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Itinerario de una obsesión

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Fuerzas interventoras de Estados Unidos en la Loma de San Juan, Santiago de Cuba, 1898.

El archipiélago cubano cabe 90 veces en Estados Unidos.  No tiene litio, ni grandes reservas minerales y hasta ahora no se ha encontrado, como en México, un pozo que despierte el voraz apetito de la industria petrolera. Cuba es “un palmar en medio del océano”, dijo José Fornaris, poeta romántico del siglo XIX.  “Una isla atrapada en el ciclo infernal de la caña de azúcar”, la describió Jean Paul Sartre en su libro Huracán sobre el azúcar (1961), donde intentó explicar por qué se produjo la Revolución de 1959.

Sin riquezas como las de Bolivia, Venezuela o México, y sin que Cuba sea amenaza para EEUU, aún así, la obsesión histórica del gobierno estadounidense por controlar al país caribeño ha tomado un cariz que sobrepasa el sentido común.

La administración Trump escogió el Día de los Derechos Humanos, este 10 de diciembre, para la entrada en vigor de la prohibición de todos los vuelos desde EEUU hacia Cuba -salvo a La  Habana-, medida calificada como un “estúpido truco político” por el congresista demócrata James McGovern. Como si no hubieran apretado suficientemente, en una reunión ultrasecreta en el que el Vicepresidente Mike Pence abordaba el fracaso de las políticas estadounidenses para Venezuela, trascendió que aumentarían la presión sobre la Isla, a la que responsabilizaron de la fortaleza que exhibe Nicolás Maduro, mientras el autoproclamado Juan Guaidó se desinfla. El Embajador de EEUU ante la OEA, Carlos Trujillo, ofreció una entrevista a la Voz de las Américas para culpar a La Habana de lo humano y lo divino, incluidos los estallidos sociales en Chile, Colombia y Bolivia. Y todo esto ha ocurrido en una sola semana.

Con los truenos del impeachment a Trump y el escandalazo de casi 20 años de mentiras de la Casa Blanca sobre Afganistán, es difícil enterarse de esta escalada contra Cuba, que ha ido remontando vertiginosamente desde junio de 2017 hasta ahora y que ha desbaratado los tímidos pasos que inició Barack Obama para acercarse a la Isla, quizás con la fantasía de doblegarla por otros métodos.

Es agobiante en Cuba despertarse todas las mañanas con amenazas y sanciones del Norte, pero nadie aquí se sorprende. Fidel Castro, el cubano que mejor conoció a los Estados Unidos, nunca creyó que la mejor versión de Obama podría actuar contra la naturaleza instintiva de unas relaciones que nacieron, en el siglo XVIII, bajo lógicas imperiales. “Muchos sueñan que, con un simple cambio de mando en la jefatura del imperio, este sería más tolerante y menos belicoso. (…) Sería sumamente ingenuo creer que las buenas intenciones de una persona inteligente podrían cambiar lo que siglos de intereses y egoísmo han creado”, escribió Fidel en una de sus Reflexiones, el 14 noviembre de 2008.

El líder cubano debió tener en mente que, pocos años después de proclamar su independencia en 1776, los gobernantes estadounidenses fijaron sus intereses en la isla caribeña a la que veían como un apéndice natural de la Florida. John Quincy Adams, sexto presidente de EU, llegó a decir: “Hay leyes de gravitación política, así como las hay de gravitación física (…) así Cuba, separada por la fuerza de su conexión no natural con España, tendrá que caer hacia la Unión Norteamericana…”. Las ofertas de compra a España para que cediera la perla de su corona en el Caribe, no tardaron en llegar antes de la Guerra de Secesión.

En 1960, el ex embajador norteamericano en La Habana, Earl E. T. Smith, declaró ante una subcomisión del Senado: “Hasta el arribo de Castro al poder, los Estados Unidos tenían en Cuba una influencia de tal manera irresistible que el embajador norteamericano era el segundo personaje del país, a veces aún más importante que el presidente cubano”. Pocos analistas apreciaron un alarde de inmodestia en esta declaración que recoge Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América Latina, y que expresa el desprecio y la dependencia que caracterizaron los años que van desde la derrota militar de la antigua metrópoli española en 1898 hasta la Revolución cubana, en 1959.

Estados Unidos nunca se ha recuperado de lo que significó una revolución a 90 millas de sus costas, una “cura de caballo” al decir de Sartre en su antológico ensayo de 1961, en la que la sociedad “se quiebra los huesos a golpe de martillo, demuele sus estructuras, revuelve sus instituciones, transforma el régimen de la propiedad y redistribuye sus bienes, orienta su producción siguiendo otros principios, trata de aumentar lo más rápidamente posible su tasa de crecimiento y, en el momento de destrucción más radical, busca reconstruir, procurarse, mediante injertos óseos, un esqueleto nuevo”.

