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Estados Unidos: la encrucijada de los demócratas

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Los demócratas ya deben haberse arrepentido mil veces de haber variado las reglas de sus primarias en 1968, pero como resultado de ello, Hilary Clinton y Barack Obama se encuentran enfrascados aún en una pelea de perros por la nominación, mientras que John McCain se pasea relativamente tranquilo, haciendo campaña presidencial. Es cierto que no sabe contra quien aún, pero como buen conservador, doctrinario al fin, no le hace mucha falta que nadie le diga cómo y por qué hacer campaña para la presidencia.

Resultado de las reglas, ni Obama ni la Clinton llegarán a completar en junio, los 2025 delegados que necesitarían en la convención de agosto, para ser nominados a la presidencia, pues ya sólo restan nueve primarias, con no más de 501 delegados. Tendría que uno de los dos, como se dice, arrasar para poder completar el número de delegados que necesitan para ser nominado y los milagros aquí no existen.

Luego todo parece indicar que serán los llamados superdelegados los que tendrán que tomar la decisión, en medio además, de un egocentrismo de ambos precandidatos demócratas en que ninguno quiere ser el dos. Es decir, que "Obama o Clinton tendrá que retirarse de la contienda, tras el final de proceso de primarias en junio, para unificar al Partido de cara a las presidenciales de noviembre", como expresó su presidente.

De todos modos, el daño ya está hecho, porque se sabe que entre un 25 y un 26 por ciento de los demócratas ha dicho que si no ven satisfechas sus aspiraciones, votarán por un candidato republicano, que no es otro que John McCain.

Luego, a menos que las reglas cambiaran tanto que fuese posible llevar a dos presidentes a la vez en el ticket demócrata, algunos votantes de ese partido, lo harán por el candidato republicano.

Obama cuenta con 1 727 delegados y Clinton con 1 592 y es muy probable que el senador mantenga la ventaja al final de las primarias, algo que no se sabría hasta el 3 de junio, una vez celebradas las de Montana y Dakota del Sur, que son las últimas y que sumadas no dan más que 47 delegados.

La Clinton, en medio de esa contienda parece pretender reducir al mínimo la diferencia con Obama, para argumentar entonces antes los superdelegados que ella es la que más posibilidades tiene de enfrentar a un candidato republicano como McCain.

Se sabe que 500 de los 800 superdelegados, ya han decidido a quien apoyar, pero faltan 300, que todo parece indicar lo harán en junio, una vez concluidas las primarias, por lo cual el Partido Demócrata continúa en una desgastante pelea interna por la nominación, cuando realmente la verdadera contienda es con McCain.Tal vez esperanzada en que funcione la dinámica que su marido diseñó para ella.

Pero si solo fueran esas las piedras en el camino de los demócratas, realmente no estarían tan mal. Veamos cuales son las otras.
1. No hace falta un gran esfuerzo para percatarnos de que McCain es el candidato de Bush hijo y que éste hará todo lo posible por endosarle los votos de ese 28-30 por ciento de popularidad que aún tiene. Esos son los votos más seguros, porque son los de los que siguen a Bush hasta el infierno, gente de clase media alta hacia arriba que se están beneficiando de la repartición de dinero y de poder, que este ha hecho. Personas que por supuesto, saben por qué votan y por quien deben votar.

Se dice que los bonos del tesoro son el dinero más seguro. Pues ese 28 -30 por ciento son los votos más seguros y aunque la sombra de Bush es tenebrosa, sus votos serían una bendición para McCain, que por su parte le sigue la jugada, sabiendo lo que significarían para su elección.

2. Ese por ciento, no está constituido por personas a los que le interese mucho si la economía se derrumba, porque tienen sus necesidades cubiertas y el comportamiento del desempleo, la inflación y la tasa de interés no son asuntos que puedan destruir su fidelidad de voto conservador.

3. Tampoco es necesario profundizar mucho para percatarnos de que McCain está "montado a caballo" sobre las críticas que Clinton y Obama se hacen mutuamente, sobre todo la primera al segundo. Detrás de esto hay hasta las secretas intenciones de "quitar al negro del medio".

