Cubadebate

La Televisión cubana exhibió recientemente un clásico del cine: El Príncipe y la Corista. Me parece loable que hagan reposiciones de películas como ésta, pues conozco muchos jóvenes ilustrados que ignoran la existencia de tales obras porque no han tenido la ocasión de verlas. Es éste un film curioso en la historia del cine, una coproducción entre Inglaterra y Hollywood de 1957, donde intervienen dos personajes en la cumbre de sus respectivas carreras: Lawrence Olivier y Marilyn Monroe.

Olivier era considerado uno de los más grandes actores de cine, sobre todo por sus diversas versiones de la obra de Shakespeare, particularmente su versión de Otelo. El actor también se convirtió en director, para llevar a la gran pantalla y al gran público estas joyas de la cultura inglesa.

Esta versión de El Príncipe y la Corista está basada en la obra teatral inglesa The Sleeping prince. El guion del filme estuvo a cargo de Terence Ratigan, un conocido autor teatral, de quien se dice no logro llevar al guion la dosis de ingenio e creación para un film de estas características.

Marilyn Monroe era considerada un fenómeno de taquilla. Este monumento a la belleza se encontraba en un momento particular de su carrera. Su vida personal estaba entrelazada con su trabajo, la prensa la perseguía y la criticaba al mismo tiempo.

Sus actuaciones deficientes se enmascaraban en su carisma personal que la llevaría a películas tan formidables como Algunos prefieren quemarse. Era conocida su insistencia en formarse como actriz con todas las de la ley, trató de estudiar en New York en la célebre escuela The Actors Studio, pero no completó curso o entrenamiento alguno.

Mientras tanto, en New York, cautivó multitudes en medio de su matrimonio con Joe Dimaggio, considerado el mejor pelotero de Los Yanquis. Pero a estas alturas, en el año l957, la Monroe, parecía concentrarse en desarrollar sus talentos en el cine, y contrajo nupcias con Arthur Miller, el más relevante dramaturgo norteamericano del siglo veinte.

Al llegar a El Principe y la Corista, me pregunto: ¿cómo se unieron en una misma obra cinematográfica dos artistas con personalidades tan disimiles, provenientes de lo que eran dos culturas bien enraizadas a uno y otro lado del Atlántico?. También hay que destacar un aspecto que a veces es pasado por alto, y a mí me parece muy importante, me refiero a que con este filme echó a andar la casa productora Marilyn Monroe.

La aparentemente alocada Marilyn, sacaba las uñas para adentrarse en el gran negocio de Hollywood. Quizás esto explique por qué fue perseguida y la gran industria del cine le hizo la guerra.

A su vez, Marilyn era indisciplinada, no cumplía con los horarios y días de filmación. Esto causaba grandes problemas a la producción, en una industria de la que depende un grupo numeroso de personas muy calificadas.

El Príncipe y la Corista es un filme importante porque es una obra que forma parte del legado del cine anglosajón. Su trama ligera se asienta en una época histórica importante. El film se desarrolla en 1911, en Inglaterra, cuando muchas testas coronadas y los consiguientes príncipes, duque, cortesanos, acudían a la coronación de Jorge V, quien gobernaría el imperio británico, el más grande de la época moderna. Tres años más tarde estallaría la primera guerra mundial, y los títulos nobiliarios eran puestos en entredicho.

Este filme denota una ironía fina y cortante, por su parte Marilyn continuó su carrera en Hollywood, el gran dramaturgo Arthur Miller escribió años después que Marilyn destruyó su carrera.

Todo esto coincidió con una verdadera guerra de los grandes Estudios contra la actriz. No aparecían papeles para ella y la prensa, dominada por los estudios, insistía en la falta de interés de las películas de Marilyn. Creo que esta guerra se debió, en parte, a la creación de su nueva casa productora.

Lo cierto es que la actriz vivía sola en un cuarto de Hotel, relativamente lejos de su público y del mundanal ruido. Una mañana el mundo se despertó con la noticia de que la actriz se había suicidado. Esta versión ha sido puesta en dudas muchas veces. Marilyn tenía grandes enemigos, pero dejó una estela de simpatía en muchos intelectuales que han investigado en ocasiones su desaparición física.

Nuestra corista logró con creces su deseo de llamar la atención murió sola, triste destino el de esta mujer que vivió y provocó grandes emociones, y estuvo envuelta en relaciones con algunos de los personajes más importante de su época como el presidente John Kennedy y su hermano Robert.

Este film significó en su momento una oportunidad para la industria del cine británico en decadencia entonces, y acosada por las propuestas del cine norteamericano que se imponían en el mercado al cine nacional inglés. Para este filme fueron convocados el director de fotografía Jack Cardiff, una leyenda viva.

Pero si el cine norteamericano se imponía en las pantallas de los llamados “primos” ingleses, era precisamente por el desenfado de estas películas del cine norteamericano del cual Marilyn era la expresión suprema y hasta le perdonaban un poco su vulgaridad.

Durante la filmación con el gran Sir Lawrece Olivier, tratando con su gran talento y oficio de atemperar su actuación, la actriz hacía de las suyas recorriendo las vetustas universidades inglesas donde su presencia causó un impacto que mucho ayudó a la propaganda del filme.

El producto final, es esta comedia ligera, cercana a una opereta. El Príncipe, interpretado por Oliver, nos muestra las posibilidades de un gran actor que da credibilidad a este príncipe lleno de medallas y ayudantes.

En la vida real el gran actor no quedo muy conforme con el film y ser marchó de regreso al mundo del teatro clásico. Este es un caso que permite comprender la diferencia entre el teatro y el cine, después vendría la televisión y los grandes actores cada vez más volverían al teatro, un fenómeno que no pierde actualidad sino que se multiplica con el advenimiento de las nuevas tecnologías.