A lo largo de 60 años, esta “cura de caballo” algunos la han visto como un espectáculo; otros, como un misterio, o un suicidio, o un escándalo, o como un hermoso desafío. Pero ello no explica del todo la obsesión del Norte, ni el carrusel de mentiras y sanciones con el que amanecemos cada día en la isla.  La clave es el ejemplo que ha dado a los demás esa pequeñísima Isla, ese palmar en medio del océano: si Cuba puede crear una nación independiente, los otros también pueden.

(Publicado originalmente en La Jornada, de México)

Se han publicado 14 comentarios



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  • Alberto Romero dijo:

    muy bueno,como siempre, un saludo, Alberto Romero

  • Luis Mario Leyva González dijo:

    Excelente artículo. Gracias Rosa.

  • Néstor del Prado Arza dijo:

    Querida Rosa, gracias por éste artículo que tiene tanta fuerza en las teclas como en conocimiento culto que despiertan conciencia. Cuántas verdades dichas por otros y por ti. Ojalá muchas mientes abonadas por la curiosidad lo lean hasta el final.
    Me pregunto si llegará a cumplirse esta profecía verniana social: asume la presidencia de los EEUUAA un tataranieto político de MLK.
    A más recrudecimiento del bloqueo más se desnudan mentiras y visten verdades y razones.

  • HDSalazar dijo:

    Excelente articulo, lastima q algunos incredulos no lo lean y lo interioricen. Los imperialistas aun no sehan convencido q nosotros NO NOS ENTENDEMOS.

  • hugo dijo:

    Esa ha sido nuestra historia desde la teoría de la fruta madura tan temprano como 1823

    “Hay leyes de gravitación política, como leyes de gravitación física, y Cuba, separada de España, tiene que gravitar hacia la Unión, y la Unión, en virtud de la propia ley, no iba a dejar de admitirla en su propio seno. No hay territorio extranjero que pueda compararse para los Estados Unidos como la Isla de Cuba. Esas islas de Cuba y Puerto Rico, por su posición local, son apéndices del Continente Americano, y una de ellas, Cuba, casi a la vista de nuestras costas, ha venido a ser de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión”

    La intervención norteamericana en nuestra guerra de independencia, la ocupación militar de la isla, la Enmienda Platt, la segunda intervención MILITAR de los USA en Cuba en 1906 con el gobernador Charles Magoon que recibió el tesoro cubano con unos 20 millones de pesos de reserva y lo dejó con deudas ascendentes a 11 millones, el desfile de gobernantes títeres y entreguistas, hasta el triunfo de la revolución y a partir de ahí la política de los Gobiernos de turno en USA hasta nuestros días con “El energúmeno de la Casa Blanca” como justamente lo llama el periodista Walter Martínez, con diferentes estilos y formas pero el mismo objetivo, recuperar el control y el dominio de nuestro país, destruir nuestra soberanía y convertirnos en un apéndice de sus designios e intereses.

    Es una batalla larga y compleja llena de extraordinarias dificultades que no cesará mientras exista un régimen imperialista en el gobierno de nuestro vecino del norte y por igual mientras existan cubanos dignos y patriotas, deseosos de vivir en paz y alegría pero por encima de todo comprometidos con nuestra historia y con el ejemplo de tantos héroes de nuestra nación. Una batalla cuyo sentido pueden resumirse en las estrofas del poema de Rubén Martínez Villena:

    PARA QUE LA REPÚBLICA SE MANTENGA DE SÍ,
    PARA CUMPLIR EL SUEÑO DE MÁRMOL DE MARTÍ;

    PARA GUARDAR LA TIERRA GLORIOSA DE DESPOJOS,
    PARA SALVAR EL TEMPLO DEL AMOR Y LA FE,

    PARA QUE NUESTROS HIJOS NO MENDIGUEN DE HINOJOS
    LA PATRIA QUE LOS PADRES NOS GANARON DE PIE.

  • orlysman dijo:

    Excelente y muy revelador. Metrallas de verdad que es lo que necesitan los enemigos de Cuba.

  • Catalina dijo:

    Excelente resúmen de los anhelos yanquis para con Cuba .
    Por favor sería muy bueno publicar en los óraganos de prensa ésta clase magistral a la que nos tiene acostumbrado Rosa Miriam.

  • Virginia dijo:

    muy bueno, documentado, excelente texto, Rosa

  • Humberto Perez Gonzalez dijo:

    MAGNIFICO Y MUY OPORTUNO ARTICULO ESTE DE ROSA MIRIAM.

    UN FUERTE ABRAZO PARA ELLA,

    HUMBERTO PEREZ GONZALEZ
    santiagogonzalez44@yahoo.com,
    telef. 7209 7133 y 53726686.

