Juegos y juguetes ¿siempre para un niño mejor?
Foto: Hand in hand parenthing.
El otro día, mientras preparaba el biberón nocturno de mi hijo, lo vi colocando tres pequeñas piezas armables una tras la otra, para luego empujarlas gritando chu-chu-aaa chu-chu-aaaa. ¿Qué haces Ernesto?, le pregunté intentando medir su nivel de conocimiento, pero la respuesta era casi evidente. "Un tren mamá". Tres pequeñas cajas eran para él varias locomotoras unidas, como mismo es un castillo cualquier objeto que se pueda situar sobre otro.
Mi bebé ya está llegando a sus dos años, y de no decir una palabra y solo apretar sus manos cuando le acercaba una maruga, ha llegado a una etapa en la que lo repite todo, y en la que ya puede hasta jugar solo. Carga a sus muñecos y los abraza porque tienen sueño y están llorando, o agarra cualquier crayola para intentar dejar su huella en la pared.
Ver a mi pequeño así, explotando al máximo su imaginación desde el juego, me ha incentivado a traer a “De madre y de padre” la temática del juego, un asunto que me parece muy necesario, si bien es la base para el desarrollo físico y mental de un niño.
Nada de recetarios para aprender a jugar, ni de listados con juguetes imprescindibles tan poco prácticos para Cuba... nada de eso es mi idea hoy. La invitación es a debatir entre todos los desafíos que tiene el tema y a ponernos en el lugar de nuestros niños juguetones.
Sobre los juegos y juguetes por lo general hay varios temas que suelen despertar preocupaciones. Los iré enumerando, con el objetivo de ir poniendo sobre la mesa algunos de los desafíos.
Juguetes vs tecnología es uno de ellos. Más de una vez, he visto por las redes sociales imágenes que comparan la generación mía (la que jugaba al pon, la suiza, los yaquis, o a los muñecos, con la de ahora (muchas veces tristemente pegada a los móviles y el televisor).
Por otra parte, no falta muchas veces el polémico tema de los juguetes extremadamente caros en las tiendas y lo difícil que está la vida, un asunto que es cierto, pero en el que también olvidamos que comprar caro, o tener un cuarto lleno de juguetes, no es sinónimo de satisfacer las necesidades de aprendizaje de un niño desde el juego.
Los juguetes no tienen género, somos los adultos quienes los estereotipamos. Foto: Archivo.
Y otro problema que también hay que tener en cuenta es esa constante manía que tenemos de llenar de estereotipos a nuestros hijos desde que nacen: rosado para las niñas, y azul para los varones, muñecas para ellas, carritos para los varones. En las propias jugueterías, los sectores para niñas y niños están separados, y no es visto con buenos ojos que un varón pida una muñeca de regalo, o una niña quiera jugar al fútbol. Se trata de límites rígidos que no tienen cabida en el mundo real, porque cada vez nuestras sociedades luchan más por borrar las discriminaciones de género.
El juego en la infancia, por cierto, podría ser otra herramienta para introducir al niño en un mundo en el que hombres y mujeres trabajan en la calle, cocinan, preparan biberones, cuidan a sus hijos, lavan y limpian de la misma manera y por igual.
Si vamos a lo más importante, yo creo que si hablamos de juguetes hay que partir de lo esencial: tan importante como un plato de comida o el abrazo de sus padres es el juego para un niño.
El juego como centro del aprendizaje
Es erroneo el concepto de que los juguetes son una manera de entetener al niño, porque, más allá de entretenimiento, estos le permitirán descubrirse y entender el mundo por sí mismos. Comprender este concepto es esencial para valorar todo lo que incide en el juego infantil: desde las horas que dedican nuestros hijos a jugar o a estar pegado a las tecnologías, los juguetes que les compramos o hasta nuestras actitudes y miradas cuando ellos juegan.
¿Y cuántas veces no limitamos el juego de nuestros hijos y los obligamos a dejar de jugar, para cumplir con las rutinas diarias?
No juegues ahora que hay que dormir
En la mesa no se juega
Deja ese pomo, que con eso no se juega
¿Cuántas ocasiones no he llegado yo a casas donde los padres ubican los juguetes lejos del alcance de los niños para que no hagan reguero, o les impidan tocarlos por temor a que los rompan?
Mamás, papás, abuelos, no existe ningún método de aprendizaje mejor que el juego para sus hijos. El juego es para los pequeños un ejercicio de ensayo del mundo real, es pensamiento creativo, es encontrar sus propias preguntas y respuestas al mundo que les rodea.
