Como se engaña a los norteamericanos
El Senador Republicano por el Estado de Arizona John McCain acaba de regresar de Bagdad. Fue en viaje de inspección ocular sobre el terreno, como miembro de una delegación congresional norteamericana interesada en conocer de manera directa sobre cual era la situación real de lo que estaba ocurriendo en la capital de esa nación musulmana.
El gobierno Republiucano del Presidente Bush no quiere admitir que allí, en Irak lo que hay es una sangrienta e incontorable guerra civil. Y el Senador McCain, al regresar a Estados Unidos, siguiendo la línea oficial que dicta la Casa Blanca, declaró a la prensa que durante su estancia en la convulsa capital iraquí, después de visitar el mercado central de Bagdad podía afirmar que allí reinaba la normalidad, gracias a las nuevas medidas de seguridad que habían sido puestas en vigor por las fuerzas de ocupación norteamericana.
Pero como dice un refrán popular, una cosa piensa el borracho y otra bien distinta piensa el bodeguero. Porque un día después de la reciente visita de la delegación congresional norteamericana al mercado central de Bagdad, varios periodistas extranjeros, entre ellos algunos norteamericanos, visitaron el lugar. ¿Y que encontraron? Que los comerciantes de allí estaban perplejos ante las optimistas declaraciones del Senador McCain, según las cuales todo marcha de maravillas en Bagdad.
Lo cierto era que cuando la delegación congresional norteamericana llegó al mercado central de la ciudad, el lugar estaba tomado militarmente por las de 100 soldados estadounidenses que habían arribado con anterioridad en sus blindados carros Humvees- toda una compañía- que tenían además el soporte de media docena de helicópteros sobrevolando la zona. Los edificios aledaños a la plaza habían sido tomados por el ejercito norteamericano colocando soldados equipados con chalecos protectores y rifles con miras telescópicas debidamente situados en las azoteas como medida preventiva ante un posible ataque sorpresivo de parte de la insurgencia iraquí.
Interrogado por los periodistas extranjeros uno de los comerciantes dijo : "El mercado fue paralizado cuando vinieron aquí los congresistas norteamericanos. Lo que se hizo aquí fue un show para la prensa extranjera".
Pero no ha sido solo el Senador McCain el que dijo a su regreso a Estados Unidos que las cosas marchaban en Bagdad. Otro miembro de la delegación congresional, el Representante por el Estado de Indiana Mike Pence expresó : "Todo allí es normal, igual que un día corriente en un mercado abierto de cualquier ciudad de mi Estado de Indiana".
¿ A quien vamos a creer ¿ A los iraquíes que viven y mueren todos los días en Bagdad o a estos congresistas norteamericanos que llegan allí por unas pocas horas y regresan a Estados Unidos diciendo que todo va bien, si novedad en el frente?
¿Y de los miles de soldados norteamericanos muertos? ¿Y de los otros miles de soldados heridos? ¿ Y de los miles y miles de iraquíes, ancianos, mujeres y niños que han perdido sus vidas en esta guerra absurda qué?
Así es como se engaña al pueblo norteamericano sobre lo que en realidad está pasando en Irak.
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