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Nadie en su casa bota las fotos de su familia (+ Fotos y Video)

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En un edificio en remodelación del Vedado se almacena la historia y hay una carrera contra el tiempo para salvarla. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Esta historia tenía que haberse escrito hace un año, pero la pandemia llegó. El último día que planeamos ir a verlos de nuevo era 12 de marzo, había tres casos de COVID-19 en Cuba y nos dijeron que estaban saliendo temprano para recibir instrucciones con el objetivo de continuar trabajando cumpliendo todas las medidas sanitarias. El trabajo no podía parar. En un edificio en remodelación del Vedado se almacena la historia y hay una carrera contra el tiempo para salvarla.

La primera vez que entramos al edificio era febrero de 2020 y ni siquiera lo buscábamos. Queríamos hacer un trabajo que nos sacara de la rutina diaria, y pensamos en el archivo. En una hora subimos y bajamos el ICRT unas tres veces. Radio, televisión, pasillos, dirección... En algún punto llegamos a un cuarto pequeño en la planta baja. Detrás de unas rejas nos recibió un señor que, a nosotras, un poco millennials, nos recordó al personaje que vendía las varitas en el Callejón Diagon de Harry Potter.

La luz era muy amarilla y había muy poco espacio. El señor llevaba gafas y se movía lento. En algún sentido él no estaba allí, viéndonos detenidas en la puerta como quien se asoma al mundo de Alicia. Todo él, cual viajero en el tiempo, andaba en otro año, otro mes, otro día. Le tomó un tiempo salir de la pila de casetes que lo rodeaban. El techo, las paredes, el piso, una silla, todo lleno de cintas que escondían la huella del mundo: la novela que transmitían cuando mi madre nació, los anuncios que pasaban cuando mis abuelos se hacían novios, la película que ponían en la TV mientras mi madre se peinaba en un espejo el primer día que salió con mi papá.

Después de un tiempo salimos de aquella habitación que hipnotizaba, pero que, en cierto sentido, nos expulsaba. Nosotras, las del futuro, no pertenecíamos a esas paredes, aunque quisiéramos sumergirnos en ellas.

Saliendo de allí conseguimos un nombre, subimos y bajamos una vez más el elevador, y encontramos un edifico. Uno por el que habíamos pasado ya varias veces. Pero las fachadas, ya se sabe, no siempre pueden cargar con el peso de lo que esconden.

Recién pintado de verde y con las escaleras llenas de polvo, se olía la construcción desde fuera. Nuevamente, nos asomamos casi de punticas a la puerta, tras la que había sacos de cemento, oscuridad, una escalera imponente de casa antigua del Vedado habanero y puertas cerradas. De una de ellas salieron unos constructores de overol azul y nos dijeron que tocáramos justo la que quedaba bajo la escalera.

Nos abrió un hombre con un paño e instrumentos de limpieza en la mano. Hablaba poco. Casi entre señas nos indicó que esperáramos y fue en busca de alguien. El pasillo tenía poca luz, estaba muy limpio y olía muy raro. Días después comprenderíamos qué era ese olor y lo que era capaz de hacer a las cintas, la nariz y las manos.

Días después comprenderíamos qué era ese olor y lo que era capaz de hacer a las cintas, la nariz y las manos. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Marlen González Pérez es la persona que estábamos buscando, pero no estaba y nos fuimos de allí con su número de teléfono. La primera vez que la llamamos aceptó conversar con nosotras de inmediato. Es raro encontrar en nuestras instituciones alguien que te diga que sí a los 20 segundos, sin curvas, permisos ni pretextos. También habló poco. Quería que nos viéramos a las siete de la mañana. Ella se levantaba a las cinco y llegaba a las seis. A nosotras, confesamos sintiéndonos un poco culpables, nos pareció una hora de otro mundo y lo atrasamos un poco. 7:30 fue el acuerdo. 7:30, una cita con la huella del mundo.

El día acordado el transporte nos jugó una mala pasada y nos retrasamos un poco. Ella sí estaba, puntual, con bata blanca, detrás de la puerta y en medio del olor. Había gel de manos por todos lados, la premonición mirándonos desde abajo. Era marzo de 2020.

