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¿Para qué sirve la ONU?

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Esta institución mundial enclavada en Nueva York, ha servido siempre para avalar los crímenes, los abusos, el genocidio de Washington y sus aliados. En este momento asistimos a las barbaridades que comete el gobierno de Tel Aviv contra los habitantes de la Franja de Gaza sin reparar en los miles de niños y adultos víctimas de la voracidad de asesinos respaldados por la Casa Blanca.

Recuerdo que en su primer mandato, Obama se pronunció hipócritamente a favor de restaurar las fronteras que existían entre Israel y Palestina antes de la guerra de 1967. Pero no incluyó nada en su discurso que permitiera pensar que iba a presionar a Israel para que cambiara su actitud belicista y mucho menos que se retiraran de los asentamientos israelíes. En definitiva, reiteró que se opondrá a que los palestinos pidan su reconocimiento como Estado en la ONU y que su defensa de la existencia de Israel es inflexible.

Finalizando su primer período, se reunió con los miembros de la AIPAC
(American Israel Public Affaire Committee), o lo que es lo mismo, el lobby israelí donde se pronunció a favor de la seguridad de Tel Aviv y subrayó que proseguirá su contubernio con ese gobierno. En boca del jefe de la Casa Blanca la seguridad de Tel Aviv significaba que un nuevo Estado palestino sería desarmado, mientras Israel conservaría su inmenso e ilegal arsenal atómico, y seguiría recibiendo más que nunca las armas yanquis más sofisticadas, abrogándose el derecho a decidir qué territorios devolvería.

Muchos pensaron que tal vez por ser el primer mandatario yanqui afronorteamericano, se distanciaría de las ataduras de sus antecesores a los intereses de los grandes emporios fabricantes de las cada vez más sofisticadas y poderosas armas para liquidar a pueblos enteros.

Olvidaron la existencia del Pentágono y sus exigencias. Tal fue su hipocresía que aún con las muestras que ya había dado de lo que vendría después, allá en Oslo se apresuraron a conferirle nada menos que el Premio Nobel de la Paz.

Se puede afirmar que la ONU ha asistido impertérrita a todos los crímenes cometidos por los yanquis y sus aliados. Haría falta que desapareciera, habida cuenta de su papel contemplativo como le sucedió a su antecesora, la Sociedad de Naciones que tuvo su sede a orillas del lago Leman en Ginebra al finalizar la Primera Guerra Mundial.

La burla de las grandes potencias a la Sociedad de las Naciones es un antecedente a considerar en las presentes circunstancias porque desembocó en una guerra. Hizo trizas los principios enunciados para el arreglo pacífico de las controversias y la no intervención, echó a un lado los propósitos de la limitación de armamentos.

Y no es ocioso recordar ahora la persistente política de los Estados Unidos al avanzar en el dominio mundial de acuerdo con su ideología y basado en su potencial económico y militar. Esa intención tuvo una clara expresión cuando se discutía el Pacto que dio vida a la organización internacional, en medio de una situación de una Europa devastada por la guerra y el florecimiento de las ambiciones de las potencias del Viejo Continente cuando el presidente Wilson, que se presentaba como paladín de la democracia, presionó para que se incluyera en el documento una mención a la Doctrina Monroe, uno de los instrumentos de dominación de América Latina, invocado con harta frecuencia en aquellos años de intervenciones militares de Washington en países latinoamericanos. A la sazón, las tropas norteamericanas ocupaban Haití, Nicaragua y República Dominicana para imponer gobiernos sujetos a los deseos y ambiciones de Washington.

Se pueden relacionar múltiples agresiones para las cuales se han inventado cualquier cantidad de falsos pretextos como en Iraq, Afganistán y más recientemente el conflicto con Siria y las amenazas a Rusia por la situación en Ucrania. En el siglo pasado abundaron las agresiones como las de Cuba, Granada, Guatemala, República Dominicana, Haití, Nicaragua y Panamá, los interminables conflictos en el Medio Oriente, las agresiones del militarismo japonés en Asia y los enfrentamientos en África para señalar solo algunas de las situaciones que han dejado incontables víctimas en sucesos dramáticos y cruentos. Todo ello con la anuencia de la ONU donde ocurren eventos tan inverosímiles como ignorar el rechazo de casi todos los países miembros al bloqueo yanqui contra el gobierno de La Habana.

