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Liberarlos “no pedimos más, pero no exigimos menos”

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George Bush sigue mintiendo sobre el terrorismo. Tal parece que la mayoría del pueblo norteamericano no se percata de ello, aunque vayan creciendo las voces que le reclamen al presidente que cuente la verdad.  "(…)Usted dijo que somos blanco del terrorismo porque defendemos la democracia, la libertad y los derechos humanos del mundo. ¡Qué absurdo(…) Somos blanco del terrorismo porque en la mayor parte del mundo nuestro gobierno defendió las dictaduras, la esclavitud y la explotación humana(…)", le escribió en una carta al mandatario el Obispo católico de la Florida Robert Bowan, él que no es un hombre de izquierda.
Inculcar el pánico entre los norteamericanos en cuanto a este sensible asunto es la fórmula aplicada hasta el momento por la administración Bush como escudo de su política de dominación imperial. En un discurso sobre el estado de la nación en febrero pasado dijo que "(…) desde el 11 de septiembre de 2001, hemos tomado medidas sin precedentes para proteger a los estadounidenses. Hemos creado un nuevo departamento del gobierno para defender nuestro territorio nacional(…), comenzado a reformar nuestras agencias de inteligencia, desarticulado células terroristas en todo el país, aumentado la investigación sobre las defensas contra los ataques biológicos y químicos, reforzado la seguridad de las fronteras(…)".
¡Qué curioso! ¿De qué manera habrán protegido sus fronteras que Luis Posada Carriles, criminal internacional de origen cubano, reclamado por la justicia venezolana, entró como quien llega a su casa y de eso no se enteraron las ‘agencias de inteligencia'? ¿Qué son José Basulto, Rodolfo Frómeta, Orlando Bosch, Santiago Álvarez, Pepe Hernández y otros personajes de la misma fauna, ellos no califican como terroristas según los criterios del Presidente? ¿Por qué Bosch, reconocido como un ‘hombre extremadamente peligroso' fue indultado durante la presidencia del Bush padre? ¿Cómo justifican la presencia de campos de entrenamiento, los alijos de armas y municiones de grupúsculos como Alpha 66, Comandos F-4 o la Fundación Nacional Cubanoamericana? ¿Dónde se incluyen las actividades provocadoras, las violaciones del espacio aéreo de un país soberano por parte de una organización como Hermanos al Rescate?
Todo indica que cuando de Cuba se trata las autoridades de Estados Unidos no dan fe de los actos criminales que contra esta nación se cometen; durante más de 46 años la Isla ha tenido que enfrentar la política de agresión sistemática que incluye ese terrorismo, del cual no quieren hablar, pero que ha sido financiado, promovido y organizado desde suelo norteamericano.
Justamente, en la década de los '90 esos grupos terroristas asentados en Miami intensificaron sus actividades contra nuestro territorio nacional, alentados por el derrumbe del campo socialista en Europa del este. No pocos alistaron sus maletas y se prepararon para ‘la hora final de Castro', porque ‘el fin de la historia' había llegado.
Por eso la Isla está en el legítimo derecho de defenderse y se justifica la presencia en Estados Unidos de hombres como Antonio Guerrero Rodríguez, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Fernando González Llort y René González Sehwerert, quienes de manera voluntaria cumplieron entre sus principales misiones vigilar y alertar a Cuba sobre los movimientos de José Basulto y Hermanos al Rescate; Orlando Bosch, responsable de la bomba colocada en un avión de Cubana en 1976 que causó la muerte a 73 civiles inocentes.
También monitorearon a la organización de Luis Posada Carriles, hoy en un limbo legal dentro de Estados Unidos, lo que corrobora el deseo de sus autoridades por proteger a ese terrorista internacional. Él concibió el plan para asesinar al presidente Fidel Castro en una reunión de jefes de Estado en Isla Margarita, Venezuela, en 1997 y fue el autor intelectual -entre otras fechorías- de la explosión de una bomba en el hotel Copacabana, en  el propio año, que mató al turista italiano Fabio Di Celmo e hirió a otras personas.
Sin embargo, nada de eso se tuvo en cuenta por parte del gobierno estadounidense cuando procedió al arresto de los Cinco el 12 de septiembre de 1998. 
NECESARIO ANTECEDENTE
El 17 de junio, meses antes de la detención, las autoridades cubanas habían entregado a los funcionarios de las agencias estadounidenses un memorando donde se resumían las evidencias recopiladas sobre la campaña de asesinatos, atentados con explosivos, incendios premeditados y otros ataques contra Cuba desde Miami durante más de cuatro décadas.
"En una histórica reunión en La Habana los cubanos les solicitaron a dichas autoridades norteamericanas que actuaran con esas pruebas para poner fin al ciclo de terror", se reseña en el libro La Tormenta Perfecta, el caso de los Cinco, una suerte de compilación de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, publicado por la Editora Política este año.