Son muchos los que dicen que ya sus niños apenas juegan. Cuando comienzan a crecer y llegan a las escuelas, a veces quedan atrás las muñecas, lo carros, y comienzan a aparecer los tablets, las nuevas tecnologías, el televisor constantemente… Hay una epidemia de sentar a los niños frente al telesvisor largas horas como estrategia para mantenerlo tranquilo. En mi opinión, este es uno de los principales problemas que como padres tenemos que analizar, sin negar la tecnología o rechazarla, porque indudablemente es un método de enseñanza que puede enriquecer.
¿Jugutes o nuevas tecnologías? Foto: Archivo
Después que llegamos al entendimiento de la importancia del juego para nuestros pequeños, otro elemento importante es conocer en qué etapa del juego infantil se encuentra nuestro niño, para así lograr entender su momento evolutivo y acompañar su desarrollo con los juegos adecuados, paseos y actividades.
Poco puede representar para un bebé de tres meses un paseo al zoológico, un juego de cubitos para armar torres o un rompecabezas, pero podrían ser actividades enriquecedoras para un pequeño de 2 años. A cada edad lo que pueda ayudarlos, y no forzar nunca al niño con actividades por encima de sus capacidades.
Por otra parte, es cierto que el problema de los altos precios de los juguetes y el escaso abastecimiento preocupa y entristece a muchos padres en Cuba, cuando queremos que nuestros hijos puedan tener juguetes variados y se nos hace una tarea engorrosa.
Pero me gustaría que también quedara claro que, aún con las tiendas abarrotadas de juguetes económicos y dinero para comprarlos, los problemas asociados al juego no quedarán resueltos, porque no se trata de darle a nuestros hijos una habitación llena de juguetes, que al mes lleguen hasta producirle aburrimiento, sino de saber encontrar aquello que realmente puede necesitar para cada etapa del desarrollo, y acompañar el juego de nuestros hijos con la imaginación y la creatividad necesaria.
Y lo más importante. De vez en cuando, deja lo que estés haciendo, siéntate en el piso y ofrécete a jugar con él. Lo he probado con mi hijo, y es impresionante la emoción que siente de mostrarme todo cuanto sabe.
Hasta aquí hay varios desafíos que les dejó para nosotros como padres, la familia, los círculos, las escuelas, pero también para el país, porque nuestra industria necesita cada vez más poner al alcance de nuestros niños juguetes variados, económicos y educativos.
Sobre juegos y juguetes infantiles hay mucho para pensar... pero más vale empezar desde ya. Me despido con un poco de humor, y los invito a comentar.
Caricatura tomada del blog "La magia de mamá y papá".
Hola soy de la provincia de Ciego de Ávila y casualmente estaba presente en la inauguración de la tienda Gabi&Sofi en el zoológico y la verdad que me pareció muy innovadora que utilicen productos totalmente naturales y de formatos diversos. De veras un bravo por la cooperativa de varadero que le trae muchas propuesta a nuestros niños cubano de muchos juegos de antaño que hoy en dia no vemos en la calle. Felicidades
Me parece muy acertado el artículo, en una época donde nos apresuramos a "juzgar" el uo indiscriminado de las nuevas tecnologías o la ausencia de juguetes en las tiendas acequibles al bolsillo promedio, a veces olvidamos que dedicándoles tiempo,atención y participando en sus juegos marcamos la diferencia, esa diferencia que ellos necesitan. Soy la madre de dos mellizas de 10 años y si bien es un reto complacer sus exigencias debo decir que he aprendido con cada una qiw en lo simple esta lo real,lo que es real y ne necesario para ellos;y eso va desde el enfoque de género hasta distinguir lo que es apropiado por edad.Recientemente me lleve ina agradable sorpresa en el Zoo de Santa Clara cuando encontre una tienda de juguetes llamada Gabi & Sofi con ofertas variadas a precios razonables y una agradable dosis de cubania y didactismo en cada uno de sus productos!aplaudo esta iniciativa y creo entonces que no todo esta peedido.
Mis queridos amigos, es justamente cuando se tocan temas tan sensibles como este que cualquier persona se siente aludida. Y es que todo lo referido al tema “Nuestros niños” o “nuestros hijos” nos preocupa como padres y debe ocuparnos como ciudadanos. Coincido con la periodista en que hoy, el universo de los pequeños se debate entre la constante emanación tecnológica y la “ausencia” de herramientas verdaderamente lúdicas que contribuyan al desarrollo de sus habilidades, conforme el sano ejercicio del juego les invita a compartir su evolución como ser social.
En medio de la constante aceleración que experimenta hoy, no solo la sociedad cubana, en su carrea por garantizar al menos el mero reflejo de una estabilidad en casi todos los aspectos de la cotidianidad. Nos olvidamos, pasamos por alto, dejamos pendiente y aunque cueste escucharlo, excluimos inconscientemente a ciertos sectores sociales o más bien, a sus necesidades. Y por supuesto somos capaces de buscar soluciones, rediseñar maquinarias, idear nuevas y eficaces herramientas para mejorar nuestro trabajo, pero pasamos por alto el generar soluciones a problemas más urgentes, aunque mucho nos gusta hablar de futuro.
