refrendado por Obama a finales de su mandato, no cortó de golpe un grupo de tendencias que se venían produciendo y ni siquiera cuestionó los 22 memorandos de entendimiento, que se habían firmado durante el proceso de negociaciones bilaterales.

Uno de los datos más significativos para refrendar esta teoría es que, si bien las facilidades para las conexiones aéreas y por mar entre ambos países se habían creado en años precedentes, fue en el 2017, 2018 y 2019 cuando se registraron los principales volúmenes de viajeros desde Estados Unidos. Las cifras oficiales fueron de 1 001 424, 1 105 801 y 1 001 391, respectivamente. Aunque los totales se dividen casi a la mitad entre viajeros estadounidenses y cubanoamericanos desde ese mercado, en los dos primeros años la mayoría por escaso margen pertenecía al primer grupo.

En sentido contrario, la mayor cantidad de viajes de cubanos residentes en la Isla hacia el exterior (en general) se produjo también en el mismo período, con totales históricos de 889 542, 1 111 374 y 1 307 523, respectivamente. En un entorno que ronda el 80 % en cada caso, se trataba de viajes a Estados Unidos, de los cuales más del 70% de las personas permanecían por períodos de estancia inferiores a los 24 meses, es decir, no emigraban.

¿Qué significaban estas cifras tomadas de conjunto? Pues al menos dos cosas:

  1. Si bien el cambio político relativo respecto a Cuba había sucedido en años precedentes, el movimiento humano como resultado del mismo estaba ocurriendo después, a pesar del barraje de información negativo contra la Isla que ya comenzaba a tener lugar y de la puesta en escena de la novela de los “ataques sónicos”. Al menos el 90% de los estadounidenses que regresaban desde Cuba expresaban que había una diferencia entre la realidad que habían apreciado y la enseñanza recibida en las escuelas, o lo que les llegaba desde el mundo virtual de la prensa y las redes sociales. De ese por ciento también la mayoría regresaba con una visión favorable del país vecino, o de que al menos no habían encontrado ni en los hoteles, ni en las casas particulares, el malecón habanero, o en caminos vecinales el “enemigo” que pretendía atacar la “democracia americana”.
  2. Las cantidades de viajeros cubanoamericanos por su parte cuestionaban en cierta medida el discurso de la contrarrevolución floridana en su emporio natural. Y si hablamos de la calidad de los viajeros, el espectro de los mismos llegó hasta viejos “luchadores anticastristas” sin vínculos terroristas, que vinieron a reencontrarse con su país de origen, con su gente, que reconocieron o no, públicamente o no, que habían estado del lado equivocado de la historia, pero que de alguna manera se reconciliaron consigo mismos y se sintieron mucho más a gusto en un segundo y tercer viaje. Los totales de viajeros de aquí hacia allá, también trasladaban un mensaje similar: soy libre de ir allá (EE UU) disfrutar lo espiritual o material que me guste, pero regreso a donde pertenezco, a pesar de que dicen que “esto está complicado”, en referencia a limitaciones materiales.

Se pueden relacionar otros hechos muy importantes que sucedieron en aquellos mismos años, pero estas cifras que se han mencionado en párrafos precedentes y su impacto social en ambas orillas, estremecieron por primera vez el andamiaje de la “industria del odio” y todo el entramado de financiamiento federal y privado que la ha sostenido en pie por más de 60 años. ¿Cómo vender odio en una circunstancia en que se estaba produciendo un genuino contacto pueblo a pueblo a un nivel impensable e el pasado?, ¿cómo vender la imagen de la “falta de derechos y libertades”, si los visitantes estadounidenses se felicitaban de que sus hijos tenían una libertad nocturna que no gozaban en sus lugares de residencia en el Norte?.

