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Talúa Dandridge, el gran antesalista negro (+ Fotos)

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Raymond Dandridge con el equipo Marianao.

Para Arturo Alonso,

el lanzador de mi pueblo

Raymond Emmitt Dandridge, quien se ubica entre los más grandes jugadores de la historia, tuvo que soportar la crueldad del racismo. Opacó a estelarísimos con una singular personalidad, derivada de sus condiciones físicas. Algunos lo consideran el mejor tercera base, incluidos los iconos de las Grandes Ligas, donde él no pudo desempeñarse.

Derecho para batear, fildear y tirar, supo imponer su estilo en la tercera base, como torpedero, en segunda y también jardinero. Este jugador recibió varios apodos derivados del físico. En los Estados Unidos le llamaron Ray, Emmit, Dannie, Hooks, Squatty, Gancho y Patizambo. Mamerto en Venezuela y en Cuba lo bautizaron Talúa, por un personaje de la serie radial Chan Li Po, que gozaba de mucha audiencia. Parecía imposible que se desplazara a tanta velocidad con aquellas piernas totalmente zambas.

Nació en Richmond, Virginia, el 31 de agosto de 1913, y falleció el 12 de febrero de 1994 en Palm Bay, La Florida, Estados Unidos. Solo alcanzó los 5’ 7 de estatura y 170 libras de peso. El argentino Buck Canel, destacado cronista y locutor deportivo, lo seleccionó como el mejor torpedero de las Ligas Negras (Ver El Inmortal del Béisbol, de Alfredo Santana, Editorial Científico Técnica, La Habana, p. 128).

Se caracterizó, entre otras cosas, por la potencia del brazo y el buen uso que siempre supo darle para protegerlo. Se inició como profesional en 1936, en las Ligas Negras de su país, jugando para el Detroit Stars, donde acumuló un average de .355.

Participó en diez temporadas de la Liga Profesional Cubana y en dos torneos independientes. En 1937-1938, con el Almendares (.299), 1938-1939, con el Cuba (.319), 1939-1940, con el Cienfuegos (.310), 1940-1941 (.184), 1945-1946, con el Marianao (.318), 1946-1947 (.250), 1946-1947, con el Oriente, del torneo independiente de la Liga de la Federación (.312), 1947-1948, con el Cuba del torneo independiente de la Liga Nacional (.212), 1949-1950, con el Marianao (.264), 1950-1951 (.299), 1951-1952 (.286) y 1952-1953 (.279). Total: en 2 128 veces al bate, conectó 601 hits, para average de .282, con 269 carreras anotadas.

En 1937-1938 resultó líder en bases robadas (11). En 1949-1950 encabezó las veces al bate (318) y en 1952-1953 (305). Conectó sobre los trescientos en cuatro temporadas y en dos ocasiones lo hizo para .299. Participó de segundo bate con el Almendares, donde bateó de 5-2, con 2 impulsadas, 1 triple y 1 base robada, en el primer desafío con luces celebrado en el Estadio Cerveza La Tropical, el 21 de diciembre de 1937, contra el Marianao. En 1938-1939 pasó al Cienfuegos y en 1940-1941 regresó a los Tigres.

El 19 de enero de 1941 estuvo como torpedero y cuarto bate del Cienfuegos, en el juego más corto en la historia de la Liga Profesional Cubana: 1 hora y 9 minutos, contra el Santa Clara, desafío ganado 1 x 0 por los Verdes, con el venezolano Vidal López en la lomita, contra René Monteagudo, allí conectó 1 hit en 4 oportunidades.

Dandridge también fue conocido como Hooks.

A veces indisciplinado, en más de una ocasión demostró su amor al dinero que brotaba del béisbol. Fue así como en 1946-1947, al dividirse por primera vez la Liga Profesional Cubana, batió palmas por la recién creada Liga de La Federación, a cargo de Julio Blanco Herrera, dueño de la Cervecería La Tropical y su estadio de igual nombre. Veamos:

Para competir con la Liga Cubana, se ofreció a los jugadores estadounidenses Ray (Talúa) Dandridge y Booker McDaniels, lo que los periodistas del momento llamaron salarios fabulosos. Ambos abandonaron el Marianao y el Gran Stadium para jugar en La Tropical, lo que provocó un escándalo y agrió la rivalidad entre ambas ligas.[1]

Hizo importantes carreras en México, junto a Roberto Ortiz en los Diablos Rojos, en Puerto Rico y Venezuela. Al romperse la barrera del color en las Grandes Ligas, a partir de 1947 con Jackie Robinson, lo firmaron para la organización del New York Giants, pero no pudo actuar en el gran circo, ya era un veterano.