El desplome de la Unión Soviética que arrastró a los otros países socialistas de Europa ha dejado una huella profunda en la historia de finales de siglo y ha significado una alteración sustancial en las relaciones internacionales.

El criminal ataque al pueblo serbio realizado impunemente por el sofisticado aparato militar de los Estados Unidos y sus cómplices europeos abrió un nuevo y peligroso capítulo en la historia de estos años. Se barrieron de un golpe los principios que dieron vida a las Naciones Unidas quebrando el sistema de seguridad.

El asalto a Yugoeslavia recuerda el papel negativo de la Sociedad de Naciones que no pudo detener la invasión fascista a Etiopía, no brindó ayuda al gobierno legítimo de España en l936 y aceptó la intervención de Alemania e Italia a favor de las fuerzas retrógradas que hirieron de muerte la democracia en la Península, se hizo cómplice de la nefasta política de No Intervención a favor de los fascistas españoles, contempló indiferente la anexión de Austria a Alemania y el sacrificio de Checoeslovaquia, entregada a Hitler por los gobiernos de Francia y Reino Unido.

La burla de las grandes potencias a la Sociedad de Naciones es un antecedente a considerar en las presentes circunstancias, habida cuenta de la no intervención de la ONU a favor de los pueblos víctimas de los genocidios. Hace añicos los principios enunciados para el arreglo pacífico de las controversias y la no intervención, ignora los propósitos de la limitación de armamentos. Nada da lugar a la esperanza de que cambiará la política de los Estados Unidos de avanzar en el dominio mundial de acuerdo con su ideología y basado en su potencial económico y militar.

Hoy Naciones Unidas está al borde de un estrepitoso naufragio como le sucedió a su antecesora.

Se han publicado 39 comentarios



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  • Karel dijo:

    George, no hay dudas de que Ud. simpatiza con el lado derecho de la política, puesto que tiene bien presentes las agresiones, o lo que se parece a eso, del lado soviético, y parece olvidar la asimetría descomunal que hay entre el número de agresiones de los Estados Unidos y la Unión Soviética. Desde el punto de vista moral, la intervención soviética en Afganistán nunca debió ser, y si bien no domino cuál es el número de muertos, aunque sean diez, no debieron ser. Sin embargo, si vemos las cosas desde un punto de vista geopolítico, al estilo de los "Halcones" pensantes norteamericanos, tal intervención fue por dos razones: para contrarrestar a los extremistas talibanes, generosamente financiados entonces por los EE.UU. y a través de eso, impedir que se introdujera así una punta de lanza político-militar en el corazón de Asia para facilitar así la intervención de todo tipo en las entonces Repúblicas centroasiáticas de la URSS. O sea, que fue una barbaridad, pero fue en aquella visión de intervenir para no ser intervenida. Fíjese si es así, que en 2001 finalmente los imperialistas de los EE.UU. finalmente se decidieron e invadieron Afganistán. Creerse el cuentecito del 11 de Septiembre, (que mucha gente piensa con bastante lógica que fue un autoataque) para ir a capturar ¡un hombre! supuestamente responsable del horroroso atentado, en fin, creerse eso es muy ingenuo. Y tal intervención norteamericana tenía dos objetivos: el inmediato, controlar el litio y otros recursos que hay en suelo afgano. El segundo, mucho más importante, poner una punta de lanza en Asia Central. ¿Contra quién? Pues contra Rusia, por supuesto, y para impedir a toda costa que las ex repúblicas soviéticas de esa región vuelvan a integrarse con Rusia en otro bloque, cosa que, a pesar de todo, no están logrando del todo bien.
    Con respecto a la ONU, lo que hace la periodista es lanzar la alarma de que está siguiendo el mismo camino que la Sociedad (o Liga) de las Naciones tomó hacia las vísperas de la Segunda Guerra Mundial. Al igual que la SN, la ONU nació como una organización donde potencias opuestas pulseaban políticamente, antes de lanzarse en aventuras militares que podrían costar millones de vidas. La SN nació para evitar un nuevo conflicto entre una Entente victoriosa y una Triple Alianza que fenecía. La ONU nació para evitar una guerra directa entre la URSS por un lado, y los EE.UU. por el otro, cada uno con sus aliados y satélites. No obstante, a pesar de todo, la URSS fue siempre mil veces más pacifista que los Estados Unidos, y sus esfuerzos fueron para mantener o expandir un sistema social que, a pesar de sus defectos, por ser necesariamente de transición, es muchísimo más humano que el capitalismo, y sobre todo que el capitalismo que le toca a las naciones del Tercer Mundo.
    Entonces la ONU hay que mantenerla, qué remedio, ¿no? Porque por lo menos sirve para que los países más débiles vayan y denuncien los desmanes de las potencias. La ONU sirve para que gente como Evo Morales o Hugo Chávez hablen en nombre de los pobres, y lo hagan de verdad, y no en nombre del FMI o del Banco Mundial o en nombre de ciudadanos que supuestamente tienen más derecho a vivir y a ser felices que otros, porque esa es la política imperialista, lo quiera Ud. admitir o no. Una de esas denuncias es la condena universal al bloqueo, con las oposiciones aisladas de EE.UU. e Israel, que es como decir el Estado 52 de los Estados Unidos, pero enclavado en el Medio Oriente y con la religión hebrea como credo oficial. Pero, ¿pasa algo? ¿alguien obliga a los EE.UU. a levantar o siquiera suavizar el bloqueo, que es genocida e ilegal? Nadie. Entonces, la ONU es si no al 100 %, por lo menos es inútil en un... 99 %, al menos en lo que concierne a acciones concretas. Para democratizarla un poco no basta con la buena voluntad de los humanistas. Desgraciadamente, igual que la burguesía no va a ceder nunca por las buenas su poder económico y sus privilegios por encima de la sociedad, las potencias imperialistas occidentales no van a ceder su preeminencia ni disminuir su prepotencia por votaciones numéricas de países que ellos pueden bombardear a su antojo. Lo único que puede servir para equilibrar un poco la ONU es un mundo multipolar, y cuando menos bipolar. Rusia tiene un papel preponderante que jugar en eso, y Putin, Medviediev y Lavrov lo saben bien. Entonces, sólo bloques fuertes bien unidos y con fuerza económica (el BRICS, UNASUR, la CELAC) o militar (Rusia y China) pueden detener un poco esta enloquecida conquista del mundo por el inexistente sueño americano, que centra su mira en el consumismo disparatado y el egoísmo más abyecto.

