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Posada sigue por encima de las leyes

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Luis Posada Carriles en el local de Alpha 66, con el terrorista Henry Agüero Garcés.

Luis Posada Carriles en el local de Alpha 66, con el terrorista Henry Agüero Garcés.

Al violar las condiciones fijadas por un magistrado al dejarlo en libertad, cualquier ciudadano norteamericano en espera de un juicio se expone a una encarcelamiento inmediato y a la perdida de la fianza. Sin embargo, Luis Posada Carriles, el terrorista internacional que sigue protegido por el aparato judicial yanqui, puede no solo ausentarse de su domicilio, a pesar de la orden expresa del tribunal, sino reunirse con terroristas.

Lo confirma un reportaje fotográfico de un sitio web contrarrevolucionario que enseña, en fecha del 19 de abril último, al viejo asesino fuera de su lugar de residencia y acompañado por individuos identificados al terrorismo contra Cuba que visitó en el local miamense de la organización terrorista Alpha 66.

Rodeado de numerosas fotos de hombres armados, Posada aparece fotografiado en este lugar que obviamente no es su domicilio al lado de Henry Agüero Garcés, terrorista de origen cubano radicado en Los Angeles.

Posada, quién torturó, secuestró, asesinó durante décadas bajo las orientaciones de la Agencia, ha sido asignado a domicilio por la jueza Kathleen Cardone, de El Paso, Texas, el 9 de abril último.

MERCENARIO EN PLAYA GIRON, PISTOLERO EN MÉXICO

Incorporado a la US Navy, Henry Agüero Garcés, estaba a bordo del destructor norteamericano U.S.S. Conway-DDE-507 durante la fracasada invasión de Playa Girón.

Convertido en pistolero al servicio de la inteligencia yanqui, Agüero participó en junio de 1965 en México a un atentado contra el periódico El Día. Se cuenta cómo, contratado por grupos extremistas de derecha, vino expresamente de Miami "con dos granadas en su equipaje" que arrojó en el edificio del diario.

Estuvo unos meses preso en la cárcel de Lecumberri donde conoció a Francisco Manuel Quintana Valdés, asesino del afamado comentarista del diario Excelsior, José Almoina Mateos que denunciaba con frecuencia la CIA.

Luego participara activamente a una campaña pro indulto de Quintana, desencadenada desde Miami.

Significativa fue la presencia en esta última reunión de Miami, de Sixto Reynaldo "El Chino", connotado agente de la CIA quién, entre muchas otras cosas, participó en un ataque contra el buque chipriota Mikonos, perpetrado el 2 de abril de 1993, con una ametralladora de calibre 50, a solo 7 millas del puerto de Matanzas, al este de La Habana.

A inicios de 1999, Aquit participó también en la preparación de un fracasado atentado contra el Presidente cubano, Fidel Castro, en ocasión de la toma de posesión del mandatario venezolano, Hugo Chávez.

En varias oportunidades, Aquit ha sido utilizado por la CIA en giras, seminarios y otros eventos públicos organizados en Europa contra la Revolución cubana. En febrero del 2006, "El Chino" se apareció en el programa de un evento propagandístico organizado en el Parlamento sueco por la organización CIA checa People In Need. Unos meses antes, se exhibió en otro circo acompañado de otro delincuente, Angel Cuadra Landrova, conocido en Cuba por su participación en la quema de campos de caña con gatos convertidos en antorchas.

CON "CHARCO DE SANGRE" ESQUIVEL Y REINOL RODRIGUEZ

No es la primera vez que Posada Carriles se encuentra en las oficinas del grupo terrorista creado por la CIA. Ahí tuvo en los últimos meses encuentros en el local del 2250 S.W., 8th Street, con individuos tan identificados a agresiones terroristas contra Cuba cómo Dionisio "Charco de Sangre" Súarez Esquivel, Virgilio Paz, Pedro Remón y Reinol Rodriguez.

El FBI de Miami que conoce detalladamente el pasado criminal de cada uno de estos individuos, sigue tolerando sus actividades a pesar de su carácter terrorista.

El 14 de abril último, la jueza Kathleen Cardone, encargada de su caso, ordenó a Posada permanecer una u otra de sus dos residencias de Miami y portar de manera permanente un dispositivo electrónico en el tobillo.

En condiciones normales, una violación de las condiciones impuestas por un juez a un inculpado provoca la inmediata encarcelación del delincuente y la pérdida del dinero dado como fianza.

Sin embargo, Posada parece escapar a esta normalidad, beneficiándose desde su llegada en territorio estadounidense de un proceso legal destinado a obstaculizar su extradición reclamada por Venezuela.

Clara ilustración de las intenciones más inconfesables de los responsables del caso, incluso a nivel de servicios de inteligencia, la solicitud formulada por los Fiscales federales, el 27 de abril del 2008, de que no aceptara evidencias que vincularan a Posada Carriles con la Agencia Central de Inteligencia.

Posada está inculpado de perjurio, obstrucción al procedimiento, fraude migratorio y falso testimonio cuando solicitó la ciudadanía norteamericana en 2005. Venezuela lo reclama por 73 homicidios en relación con la destrucción de un avión civil cubano que ordenó.

Posada ha actuado durante más de 25 años como oficial de la CIA.

Al no certificar a Posada como terrorista, el gobierno USA viola la resolución 1373 (2001) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas además de tratados sobre terrorismo de que es parte tales como el Convenio Internacional para la Represión de los Atentados Terroristas Cometidos con Bombas del 23 de mayo de 2001, y el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Aviación Civil en vigor desde el 26 de enero de 1973.

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Jean-Guy Allard

Jean-Guy Allard

Periodista canadiense radicado en Cuba. Es autor del libro "Auge y caída de Reporteros Sin Fronteras".

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