Aunque se ha mencionado en otros textos, no es ocioso recordar que lo narrado hasta aquí tenía lugar en una escenografía histórica en la que se producía un intercambio cultural inusitado, en el que varias ONGs y grupos privados organizaron los más masivos y extensos recorridos de artistas e intelectuales cubanos por la geografía estadounidense. No solo por Miami, sino por los circuitos verdaderos, que van desde New Orleans, hasta Los Angeles, Chicago, New York y el propio Washington DC. Eran los años en que se aprobaban más de 30 resoluciones de ciudades grandes y pequeñas pidiendo colaboración con Cuba, 11 de ellas en el tema de la salud. En el 2017 Chicago, Illinois, vio coronado su esfuerzo al concretar el primero de estos acuerdos con presencia de expertos cubanos. El propio año (bajo Trump) se firmó y comenzó a funcionar el primer acuerdo conjunto entre dos instituciones (Centro de Inmunología Molecular y Roswell Park Cancer Center) de la industria biofarmacéutica. Eran los años de un intercambio académico y universitario intenso, donde los especialistas estadounidenses llegaron a ser la mayoría de las representaciones extranjeras en eventos y congresos celebrados en Cuba, como sucedió incluso en la conmemoración por los 500 años (noviembre, 2019) de La Habana, cuando el grupo estadounidense fue el más nutrido entre los visitantes. En ese momento se firmó un acuerdo de cooperación entre la ciudad de New Orleans y la capital cubana,

A mediados del 2019, sucedió algo muy apegado a la más pura tradición política estadounidense, se oyó en el Sur de la Florida la voz de “estamos siendo atacados!”, para justificar una reacción radical contra el estado de cosas. La proximidad a la ocurrencia de nuevos comicios electorales en el 2020 hizo suponer a la tribu legislativa de cubanoamericanos que, de no producirse un “cambio fundamental en las circunstancias”, tendrían que abandonar el negocio que le había abierto tantas puertas en sus vidas y empezar a trabajar de forma tangible por primera vez. Si bien después del 2001 la contrarrevolución de origen cubano radicada en Estados Unidos debió abandonar el terrorismo como arma fundamental de su “lucha”, al final de la segunda década del siglo XIX percibían que se quedaban sin instrumentos, ni fundamentos.

El resto de la historia es conocida: cambios en la Oficina del Asesor de Seguridad Nacional, en la Oficina del Director para América Latina del mismo órgano y un acuerdo de un senador de la Florida con un presidente advenedizo: “me entregas completamente la política hacia Cuba y a cambio te protejo las espaldas en el Comité de Inteligencia que presido”. Más o menos por ahí anda la génesis de la mayoría de las 243 medidas contra Cuba que se agolparon en poco tiempo, con premura, sin respetar las sacrosantas consultas interagenciales, sin revisar cuánto de lo que se hacía perjudicaba o no el “interés nacional” de los Estados Unidos.

Había tres prioridades absolutas: “cortar los viajes, cortar los viajes y, adicionalmente, cortar los viajes”, lo cual sucedió “over night” (en una noche), literalmente con pasajeros a bordo en buques, o sobrevolando la Isla.

Además se autorizó mucho dinero, todo el dinero posible, el que se declara en el presupuesto federal y el que está en los acápites secretos, para montar una maquinaria de desinformación sobre Cuba, que borrara todo lo ocurrido, que le cambiara el contenido a cada hecho, que sustituyera los recuerdos de viajeros y anfitriones, de emisores y receptores. Una maquinaria que cambió el Sol brillante por la tempestad y la paz relativa por la rivalidad más desembozada.

El “contrataque” debía ser lo suficientemente masivo para que tuviera el mismo efecto del napalm sobre la piel de Vietnam, pero esta vez sobre la conciencia de la gente común. Y junto a la desinformación masiva medidas más quirúrgicas y puntuales: tocar a la puerta de académicos y periodistas que daban criterios positivos sobre Cuba; desaprobación de créditos a empresarios que habían descubierto en la Isla del Caribe una oportunidad y situar un scanner ideológico en el aeropuerto de Miami para cuanto artista cubano que arribaba, con un gran cartel que decía: “si no repites mi credo político, aquí ni tocas, ni cantas, ni cobras”.

Estas acciones y otras tuvieron por primera vez una dimensión masiva y reiterativa en las redes sociales con un impacto que ciertamente buscaba afectar al público cubano, pero sobre todo a los millones de estadounidenses que ya habían conocido Cuba de primera mano. Una contrarrevolución de rancia tradición racista y homofóbica comenzó a tratar de moverse incluso en los espacios de afrodescendientes y en las comunidades LGTBQ y encontró algunos crédulos.

