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La doctora Lissette, una pediatra frente a la pandemia (+ Podcast)

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No sé bien cuántos casos anunció ese día en edad pediátrica, en medio de una pandemia que disparó de un año a otro, y en proporciones alarmantes, los contagios en los más pequeños de casa. Pero pudieron ser cientos e incluso miles, aunque un solo niño o niña enfermo de covid-19, hubiese sido para ella igual de escalofriante.

El recuerdo que ahora narra la doctora Lissette del Rosario López González y la ha marcado, ubica a Kevin en una sala de cuidados intensivos, hacia la que llegó en una de esas tantas jornadas aciagas. “Es un adolescente que en esos momentos se encontraba muy crítico pero consciente. Por supuesto, él tenía miedo, miedo a morir. Recuerdo que cuando estamos examinándolo me apretó tanto el alma verlo así…Mientras lo auscultaba acaricié un poco su espalda y le dije ʹyo te prometo que no vas a morir, no te va a pasar nada, confía. Fue muy duro. Es muy difícil decir eso cuando estábamos en un pico, donde teníamos muchos casos graves, críticos y muchos pacientes que no lo lograban. Fueron días de muchísima tensión”, rememora.

Kevin venció esa batalla. “Cuando ya estaba para irse de alta nos retratamos. Yo lo miraba hacia arriba porque es que es mucho más alto que yo. Ese día no dormí de satisfacción pensando en él sonriendo, en su madre tan feliz igual”, dice.

Es una de las tantas anécdotas que casi dos años después asaltan a esta mujer que— desde el mando del Grupo nacional de Pediatría del Ministerio de Salud Pública (Minsap) — capitaneó la atención médica a niñas, niños y adolescentes en medio de la pandemia.

Nacida y criada en la barriada de Luyanó, la especialista desborda pasión por la medicina intensiva pediátrica, por la profesión que eligió y que reverencia.

Conversar con la mujer y la pediatra que la habitan es una suerte de privilegio, una brújula para contar desde su historia lo que ha sido este tiempo. En sus palabras, su fe, alegrías, cansancios y certezas están reflejadas las de miles de profesionales de la salud que no cejaron ante el virus, que han defendido su vocación desde siempre. Sirva esta entrevista como el más justo homenaje en el Día de la Medicina Latinoamericana.

La doctora Lissette del Rosario López González. Foto: Cortesía de la entrevistada.

***

— ¿De dónde viene la inclinación hacia la medicina?

“Creo que puedo considerarme como un caso pionero dentro de la familia, ʹorigen congénitoʹ por llamarle de algún modo; porque mis padres fueron geniales, insustituibles, pero no fueron médicos, no es de cuna que me viene la vocación.

“Sí tengo historias familiares relacionadas con las ciencias de la enfermería, pero específicamente con la medicina no. Desde muy pequeña me contaron mis tías, en especial una que era enfermera, que yo jugaba mucho a curar a las muñecas. De hecho guarda recuerdos de métodos y recetas, indicaciones que yo hacía de ʹnovatropinʹ para la barriga y ʹduralginaʹ para la fiebre con poca edad, pero ya con escritura. Desde el mismo momento en que empecé a tomar conciencia, definir mi personalidad, tuve clarísimo que lo que quería en la vida era ser médico.

“A lo largo de la secundaria y del preuniversitario se fue arraigando en mí mucho más la vocación. Recuerdo que en 12 grado cuando se realizan las actividades de puertas abiertas de la universidad, yo escuchaba disciplinadamente, pero ya sabía que lo mío era la medicina. El momento de llenar las boletas fue muy difícil porque solamente tenía claro qué iba a poner en la primera de las diez opciones. Escribí medicina en la primera casilla y como segunda derecho. Nada más. Tenía buenas calificaciones y estaba convencida de que lo lograría.

“Las vacaciones antes de ingresar en la carrera fueron muy peculiares porque me la pasaba imaginando cómo serían las primeras clases. Estaba sola, mis compañeros de aula del pre eligieron otras carreras, es decir, ni siquiera estudiaría junto a ellos. Por eso decía que fue una vocación muy propia”.

—¿Por qué pediatría?

La doctora Lissette en un círculo de interés en una escuela primaria para enseñar reanimación y seguridad vial.Foto: Cortesía de la entrevistada.