Cuando en la temporada de 1947-48, la pelota cubana celebró dos campeonatos paralelos, en La Tropical y el Cerro. Talúa firmó para jugar con el club Cuba, que junto a Leones, Alacranes y Santiago, participaría en el torneo del parque cervecero. Apenas iniciada la contienda, el excéntrico pelotero pidió la baja para marcharse a su hogar alegando hallarse enfermo de los pulmones, afirmación que acompañó de certificado médico y la correspondiente radiografía. Dos días después de liberado, Dandridge reaparecía jugando en México.[2]

Sobresalió en las Ligas Independientes de Color, o Ligas Negras norteamericanas, entre 1933 y 1949, con los siguientes equipos: Detroit Stars (1933), Nashville Elite Giants (1933), Newark Dodgers (1933-1935), Newark Eagles (1936-1939, 1942 y 1944) y el New York Cubans, propiedad de Alejandro Pompez, en 1949. No hubo otra tercera base como él en las Ligas Negras ni otros muchos lugares. Jugaba sin tensiones, con mucha concentración y un poderoso brazo. Al final de los años treinta, con el Newark Eagles, integró un cuarteto al que llamaron “del millón de dólares”, junto a Willie Wells, Mule Suttles y Dick Seay.

Desarrolló mucha velocidad en las bases. En 1944 (.370); encabezó los hits, las anotadas y las bases recibidas. Se ponchaba muy poco, con una una vista de águila y excelencia en las jugadas de hit and run. En 1933 conectó para .333, 1934 (.436) y 1935 (.368). En su carrera en las Ligas Negras lo hizo para .355 y estuvo en tres Juegos de Estrellas, donde acumuló .545. Fue seleccionado a otros dos clásicos, pero no participó por irse a jugar en América Latina.

Llegó a Venezuela en 1939, con el Vargas de Caracas, que se tituló. En México estuvo con los Azules de Veracruz (.347), donde ganó el título, allí jugó entre 1940-1943 y 1945-1948. En 1947, con los Diablos Rojos de México, trabajó como manager-jugador y alcanzó el segundo lugar, cuando Roberto Ortiz ganó la corona de los jonrones (22) y Talúa lideró el average (.329).

También se desempeñó en Puerto Rico en 1941-1942, con el Cangrejeros de Santurce (.288) y en República Dominicana. Se destacó más en Cuba y en México. A este último país se fue tras las ofertas del millonario Jorge Pasquel, donde estuvo una buena parte de la década del cuarenta, mayoritariamente con el Veracruz, donde siempre conectó sobre los .300. En ese país fue electo al Salón de la Fama.

En 1949, con treinticinco años de edad, jugó en Triple A de las Ligas Menores para la organización del New York Giants, con los Millers, de Minneapolis, donde promedió .363, .311 y .324. En 1950 resultó el Más Valioso, cuando llevó a los Millers a la corona. Llegaron a llamarle “team man”. En 1954 jugó su última campaña en las Menores con el Bismarck, de Dakota del Norte.

Después de su retiro trabajó como scout con el San Francisco Giants. Después lo hizo en un bar como director de recreaciones en Newark, antes de irse a residir a La Florida.

Ray Dandridge con el Almendares en 1937.

Sin lugar a dudas, según todos los entendidos, Dandridge hubiera dejado una estela de calidad en las Mayores, tal y como Martín Dihigo, Satchel Page, Joshua Gibson y tantos otros negros célebres de su época.

En las Ligas Negras resultó tres años en el Todos Estrellas (1935, 1937 y 1944). Novato del Año en la American Association (1949) y en ese circuito resultó el Más Valioso en 1950. Desde 1989 aparece en el Salón de la Fama de México. Un resumen de su carrera nos dice que se retiró con un promedio de .355.

