Cubadebate

Consejo Popular El Carmelo, perteneciente al municipio Plaza de la Revolución. Foto: Ariel Ley/ ACN.

Cuando el Consejo de Defensa de La Habana decidió poner en aislamiento el Consejo Popular El Carmelo, en el Vedado, no existían ni cajeros, ni sucursales bancarias en zonas cercanas.  

Ante la premura de esos servicios y la necesidad de que las personas no se  trasladaran innecesariamente, el Banco Metropolitano (Banmet) instaló de forma provisional una sucursal, que funcionó del 4 al 17 de abril.

Víctor Maturel Carvajal fue el encargado de liderar esta tarea, de conjunto con cinco trabajadores. Asumió la misión sin pensarlo dos veces y durante esos 13 días controló y aseguró la calidad en la atención a la población.

Según cuenta el bancario, habilitaron un local de Copextel con un cajero y una pequeña oficina, que funciona de lunes a viernes en el horario comprendido entre 8: 30 de la mañana y 3:30 de la tarde. 

“Lo más importante era brindar los servicios: cobro de la chequera, cambio de denominaciones, canje de monedas, entre otros. Las personas lo agradecieron. Por ejemplo, el cajero tuvo una amplia demanda. Tuvimos que reabastecerlo con frecuencia”.  

Esta surcursal provisional fue un ejemplo de que cuando hay voluntad, se hacen grandes cosas.

Los servicios bancarios en primera línea

Victor Maturel, trabajador bancario. Foto: Thalía Fuentes Puebla/ Cubadebate.

No es la primera tarea que asume Víctor Maturel. Tiene 50 años y ha dedicado 16 al sistema bancario. Este trabajador vanguardia de la Oficina Central del Banco Metropolitano, ha asumido la dirección del departamento de atención a la población y actualmente funge como asesor jurídico.  

LLegó a esta profesión “casi por casualidad”. Empezó en el departamento de contabilidad del Banco Popular de Ahorro. Después, el Banmet absorbió todas las sucursales del BPA y del BANDEC, y se convirtió en el banco de la capital.  

“Estudié y me gradué de derecho. Durante años dirigí el departamento de atención a la población. Allí conocí todos los reclamos de los clientes y sus particularidades. Después, me incorporé a la asesoría jurídica”. 

Muchas han sido las satisfacciones, sobre todo, la de brindar un servicio eficiente. Recuerda el paso del tornado por La Habana y cómo se movilizó el sistema bancario para atender mediante créditos a los damnificados. “Crecí, me desarrollé y me hice un profesional dentro de estas paredes”. 

La llegada de la COVID-19 a Cuba, planteó nuevos retos para el Banmet.  Las medidas sanitarias se incrementaron; se limitaron los horarios de servicios, comenzaron a limpiarse constantemente los cajeros automáticos y se potenció el distanciamiento social.  Además, el sector bancario redujo su personal en las instituciones porque muchos trabajadores sobrepasan los 60 años y laboran desde casa.  

“El país no se ha detenido. Hay limitaciones, pero la economía tiene que continuar. La población necesita acceder al dinero para adquirir los bienes requeridos. Por eso, los bancos y su labor social no deben cerrar”.

Según Maturel Carvajal, hay disposición por parte de sus trabajadores para  seguir atendiendo a la población. “El bancario está acostumbrado a dar el paso al frente en todas las tareas del país, y esta no va a ser la excepción”. 

Al pueblo de Cuba le pide calma, paciencia y obediencia.  “Hay que cuidarse y cumplir las medidas orientadas por el Gobierno. De esta, saldremos victoriosos, como lo hemos hecho en otros momentos”.

Surcursal bancaria El Carmelo. Foto: Cortesía del entrevistado.

Surcursal bancaria El Carmelo. Foto: Cortesía del entrevistado.

Surcursal bancaria El Carmelo. Foto: Cortesía del entrevistado.

Surcursal bancaria El Carmelo. Foto: Cortesía del entrevistado.