“Cuando eliges ser médico, una de las cosas más difíciles es elegir la especialidad porque la medicina es una ciencia riquísima en saberes. Yo siempre tuve una inclinación muy especial por los niños, el arte de interactuar con ellos creo que es único. Esa afinidad creció muchísimo cuando tuve mis prácticas de rotación de pediatría por el hospital de San Miguel del Padrón conocido como La Balear.

“Es un hospital que se creció y ha escrito páginas históricas en el enfrentamiento a la covid-19 que han sido brillantes. Para mí la satisfacción es enorme, porque el hospital donde entré a hacer la rotación de pediatría en cuarto año de la carrera, el hospital donde entré en sexto año a hacer el internado de pediatría, es el hospital donde he entrado en estos meses muchas veces, es una institución que he tenido la dicha de ver crecer de un hospital periférico hasta convertirse en un coloso de la pediatría. Ver tantos años después a mis profesores en primera línea del combate, a las nuevas generaciones, al hospital que me vio crecer cumpliendo una misión tan importante en el país, ha sido extraordinario.

“La pediatría en específico es una especialidad que enamora. Dentro de la pediatría mi especialidad y escenario de actuación es la medicina intensiva pediátrica, muy temida por muchos pero afortunadamente muy amada por todos.

“Cuando decimos terapia intensiva pediátrica, sin duda nuestra mente vuela a pasos agigantados hacia paredes verdes, hacia los trajes verdes y hacia el dolor. No estamos lejos de la realidad, realmente son paredes verdes o de otras tonalidades pero son paredes cerradas, son uniformes distintos donde el personal no luce unas esplendorosas batas blancas, sino que nos acompañan unos blindados trajes verdes. Pero es una especialidad que a uno le enseña el verdadero sentido de la vida. Es una especialidad que en niños cobra especial significación, aunque todas las edades son importantes y todas las unidades de terapia intensiva mueven el piso de los sentimientos.

—Hacer medicina intensiva en medio de la covid…

La doctora Lissette junto a Kevin, ya recuperado. Foto: Cortesía de la entrevistada.

“Muchas veces en la sala de cuidados intensivos, viendo los casos o en horas avanzadas de la madrugada, cuando el agotamiento intenta apoderarse de ti, he mirado a través de los cristales y me he preguntado: ʹ ¿sabrán las personas que están caminando por las aceras, sabrán las personas que viven del lado de allá de los cristales lo que estamos viviendo o lo que está en juego del lado de acá? ʹ. Cuando una se hace esa pregunta se imagina que la especialidad de la terapia intensiva es una especialidad sublime, que nos hace crecer, nos entrena, enseña y nos pone en situaciones de un enfrentamiento, a veces muy desigual, con la muerte y donde sacamos lo mejor.

“Ante un niño grave te puedo confesar que no hay nada más importante para un médico, para un enfermero, para el personal de salud, en ese minuto, que salvar a ese niño. En ese momento por muchas dificultades que se tengan en el orden personal, todo pasa a un segundo plano, porque el profesional de la salud se concentra en lo que tiene que hacer. No hay cansancio, no hay frío, no hay hambre, lo que hay es que salvar una vida y quizás pueda sentirse un poco poético pero es la realidad.

“Los cuidados intensivos es el lugar donde se define algo tan irreversible como el límite entre la vida o la muerte. Las historias—aún las que tienen finales muy felices que afortunadamente son el mayor por ciento— a veces los recuerdos que dejan son tan tristes que no se mira atrás. Pero es una especialidad que si tuviera que volver a nacer, escogería de nuevo.

“Hemos aprendido a ser personas muy conscientes de la realidad; a mí en lo personal la especialidad me ha enseñado que no hay un bien más preciado que la salud, que no hay nada más importante en la vida que vivir. La pediatría en sentido general es una especialidad que te hace un ser viviente, dichoso.

“Los que ejercemos la profesión de cuidar y de sanar a los niños tenemos un regalo. La sonrisa de un niño borra cualquier desasosiego. El hecho de que un niño pueda irse de alta y te diga adiós, los más grandecitos te den las gracias o los más inocentes te compartan un sorbeto, una galleta o un cariño es que eso es difícil de narrar lo es difícil describirlo es extremadamente gratificante vivirlo”.

— Un día en la vida de Lissette

“Mis días normales son ʹanormalesʹ,  muy complejos todos. Ahora que vienen tiempos de de regalos, de fin de año y que todos pedimos muchos deseos, quizá  pudiera pedir que el día tuviera 48 horas, para ver si me es posible hacer casi todo lo que debo en un día y no puedo.

