Cubadebate

El fascismo todavía resistible

Zapatero en una jaula de Guantánamo

Antonio Maira

Insurgente

El objetivo del  fuhrercito hispano -pactado con Bush- es doble: colaborar con urgencia en el esfuerzo de presidente de los EEUU por mantener su guerra mundial antiterrorista en el frente iraquí-afgano; y romper el proceso de paz en Euskadi.

Aznar quiere transformar el conflicto político -definido con mucha precisión en estos momentos, y definida también la vía democrática que abría paso a la paz anhelada por todos los pueblos de España-, en una categoría local de la gran guerra mundial terrorista  que lleva a cabo, en franca derrota, el Emperador del Norte.

Pero Aznar tiene otro objetivo personal jamás confesado. El personajillo español -un siervo con disfraz de patriota- le tiene pánico al juicio del 11-M.

Aznar sabe que su responsabilidad por el espantoso atentado, acabará por prender una luz en la conciencia de los ciudadanos, muchos de ellos tan idiotizados todavía que son incapaces de entender la criminal manipulación que se está haciendo con las víctimas. Ese es el nuevo crimen del presidente: lanzar una teoría conspiratoria  para ocultar su gravísima responsabilidad en el enorme magnicidio, por complicidad e intervención activa en la realización del "ataque preventivo" a Iraq.

El "caudillo" del PP descarga su evidente responsabilidad -asumida con desprecio de la legalidad internacional y del pueblo español que se negaba a ello- en una imposible autoría de ETA.

Semejante infamia solo es posible después de un largo proceso de fascitización del que son también responsables muchos dirigentes del PSOE.

Aznar sabe que sólo una movilización de base ideológica totalmente irracional es capaz de evitar que pueda iniciarse una dinámica -necesariamente larga- de concienciación popular, al final de la cual puede ser procesado por participación en una guerra genocida y por colocar deliberadamente al pueblo español en una situación de grave riesgo de represalias terroristas.

Sólo un "golpe constitucional" puede salvar al ex presidente de gobierno.

Una movilización ideológica de esa magnitud -que es capaz de exigir la renuncia del actual presidente, por la excarcelación de un preso etarra en la fase terminal de una huelga de hambre iniciada años después de haber cumplido su condena- sólo es posible como parte de la ideología brutal e infinitamente cínica del Imperio.

Algunos datos, como las manifestaciones ante las embajadas de determinados países de América Latina -aprovechando el viaje de Bush para "testimoniar" la "masiva fidelidad del pueblo español al Imperio", denotan una planificación detallada con participación del embajador de Estados Unidos en España.

Mr. Aguirre es un antiguo Peter Pan cubano, evidente miembro de la CIA.

Su último cargo con Bush fue el de subsecretario en el super ministerio de Seguridad Nacional, encargado de la vigilancia de los hispanos en EEUU después del 11-S. También se encargaba del reclutamiento forzoso de los residentes ilegales para el frente iraquí.

En su anterior cargo Aguirre fue asesor de inversiones del sistema financiero en América Latina. Aguirre, no hace falta decirlo, es un furibundo enemigo de la revolución cubana y del proceso de revolución bolivariana que vive hoy América Latina.