Solidaridad Cubana  »

| 2

Aunque parezca increíble e inexplicable, el recientemente electo presidente de Panamá, el empresario Ricardo Martinelli, decidió, unilateralmente, clausurar la Operación Milagro en ese país. Su argumento para detener esta colosal tarea humanitaria es que ya no se necesita la ayuda de Cuba. Plantea su perversidad sin ruborizarse y dice que los sectores públicos y privados se harían cargo de la misión que, a título gratuito, desempeñaban los oftalmólogos cubanos.