“Un día normal en mi vida es un día de profesional, de ama de casa, de madre, de esposa, de hermana y de todas las obligaciones que tiene una mujer cubana; viviendo las mismas complejas situaciones, pero con la satisfacción de tener salud para hacerlas y una familia que me apoya para lograr conjugar todo aquello a lo cual la profesión le resta tiempo.

“Mis padres fallecieron, mi madre hace once años, mi padre hace pocos meses y han sido golpes importantes en mi vida que han marcado mis días; porque además de amar ser médico, de amar ser madre, de amar ser esposa, de amar ser hermana, de amar ser familia; por sobre todas las cosas amaba mucho ser hija. He tenido que incorporar seguir siendo hija en la espiritualidad y eso es algo que duele pero qué acompaña cada día”.

Lissette junto a su esposo. Tengo una familia que me apoya para lograr conjugar todo aquello a lo cual la profesión le resta tiempo, dijo.Foto: Cortesía de la entrevistada.

— ¿Qué desafíos impuso la pandemia para la pediatría?

“La covid-19 sin duda alguna representó un reto para este país. Para la pediatría el desafío fue enorme porque, aunque cuando se empezaron a diagnosticar los primeros casos en Wuhan el mundo científico reportaba que no debía constituir un gran problema para los niños las niñas y los adolescentes, nuestro país, el Ministerio de Salud Pública, tuvo a bien, con el acompañamiento de las políticas de Estado, prepararnos en todos los sentidos.

 “Siempre tuvimos la previsión de que teníamos que armarnos de conocimientos, de herramientas, para estar preparados, porque no podíamos esperar a ver cómo se movían alrededor del mundo los contagios.

“Desde la hora cero los servicios pediátricos se prepararon, se entrenaron desde el punto de vista teórico y empezamos a organizarlos para realmente estar listos en el enfrentamiento de la de la pandemia y la vida nos dio la razón.

“El lema de la de la sociedad cubana de pediatría es que no hay nada más importante que un niño. Nuestra misión es la de proteger la infancia y la adolescencia. La pandemia venía azotando de una manera e brutal y se imponía tener mucha precaución, preocuparnos pero ocuparnos de cómo íbamos a enfrentar este problema.

“En lo personal, desde este presente, si miro atrás puedo contarte que sentiría miedo. Sentiría miedo porque nos preguntamos y decimos cómo pudimos, en lo individual y como país.

Lissette junto a su hija. Foto: Cortesía de la entrevistada.

“Mi casa era vulnerable. Yo tenía que entrar constantemente a zona roja. Mi hija que este 30 de noviembre se licenció en derecho, estando yo en pleno enfrentamiento a la covid fue a un centro de aislamiento como joven estudiante voluntaria. Teníamos la premisa que no nos podíamos enfermar y teníamos que tener en extremo todas las medidas de bioseguridad. No enfermamos”.

Hace unos días el presidente hablaba de todo lo que el pueblo ha hecho en medio de condiciones tan difíciles. La salud, la ciencia, la asistencia se mezclaron como hijo y madre en un claustro materno y nos permitió avanzar.

“Desde que fuimos convocados para empezar a organizar las ideas fue difícil, porque se trataba de organizar estrategias de trabajo sobre las experiencias que iban teniendo los países que reportaban casos. Pero nuestro sistema de salud que tiene fortalezas: es un  sistema robusto, lejos de ser perfecto pero un sistema con un mando inteligente, sobre todo humano y donde el paciente no es un cliente.

“La pandemia nos enseñó a ser médicos en situaciones complejas. Para un pediatra no apachurrar, apapachar a un niño es impensable y tuvimos que aprender a amar con los ojos, tuvimos que aprender a examinar con extrema precaución”.

Foto: Estudios Revolución.

Dra. Lissette López González, Jefa del Grupo Nacional de Pediatría del Ministerio de Salud Pública. Foto: Estudios Revolución.

—Usted elaboró junto al equipo de expertos clínicos científicos los acápites de pediatría en las siete versiones del protocolo cubano para la atención a la covid.

“Recuerdo las muchas madrugadas en que estuvimos estudiando, organizando, haciendo algoritmos…el protocolo uno nació así, de muchas horas de análisis e intercambios. Este es un protocolo robusto, que tiene la virtud de ser nacional y abarcar cada una de las aristas del enfrentamiento a la covid-19.