Dentro se escuchaba el silencio. Las hormigas trabajaban. Las personas que forman parte de la plantilla del Archivo Fílmico del ICRT flotaban en la concentración. Comenzaban a trabajar a las 6:40 a.m. Terminaban a las siete de la noche. En estas paredes ausentes de luz, salvo por pequeñas lámparas amarillas, los tiempos se miden en rollos verdes y rojos. Allí, grabados con plumón negro, están la inauguración de la televisión, la Caravana de la Libertad, los primeros años de Estela Bravo, el original de El brigadista, las Olimpiadas de Moscú, los primeros conciertos de Silvio, los programas de Elena Burke...

Marlen González Pérez: “No tenemos derecho a olvidar”. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

“Tenemos cosas que yo las miro y digo: ‘yo no sabía que eso había pasado’”. Marlen usa espejuelos y parece una mujer dura de carácter, pero cuando habla de las cifras que han digitalizado (o salvado), en poco tiempo, se le aguan los ojos. “No tenemos derecho a olvidar”, repite y hace una pausa. Cuando habla de su archivo, recuerda y hace pausas.

De lejos suena un teléfono viejo. No se permiten timbres nuevos infiltrados en la huella del mundo. Luego de atender una llamada, Marlen regresa para enseñarnos “las máquinas”. La persona que vino a buscarla se llama Joaquín Placeres Gómez y es uno de sus colegas más cercanos. Con espejuelos, medias y zapatos tipo Crocs, trabaja en el Archivo desde 1991.

- ¿Qué es lo que más afecta a las cintas?

La humedad.

- ¿De cuándo es la más antigua?

De principios del siglo pasado.

Cuando Marlen llegó a trabajar en el Archivo, no se utilizaban herramientas de la Ciencia de la Información. A la semana su jefa le dijo: “vamos a hacerte una pruebita a ver cómo va la cosa. Haz un trabajo y una búsqueda sobre Radio Rebelde”.

Lo primero que se encontró fue un estante que decía Emisoras de radio. Eran muchas latas. Dentro de cada una había 30 más. Todas decían Emisoras de radio. Encontrar una aguja en un pajar quizás hubiera sido más fácil. Marlen estuvo tres días sin parar buscando aquellos rollos de Radio Rebelde. “Este no es, este no es, este no es...”. Antes de visualizar un rollo hay que limpiarlo, restaurarlo, hacer todo un proceso... “El cine no es noble –explica Marlen–, es hostil. La interacción con el clima es malísima”.

Dice Marlen que las cintas sienten y suspiran. Sienten cuando envejecen, sienten cuando se recuperan. Sienten y hablan. Para expresar su vejez huelen a vinagre, un olor tóxico que ellos usualmente combatían con el uso de nasobucos y batas. Pero no eran medidas infalibles. Ese día Joaquín tenía una erupción en la mano.

Joaquín Placeres Gómez trabaja en el archivo desde 1991. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Los días para ellos empiezan temprano. Se ponen la bata, colocan sus cosas, prenden su equipo, traen los rollos que toca recuperar. Letras y números. Los rollos verdes con las letras grabadas en plumón negro. Aquí todo está en clave. Concretamente, en 49 claves. Aquí todo guarda algo.

Por ejemplo, L se refiere a materiales en negativo, porque, originalmente, eran los materiales que salían del laboratorio. Antes te podías encontrar 20 L 149. Todos los rollos de un mismo material. Para organizar todo eso y ponerle uno, dos... hubo que inspeccionar. Esta incluye restaurar y revisar perforación por perforación, cambiar el cobre, lavar o reemplazar el envase.

Para el proceso cuentan con una máquina de limpieza ultrasónica, una tecnología cara que “existe en pocos países en el continente y donde también pasan materiales de otras instituciones del país”, nos apunta Marlen. “Cuando terminamos con todo eso pareciera que se le hizo una cirugía plástica. El material vive de nuevo. Aunque si una parte está muy mala, dejársela lo que hace es contaminar al resto”.

Perder una cinta se escribe fácil, pero se vive difícil. “Si perdemos una, el que no lo vio, ya no lo va a ver”. El olvido de lo desconocido. “¿Cómo es que a la vuelta de 20 años tus hijos sabrán quién es Judy Garland y no Candita Quintana?”, se pregunta Marlen.

