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Sobre cómo el lenguaje sexista puede no ser tan sexista como se cree

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Un reciente informe de la Real Academia Española ofrece una nueva mirada sobre el lenguaje inclusivo. Según el mismo, los hispanohablantes no están discriminando cuando usan el masculino para designar a hombres y mujeres: no necesitan modificar el uso de su idioma para huir del sexismo y tampoco están obligados a pasar al género femenino el nombre de algunas profesiones.

Titulado “Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”, el informe de la RAE critica las nuevas guías sobre lenguaje no sexista que proponen, por ejemplo, usar palabras como “la ciudadanía” en lugar de “los ciudadanos” o “el profesorado” en lugar de “los profesores” para hablar de grupos compuestos por hombres y mujeres.

El autor del informe de la RAE, Ignacio Bosque, defiende que “el uso genérico del masculino para designar los dos sexos está muy asentado en el sistema gramatical” español y que no tiene sentido “forzar las estructuras lingüísticas”.

Asimismo, “no parecen admitir estas guías que una profesional de la judicatura puede elegir entre ser juez o jueza”, critica el académico, considerando que las pautas propuestas por estas guías están únicamente pensadas para el lenguaje oficial.

Según la RAE, en las guías referidas, sus autores recomiendan a los lectores, entre otros consejos, que no apelen al uso genérico del masculino cuando se debe referir a los dos sexos al mismo tiempo. Así, por ejemplo, sugieren que se emplee “las personas becarias” en lugar de “todos los becarios” o, también, “las personas sin trabajo” para reemplazar a “parados”.

Si bien Bosque reconoce la existencia de la “discriminación hacia la mujer” en la sociedad, su análisis concluye que con el uso y tendencias aconsejados en las guías “se extrae una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas”, entre las que admite el uso de “comportamientos verbales sexistas” en el idioma español. En las guías cuestionadas se suele llegar a “una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible”, añade.

Esa “conclusión injustificada” hace suponer, explica Bosque, “que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita y sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían ‘la visibilidad de la mujer'”.

Bosque denunció así una suerte de “discriminación” a la inversa, que, del mismo modo que esta tendencia presuntamente promotora de la igualdad en el lenguaje, ve apuntalada por el “despotismo ético” de un sector de la sociedad. En este sentido, el académico alertó sobre una contradicción fundamental. “Si [como establecen las guías] el uso del masculino con valor genérico implica un trato lingüístico discriminatorio, ¿cómo han de reaccionar las mujeres que no perciben en él tal discriminación?”, plantea.

Luego de analizar las expresiones que habría que suprimir por esas recomendaciones, Bosque teme por el empleo de expresiones “sexistas” como “los reyes”, “mis tíos” o “sus suegros”, donde no se contempla la “visibilidad” de la mujer.

Tras criticar y resaltar la nula practicidad del “desdoblamiento” genérico para evitar la supuesta caída en el sexismo, así como el uso indebido del símbolo “@” para superponer el uso femenino de la “a” y el masculino de la “o”, el lingüista descartó la viabilidad de las recomendaciones de las guías.

“Si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más estrictos, no se podría hablar”, señala.

Por último, Bosque observa que las propuestas reformistas “no están hechas” para ser adaptadas al lenguaje común, puesto que, según entiende el académico, “se supone que los cambios que se solicitan han de afectar únicamente al lenguaje oficial”. Es decir, al utilizado por quienes hablan delante de un micrófono o de una cámara y que, fuera de estas situaciones, se expresan “como todo el mundo”.

El informe de Bosque fue aprobado en forma unánime por los académicos.

(Con información de Mariano Digital)

Se han publicado 46 comentarios



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  • jose de san matias dijo:

    Coje esta: PERIODISTAS Y PERIODISTOS

  • Uno ahi dijo:

    Bieeeen, al fin alguien que le sale al paso a este fenomeno!!! 1000000 puntos al artículo. Esta corriente del lenguaje de "niños y niñas" y "periodisto y periodista"..vamos que es el mayor sinsentido del mundo. Pero ya que estamos, tienen razón: yo abogo porque no se use más la palabra "machista" sino que sea "machisto". Si total, eso es un adjetivo unicamente masculino. Considero que es una discriminación que se diga que un hombre es "machista". Jajajaja. La verdad que ese argumento del lenguaje inclusivo cae por su propio peso.

  • ElQbanolibre dijo:

    Lo cierto es que todas las academias de la lengua española se debe poner de acuerdo para hablar todas el español nuestro y conjugar unas con otras los intereses de cada región, pues, hay vocablos que no significan lo mismo en Cuba, en Venezuela, en Perú, en Argentina, etc. a mi me parece que se debe intercambiar para conjugar intereses. Además publicar más diccionarios de la lengua española, sobre la base de académicos de alto prestigio de todos los países de habla hispana para aunar los criterios y hacer un compendio de significados.

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