Por ahí andaban cuando apareció ese actor diminuto que ha hecho temblar a la Humanidad: el SARS-CoV-2. A la altura de febrero o marzo del 2020 había confusión, pero a los pocos días se fue entronizando el pensamiento del que se considera primer mundo económico, pero en realidad es tercero intelectual. Se llegó rápidamente a la conclusión de que Cuba no resistiría, de que habría muertes masivas, que el sistema médico colapsaría, lo cual unido a otras penurias provocadas desde el exterior, llevaría finalmente al ansiado “estallido social”.

Esa fue la versión que le entregaron a Biden en el 2021 los analistas del “estado profundo”, que esta vez aseguraron estar más cerca de la verdad que cuando se le convenció a Kennedy de firmar la proclama del bloqueo en 1962 y a Clinton de aceptar la filosofía de la Ley Torricelli en 1992.

Pero resulta que en el 2022, y parece que la cosa va de 30 años en 30 años, Cuba ha vuelto a resucitar del último zarpazo de una forma inesperada: produciendo cinco vacunas propias contra la COVID19, protegiendo a casi la totalidad de su población, exportando su conocimiento a quienes quieren compartirlo, teniendo una de las tasas más bajas de fallecidos por millón de habitantes, siendo pionera en la inmunización a menores, controlando en buena medida el riesgo de la apertura de las fronteras, mostrando un éxito inusitado frente a lo que se llama la “cuarta ola”, con un orden social adecuado.

Sabemos que los contrataques de realidad virtual continuarán, pero también se seguirán desdibujando los argumentos que se utilizan, como sucedió en el pasado reciente con los “ataques sónicos”, “las tropas en Venezuela”, el “alzamiento generalizado” y en estos días con los “juicios a menores”. Cuba y su gente están bien insertados en una comunidad internacional de la que una parte de Estados Unidos se autoexcluye. No es a la inversa.

(Tomado del CIPI)

Se han publicado 46 comentarios



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  • Milagros dijo:

    Excelente artículo

    • José Luis dijo:

      Demoleror argumento.Ko cómo en con filo.

  • Giraldo Mazola dijo:

    Cabañas:
    Excelente análisis.
    He leído en estos últimos años diversas valoraciones de esta guerra no declarada contra nuestro país bien sustentadas, Muchos confiaban de forma abierta o velada en que la actual administración lograría revertirla basándose en sus promesas electorales, en su vinculación a la previa administración de Obama y hasta a la influencia que ejercería la esposa de Biden por sus previas visitas a Cuba. Los cuatro últimos párrafos de tu artículo sintetizan lo ocurrido y delinean su perspectiva.

  • Julito Torres dijo:

    Magnífico análisis. Gracias a Cubadebate por publicarlo.

  • Lisardo dijo:

    Respeto el análisis, pero no aprecio la valoración de los cambios internos y de la dirección politica en nuestro pais en el tema ¿ qué influencias y en qué medida pudieran tener en las "ofensivas y contraofensivas"?
    No se puede ver el asunto como acciones sin sentido a largo plazo, o no debiera ver al menos.

  • Juan dijo:

    No se trata de un comentario, tan solo quería reflejar esta idea expresada en el texto, la cual resume claramente, todo lo que hemos hecho, a pesar de la tosudezxx imperial de desaparecernos: "Cuba ha vuelto a resucitar del último zarpazo de una forma inesperada: produciendo cinco vacunas propias contra la COVID19, protegiendo a casi la totalidad de su población, exportando su conocimiento a quienes quieren compartirlo, teniendo una de las tasas más bajas de fallecidos por millón de habitantes, siendo pionera en la inmunización a menores, controlando en buena medida el riesgo de la apertura de las fronteras, mostrando un éxito inusitado frente a lo que se llama la “cuarta ola”, con un orden social adecuado". Y por supuesto, coincido plenamente con esta realidad que se trata de ocultar.

  • Adelante dijo:

    Es una contraofensiva contra nuestro país sin precedentes, se ha establecido una plataforma imperialista nunca antes vista. El odio en las redes sociales entre los mismos cubanos, es penoso.
    Las redes sociales se han convertido en una campaña brutal en contra de Cuba. Apuestan a destruir todo lo bueno que hacemos, todo lo critican con un odio biceral.
    Nos tienen miedo a la resistencia por más de 60 años de cruel bloqueo.
    Viva la revolución.
    Abajo el cruel bloqueo.

