Cubadebate

Comienza un torneo internacional de béisbol y con él el interés de los aficionados se incrementa. Las páginas deportivas rebozan de crónicas de las incidencias de los encuentros entre equipos. En muchas actividades humanas se ha desarrollado una jerga especial, una especie de lenguaje para iniciados pero en ninguna otra, como en ésta, se ha desarrollado una jerigonza ininteligible de tan alto calibre de confusión y  complejidad.

Por ejemplo un cronista nos dice que alguien "conectó un cuadrangular" lo cual nos deja en la ignorancia sobre cómo un término geométrico puede asociarse a una acción eléctrica. Nos describen a algunos jugadores como "el relevista derecho" y el "apagafuegos", lo cual no arroja ninguna luz sobre el papel específico de ambos en el equipo.

Después se nos dice que "los canaleros estrenaron el pizarrón", insondable incógnita. Al comenzar la acción se nos habla de que "gracias a un doblete se mandó a las regaderas" a un jugador. Es decir, ¿se convirtió en jardinero gracias a una apuesta?
Luego se habla de "carreras remolcadas" lo cual supone que algunos vehículos descompuestos fue necesario sacarlos de la pista de competencia con una grúa. "Abrió la entrada con sencillo" es el nuevo enigma para enseguida referirnos que un jugador "limpió la casa" lo cual es una virtud doméstica recomendable: ayudar a su esposa en sus deberes cotidianos.

Un "derecho fue llamado a salvar a nave". Se debe suponer que un marinero erguido fue un factor de protección importante durante un naufragio. "Un largo elevado de sacrificio" nos recuerda el Gólgota y la inmolación de Jesucristo.  Otro jugador es descrito como "el antesalista" lo cual hace suponer que alguna vez se ocupó de tareas de recepcionista en una  oficina.

De nuevo se nos informa que alguien "conectó un remolcador" por lo cual debemos suponer que el tipo de embarcación destinada a impulsar navíos de gran calado estaba propulsada por medios eléctricos. Un jugador es descrito como "el abridor zurdo" por lo cual suponemos que como portero de algún establecimiento solamente abría los ingresos desde la izquierda.

De nuevo se nos informa que unos atletas iban a "dejar la piel sobre el terreno" que otro "soltó un cañonazo contra el central" y que un tercero "clavó un puntillazo" y un cuarto "fildeó de ! espaldas al plato" y un quinto se "ancló en la goma", lo cual nos deja en el más oscuro de los arcanos sobre qué acción secreta hayan emprendido los participantes.

El primer objetivo de toda jerga es lograr una comunicación rápida y sencilla usando términos técnicos. Mediante ese recurso los iniciados logran una rápida comprensión con un mínimo de recursos de exposición. Pero en el caso de la jerga beisbolera existe una voluntad barroca de oscurecer el mensaje, de complicarlo innecesariamente con metáforas y tropos que  nublan el entendimiento. Es obvio que los iniciados entienden esas fórmulas estereotipadas, estos clichés sobados y comprenden el galima! tías en que se les habla.

Teodoro Adorno estimaba que existía un lenguaje de la autenticidad que era un habla populista que surgía como contraposición a las expresiones cultas de la alta ilustración. Esa jerga constituía una fórmula democratizadora de nivelación social.

Los puristas que han defendido la lengua contra las intromisiones ignoran que nuestro idioma se formó con múltiples aportes de otras lenguas y de modismos del habla popular. Ya Quevedo en "La culta latiniparla" se burlaba de quienes querían adornar excesivamente el idioma con excesos formalistas. Hay neologismos constructivos y los hay deformantes. La aparición del orbe cibernético y  de la comunicación computarizada por vía telefónica ha dado lugar a la aparición de una jerga propia que aún no ha podido ser suficientemente asimilada.

Debemos mantener una actitud de apertura y tolerancia para las innovaciones pero el enrevesado laberinto de la jerga beisbolera denota un afán pomposo de cultivar lo estrambótico cuando pueden describirse acciones de manera más sencilla con descripciones menos confusas.

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