Cuando terminamos con todo eso pareciera que se le hizo una cirugía plástica. El material vive de nuevo. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Ya caída la tarde realizan un recuento cuantitativo y cualitativo de los rollos inspeccionados y digitalizados. “¿Qué título tiene? ¿Cómo es su estado? ¿En blanco y negro o a color? ¿Con sonido o sin sonido?”. Todo queda registrado. Ha vuelto a existir.

En 2020 tenían contabilizado 90 000 rollos. Pero detectaron que había materiales que “no eran uno, sino dos. Por razones de envase antes unían el sonido magnético con la imagen. Lo que contamos como uno, ahora son dos”.

El 4 de septiembre de 2018 comenzó la inspección integral del Archivo Fílmico del ICRT. Un equipo francés que los había visitado les dijo que lo que llevaban digitalizado en tan poco tiempo era todo un logro. “Llevamos mucho trabajando aquí como hormiguitas. Es verdad que hay muchas cosas que no se pueden salvar, pero hay muchas que sí se han podido”.

“Toda esta restauración le dará vida a los materiales. Yo no te puedo explicar por qué, pero ellos sienten el descuido y el desamor, como mismo sienten y agradecen si los miman un poco. Cuando tú los tratas, es casi orgánico, tú los sientes que suspiran. Es tremendo esfuerzo, pero con tremendo resultado”.

Unos meses después de la cuarentena llamamos de nuevo a Marlen. Ellos no habían parado. Habían reducido un poco el horario, pero seguían. Es lo que tienen las carreras contra el tiempo, uno siempre va con desventaja y para intentar alcanzarlo hay que correr mucho, incluso en medio de una pandemia.

El 4 de septiembre de 2018 comenzó la inspección integral del Archivo Fílmico del ICRT. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Marlen sueña con un canal, aunque sea de 12 horas, para enseñar todo lo que esconden aquellas paredes. “Un canal en blanco y negro. Hasta se debía llamar así: ‘En blanco y negro’”.

También los mueve lo personal. Ella, historiadora, vio cosas que estudió por primera vez aquí. “Eso me enganchó desde el primer momento. El archivo superó mis expectativas”. En este edificio ha vuelto a visualizar lo que alguna vez vio en la televisión durante su niñez y se quedó guardado en su mente, aunque borroso.

Ahora le ha puesto claridad, por ejemplo, a cuando Fidel anunció la muerte del Che, fragmentos de muñequitos y aventuras “que formaban parte de mi memoria. Yo no había escuchado nunca la voz de José Antonio Echeverría, excepto la locución de Radio Reloj ni visto a Camilo con sus padres”. Uno de sus momentos favoritos del mes es cuando todos los trabajadores se reúnen los martes y ven materiales restaurados.

Este reto –nos contó Marlen– empezó para ellos a partir de dos traumas. Uno fue cuando, un tiempo atrás, un profesor de una escuela Secundaria cercana fue a verla para pedirle que diera una conferencia con fotos antiguas. “Primero hubo el desorden lógico entre los niños y luego aquella aula se fue calmando y atendiendo”. Una concentración que Marlen no ha olvidado.

El otro trauma ocurrió cuando hace años alguien dijo que en ese edificio ya no había nada, “que allí no servía nada. Boten un poco de cosas ahí, hay demasiadas latas”. Dice Marlen, entre rollos y olor a vinagre, “nadie en su casa bota las fotos de su familia”.

El Archivo Fílmico del ICRT resguarda la historia de la nación cubana. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Para el proceso de restauración cuentan con una máquina para limpieza ultrasónica. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

En video, Archivo Fílmico ICRT

Se han publicado 43 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Manuel dijo:

    Hay una hermosa paradoja en esta historia: esa "casa antigua" era la funeraria Caballero, sitio cuasi exclusivo para el último adiós a los miembros de las clases pudientes de la sociedad cubana. Ahora se ha convertido en el lugar de resurrección de la historia fílmica de la TV nacional para todo el pueblo.
    ¡Felicitaciones!

  • Y.C.C dijo:

    Tremenda idea hacer un canal con las joyas que han salvado. Gran trabajo... Buena suerte, sigan así.