Ahí se explica que "las evidencias entregadas al FBI -documentos, fotografías, datos de inteligencia y otras pruebas- demostraban que varias organizaciones de extrema derecha con sede en Miami esperaban provocar una crisis que se pudiera utilizar para movilizar la hostilidad y ocasionar un ataque o una invasión por el ejército de Estados Unidos. Los funcionarios cubanos pidieron al FBI que se pusiera fin a la impunidad de esos terroristas antes de que se derramara más sangre".
NO HAY PEOR CIEGO QUE QUIEN NO QUIERE VER
Sin embargo, el FBI que había dado ‘su palabra' a Cuba de que investigarían, actuarían y le darían una respuesta a La Habana por la múltiple evidencia entregada -ver Cuba, la historia no contada, de la Editorial Capitán San Luis-, dejó correr los días y en vez de apresar a Posada Carriles, Orlando Bosch, José Basulto y toda la comparsa de personajes siniestros que se dedican a financiar y ejecutar actividades terrositas contra la Isla, arrestó a una de las posibles fuentes de esa información: los Cinco, algo que no fue casual porque, según declaraciones de Héctor Pesquera, entonces jefe del Buró Federal de Investigaciones en Miami, él tenía que ofrecerle a la ultraderecha cubanoamericana una prueba para congraciarse.
Mientras, Luis Posada Carriles se jactaba por ese tiempo en las páginas del influyente diario The New York Times de que "el FBI y la CIA no me molestan, y yo soy neutral con ellos, cada vez que puedo los ayudo".
Coincidentemente, por esa etapa también ya se entrenaban en cuestiones de aeronáutica por aquella localidad floridana, muy cerca de las oficinas del señor Pesquera los autores de los terribles atentados del 11 de Septiembre al World Trade Center de New York.  Pero Pesquera no tuvo ojos para ellos.
Unos días después de la tragedia, Estados Unidos propuso -y se aprobó- en la sede de la ONU la Resolución 1373, la que entre otros elementos de interés apunta que actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas -lo que implica obligatorio cumplimiento-, "decide que todos los estados se abstengan de proporcionar todo tipo de apoyo, activo o pasivo a las entidades o personas que participen en la comisión de actos de terrorismo".
Pero como ‘quien hizo la ley hizo la trampa', según reza en el refranero popular cubano, la administración norteamericana que promovió la 1373 es la primera en violarla sistemáticamente.
Al no actuar contra los verdaderos terroristas que campean por su libre albedrío en Miami y por mantener en prisión a cinco hombres que alertaron y previnieron no solo al pueblo de Cuba sino también al de Estados Unidos de acciones de muerte, pone de manifiesto ese doble rasero y la hipocresía imperial para abordar el tema, utilizado a lo largo de la historia como un instrumento de la feroz campaña anticubana.
Los Cinco -como son conocidos internacionalmente- van camino a su octavo año de prisión debido al viciado proceso que se les siguió en Miami, donde fueron sentenciados de manera conjunta a cuatro cadenas perpetuas más 75 años. 
Durante todo ese tiempo no ha cesado el combate por liberarlos,  pero el 2005 ha marcado pautas en esta lucha. Por primera vez  "se demuestra que Antonio, Gerardo, Ramón, Fernando y René fueron mal  juzgados. No porque lo afirmáramos nosotros, que siempre lo hemos sostenido, sino porque lo han sustentado personas ajenas a nosotros, han sido jueces que representan el sistema legal norteamericano", según el abogado Roberto González, hermano de uno de los encausados.
LO MÁS RELEVANTE DEL 2005
"A la luz  de todos los argumentos expuestos, las condenas de los acusados son  revocadas y ordenamos la realización de un nuevo juicio", así resolvió por unanimidad el panel de tres jueces del Onceno Circuito de Atlanta, Georgia, la apelación interpuesta por los Cinco luchadores antiterroristas cubanos contra las sentencias que les fueron impuestas en diciembre de 2001 en una Corte Federal de Miami.
La decisión, dada a conocer el pasado 9 de agosto,  fundamentada en 93 páginas, se produjo 28 meses después de la presentación de los argumentos por parte de los acusados y sus defensores, quienes debieron sortear un extenso y complicado  proceso para consumar su derecho apelativo.
El alegato de los jueces explicó desde el principio que el prejuicio existente dentro de la comunidad antes y durante el proceso legal impidieron la realización de un juicio justo en esa ciudad; además al analizar la evidencia reconoció las pruebas de la Defensa relacionadas con las acciones terroristas contra Cuba dirigidas por los grupos que "continúan operando en el área de Miami", según las precisiones de los magistrados, que se pronunciaron por "conceder un cambio de sede cuando la comunidad ha estado repetida  y profundamente expuesta a una publicidad perjudicial".