  • Cubano dijo:

    Por qué se permite! si ya el Gobierno y el PCC saben que decenas de miles de cubanos están viajando sin pasaporte visado siguiendo la ruta: Cuba a Panamá (con pasaje de ida y vuelta), Panamá a Salvador (con pasaje solo de ida), Salvador a Nicaragua (con pasaje solo de ida, sin regreso!); para seguir luego de alguna manera ilegal hasta llegar a territorio mexicano y presentarse en la frontera con EEUU. EEUU sabe de esto hasta en detalles y ha hecho varias alertas para que Cuba, Panamá, Salvador y Nicaragua, pero sobre todo Cuba, tomen medidas al respecto. En cualquier momento se les va a colmar la paciencia a los gringos y van a ponerle más sanciones a Cuba y a Nicaragua; sanciones muy inconvenientes para Cuba en estos momentos.

    • Jorge Alberto Nieto de Mambí dijo:

      No es Cuba sino USA quien tiene esa solución en sus manos. De hecho esos cubanos que quieren migrar tendrían que ir a Guyana para si les dan las visas, gastando miles de USD, en cambio con 8 o 9 mil hacen el trayecto por centro américa ¿yquién lo paga?? los familiares que residen en USA...los cuales también son victimas de esa política

  • María Elena dijo:

    Muy bueno...detalle a detalle...así ha sido desde que tengo uso de razón.. pero como dijera nuestro Comandante JUAN ALMEIDA...AQUI NO SE RINDE NADIE!!! y que sigan haciendo sus payasadas...la verdad y la razon siempre sale a la luz.

  • Jose R Oro dijo:

    Extraordinario escrito de quien fuera por largo tiempo embajador de Cuba en los Estados Unidos. Formidable en todo el sentido de la palabra, muy bien fundamentado y explicado! Es muy necesario leerlo con todo detalle. Cada "contraofensiva" enemiga ha sido desde posiciones mas debiles y por ello estan obligados a usar la fuerza y la ilegalidad de forma cada vez mas extrema e indiscriminada. Hay que lograr muchas cosas, sacarlas del Bloqueo, pero la libertad de viajar a Cuba hace quebrar la entelequia de mentiras y calumnias contra nuestro pais y debilita al extremo el poder politico y mediático de la ultraderecha fascista de Miami. Felicidades embajador por tan extraordinario escrito!

  • Carlos dijo:

    Cuba grita a toda voz da voz en su constitución que es la nación anticapitalista, antiimperialista número uno del planeta. Su cancillería no escatima oportunidad alguna para ir en contra de USA en forums internacionales o conflictos que este pueda tener con otras naciones sea quien sea afecte a Cubs o no. Le pregunto al autor de este, que esperan a cambio? Buena voluntad, inversiones, cruceros, más remesas?

  • Alberto N. D. dijo:

    De acuerdo con Cabañas. Las mayorías de las 243 medidas de los EE UU contra Cuba son contraproducentes para los intereses de ese gobierno imperial y los de su pueblo y familiares de Cubanos que de seguro quieren venir a este pais. Espero que ellos al ver que saldremos adelante y fortalecidos quitarán algunas de ellas.

  • Vicente dijo:

    Articulo profundo y alentador.

  • Tomás dijo:

    Muy buen escrito. He leído cables de noticias originadas en Miami, sobre personas que han venido a Cuba con la misión de subvertir y han regresado "subvertidos", al ver otra realidad de la que le cuentan. Precisamente por eso son los temores a la eliminación del bloqueo, porque el impacto que provocará a los norteamericanos, darse cuenta que han sido engañados por más de 60 años, será profundo. Y para los cubanos que se fueron y nos atacan desde esa orilla, atrapados por la manipulación política de engaños y mentiras, deben tener claro que si un dia deja de existir la Revolución cubana, también desaparecerán las razones por las cuales fueron tratados como inmigrantes politizados y serán tan despreciados como los inmigrantes mexicanos, salvadoreños, hondureños, etc.

  • Abel dijo:

    Se trata de un diferendo histórico con el sueño siempre presente de derrotar a la revolución cubana, muchos se hicieron esa ilusión, dieron fechas, prepararon maletas y apostaron a la debacle de Cuba, continuarán intentándolo con toda una nueva pléyade de anexionistas, pero estaremos aquí, no somos una revolución de papel y mucho menos virtual, somos de verdad.