    • Tati dijo:

      Tremenda idea, hacer un canal con esas cintas y las que ya tiene recuperada la televisión cubana.
      Tremenda buena idea!

  • nany dijo:

    Excelente y abnegado trabajo realizan los especialistas en conservacion de videos y peliculas. La historia de la TV cubana los premiará. Exitos-

  • Elvira Barthelemy Rodríguez dijo:

    Gracias a Dios que existen personas aún como Marlen y Joaquín,Y salvar salva ,es cuestión hasta de sentimientos y humanidad , otro tipo de persona no logra eso, Bendiciones para ellos,

  • Victor Angel Fernandez dijo:

    Es una pena que en Cuba exista Archivo Nacional y Biblioteca NAcional desde hace más de cien años. Es una pena que la carrera de Ciencias de la Información cumpla en septiembre 50 años... pero más pena aún es seleccionar ese tipo de dirigentes que mandaron a botar la historia. Todavía hay quien dice que es broma aquello de "quiten toda esa hierba y siembren pangola" expresada por un novísimo directivo que no sabía que la hierba a quitar ya era la pangola a sembrar. Cosas vederes, amigo Sancho.

  • Queen dijo:

    Buen artículo. Gracias a es3 colectivo de trabajo y ojalá la doctora Marlen vea concretado su anhelo(sueño) de al menos se transmitan por varios programas si no llegará el canal.Nosotras apostamos con el OLVIDO. MUCHAS GRACIAS POR HACER ESA GRAN LABOR.

  • adalberto dijo:

    Muy interesante trabajo. Gracias a esos compañeros que con tanto amor rescatan el patrimonio filmico de nuestro pais. Es muy grato conocer personas que tuvieron un rol importante en su época y que las has escuchado pero no las conoces personalmente. Felicidades por su labor que enamora.

  • tgr dijo:

    Qué maravilla! Es muy importante salvar la memoria histórica,!

  • Olguita dijo:

    Hermoso trabajo, es un homenaje a quienes preservan la memoria, una manera de expresar cuántos valores se reflejan en la vida de quienes como Marlén demuestran un compromiso profesional y profundamente humano, para que trascienda a otras generaciones lo creado ¿o por qué no?, sufrido, por quienes nos precedieron. Es la forma de preservar la historia de un pueblo, de una cultura. El reconocimiento a los profesionales que realizan esta labor en los archivos del ICRT, seguramente que del ICAIC, en nuestra Biblioteca Nacional y en las que, silenciosamente, actúan de igual forma en todo el país. Gracias a las periodistas.

  • Eva dijo:

    Muy interesante artículo. Mucho hay que salvaguardar en los diferentes archivos de todas las instituciones. El proceso de digitalización es muy caro sobre todo estos de materiales fílmicos. Almacenar esos grandes volúmenes de películas requieren condiciones especiales de humedad y temperatura además de espacio porque son muy voluminosas. Felicito a estas personas que anónimamente trabajan en el rescate de estos materiales, también deberán hacer varias copias digitales pues con la digitalización reducen el volumen pero los medios digitales también tienen vida limitada.

  • Juan dijo:

    Bonita historia llena de frescura,algo fuera de lo común en estos tiempos..Gracias

  • YoeniaLtu dijo:

    Que dedicación, por dios, felicidades a ese colectivo, gracias por existir y sigan en su lucha por salvar la cultura

  • elotropo dijo:

    El trabajo es realmente interesante, pero la importancia es superior.
    La conservación de la memoria gráfica, tangible, de hechos historicos de mayor o menor relevancia.
    Cada imagen dice cosas y delata un acontecer, las personas que aparezcan, sean malas o buenas forman parte de la historia.
    Y si a usted le dicen, sea de donde sea, que hay una cinta cinematográfica, donde aparece un familiar suyo querido y desaparecido hace años. De seguro que estaríamos dispuestos a viajar la distancia que sea para poder ver de nuevo a ese ser querido.
    Eso no tiene precio. Gracias por existir.