El hecho, sin dudas, resalta entre lo más sobresaliente en torno al caso durante el 2005 y constituye el evento más importante logrado desde el punto de vista legal hasta el momento,  reforzando así lo que 74 días antes -el 27 de mayo- dictaminara el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Los expertos de las Naciones Unidas, al valorar en detalle la abundante documentación proporcionada por las familias de los acusados, pudieron constatar las violaciones continuas de los procedimientos legales desde el instante del arresto hasta hoy. Finalmente, concluyeron que la privación de libertad de los Cinco es arbitraria e ilegal y que el juicio no tuvo lugar en el clima de objetividad e imparcialidad que norman las propias leyes norteamericanas, lo que  "está en contravención del artículo 14 de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos", por lo tanto el gobierno debía adoptar  "las medidas necesarias para remediar de inmediato esta situación".
Por eso "este año se puede definir como el que marca la inocencia de los Cinco y define que ha sido turbio para sancionar a inocentes. En ese sentido ocho personalidades del Derecho en dos instancias diferentes,  al analizar las mismas argumentaciones, coincidieron en la ilegalidad del proceso que se les siguió y lo injusto de las severas que les fueron impuestas", puntualiza el abogado González.
EL CASO AHORA MISMO
El 28 de septiembre el vocero de la Fiscalía, divulgó a  través de Internet a más de cien entidades de la prensa y la TV, la decisión de solicitar la reconsideración de la decisión del Panel, sin que ello fuera antes del conocimiento del Tribunal, de los acusados y de sus abogados, como está establecido. Con semejante actitud intentaron manipular una vez más la opinión pública que ya  conocía del fallo a favor de los Cinco emitido el 9 de agosto.
En tal sentido alegaron que el veredicto fue contradictorio con algunos precedentes legales de la Corte Suprema de Estados Unidos y del mismo Onceno Circuito, lo que desnuda aún más el carácter político de todo lo acontecido alrededor de este caso.
El 31 de octubre se informó la orden del Pleno de los 12 jueces activos del Tribunal de Atlanta, donde aceptan la petición de revocar la decisión unánime del Panel de los tres magistrados por voto mayoritario simple, un hecho inusual.
"La reconsideración constituye un procedimiento extraordinario", explica la abogada Nuris Piñero, asesora legal de las cinco familias y aclara que "tiene lugar al amparo de la Regla Federal de Apelación 35 mediante la cual podrá ordenarse una audiencia en Banco".
La jurista observa que con esta conducta el gobierno norteamericano pretende entorpecer y alargar a toda costa el proceso, mientras tanto los Cinco permanecen presos en cárceles de máxima seguridad por un tiempo aún indefinido, expuestos a los peligros que ello representa.
El 15 de  diciembre, según la fecha prevista, el equipo de la Defensa presentó sus argumentos apelativos y  se recibieron además en Atlanta dos informes Amigos de la Corte, uno del Gremio Nacional de Abogados y otro de la Asociación Nacional de Abogados Criminalistas, suscrito también por la Asociación Nacional de Defensores Federales y la Asociación de Abogados Criminales de la Florida.
Y LAS VIOLACIONES SIGUEN
Junto al combate por liberarlos se exige el cese de las violaciones de los derechos humanos tanto de los Cinco como de sus familiares. En este año en nada ha variado la actitud del gobierno norteamericano respecto al otorgamiento de visas para ir a visitarlos, persisten en la dilación de las mismas, siendo los casos más tristes los de Adriana Pérez y Olga Salanueva, esposas de Gerardo Hernández y René González, a quienes por séptima ocasión consecutiva las autoridades estadounidenses le han negado ese legítimo derecho.
A ambas esposas les fueron aplicadas inadmisibles y bochornosas condiciones. Adriana fue considerada como posible inmigrante y Olga fue declarada como ‘inelegible permanente'.  Tal negativa sigue afectando además, a Ivette González Salanueva, quien al igual que su padre es ciudadana norteamericana por nacimiento.
Estas violaciones son denunciadas perennemente en diversos foros internacionales. La Misión Permanente de Cuba en la ONU ha extendido desde el 2002 hasta hoy cinco cartas dirigidas al señor Koffi Annan  -la última fechada el 15 de marzo de 2005-,  "atendiendo al carácter humanitario de estas visitas y su obligación moral y legal de facilitarlas el gobierno de Estados Unidos debe otorgar las visas que hasta ahora ha estado negando reiteradamente a las señoras Olga Salanueva y Adriana Pérez, y garantizar la entrega en los plazos mínimos establecidos de los permisos de entrada al resto de los familiares", según se explica en la más reciente misiva..