4. McCain ya está haciendo campaña por la presidencia, mientras la Clinton y Obama aún no compiten en ese terreno.

5. No ha sido difícil detectar que durante las primarias, sobre todo donde ha habido caucus, muchos votantes republicanos han sido orientados a votar por Obama. Parece una locura, pero no lo es, pues muchos conservadores parten de la idea de que a McCain le resultará menos difícil contender contra un negro que contra una mujer blanca, del historial de la Clinton.

6. A diferencia de la Clinton, un candidato como Obama está sometido al peligro del voto racial y como sabemos, en la sociedad norteamericana, el racismo es más fuerte que el machismo. No obstante Obama goza de popularidad y tiene dinero suficiente, pero mientras este enredado en el mecanismo de las primarias no sabremos que puede resultar.

Obama se ha visto obligado recientemente a tratar en su discurso el tema racial. Lamentablemente, aunque ha dicho cosas inteligentes, otras también demagógicas, que pueden hacer que algunos negros finalmente no voten por él para la presidencia. Aún no esta decidido que papel jugará este tema en la elección presidencial.

7. Está demostrado históricamente que hacer campaña desde la presidencia, presenta muchas ventajas, porque el ejecutivo siempre tiene más posibilidades de influir sobre los temas de la campaña, que la oposición. Además de recaudar dinero, puede mover influencias políticas, puede influir con el discurso, etc. Tomemos un ejemplo:

Dentro del debate presidencial sobre la situación de la economía, el dinero que la Clinton y Obama declaran que es necesario para reanimar el consumo y buscar levantar la economía, es como se diría en buen cubano; "pajaritos volando". El dinero que Bush dice que echará a la circulación, entregándolo a la familia norteamericana es dinero real. Si Bush lanza el proyecto y el Congreso se lo aprueba el dinero comienza a rodar y McCain puede capitalizar para su campaña esa acción republicana.

8. Querámoslo o no, ambos candidatos demócratas tienen handicap; uno por ser mujer y el otro por ser negro. En ambos casos, la elección de uno de ellos, representaría un cambio importante. En el caso de Obama, un cambio de época en la sociedad norteamericana.

9. La Clinton está afectada en su credibilidad por algunas mentiras que ha dicho, además de no ser una candidata de consenso dentro de los demócratas.

Sobre los temas de campaña.

Los temas de campaña mas fuertes son: la economía y la guerra, particularmente Irak.

La guerra no es un tema en el cual los demócratas tengan mucha oportunidad. En primer lugar porque en las elecciones presidenciales priman casi en absoluto los asuntos internos y está demostrado que los temas de política exterior tienen que presentar un dramatismo y sobre todo, cercanía al momento electoral, para que sean decisivos en las elecciones, características que la guerra de Irak no tiene y la de Afganistán tampoco, pues apenas se habla de ella.

A diferencia de Vietnam, los muertos de esta guerra no tienen el impacto interno que se podría esperar. Unos 4, 500 muertos, que serán los que podrá haber para noviembre, en cincuenta estados; soldados que van voluntariamente a Irak, en ocasiones, impulsados por los buenos salarios que recibirán, la obtención de becas universitarias y en algunos casos, por obtener la ciudadanía norteamericana, entre otros privilegios, no son muertos que tienen el impacto político que se necesitaría para decidir una elección presidencial. Además los republicanos conservadores manipulan con fuerza el tema, poniéndolo en el contexto del patrioterismo, con el argumento de que allí en Irak, Estados Unidos se juega intereses y prestigio.

La posición de McCain, ante el tema de la guerra parece más sólida y creíble, más madura y coherente, que la de los precandidatos demócratas. No es muy convincente la afirmación de que la elección de un demócrata como presidente, significaría el regreso inmediato a casa de las tropas. Eso muy pocos se lo creen.

Además, nosotros podemos pensar que McCain es un criminal, que no tenía por qué ir a asesinar vietnamitas, pero para la mentalidad predominante en los Estados Unidos, es un héroe de guerra, con todos los honores y prestigio que eso conlleva y lo que diga sobre la guerra, es más creíble que lo que digan Obama y la Clinton.

