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“El hombre de las dos Habanas”

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Publicado en Democracy Now!, el 7 de mayo de 2007
Traducido por Beatriz Muñoz del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión

"El hombre de las dos Habanas": Max Lesnik en su transición de revolucionario cubano, a exiliado, a blanco de ataques terroristas perpetrados por militantes anticastristas de origen cubano radicados en Miami.

AMY GOODMAN: Ahora hablaremos sobre "El hombre de las dos Habanas", un nuevo documental sobre Max Lesnik.  Lesnik era íntimo amigo de Fidel, y se marchó al exilio en los Estados Unidos tras una controversia pública por los vínculos que mantenía Cuba con la Unión Soviética.  Pero en vez de unirse a los cubano-americanos de derecha que se oponían a Castro, Lesnik criticó abiertamente el embargo y la guerra encubierta impuestos por los Estados Unidos para derrocar al gobierno cubano.  Debido a sus ideas, se convirtió en blanco de varios ataques que casi le cuestan la vida.

Dentro de algunos instantes escucharemos a Max Lesnik y a su hija, Vivien Lesnik Weisman, quien es la directora del filme "El hombre de las dos Habanas", pero antes mostraremos un fragmento del filme.

VIVIEN LESNIK WEISMAN: ¿Ganaron los Dolphins el Super Bowl? ¿Es esto acaso una especie de Mardi Gras cubano americano? Estamos celebrando la muerte inminente del más grande malhechor   del siglo XX: Fidel.  Esa es mi gente.  Sin embargo, como no considero que Castro sea la causa de todos los males del universo, bueno, estoy un poco fuera de tono con respecto a mi tribu, y no me importaría un [pitido], pero hay un elemento que lo complica todo: mi papá.  A él le importa un [pitido].  A él sí le preocupa, y siempre le ha preocupado, desde el principio.

Cuando vivía en La Habana, fue un revolucionario, y luchó junto a su amigo Fidel.  Después luchó contra Fidel, y eso significó "Miami, aquí estamos".  Pero su animosidad hacia Castro no duró mucho tiempo.  Él quería dialogar.  En realidad él quería la paz. Y ahí fue cuando la [pitido] llegó al techo.

MAX LESNIK: Un grupo de fascistas trató de asesinarme en La Pequeña Habana, pero de todas formas esta es una situación que cualquier reportero o periodista verdadero tiene que enfrentar cuando desea explicar abiertamente su posición.

VIVIEN LESNIK WEISMAN: Ataques con bombas, disparos desde un auto en marcha, atentados contra su vida -pero, ¿quién nos haría esto a nosotros? Ahora somos ciudadanos estadounidenses.  Deben ser los comunistas, ¿no? Falso, mi padre se convirtió en el centro de atención de los terroristas anticastristas.  Estas personas eran cubano americanos, gente como tú o como yo.  Bueno, no exactamente.  Ellos fueron entrenados por la CIA.  Lo que la mayoría de la gente no sabe es que el terrorismo en los Estados Unidos no comenzó el 11 de septiembre.  En las décadas de 1970 y 1980 imperaba el reino del terror en Miami.  Había hasta siete ataques con bombas en un solo día, y sumaban cientos cada año.  Los culpables no eran comunistas; eran estadounidenses, cubano americanos, y mi papá se encontraba en el epicentro.

AMY GOODMAN: Ha sido Vivien Lesnik, narrando el filme sobre su padre, "El hombre de las dos Habanas".  Y ahora continuamos y veremos otro fragmento de ese filme que trata sobre ese tema del terrorismo.

VIVIEN LESNIK WEISMAN: El 6 de octubre de 1976, una aeronave de Cubana de Aviación despegó desde Venezuela con rumbo a Cuba.  Entre los 73 pasajeros se encontraban todos los miembros del equipo de esgrima cubano.  En La Habana iban a ser recibidos como héroes.  Tras haber participado en los Juegos Centroamericanos, los jóvenes atletas traían a su patria la medalla de oro en todas las categorías.  Sólo llegaron hasta Barbados.

CUBANA 455: Tenemos una explosión  y estamos descendiendo inmediatamente.  Tenemos fuego a bordo.  Este es el vuelo Cubana 455.  Estamos solicitando aterrizar inmediatamente, inmediatamente.