  • Gonzalo dijo:

    Por qué no mejor analizar, de una buena vez y con seriedad, cómo ponerle fin a la guerra política con EEUU y en consecuencia a su hostilidad económica, comercial y financiera consecuencia de este conflicto!? Habrá alguna vez en Cuba voluntad política para considerar con seriedad este intangible requisito para poder salir de la debacle económica!?

    • Legoman dijo:

      Cuba siempre ha estado dispuesta a dialogar con quién sea siempre sobre la base del respeto mutuo y la igualdad de las partes. Quiénes se han negado siempre o si lo hacen nos ponen condiciones de todo tipo? Ellos!!!!!

      • Carlos dijo:

        No es dialogar, es negociar una salida a esta situación. Diálogo es meter trovas, el diálogo asume concesiones por ambas partes. Existe voluntad política por parte del gobierno cubano a hacer conseciones políticas, es decir, negociar con la comunidad cubana como hacer de Cuba una sociedad más inclusiva, para todos los cubanos, revolucionarios o no.

      • Carlos dijo:

        Correcion, ..negociar asume concesiones por ambas partes...

    • Jorge Alberto Nieto de Mambí dijo:

      AAHHH entonces Cuba es la culpable...

  • Ramiro dijo:

    Excelente artículo. Poco a poco pero avanzamos

  • Alex dijo:

    Nunca mejor dicho y explicado por usted, q como Martí, vivió allí en ese álgido período y conoció sus entrañas.

  • Mágico dijo:

    Señor Cabañas, no hay dudas de que su artículo está bien pensado; y tan absorto me encontraba en el contenido de su lectura, que me olvidé de desentrañar eso de la ofensiva y la contraofensiva. Ahora mismo no puedo explicarme la diferencia ni qué gano con encontrarla, pero no me preocupa. Usted dice cosas que comparto; otras que me parecen traídas por los pelos; y rechazo algunas, porque se me antojan puras tergiversaciones o inexactitudes. Pero no perderé más tiempo y voy a lo que quiero decir. Señor Cabañas, qué interesanten me resultó cuando me enteré de que había un senador demócrata joven en los Estados Unidos, que se postulaba para presidente; y que hablaba de cambios en la política norteamericana con respecto a Cuba. Despué me aprendí el nombre de Barack Obama, conocí más sobre él y su programa para que los estados Unidos saliera del bache económico. Y me fui entusiasmando poco a poco; porque cada vez creía más en que su candidatura triunfaría. Joven, demócrata, sin compromisos políticos profundos con el partido, de origen humilde y perteneciente a las minorías, pensé muy en grande desde temprano. Creí que nunca había habido una oportunidad tan grande para que el gobierno cubano encaminara al país por una nueva ruta, como la coyuntura que se presentaría si triunfaba Obama. Al final ocurrió lo que pensé y lo que soñé: Obama fue elegido presidente. Entonces comenté con varias personas sobre la posibilidad de una visita del presidente de los Estados Unidos a Cuba. Claro, no pensé que lo hiciera con su familia, suegra y todo. De ahí en adelante todo fue emocjones fuertes, para la mayoría de los cuanos y para mí. Citaré algunas, porque vale la pena revivir lo bueno: la conversación entre Raúl y Obama el 17 de diciembre de 2014, la visita del presidente norteamericano a Cuba, el avión presidencial aterrizando en La Habana, cuando Raúl levantó la mano de su invitado, después de una conferencia creo, Obama y su familia paseando La Habana Vieja y los dos presidentes disfrutando juntos de un partido de béisbol en el Latinoamericano. Y a todas estas, el pueblo cubano vivía lleno de emociones y de esperanzas por la nueva situación. Obama se ganó, con su simpatía personal, la admiración y el cariño de los cubanos. Siempre fue sincero con nosotros, dejó bien claro su pretensión de que el pueblo fuera empoderado para que eligiera su propio destino, sin interferencia de los Estados Unidos. Esta aspiración, que sigue siendo el mayor anhelo del pueblo de Cuba, es lo más transparente, lo más honesto, y lo mejor que nos legó la visita de Barack Obama. (habrá una segunda parte si me publican)

    • Manuel dijo:

      Solo un pequeño detalle a su comentario.... El pueblo cubano está empoderado y decide su propio camino desde 1959. Y Obama no era tan santo como se pintaba!!! Se pasó casi sus dos períodos fastidiandonos la vida y sólo al final decidió "aflojar" algo de presión porque ya se iba y no le importaba lo que dijeran los anticubanos de Miami.

