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Mashenka y el oso

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No todos los muñequitos rusos de nuestra niñez eran tan malos. Me viene a la cabeza ahora, con nostalgia, aquella versión de un cuento de León Tolstoi, que recordarán todos los cubanos que tienen más de 30 años: "Mashenka y el oso".
Si la memoria no me falla, después de perderse en el bosque, la niña logra convencer al animal de que lleve hasta una casita del bosque la cesta donde ella viaja a escondidas. El oso cree que es miel el contenido de la canasta atada a su lomo. Cada vez que intenta probar lo que imagina como deliciosa merienda, la niña susurra: "Desde aquí arriba Mashenka te mira; cuidadito oso, no seas goloso."
Por esas paradojas del recuerdo, he pensado en Mashenka cuando leía una noticia que no tiene ni la ingenuidad, ni la dulzura de aquel cuento infantil. Más bien causa alarma la frecuencia con que aparece la noticia de una Mashenka global que nos mira obsesivamente, y no para salvarse del oso, sino, tal vez, para dejarnos caer una bomba en la cabeza.
Esta mañana, por ejemplo, hablaban en un noticiero de un congreso sobre "cibercriminalidad". Un experto comentaba que todas las organizaciones criminales están en disposición de hacerse valer de los avances de las nuevas tecnologías para amenazar la seguridad, y proponía concertación de los estados, los proveedores de Internet y los productores de software para reducir el pirateo informático, la pornografía infantil y el terrorismo.
Con la última palabra -"el terrorismo"- me horroricé. En nombre de una causa que ninguna criatura decente cuestionaría, están espiando a un 14,6 por ciento de la población mundial que ya utiliza Internet, un porcentaje que seguirá creciendo a niveles insospechados en los próximos años.
En este mismo congreso y en otros foros internacionales, se ha alertado más de una vez que tanto la Unión Europea como los Estados Unidos se han puesto de acuerdo en el modelo de control y almacenaje de datos. Declan McCullagh, periodista de Cnet, reveló que el gobierno de los EE.UU. subvencionará con más de 300 000 dólares los trabajos de investigación para producir un dispositivo que pueda espiar las llamadas telefónicas vía Internet, mientras ya existen otros que permite el acceso a los datos de los emisores y receptores, la hora y la localización geográfica de la comunicación, y por supuesto, los contenidos, que se pueden investigar bajo orden judicial.
En un mundo donde se secuestra sin orden judicial previa, se tortura en cárceles secretas y se lanza impunemente fósforo vivo sobre la población civil, va a ser muy difícil que se pueda convencer a la gente de que será beneficiada con la transparencia legal. Nadie se va a tragar el cuento y mucho menos los más vulnerables, los rebeldes del sistema siempre bajo sospecha de "terrorismo", aquellos a los que más les valdría no olvidar que el personaje siniestro de esta película no es el oso, sino esa Mashenka que, desde arriba, los mira.

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Rosa Miriam Elizalde

Rosa Miriam Elizalde

Periodista cubana. Vicepresidenta Primera de la UPEC y Vicepresidenta de la FELAP. Es Doctora en Ciencias de la Comunicación y autora o coautora de los libros "Antes de que se me olvide", "Jineteros en La Habana" y "Chávez Nuestro", entre otros. Ha recibido en varias ocasiones el Premio Nacional de Periodismo "Juan Gualberto Gómez" y el Premio Nacional "José Martí", por la obra de la vida. Fundadora de Cubadebate y su Editora jefa hasta enero 2017. Es columnista de La Jornada, de México.