Dandridge es uno de los más grandes en la historia del béisbol, entre los de mayor promedio acumulativo en su carrera. Monte Irvin, quien pudo desempeñarse en las Mayores y conoció a los mejores de su época, afirmó categóricamente que, en la tercera base, Dandridge fue el mejor de todos, jamás cometió más de dos errores en una temporada. Asimismo, resultó el tutor de Willie Mays. Debido a la discriminación, vio pasar sus mejores años sin poder competir en las Grandes Ligas.[3]

Su inclusión a Cooperstown dice la última palabra:

Dandridge fue reconocido como una de las mejores terceras bases de la historia del béisbol, cuando fue elevado al Salón de la Fama de Cooperstown, en 1987.[4]

Liga Profesional Cubana:

VB         H       AVE      CA         

2128 601 .282 269

 

-En 1937-1938 resultó líder en bases robadas (11).

-En 1949-1950 encabezó las veces al bate (318).

-En 1952-1953 repitió en veces al bate (305).

-Conectó sobre los trescientos en cuatro temporadas y en dos ocasiones lo hizo para .299.

(Con documentación de Baseball-Reference.com, Seamheads.com, Wikipedia, the free encyclopedia, Jorge Figueredo, Guías del Béisbol Profesional Cubano, Enciclopedias de las Grandes Ligas, Martín Dihigo, Roberto González Echevarría, Guías del Béisbol Mexicano, Carlos Castillo, Jesús Alberto Rubio, Jaime Cervantes, Tomás Morales, Ángel Torres, Severo Nieto, Jorge Alfonso, Alfredo Santana, Elio Menéndez, Félix Julio Alfonso López, Peter Bjarkman, James D. Cockroft, Marino Martínez, Yasel Porto Gómez, Fernando Rodríguez Álvarez, Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga, James A. Riley, Rogelio A. Letusé La O, René Molina, Jess Losada, Eladio Secades, Buck Canel, Juan Vené, y otras fuentes).

Notas:

[1] Roberto González Echevarría: La gloria de Cuba. La historia del béisbol en la Isla. Editorial Colibrí. Madrid, España, 1999, p. 82.

[2] Elio Menéndez: Swines a la nostalgia. Ediciones Mecenas. Cienfuegos. Cuba, 2005, p. 22.

[3] Raymond Dandridge: Wikipedia, the free encyclopedia, 2017.

[4] James A. Riley: The Biographical Encyclopedia of the Negro Baseball Leagues. Carroll & Graf Publishers, Inc. New York, 1994, p. 211.

Se han publicado 5 comentarios



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  • Hugo Andrés Govín Díaz dijo:

    ¡Caramba, infinitas gracias al periodista Juan A. Martínez de Osaba por este trabajo acerca de Talúa Dandridge!!!
    Toda la referencia que tenía de este pelotero me había llegado por los comentarios de quien me puso su apodo (Talúa), porque cuando pequeño yo presentaba el mismo defecto físico que él con las piernas zambas.
    La persona que me nombraba así, contaba la anécdota de que en cierta ocasión, ante los elogios que le profesaban al pelotero, una dama expresó: “…Tanto lío con él y es negro y le pasa una yunta de bueyes dentro de las piernas…” , a lo que le respondieron: Sí señora, le puede pasar una yunta de bueyes, pero no una pelota cuando está jugando en el cuadro o en los files.
    De ahí surgió mi filiación al Almendares.

  • jesus fuentes aguila,CHUCHI dijo:

    talua era una leyenda ,no hay dudas

  • RUBEN GONZALEZ RODRIGUEZ dijo:

    Soy oriental por aca se dice piernas gambas o gambetas.

  • Luis dijo:

    Que sería de la historia del beisbol, y del beisbol actual si no pudieran jugar esos magníficos peloteros de "raza negra".

  • Enrique Umpierre dijo:

    A principios de los 50’ cuando pertenecía a los gigantes de NY volvió a jugar en Puerto Rico con Santurce.

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Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

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