      • el estudiante dijo:

        Obama: El Peor de todos. A su lado, Donald Trump es un bebé...

  • Teresa Olivera dijo:

    Puedo dar fe de lo felices y comprensivos q eran los turistas norteamericanos de los contactos pueblo a pueblo todos encantados con poder visitar y ansiosos de saber la verdad de lo q les habían contado a través de los años y algunos hasta pedían perdón por el daño q su país le hacía al nuestro,era muy malo para los odiadores el conocimiento de la realidad por parte de las personas.

    • Legoman dijo:

      Muy cierto eso que dice. Hay que diferenciar entre el gobierno de USA y su pueblo.

  • Ernesto dijo:

    de que sus hijos tenían una libertad nocturna que no gozaban en sus lugares de residencia en el Norte?.
    Esta es la parte más cómica del escrito, claro, es para consumo doméstico.
    En USA la vida nocturna de los jóvenes es muy intensa, mucho más que en cuba.
    Jejejeej, quién desinforma más?

    • Manuel dijo:

      Intensa dice usted? Bueno.... si se refiere a la adrenalina que provocan los tiroteos y la balacera diaria en las ciudades de USA... por supuesto que es más "intensa" comparada con la tranquilidad y la paz de nuestras calles!!!!

  • Panchito dijo:

    Comentario muy acertado, pero como siempre digo, una parte de los lectores actuales, cuando el escrito se extiende más allá de 11 líneas, no lo leen y si se trata de algo político, menos aún. Se leen muchas bazofias en las redes, por eso el imperio del mal las inundan con ellas.

  • Manuel dijo:

    Excelente trabajo!!! Lo inaudito de todo esto y lo más lamentable es que haya personas dentro de Cuba que piensa que todo esto es mentira, que es pura propaganda y arremeten contra el gobierno. Pero aquí estamos los que no flaqueamos, los que no bajamos la cabeza ni doblamos las rodillas ante ninguna amenaza venga de donde venga!!!

  • Cubana preocupada dijo:

    Excelente artículo. Sumamente esclarecedor

  • Aleida dijo:

    Magnifico análisis.

  • tr dijo:

    Excelente artículo.

  • Jabusio dijo:

    Muy buen análisis. Felicidades por hacernos entender una buena parte del problema.

  • Julio dijo:

    Cuba es antiimperialista como lo consagra su Constitución y como lo refiere su consecuente accionar. EEUU es el país más imperialista que haya existido jamás. El Bloqueo es consecuencia de la guerra política entre Cuba y EEUU. La única forma de ponerle fin al Bloqueo es ponerle fin a la guerra política entre Cuba y EEUU.

  • Os dijo:

    De los EE.UU Cuba no debe esperar nada bueno, lo que viene del norte aunque aparente ser bueno si se mira bien esta torcido... lo que parece positivo en realidad podrido y lo humano tampoco lo es. Mientras exista bloqueo Cuba sabe que del norte no viene nada bueno, la única señal de cambio verdadero tiene que empezar con la eliminación del bloqueo más absurdo de la historia. Abajo el bloqueo y después hablamos.

  • manuel dijo:

    OJO: ? Cual es el interés de EE UU de reabrir la embajada en la habana? todos estos elementos recalcitrantes cubano -americanos. que no querían que reabrieran la embajada ahora quieren. ? que habrá detrás de todo esto? seguimos en Combate.

  • Gsmo dijo:

    Buen trabajo ...excelente y real denuncia de la guerra genocida contra nuestro país...aprovecho la ocasión para dar una sugerencia que ayudaría en nuestra lucha contra el ciber terrorismo ... porque no darle una audición más amplia al canal del guerrero cubano...es decir... que se pueda ver y
    escuchar más allá de la red...es un programa super profesional con tremenda pegada que destruye con la verdad todas las mentiras del imperio y sus garrapatas de potrero.

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José Ramón Cabañas Rodríguez

José Ramón Cabañas Rodríguez

Director del Centro de Investigaciones de Política Internacional.

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