“Es un protocolo que nace en la atención primaria de salud donde el pesquizaje y la detección temprana jugaron y siguen desempeñando un rol importante, ante ómicron, la nueva variante del SARS-CoV-2 que nos asecha. Luego va hacia la esfera puramente hospitalaria, escenario donde se llevaba a cabo dodo el protocolo de actuación en los primeros momentos y regresa después a la atención primaria de salud hacia la esfera de la rehabilitación y seguimiento de los convalecientes.

“Pediatría no escapó de insertarse en este protocolo nacional y con un acápite de todas sus particularidades hemos acompañado cada una de sus versiones. Ha sido además muy dialéctico, pues es un protocolo que ha avanzado con solidez sobre nuestras propias lecciones aprendidas, y que ha sido además expresión de intersectorialidad y de lo importante que es los multidisciplinariedad en la salud.

“Es un protocolo donde el hombre se ve como ser humano, donde pensamos en cómo adelantarnos a los tiempos como clave del éxito, donde la prevención primaria, es decir no enfermar, era lo más saludable, pero que contempla incluso el cómo minimizar las secuelas o las complicaciones a partir de la prevención secundaria. Es un protocolo donde cada nivel de atención tenía clarísimo qué es lo que debía hacer y el cual no se consideró como una herramienta infalible; prueba de ellos son las versiones que tuvo en el tiempo cada uno tomando lo mejor del anterior para optimizar el tratamiento.

Este protocolo se coronó con la llegada de las vacunas, una hazaña trascendental de todos los científicos y profesionales de la salud que llevaron a cabo una campaña masiva de inmunización exitosa; sin dejar de mencionar el apoyo de la población,  de las madres y los padres de las familias cubanas y de nuestras niñas, niños y adolescentes. Mención especial para los miles de docentes que hicieron posible convertir las aulas en vacunatorios. Pienso que fue como una segunda campaña de alfabetización porque al virus lo vencimos con el saber.

“Han sido horas difíciles, y fue hermoso ver que niños que lloran por un pinchazo de penicilina iban felices a ponerse su vacuna”.

—¿Cómo impactó la pandemia en Lissette?

“En lo personal, la pandemia me ha impactado mucho.  Hace pocos meses enfrenté la pérdida de mi padre y pienso que ni tiempo tuve para el luto. Mi padre me acompañó hasta los últimos momentos, apoyándome con sus ideas, con su presencia, con su espíritu, con su ejemplo en esta batalla. Lo perdí en el mes de abril y fue muy duro. No tuve tiempo ni espacio para guardar un luto porque realmente estábamos en un momento muy crucial y pensando en él fue que me dije, hay que seguir con más fuerza.

De lo que sí estábamos convencidos es que nosotros teníamos que vencer la covid, porque los niños tenían que volver a la calle, los niños tenían que volver a la escuela, este país tenía que volver a sonreír…Aún cuando muchos pudieron tener temores, dudas, puedo asegurar que el comité de innovación conducido por la doctora Ileana Morales, que el Ministerio de Salud Pública bajo la conducción magistral de nuestro ministro José Angel Portal, con todo el apoyo del Estado y el Gobierno, tuvimos la certeza de que lo íbamos a lograr. Todo el esfuerzo tenía una meta y era devolverle a este país la salud, integrarnos en la nueva normalidad con sus nuevos códigos.

“No sé si logre llegar a contabilizar las horas de sueño perdidas, lo que le debo a mi cuerpo y a mi mente de descanso, pero lo que sí puedo decirte es que lo que les resté de descanso a mí cuerpo y lo que le sumé en preocupaciones a mi alma, se los regalé también en satisfacción”.

“Como profesional y persona he crecido mucho, porque el amor que le tenía a la vida en estos momentos es exponencial y porque he tenido la oportunidad de conocer en primer plano la valía científica, la valía de salud que tiene nuestro país. He conocido de primera mano que estamos viviendo en un país con una situación complejísima desde el punto de vista económico, pero con un cerebro y un corazón puesto enteramente en función de darle solución a los problemas. El mejor ejemplo de esto es la pandemia que vivimos.

“Cuando pasen los años muchos de nosotros contarán a sus descendientes lo que hemos vivido y muchos de nosotros se preguntarán cómo pudimos enfrentarlo”.