  • Elio Garcia dijo:

    Lo único que puedo aportar para el acercamiento al tema, es que en una línea sobre al "quizás". Jamás, Barack Obama tuvo en su cabeza ni en sus planes la salida del callejón en que desde el nacimiento de la nación norteamericana, los padres fundadores tuvieron la lujuriosa idea de apoderarse de algo que nunca sería, ni será suyo. El tema de apropiarse de la isla es visceral en Estados Unidos, principalmente en la cúpula que abona cada año, en cada elección presidencial, el odio y el resentimiento por no tener lo que le sobra a los cubanos y cubanas. Y no es solo la palabrota que más se aviene al caso, es la paciencia con la que Cuba verá, un día, desmoronarse el imperio que solo apareció en el planeta para desgracia del resto de la humanidad... y me quedo corto.

  • Rafael Cantero P. dijo:

    El artículo, aparte de ser de excelente factura, es una clase de Historia para los cipayos que existen o para aquellos que no entienden el cipayismo caribeño

  • Maritza dijo:

    Su impotencia, frustración y rabia por le fracaso con la formula Guaidó quieren descargarla contra Cuba. Son tan arrogantes q no pueden ver el nuevo y más estrepitoso fracaso. Los cubanos no nos rendimos

  • Jorge Alfonso dijo:

    La Historia Historia es, y es conocida muy bien por los cubanos de varias generaciones, eso es lo que hace que nuestro pueblo sea firmemente antimperialista, y haya resistido casi seis décadas todas las envestidas del imperio y estoy seguro que resistirá varios presientes mas, así asumimos desde nuestros genes el concepto Martiano de Amor a la Patria.
    "El amor, madre, a la patria
    no es el amor ridículo a la tierra,
    ni a la yerba que pisan nuestras plantas;
    Es el odio invencible a quien la oprime,
    es el rencor eterno a quien la ataca”.
    Comparto con la periodista cuando expresa lo agobiante que es y lo largo que ha sido despertarse en Cuba todas las mañanas con amenazas y sanciones del Norte. Y mas fuerte aun es mi convencimiento de que Fidel Castro, es el cubano que mejor conoció a los Estados Unidos, nunca creyó que la mejor versión de Obama podría actuar contra la naturaleza instintiva de unas relaciones que nacieron, en el siglo XVIII, bajo lógicas imperiales. Mientras que en esta ultima década pensamientos pragmáticos de nuestros dirigentes, soñaron y quizás aun sueñan en la posibilidad que un simple cambio de Presidente puede ser la solución para que vida en Cuba sea mas tolerante para nuestro pueblo, y hoy equivocadamente juegan a reformas y aperturas económicas y comerciales
    que nos hagan mas aceptable al Imperio nuestro sistema de gobierno, pero que dese la década de los noventa lo que viene es provocando un deterioro de nuestra conciencia y perdida de la legitimidad de la revolución y el socialismo.
    Cuando ahora resulta mas evidente que dese que declaramos el carácter socialista de nuestra revolución, debimos empezar a crear las condiciones para encaminar nuestro desarrollo y crear las reglas y leyes necesarias para lograr un socialismo prospero y sustentable sin utilizar las herramientas melladas del capitalismo que en su larga vida ha demostrado su incapacidad de resolver los problema sociales de los pueblo, de la humanidad.
    La presencia del Presidente Trump y su agresividad del endurecimiento del bloqueo nos da la oportunidad de buscar en el socialismo real nuestros éxitos económicos productivos y la rectificación e nuestros errores para retomar el socialismo a lo cubano, con democracia real, regreso del poder a la clase obrera, participación directa y poner en manos del pueblo la propiedad social, rectificando los errores cometidos y vigentes en nuestra nueva constitución y en nuestro sistema electoral, desmontar el poder y privilegios de la Burocracia Estatal y de las élites que renunciaron en principios de igualdad y en formas justas socialistas de redistribución de la riquezas.

  • Jorge Alfonso dijo:

    Para Martí la patria es sagrada. El hombre honrado tiene el deber moral de entregarse a ella de lleno, de inclinarse y servirla a toda hora. La patria no es una imagen para contemplarla y adorarla, es el altar del sacrificio supremo por conquistarle su soberanía y nadie tiene derechos por encima de los demás, aunque haya luchado por ella. Así, dice el 10 de octubre de 1889..." todo lo de la patria es propiedad común y objeto libre e inalienable de la acción y el pensamiento de todo el que haya nacido en cuba. La patria es dicha de todos y dolor de todos y cielo para todos y no feudo ni capellanía de nadie". (10)

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Rosa Miriam Elizalde

Rosa Miriam Elizalde

Periodista cubana. Vicepresidenta Primera de la UPEC y Vicepresidenta de la FELAP. Es Doctora en Ciencias de la Comunicación y autora o coautora de los libros "Antes de que se me olvide", "Jineteros en La Habana" y "Chávez Nuestro", entre otros. Ha recibido en varias ocasiones el Premio Nacional de Periodismo "Juan Gualberto Gómez" y el Premio Nacional "José Martí", por la obra de la vida. Fundadora de Cubadebate y su Editora jefa hasta enero 2017. Es columnista de La Jornada, de México.

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