  • Fernan dijo:

    "Marlen sueña con un canal, aunque sea de 12 horas, para enseñar todo lo que esconden aquellas paredes."
    ¡¡¡Quien pudiera verlo hecho realidad...!!!
    Es un anhelo hecho sueño. Si se pudiera materializar??? Que dicha...
    Quién pudiera compartir con ellos esos martes de viajes en el tiempo???
    Gracias...

  • antonio r. martínez Cid dijo:

    Un trabajo digno de reconocerle a esos especialistas, mil gracias a ellos, la historia no se puede nunca olvidar, hay un programa en la TV llamado Contra el Olvido y cuando lo dan uno recuerda muchos personajes importantes de nuestra cultura que ya no estan pero que en un momento fueron y serán siendo importantes porque se aprende del talento y la entrega y por otra parte se conoce de la historia de nuestra televisión y de nuestro proceso social. No dejemos nunca perder esos archivos que son un tesoro

  • Mayelin dijo:

    Me encanto este trabajo periodístico, sin dudas una manera muy especial de contarnos toda esta historia que muchos desconocíamos como se hace en realidad, sabemos que existe el archivo fílmico, pero no sabíamos como se realiza, se rescata y que envuelve todo ese universo de historia, los sentimientos que mueven a estas personas tan dedicadas con un trabajo tan importante. Muy buenas las fotos que acompañan el reportaje, muy descriptivo y te lleva al lugar con la imaginación de tan buena descripción de todo lo que vivieron, gracias por compartir esta experiencia.

  • m&m dijo:

    Como me gustaria ayudar en la parte de la restauracion digital, luego de la que se le hace a la cinta como tal.
    Si tienen un scanner de fotogramas (escaner, no un telecine), mejor aun. (esto al no tenerlo cuando lo hacia arme un invento con cámara fotografica y luces difusas, con buen resultado)
    Entre reducir ruidos y arañazos, corregir colores y hasta llevar a alta resolucion.

  • MAR dijo:

    Y al menos que fuera una o dos horas de transmision en algun programa.. en encanta la idea......EN BLANCO Y NEGRO.. tiene que salir a la luz...

  • Nerys Fernandez dijo:

    Para Joaquín y Marlén, la felicitación por tan bella labor. Es maravilloso el trabajo que realizan con tanta dedicación y amor. Para Daniella e Irene, el agradecimiento por sacar a la luz lo que en ese lugar sucede y sacar del anonimato a quienes merecen el reconocimiento. Gracias a ustedes muchas personas lograrán ver lo que sería bueno pudiéramos conocer todos. Felicitaciones.

    • Jorge dijo:

      compeñera Nerys, me uno a sus palabras y digo mas. ahora que vivo en el Nuevo Vedado he visto que en la calle Tulipán está el archivo del ICAIC y bajando hacia la calle Loma está el archivo del Ministerio de Cultura, puede que en estos dos también haya bastante material que con igual labor que se realiza en el archivo del ICRT se puedan lograr salvar para las generaciones actuales y las futuras también...

  • @adriancamaguey dijo:

    Felicitaciones a todos los que realizan esa labor. El próximo 7 de junio es el Dia del Bibliotecario cubano, y estos compañeros son también, a mi modo de ver, parte del gremio.

  • alina dijo:

    bello trabajo de evacuacion y conservacion de documentacion, fotografia, peliculas, etc. hay que retomar y no descuidar este trabajo, es bonito contar como hacemos en casa la historia de los abuelos que ya no estan fisicamente pero lo tenemos presente en nuestras fotografia en cada fiesta de cumpleanos, Felicitaciones a los que trabajan en este colectivo y rescatan todas estas peliculas e imagenes de nuestra cultura.
    FELICIDADES

    • alina dijo:

      se me olvida, debe haber un programa para el mantenimiento al local donde se conservan y de fumigacion asi como extractores de humedad para la conservacion, por la covid no debe parar esta actividad se debe segur el tratamiento a los contratos con las entidades que deben realizar esta fumigacion tambien.

      y si seria bueno un canal para que las nuevas generaciones conozcan de toda la historia de la cultura cubana y de todas las filmaciones de programas, peliculas que ya fueron vistas y que en su momento obtuvieron merecidos premios.