CONTROL DE TRÁFICO AÉREO: Cubana 455, tiene permiso para aterrizar.

CUBANA 455: ¡Eso es peor! ¡Pégate al agua, Felo! ¡Pégate al agua!

VIVIEN LESNIK WEISMAN: Lo que debió haber sido un desfile de bienvenida para los jóvenes atletas victoriosos que viajaban a bordo del vuelo 455 de Cubana se convirtió en un funeral de estado.  El país entero estaba de luto.  Este incidente los convirtió en mártires de la Revolución.  Castro acusó a la CIA.

FIDEL CASTRO: [traducción] La CIA participó directamente en la destrucción de la aeronave de Cubana en Barbados.

PETER KORNBLUH: La CIA creía que un grupo terrorista compuesto por exiliados cubanos, dirigido por Orlando Bosch, estaba planeando la voladura de una aeronave de Cubana.  Ni una sola agencia del gobierno de los Estados Unidos le hizo llegar esta extraordinaria información de inteligencia al gobierno cubano a modo de advertencia.

VIVIEN LESNIK WEISMAN: Lo que se conoció como la tragedia de Barbados fue una alerta para una nueva generación de cubanos que no había conocido el odio, que no había conocido el temor.  Después de Barbados, todo eso cambió. Se le había infligido una herida a la nación.

MUJER NO IDENTIFICADA No. 1: [traducción] Fue algo absurdo.  Era el equipo olímpico de esgrima.  Imagínese, eran casi niños.

MUJER NO IDENTIFICADA No. 2: Orlando Bosch, Luis Posada, y dos venezolanos fueron acusados de cometer ese crimen, que fue el primer acto de terrorismo contra una aeronave en nuestro hemisferio.

VIVIEN LESNIK WEISMAN: El derribo del avión de Barbados fue sepultado en la página 8 del diario The New York Times y apenas fue mencionado en otros periódicos.  La mayoría de los cubanos en Miami pensaron que esta acción terrorista era un golpe bien merecido.  Con frecuencia se citaba las palabras de Orlando Bosch: "Todos los aviones cubanos son aviones de guerra y por eso son blancos legítimos".

ORLANDO BOSCH: En esta guerra contra los comunistas, se han sacrificado a muchos inocentes, y sabemos que muchos más tendrán que sacrificarse si queremos alcanzar la victoria, la victoria final.

AMY GOODMAN: Acabamos de escuchar a Orlando Bosch en el filme "El hombre de las dos Habanas", pero ese filme es sobre Max Lesnisk.  Su hija, Vivien Lesnik Weisman,  dirigió el filme, y ambos están aquí con nosotros en Nueva York, puesto que el filme acaba de ser estrenado en el festival de Cine de Tribeca.  Le damos la bienvenida a ambos al programa "Democracy Now!" Y antes de hablar acerca de Posada en particular, y sobre Max Lesnik  y tus preocupaciones,  Vivien, como cubano-americana que vive en este país, ¿por qué hiciste tú este filme sobre tu papá?

VIVIEN LESNIK WEISMAN: Bueno, ante todo yo  quería explorar mis relaciones  con mi padre.  Es un filme de corte personal, y al propio tiempo es un filme político.  Pero mi papá es…el tiene una pasión, y esa pasión es Cuba.  De modo que para poder comprender mejor a mi padre, tenía que comprender esa pasión.  Fue por eso que fui a Cuba.  Tenía que conocer a mi país, al pueblo cubano, y estuve inmersa en toda esa información acerca de los grupos terroristas que lo tuvieron a él como blanco de sus acciones  durante toda mi infancia.

AMY GOODMAN: ¿Llegaste a comprender tú esto en el curso de tu vida?

VIVIEN LESNIK WEISMAN: Bueno, cuando fui creciendo me di cuenta de que éramos víctimas de ataques con bombas, y que contra nuestra casa se disparaba desde autos en marcha, y vivía en un constante estado de sitio, como en una zona de guerra.  Y Orlando Bosch …

AMY GOODMAN: Y tú estas hablando de tu estancia aquí, en los Estados Unidos, cuando tú vivías en la Florida.