—¿Asideros?

“Me sostiene ante todo mi eterna vocación. Yo amo ser médico, amo atender a los niños, amo mi país. La pandemia me ha regalado formar parte de un comité de innovación que ha tenido a su cargo el enfrentamiento desde el punto de vista científico de la covid y dentro del cual me he sentido en casa. Las largas horas de trabajo, madrugadas se reducían de solo pensar que estamos haciendo algo por este terruño. Ese compromiso me sostiene cada día.

“Me sostiene el haber aprendido entre tantos colegas espectaculares que a la asistencia hay que unirla indisolublemente con el pensamiento científico”.

La pediatra durante una de sus comparecencias en la revista especial de salud.Foto: Cortesía de la entrevistada.

—  Cada viernes la pediatra entraba a nuestros hogares. ¿Qué significó la responsabilidad de no solo dirigir la organización de los servicios asistenciales, sino comunicar el riesgo de enfermar para los pequeños?

“Como viernes de pediatría los bautizó la periodista Gisela García Rivero, que conducía este espacio junto a un equipo maravilloso. Surgieron ante la necesidad de comunicarnos directamente con la familia cubana por el incremento sostenido y exponencial que tenían los contagios pediátricos.

“Tuvimos picos pandémicos importantes en pediatría: días de tener más de 1 500 casos, o sobrepasar los 2 000 niños diagnosticados en 24 horas; llegamos a tener cientos de niños menores de un año positivos por día y superar la cifra de 3000 activos en una jornada. Se imponía un diálogo directo con la familia cubana.

“La cámara y yo no éramos ni conocidas pero tuvimos que asumir ese reto de intentar cada viernes llegar a la familia cubana y mostrarle cómo debíamos interpretar las cifras que nos daban y tratar de aprender juntos qué representaba lo que se informaba diariamente.

“Que las madres supiesen que esos 100 niños que se diagnosticaban hoy quizás para ellas no tenían una significación porque no estaba incluido su niño, pero que para las madres de esos 100 menores era la totalidad de los pacientes diagnosticados. Por lo tanto, no era un problema de la acera de enfrente sino de todos.

“Con ese empeño estuvimos también en las mesas redondas. En la primera, el 20 de abril de 2020 pensé que me moría en vivo frente a las cámaras, pero fue una grata experiencia. Ya sé que si me jubilo de médico pues el campo de la comunicación es muy apasionante”.

“Los viernes de pediatría fue una experiencia enriquecedora. Salía de uno e intentaba empezarme a preparar para el próximo, lo cual nunca logré del todo porque las semanas no alcanzaban, pero conté con un equipo de trabajo especial, el de la videoconferencia del profe Durán. Llegué a sentirme en casa, llegaba siempre corriendo y desde el que nos subía en el elevador, la maquillista que tanto extraño y a la que siempre le decía que cuando único he tenido cejas era los viernes… todos eran maravillosos. Para mí fue muy gratificante poder conversar y transmitir la necesidad de cuidarnos.

“Fue muy difícil hablar sobre los niños graves, los críticos, sobre los niños que fallecieron. Fue el lado más gris de esta pandemia. Nosotros mostramos una supervivencia que sobrepasa el 99.9% y eso es algo que nos llena de regocijo, pero esa meta que no alcanzamos, esas vidas que no logramos salvar dolieron mucho, duelen mucho. Pienso que dolerán muchísimo eternamente en la historia de la pandemia en el país y su enfrentamiento en la edad pediátrica.

—¿El magisterio?

Foto: Cortesía de la entrevistada.

“Soy profesora auxiliar de pediatría de la facultad Finlay en el hospital Juan Manuel Márquez. Me apasiona estar frente a un aula, y los viernes de pediatría fueron una especie de escenario docente. Le hablaba a la cámara como si estuviera hablando a los estudiantes. Disfruto mucho dar clases. Pienso que es una continuidad y es un deber, porque nosotros fuimos educados y así mismo tenemos que transmitir lo que aprendimos.

 “Los profesionales que estamos formando el día mañana enseñarán a otros. Esa es la razón de la vida”.

“Soy muy espiritual, sentimental. Amo a la vida, al prójimo, a mi carrera, amo mi familia y soy una persona extremadamente dichosa por ello. Para mí no hay nada más importante que colaborar, ayudar poder hacer feliz un poco a quienes me rodean. Es lo que me enseñaron mis padres, es lo que le he enseñado a mi hija, es lo que trato de hacer cada uno de de mis días”.