  • LisyQ dijo:

    Hermosísima labor y de un enorme valor,Felicidades!!! Conozco de cerca lo que se hace en el archivo fílmico del ICAIC y admiro mucho a ese colectivo!! Me encantaría que el sueño de Marlen se realice y podamos disfrutar de un canal en blanco y negro!!!!!

  • Yo opino dijo:

    Magestuoso, arduo y ecepcional el trabajo de restauración al que ustedes se dedican de una manera paciente, sistemática y meticulosa. Reflejo de su amor, entrega y pasión por esta actividad de restauración.
    Salvar esos materiales fílmicos es salvar, la historia de muchos acontecimientos que han tenido lugar en nuestro país y otros lugares, es recuperar el esfuerzo de tantan personas, recursos invertido, tiempo y sobre todo trabajo ARTISITCO.
    Me duele ver como personas sin escrúpulo, ignorantes y con determinadas responsabilidad y autoridad deciden destruir toda una historia sin que pasara nada, impunidad total sin llamar a la responsabilidad material y penal a quellos que han descuidado, deteriorado y destruido con su actuar el trabajo de toda una vida.
    Para mi es un delito, un insulto, un degrado y algo anárquico sin querer exagerar cuando uno ve estas cosas. Hasta cuando la impunidad de este tipo de decisiones por personas que catalogo como dañina.

  • Aymara Villar Pérez dijo:

    Que gran obra la que realizan, me gustaría que existiera un canal donde se pueda disfrutar de esos archivos, y el nombre muy acorde, felicidades y ojalá se pueda dar por cumplido ese sueño de ustedes y nosotros.

  • Roberto Espí dijo:

    Con el permiso de las autoras del artículo, después el triunfo de la Revolución mucho material fílmico desde el mismo ICRT e ICAIC se botó por un tiempo en latones de basura pq aparecían artistas y personal de radio y TV que habían emigrado, mucha gente los estuvo recogiendo y protegiéndolos en sus casas, actualmente existe muchísimo material que ya ni el mismo instituto dispone de ellos y que está a buen resguardo en los hogares de la gente. Durante un tiempo también se dejó de botar a la vía pública y se encerraron las placas de nitrato en lugares sin condiciones al olvido por razones similares y estas se dañaban o incendiaban debido a las pésimas condiciones de almacenaje. Es parte de nuestra historia también que me gustaría que reflejaran y no sólo la parte linda y bonita.

  • NDamaris dijo:

    Excelente idea la de recuperar las cintas de la televisión, pero es una idea genial la de un canal con ese nombre " blanco y negro"y con tan bellos recuerdos

  • Elieta dijo:

    Acabo de leer el articuloy y ver el video, el cual me ha impactado mucho y sinceramente no me imagine que existia tanto asi, estoy de acuerdo con la especialista Marlen.. deberian de poner un canal en blanco y negro seria una de su fan #1. Felicidades a los trabajadores que hacen posible mantener vivos todos eso recuerdos.

  • reina dijo:

    Es verdad que los tiempos de cambios bruscos traen consigo errores irreparables...esta historia me hace recordar cuando Eusebio Leal protestó fisicamente tirado en el suelo cuando uno de nuestros ingnorantes quiso quitar los adoquines de madera de una de nuestras plazas.Eso que hace estos personas que incluye a las jovenes periodistas es salvar la cultura.Seria muy interesante ver ese sueño hecho REALIDAD en nuestra TV.

  • Grg dijo:

    Excelente artículo y muy interesante trabajo.
    Muchísimas Felicidades
    Cuanta alegría traera a todos los cubanos el poder recordar tantos momentos y programas geniales de nuestra televisión.
    Muchísimas gracias por tan noble empeño
    La idea del canal es una idea genial.

  • Nicolay dijo:

    Muy buen artículo. Gracias a ese colectivo de trabajadores por el esfuerzo que hacen. Creo que merecen todos los recursos y la mejor atención por la importante obra que realizan.

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Dinella García Acosta

Dinella García Acosta

Periodista de Cubadebate. Graduada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2019). Contacto: dinella@cubadebate.cu En Twitter: @dinella_garcia

Irene Pérez

Irene Pérez

Fotorreportera cubana. Trabajó en Cubadebate de 2011 a 2022. Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana (2014). En Twitter: @irenepperezz

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