De los temas a debate, el que más puede afectar a los republicanos es el de la economía, sobre todo si durante la campaña los demócratas son capaces de establecer los vínculos que existen entre la guerra, la situación económica y social interna. O sea, si los demócratas muestran claramente al pueblo norteamericano lo que ha significado la guerra en estos años para la situación económica, la familia y la sociedad norteamericana y si como complemento, logran también presentar claramente toda la manipulación, todas las mentiras, la corrupción y ponen en evidencia quienes se han beneficiado y se benefician de la guerra.

Una profundización de la recesión económica, sería el mejor escenario para que los demócratas lograran sacar a votar a mucha gente que se sentiría seriamente afectada por la situación económica, lo cual, dado el papel de la economía en las elecciones, podría resultar una ventaja definitoria para los demócratas.

Sin dudas, los demócratas a estas alturas, se encuentran en una encrucijada desventajosa.

La salida de esa encrucijada, de todos modos tendrá sus costos. Esa pelea reñida por la nominación, apenas dejará tiempo a los demócratas para lograr los ajustes que son necesarios después de una contienda de primarias tan complicada. Es decir, no dejará mucho tiempo para buscar la unidad del Partido por el candidato que resulte y el traspaso de votos, que se hace necesario, de los no satisfechos con los resultados de la convención, de modo que permita fortalecer el proceso para la votación por el candidato que resulte nominado por el Partido.

Además, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, la plataforma política que resulte de la convención tendrá mucha importancia para lograr coherencia en términos de cuáles son las alternativas que el Partido presentará ante los temas del debate por la presidencia. Temas en la plataforma como la economía, la guerra, la salud, la crisis hipotecaria, la seguridad social, la migración, etc. Asuntos estos en los cuales ya los republicanos llevan ventaja. Primero porque está claro que la posición de McCain, además de ser doctrinaria, está apuntalada por ser la misma de Bush hijo, tanto en la economía como respecto a la guerra y otros temas; segundo, porque ya los republicanos han tenido tiempo para trabajar en las discrepancias que se produjeron durante la elección de McCain.

Sin embargo, sicológicamente, la masa de votantes que debería apoyar al candidato que resulte nominado por el Partido Demócrata, no tendrá mucho tiempo para producir la elección alternativa, y ello puede aumentar tanto el abstencionismo demócrata (cuya base electoral históricamente es la que más se abstiene) como dirigir votos hacia el candidato republicano.

Pues repito, ya una cantidad nada despreciable de demócratas están diciendo que si no ven satisfecha su elección preferirían votar por McCain, lo cual sería desastroso para los demócratas. Sobre todo, si la decisión del candidato se produce a partir de los superdelegados del Partido, será aún peor, por el disgusto que ello causaría.

Por lo que mejor sería que las primarias ayuden a esclarecer quien debe ser el candidato aunque ninguno llegara a los 2025 delegados y que la convención respetase esa decisión, respetando así la voluntad popular.

De todos modos, podría haber afectación, pero el daño sería menor. Creo que eso es a lo que se inclina el liderazgo del Partido Demócrata.

Se dice que una variante de emergencia podría ser sacar a un Albert Gore como candidato de unidad, pero ¿sería posible? Esto ni lo comentamos, haría muy largo este artículo.

No es que necesariamente los demócratas vayan a perder la elección presidencial, pero existen fuertes probabilidades de que esto ocurra.

No es que McCain vaya a resultar el presidente, pero cuenta con las ventajas que tal vez no imaginó y los republicanos, estando en la presidencia, va a hacer todo lo imaginable para que así sea, llegando hasta el fraude.

Existen factores que permitirían derrotar a los republicanos, pero los demócratas tendrían que estar en condiciones de aprovecharlos, lo cual no parece posible aún.

Veamos que nos traen las próximas primarias y qué medidas serán las que tomará el Partido Demócrata. Sin embargo, no hay que hacerse ilusiones, un George Bush III podría estar en la Casa Blanca el próximo 4 de noviembre, no es algo imposible. Si la situación no cambia, la probabilidad es bastante alta.

El autor es Doctor en Ciencias. Investigador del Centro de Estudios sobre Estados Unidos.(CESEU)

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Esteban Morales Domínguez

Esteban Morales Domínguez

Miembro titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Economista y Politólogo, Doctor en Ciencias Económicas, e Investigador en la Universidad de La Habana. Profesor de Economía Política de la Facultad de Economía.