—¿Orgullosa de la pediatría cubana?

“Una de las experiencias profesionales más importantes que me ha dado la covid es representar cada martes, en la reunión de los científicos y expertos, a todos los sanitarios que han tenido a su cargo la asistencia pediátrica. Explicarle al presidente cada una de nuestras labores, las tareas que hemos tenido que realizar.

“Ha sido para mí un compromiso con todos los pediatras, enfermeros, paramédicos en cada rincón de Cuba. Cuando he hablado por los pediatras del país, lo he hecho con la mayor de las satisfacciones, convicción y con un orgullo tremendo.

“Disfruto mucho lo que ha hecho la pediatría cubana en un momento tan difícil. Esos médicos. Enfermeras, laboratoristas, técnicos, que han entrado a los hospitales pediátricos y a las extensiones hospitalarias pediátricas, son mujeres y hombres que viven en Cuba en las situaciones complejas por las que atraviesa la nación en estos momentos y todos dieron el paso al frente. Entregaron lo mejor de sí. Cada uno de los escenarios en que me ha tocado intercambiar sobre esta labor, lo he hecho desde el respeto inmenso a cada uno de mis colegas”.

Dra. Lissette del Rosario López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría del MINSAP. Foto: Captura de pantalla de la Mesa Redonda.

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Se han publicado 43 comentarios



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  • Jose dijo:

    Felicidades a todos nuestros trabajadores de la salud a los que ya no están nuestro homenaje por la labor tan linda que realizan son nuestros verdaderos héroes Felicidades.

  • Lissette dijo:

    Muchas felicidades para todos los colegas , para todos los que vistieron el traje de la sanidad en esta batalla epidemiologica , al pueblo cubano que cada dia demuestra que somos 11 millones de sanitarios, a los niños,niñas y adolescentes que son el aire que respiramos!!!
    Feliz Día de la Medicina Latinoamericana.

  • Rosario dijo:

    Excelente.Muchas felicidades a los trabajadores de la salud. Éxitos

  • Ulvi İçil dijo:

    La ninez cubana, en manos seguros.
    Con admiracion a la pediatria cubana.

  • Jesus Vila Diaz dijo:

    Felicidades a usted Dra. Lissette y a todo el maravilloso equipo de excelentes profesionales que representa. Deseos de muchos mas exitos y salud. Lindas palabras. Saludosssss

  • MACHICA dijo:

    Hoy un dias especial y de gran alegria para nuestro angeles sin alas para nuestro ejercito de batas blanca para nuestro cientificos en fin para todo el personal de salud que hicieron maravillas enfrentado una terrible pandemia que entregaron alma y corazon por cada paciente que atendia para ello mis mas sinceras felicitaciones .

  • sol de batey dijo:

    Felicidades guerrero de batas blanca y talento de cientifico ya que gracias a la entrega incondicional que tuiveron en el enfrentamiento de esta pandemia el pais esta ya a punto de vencer por eso mis mas sinceras felicitaciones .

    #A LOS MEDICOS Y CIENTIFICO VAMOS A PONERLE CORAZON .

  • patri dijo:

    Una doctora muy especial! Felicidades hoy y cada día. Ella continúa la tradición de la pediatría cubana que cimentó el Dr. Aballí.

  • cubano2022+ dijo:

    Felicidades por toda su entrega, gracias,gracias , gracias por salvarme la vida, gracias por sus vacunas,

  • cubana100% dijo:

    Felicidades para todo el personal de salud que no tuvieron descanso en el enfrentamiento de la pandemia a esos grandes cientifico que son las que la han puesto fin a esta terible pandemia en fin para todo el personal que esta en la rama de la salud mis mas sinceras felicitaciones.
    #CUBA SALVA
    # VIVA EL PERSONAL DE LA SALUD

  • NPG dijo:

    Felicidades a todo ese Ejército de las Batas Blancas en el Día de la Medicina Latinoamericana. Gracias por tanta entrega, abnegación y sacrificio en el combate contra esta pandemia de la Covid. Que la profesionalidad y la ética en lo que hacen siga siendo la tarea de orden, la batalla no ha concluido. Salud y éxitos en su vida toda. Saludos.