PUENTES SOLIDARIOS
Durante el 2005 la campaña de solidaridad internacional ha crecido con los Cinco, la presencia de familiares en el Foro Social Mundial, en Brasil; su participación en las jornadas del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, en Venezuela; la asistencia a las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos, en Ginebra; los recorridos por diversos países para dar a conocer el caso: Bélgica, Costa Rica, España, Inglaterra, Irlanda, entre otros, así como la asistencia a la Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata, Argentina, fueron eventos que pusieron de manifiesto el amplio apoyo que va teniendo esta causa en el mundo.
Recientemente fue presentada por el Comité Nacional Free the Five, de Estados Unidos,  una campaña para la recogida de 250 000 dólares, fondos que se destinarían al combate por la excarcelación de los antiterroristas cubanos y para sufragar la publicación de otro anuncio pagado en las páginas del influyente diario The New York Times.
Pero "pienso que la entrada ilegal a territorio estadounidense de Luis Posada Carriles en marzo del 2005,  su arresto y más recientemente el de Santiago Álvarez y Osvaldo Mitat, ayudaron a desenmascarar a la mafia miamense y la doble moral del gobierno de este país en su autodenominada guerra contra el terrorismo y aunque parezca paradójico el hecho contribuyó en bien de la solidaridad, porque ayudó a explicar a muchas más personas sobre el caso y las verdaderas razones de la necesaria presencia de los Cinco en Estados Unidos",  asegura Alicia Jrapcko, integrante del Free the Five. 
Hoy Antonio, Gerardo, Ramón, Fernando y René han dejado de ser unos desconocidos y se aprecia una mayor comprensión de la injusticia que se comete sobre ellos y sus familias. Cada año se suman otras voces y nuevas manos se tienden como puentes solidarios.  Cierra el 2005 con grupos de amigos en 82 países, 248 comités explican al mundo lo que los grandes medios de prensa intentan ocultar.
Una decena de premios Nobel se ha pronunciado en apoyo a esta causa. Como señalara Graciela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional Justicia y Libertad a los Cinco, que agrupa a residentes extranjeros en Cuba "hay que preguntarse por qué esas lúcidas personalidades coinciden en exigir la libertad inmediata de los Cinco.  También hay que preguntarse por qué más de 3 000 personas los postularon al Nóbel de la Paz. Hay que preguntarse por qué científicos, cineastas, escritores suscriben una carta al Fiscal General de EE.UU. denunciando esta cárcel injusta, exigiendo ponerle fin. Hay que preguntarse por qué parlamentarios, colegios de abogados, religiosos y los más prominentes intelectuales del mundo exigen que los liberen ya".
La respuesta a todos estos por qué, a la conclusión del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU y el fallo de los tres jueces de Atlanta es una sola: "la inocencia absoluta de los Cinco, la injusticia enorme de su cárcel, la vergüenza infinita que cada persona decente siente cuando se entera del caso", precisó Graciela.
Sin embargo, con todos los esfuerzos que se han hecho y pese a los resultados que en términos de solidaridad se han materializado en el 2005, aún existe un gran desconocimiento sobre el caso, en especial la mayoría del pueblo de Estados Unidos ignora qué sucedió en Miami, ese es para el gobierno estadounidense un secreto muy bien guardado, que de trascender  nos colocaría en el camino de la liberación de los Cinco.
Pero los ojos de la solidaridad mundial deben mantenerse atentos y expectantes, es necesario que se multiplique la ola de apoyo a los cinco antiterroristas cubanos, pues se corre el riesgo, después de lo ocurrido el 31 de octubre al aceptarse la reconsideración del veredicto unánime emitido por el Panel de los tres jueces, que imperen las cuestiones políticas por encima de lo legal en la actual etapa del proceso.
En la semana del 13 de febrero se fijará un día para la celebración
de una audiencia oral con el objetivo de evacuar con ambas partes, o sea, el Gobierno y la Defensa, las dudas o interrogantes de los 12 jueces de la Corte.
Las autoridades estadounidenses seguirán apelando a su único aliado: el tiempo, para prolongar indefinidamente el encarcelamiento de los cinco intelectuales cubanos, cuyo caso ya es típico de los juicios políticos que Estados Unidos critica como contrarios al respeto por los derechos humanos cuando tienen lugar en otros países.
Evitar que sea citado como precedente para negarle un proceso justo a otros hombres y mujeres encausados en aquella nación es parte de nuestra actual batalla, que está enrumbada más allá de solicitar un nuevo juicio y que resume el sentir de lo expresado por el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón de Quesada: "la única manera de hacerle justicia a los Cinco es ponerlos en libertad ya. No pedimos más, pero no exigimos menos".

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Deisy Francis Mexidor

Deisy Francis Mexidor

Periodista cubana. Integra la redacción de la agencia Prensa Latina.