  • Paula Mur dijo:

    Hola Lilian, soy periodista en Argentina y me quería contactar con vos para realizarte unas preguntas sobre ONU. Mi mail es paulab.mur@hotmail.com. Espero tu respuesta. Saludos cordiales, Paula.

  • Rommel dijo:

    La ONU es un organismo Internacional creado por los páises triunfadores de la 2a Guerra Mundial, cuyo verdadero propósito era crear un organismo que avalará las decisiones y acciones internacionales fueran estas justas o injustas. Fuera de esto es inoperante y ante el mundo es un organismo cuyos jefes son los EEUU y la UE. Ejemplo de su inutilidad y servilismo: La guerra contra la reública de ex-Yugoslavia, Afganistán, Irak, Siria, Libia, Palestina.

  • Jackie de Alarcón dijo:

    La ONU no sirve por sus intenciones de despoblar el planeta, matando civiles.

  • egp dijo:

    Lillian,estoy muy de acuerdo con su artículo,esa misma pregunta me la he echo desde hace mucho y me pregunto otra vez;; ¿Es q1ue nadie en esa organización tiene derecho a cambiar lo que debe ser cambiado? Creo que ya es hora de tomar una desición al respecto o sino estamos y seguiremos embarcados en esta boragine se invaciones y asesinatos en masa. Y además hace rato que no se hala de las esperadas relaciones entre nosotros los cubanos y ellos,los américanos,seguiremos esperando por las desiciones que tome el congreso de ese inmenso pais. Saludos

  • sara dijo:

    Yo pensaba que la ONU podia decirle a un país no hagas más esto o lo otro , me equivoque , fijate si la Onu tuviese poder : Tendria el poder para detener las miles de muertes en Gaza , TENDRIA PODER PARA DETENER LA MUERTE DE MILES DE NIÑOS EN GAZA , tendria poder para detener genocidio de naciones enteras.

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Lillian Lechuga

Lillian Lechuga

Periodista cubana especializada en temas internacionales.

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