VIVIEN LESNIK WEISMAN: Sí, eso era en Miami.  Y nos convertimos en blanco de esa gente, de los terroristas anticastristas.  Y esos dos nombres, Orlando Bosch y Luis Posada, no puedo recordar un solo momento en que no haya escuchado esos nombres, porque constantemente se hablaba de ellos.  Y uno de los grupos que identificó a mi padre como uno de sus blancos, se subordinaba a un grupo terrorista que aglutinaba a varios grupos y que estaba dirigido  por Orlando Bosch.

AMY GOODMAN: Ahora con nosotros, Max Lesnik.  Tal y como plantea Vivien  en este filme, "El hombre de las dos Habanas", tú, la Pequeña Habana de Miami y La Habana, Cuba, según ella cuenta en su historia, usted fue  uno de los revolucionarios que se encontraban junto a Fidel Castro.  Descríbame cómo eran sus primeros años en Cuba antes de su ruptura con Castro.

MAX LESNIK: Yo era un joven dirigente del Partido Ortodoxo.

AMY GOODMAN: ¿Del Partido Ortodoxo?

MAX LESNIK: Del Partido Ortodoxo, el mismo partido al cual pertenecía Fidel Castro en aquel momento.  Conocí a Fidel en la Universidad de La Habana, en el año 1949, cuando yo sólo tenía 18 años.  Fidel tenía quizás veinte, veintiún años.  Ambos luchamos juntos en la forma en que los estudiantes lo hacían en aquel entonces, en contra de la policía -no para hacer la Revolución, sino que de cierta forma yo comencé a luchar en favor de reformas y a participar en todo, como parte del movimiento estudiantil.

Entonces ocurrió algo increíble.  En aquel entonces, Cuba era una democracia, pero con defectos, corrupción, pero era una democracia como tu organización, "Democracy Now!.  Pero ese sistema fue derrocado por Batista, un sargento de la revolución de 1933 que había tomado el poder por las armas en el año 1952.  Entonces a Cuba le ocurrió lo peor que puede ocurrirle a una democracia: el derrocamiento del sistema por parte de un grupo de militares comandados por Batista, quien en aquel momento era Senador.

Entonces, después de aquello, la única forma de cambiar la situación era mediante las armas, porque Batista no permitía el desarrollo de ninguna estrategia en un régimen de democracia ni nada parecido a la libre expresión.  Entonces Fidel se marchó hacia las montañas de la provincia de Oriente, la zona más oriental de la isla.  Yo pertenecía al grupo que marchó hacia la parte central de la isla, hacia las montañas del Escambray, y durante dos años luchamos como guerrilleros, como combatientes.  Posteriormente, el 1ro de enero, Batista abandonó el país, y la Revolución tomó el poder.

AMY GOODMAN: ¿Fue usted la primera persona de su grupo en llegar a La Habana?

MAX LESNIK: Yo fui uno de los primeros…

AMY GOODMAN: ¿Antes de que Fidel Castro llegara allí?

MAX LESNIK: Antes que Fidel.  Fidel llegó a La Habana el 8 de enero, pero yo estaba en La Habana el día en que Batista se fue, porque yo avanzaba desde la Sierra hasta la ciudad para organizar el movimiento clandestino, y más tarde Batista se fue en la noche del 1ro de enero, y entonces hablé abiertamente por las estaciones de radio y televisión.  Supongo que fui uno de esos que aparecieron en la televisión diciendo que Batista se había ido y que allí estábamos nosotros.  En realidad en La Habana sólo había una gran cantidad de milicianos, porque el ejército rebelde se encontraba en Oriente y en Las Villas.  Yo estaba sólo luchando contra el gobierno, porque ellos temían que fuese verdad lo que yo decía, que teníamos un ejército aquí, que [inaudible] de cierta forma la broma funcionó.

AMY GOODMAN: Vamos a una pausa.  Cuando regresemos -usted rompió con Fidel Castro y se vino a los Estados Unidos.  Esto es "Democracy Now!", democracynow.org.  En un minuto continuaremos hablando con Max Lesnik y su hija, la realizadora Vivien Lesnik.

Originalmente enhttp://www.democracynow.org/article.pl?sid=07/05/07/1411212

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Amy Goodman

Amy Goodman

Periodista norteamericana, directora de la radio-televisora alternativa Democracy Now!