  • Matias dijo:

    Muchas Felecidades, una excelente doctora, grande como peresona, amable dedicada. no hay calificativos para elogiarla. Muchas Felicidades

  • agustin trejo dijo:

    Un saludo a todo aquel sacrificado personal de la salud por todo el esfuerzo realizado en cualquier sitio de la tierra en bien de la humanidad

  • María Elena dijo:

    He leido muchas entrevistas a distintos facultados de la medicina cubana y sin menospreciar a algunas de ellas, esta de la Dra. López es fenomenal. Cuanto amor a su carrera, dedicación a algo tan suceptibles de nuestras vidas un niño. Cuanto apoyo a nuestra Revolución, a su Ministro y a su Presidente.. Gracias por existir.
    También Felicito a todos los trabajadores de la Salud, tanto dentro como fuera de nuestro país.

    • Lissette dijo:

      Muy amable .Agradecida

  • fide dijo:

    Felicidades doctora, han brotado lagrimas de mis ojos leyendo su entrevista, la admiraba antes, viéndola en las conferencias. Hoy la felicito y lo hago extensivo a tantos y tantos médicos, especialistas y personal de la salud que entregaron tanto para salvar tantas vidas y lucharon entre tantas dificultades y carencias enalteciendo su linda profesión, gracias mil gracias a todos. Felicidades !!!!

  • j.r dijo:

    Muchas felicidades en este día tan especial a todos los trabajadores de la salud,se merecen este día y todos los restantes por la labor que realizan en bien de todas las personas

  • Jose Martinez dijo:

    Feliz Dia del Medico para todos mis colegas, seguimos en la lucha. No hay como pagar lo que hicieron aquellos a los q le toco la linea roja, algunos no estan ahora y otros estan convalecientes. Mientras esperamos que se les reconozca la Hazaña de estar 2 años en lucha contra la Pandemia.

    • Grissel dijo:

      Ese reconocimiento debe ser eterno ¡ debe quedar para futuras generaciones de esa grandeza ¡ deberian en cada hospital ,policlinico colocar una tarja con los nombres de todos los medicos ,enfermeras q perdieron la vida en esta lucha , ellos no deben ser olvidados x nuestro pueblo , y q cdo uno tenga q ir a un lugar de esos saber q uno de sus trabajadores fallecio en la lucha contra la covid ¡¡

      • Jose Martinez dijo:

        Yo pedi un Obelisco , tambien pudiera ser una Tarja, al valor a la entrega y al Humanismo de nuestros mèdicos .

  • Rosa dijo:

    Felicidades a todos los médicos y gracias por todo .

  • Pedru Luis González Domínguez dijo:

    Gracias doctora,quiero regalarle mis versos para que formen parte de su agenda de trabajo.
    LA MUERTE

    La muerte, no importa el modo,
    jamás es bien recibida,
    no es justa, pero en la vida
    es lo más justo de todo.
    Nos espera en un recodo
    con su manto de tristeza
    y a los vivos con certeza
    al final nos hace un guiño,
    pero cuando escoge a un niño
    reniega de su justeza.

    Donde tú menos la esperas
    la muerte te está esperando
    y nunca te dice cuándo
    hasta después que te mueras,
    no importa que no la quieras
    no necesita cariño,
    yo huraño la enfrento, riño
    y al morir la emplazaré
    … a que me diga por qué
    le arranca la vida a un niño.

    Cuando es muy grande el dolor
    la muerte hasta se agradece
    y por momentos parece
    que morir sería mejor,
    hay quienes sienten rubor,
    se aterran y si pudieran…
    de la muerte se escondieran,
    más si al morir logro verla
    … trataré de convencerla
    de que los niños no mueran.

    Cuando los niños se mueren
    los padres desesperados
    tal parecen condenados
    a vivir, porque no quieren,
    odian la muerte y prefieren
    morirse con regocijo,
    ese dolor sigue ahí fijo,
    jamás se cierra esa herida
    porque no hay nada en la vida
    peor que perder a un hijo.

    • luisalbertolopez dijo:

      Muy acertadas sus palabras amigo tocayo y fijese si es asi QUE LA MUERTE ESTA TAN SEGURA DE SU VICTORIA FINAL QUE, EN EL MEJOR DE LOS CASOS NOS DA UNA VIDA ENTERA DE VENTAJA.Desgraciadamente a veces se ensaña con los pequeños y, como dice usted, no hay cosa peor para un padre o un abuelo que tener esa desdicha.