Cuando hablamos de futuro siempre pensamos en la novelesca frase del ideal futuro: “...el futuro es de los pequeños” pero más allá de cuestionarse en este artículo, porque no existen en nuestro país medios accesibles para educar a nuestros pequeños, dotarlos de herramientas lúdicas sencillas y eficaces; y si estas están o no al alcance del ciudadano medio, ese mismo que imbuido en la velocidad de su cotidianidad, ni tiempo tiene para pensar, en primera instancia, más allá como garantizar a su familia lo básico indispensable. La cuestión está en buscar soluciones o más bien en querer verlas.
Si mis queridos amigos, los que amablemente han seguido estas líneas hasta aquí, como dije en el párrafo anterior…la cuestión está en(…)querer verlas. Cuba no está exenta de necesidades, como tampoco lo está de personas que busquen y generen soluciones. El Tema Juguetes en Cuba desde hace unos años comenzó a dejar de ser un campo al descubierto y desolado. Si existen en nuestro país esas “Herramientas lúdicas y necesarias para nuestros niños”, y lo sorprendente es que cada día que pasa están más al alcance de una mayor cantidad del publico infantil.
Parecería extraterrestre mi anterior afirmación, pero es cierta, tan cierta que lejos de sorprendernos debería tenernos saltando de alegría y orgullo. Los que seguimos la noticia más allá del mero chisme social de actualidad, hemos observado como desde 2016 aparece publicado en los medios de comunicación el nombre de “Gabi & Sofi”, y no es haciendo alusión a una empresa con inversión de capital extranjero o en vías de perfeccionamiento. Sino a una marca de “Juguetes” cubana o debería decir: CUBANA en letras capitales.
Dicha marca es fruto del trabajo incansable de casi un centenar de personas, de cubanos de a pie, que un buen día decidieron apostar por tomar las riendas, buscar soluciones al “problema” y encontrar un camino autentico y genuino; donde no caben lo banal o superfluo, donde la tradición y la cubanidad van de la mano. Gabi & Sofi no produce solamente juguetes, sino que ha diversificado sus productos durante estos años, llegando a abarcar con su propuesta todo el universo infantil ofreciendo una amplísima gama de artículos enfocados a bridar una solución a cada necesidad que un niño pueda precisar. Su exclusividad está precisamente en lo auténtico, en diseñar a partir de principios psicopedagógicos y de una estética natural, en utilizar como primer referente el principio martiano de la inclusión y la diversidad y, en generar un modelo a escala de los valores autóctonos de identidad nacional, respeto e integración familiar, aprendizaje colectivo y socialización del juego como principio formador de la personalidad del niño.
Según comentarios referidos, alguien dijo: … el otro día para colmo salió en el periódico sobre una fábrica de juguetes en matanzas y decían que eran para exportar… y nuestros niños????? a lo que con todo respeto responderé: sí, es cierto que en la noticia decía que la marca se está preparando para exportar pero, amigo mío y, como dije anteriormente, los que seguimos la noticia vemos que esa fábrica de juguetes que usted menciona desde hace ya algún tiempo, ha abierto tiendas de esos mismo juguetes en algunas provincias del país, incluida la capital y según he podido constatar personalmente, los precios de sus ofertas que, además son en moneda nacional, resultan bien accesibles o al menos no son tan altos como los de las cadenas de tiendas recaudadoras de divisas y en comparación con los beneficios que reportan para nuestros hijos, el precio no será una opción a comparar y hablo con total conocimiento de causa.
Lo que sucede es que como dije anteriormente: la cuestión está en (…) querer ver las soluciones. Pero como reza el principio martiano: hay quienes “…del sol sólo ven las manchas”, esos: “Los que no tienen fe en su tierra…” ni en lo que somos capaces de hacer los cubanos por nosotros mismos, me imagino que continuarán apostando porque, como siempre, la solución se simplifique solamente al bolsillo personal o al triste micromundo de lo particularmente individual. Pero de nada vale que las iniciativas autóctonas se empeñen en hacer del futuro una casa mejor para nuestros hijos, si tales iniciativas pasan por la vista de todos sin ser vistas o subyacen en el imaginario popular como un posible lejano, no. Cuba tiene su solución y su camino. Ahí están los maravillosos productos que genera Gabi & Sofi; únicos, cubanos, nuestros ¿Qué pasa amigos? Vamos a entendernos, esta isla es nuestro barco, que ha salido a flote siempre porque sus marineros se esfuerzan por mejorarlo, por hacerlo más fuerte. ¿Por qué lanzar bengalas de luz en busca de salvación si ya estamos a salvo?
Lo que pasa es que hay que querer ver.