    • Lissette dijo:

      Agradecida..una joya

  • Grissel dijo:

    Felicidades a todos los cientificos ,meficos , enfermeras , tecnicos de la salud en fin a todos por su abnegacion , sabiduria ,humanidad q siempre estan presentes en ellos ,bendiciones¡¡¡¡ siempre mis mas sinceras reverencias ¡¡¡

  • Yaidary dijo:

    Muchas Felicidades para todo el personal de la Salud Cubano que tanto ha batallado en esta Pandemia. Felicidades especiales a la Dra Lisette, tengo la dicha de que mi madre y mi tía fueron sus profesoras en secundaria y con cuánto orgullo se referían a ella cada vez que la veían en TV, una persona muy humilde. Gracias infinitas....

  • Pinera dijo:

    Eternamente agradecida. FELICIDADES EN ESTE DÍA.

  • Ivan Gonzáles Lima dijo:

    Felíz día de la medicina latinoamericana . Felicidades a todos los que de una manera u otra han cuidado de los nuestros . Tengo que dar gracias a la naturaleza de tener 2 personas en mi familia que pertenecen al sector de la salúd ,mi hermana la cual es científica . Sonia Gonzáles blanco la cual hoy mi padre estuviera orgulloso como todos nosotros y mi esposa Liseette del rosario Lopéz Gonzáles quién con tanto amor cuida de los ninos , de la familia y guía mis pasos su sencillez se desborda su humildad crece y su amor por todos no tiene límites . Mil Gracias por estar en nuestras vidas te amamos .

    • Lissette dijo:

      Muchas gracias !!! Halagada y feliz.Gracias por el apoyo..sin uds..sin ti imposible.

  • Julio dijo:

    Muchas felicidades a todos los colegas de la salud en Cuba, en especial a los del pediátrica de marianao. Un fuerte abrazo al Yeyo, enfermero de la UCI... Muchas felicidades a todos x dar tanto sin esperar nada...

  • Aurora Vázquez dijo:

    En este Dia de la Medicina Latinoamericana, en que estamos disfrutando del bienestar que nos proporciona el control y descenso mantenido de la pandemia del covid-19, no alcanzan las palabras de agradecimiento para nuestros médicos y médicas y todo el personal sanitario que para hacerlo posible sacrificaron TODO para lograrlo. Me siento en eterna deuda con ellos y el único modo de saldarla es ser cada día más conciente de la necesidad de nuestra conducta responsable con la salud personal y colectiva. MUCHAS GRACIAS Y FELICIDADES.

    • Lissette dijo:

      Muchas gracias por sus atentas palabras y sabias en extremo.Debemos cuidarnos mucho

  • Julio dijo:

    Muchas felicidades a todos los colegas trabajadores de la salud en Cuba, en especial a los del pediátrico de marianao. Un fuerte abrazo al Yeyo, enfermero de la UCI. Muchas felicidades por dar tanto sin esperar nada

  • Adelina dijo:

    Bravo Dra. Admirable su talento para transmitir tranquilidad en medio del drama. Gracias a Ud y a todos sus colegas. Muchas Felicidades!

  • Georgina Macias dijo:

    Bello reportaje y merecido homenaje, felicidades a la doctora y le envío nuestra gratitud por los desvelos y las enseñanzas, mucha salud para ella.

  • Georgina Macias dijo:

    Para todo el personal de la salud cubana, muchas felicidades en el día de la medicina latinoamericana, gracias por el humanismo, por las horas entregadas al bienestar de todos poniendo en riesgo las suyas, Cuba agradece tan noble gesto.

  • Leandro dijo:

    Felicidase para todo el personal médico, de enfermería y las decnas de miles que aseguran los servicios médicos. Cuántos han contribuido an la lucha contra la Covid-19 en estos tiempos de pandemia, q Todos merecen nuestro reconocimiento en el Día de la Medicina Latinoaméricana.

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Lisandra Fariñas Acosta

Lisandra Fariñas Acosta

Periodista de Cubadebate. Graduada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2011). Trabajó en el Periódico Granma (2011-2019). En Twitter: @LisyFA

Edilberto Carmona Tamayo

Edilberto Carmona Tamayo

Subdirector de Desarrollo y Soporte a los Medios de Ideas Multimedios. Licenciado en Periodismo en 2016 por la Universidad de Holguín. Contacto: edilberto@cubadebate.cu

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