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Asesinos a sueldo de las petroleras

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La primera vez que se mencionó la categoría de "contratistas civiles" fue cuando el descuartizamiento en Faluya de cuatro de estos supuestos "trabajadores". Luego se fue sabiendo que el odio de los iraquíes hacia aquellos "contratistas civiles" se debe a que son, en realidad, mercenarios contratados por las compañías petroleras norteamericanas. O sea, que no  bastan los 130 mil soldados de las fuerzas de ocupación y necesitan los servicios adicionales de estos matarifes asalariados.

El periodista David Barstow ha informado recientemente, en el New York Times, que las compañías de seguridad privada han contratado a ex miembros de los SEALS de la marina estadounidense, a gurkhas  de Nepal  entrenados por el ejército británico, a comandos de Carolina del Norte,  a sudafricanos entrenados en matar negros de los tiempos del apartheid, a ex miembros de los equipos SWAT de la policía estadounidense,  hay incluso hasta chilenos que sirvieron en los cuerpos represivos de Pinochet. Con ellos han constituido ejércitos privados que cuentan con lo último en armamento, con carros blindados y helicópteros.

Han formado "Fuerzas de Reacción Rápida" y tienen unidades de inteligencia que acopian y procesan su propia información. Disponen de  una  red de comunicaciones  autónoma, poseen, incluso, su propio equipo diplomático que negocia alianzas con ciertas tribus de vendepatrias. Todo ello con el beneplácito del Pentágono. Su función principal es custodiar la explotación del petróleo, los oleoductos, los cuarteles y oficinas. Tratan de no mezclarse en las operaciones agresivas de los militares, se limitan a defender las áreas que se les asignan. Pero estos legionarios del terror no están sometidos a las leyes de la guerra, no aceptan ninguna norma de las convenciones bélicas y están desatados como una horda sin ley ni orden. Se calcula que veinte mil de ellos están asolando a los  iraquíes. 

Estas fuerzas absorben el 25%  de los 18 mil millones de dólares asignados a la reconstrucción de Irak, o sea a la puesta en marcha de los mecanismos de explotación de aquél territorio. Cada mercenario cobra un salario de alrededor de  500 dólares diarios, según su función y experiencia. Ya el Congreso norteamericano ha advertido el peligroso avance de estos mercenarios y se ha dirigido en una carta a Rumsfeld firmada por doce  senadores del partido demócrata.   "Delegar las funciones del ejército en estos contratistas privados nos crea serias preocupaciones", dicen en la misiva. 

Los mercenarios han creado una especie de oeste del tiempo de la expansión territorial estadounidense, un caos social donde impera la ley del más fuerte y no se otorga merced al oponente pero también reciben el contraataque de los patriotas. Según cifras del Departamento del Trabajo del gobierno norteamericano  los mercenarios han sufrido  94 muertos desde el inicio del 2003  y 1164 heridos, que se suman a los diez muertos y 843 heridos del año anterior.  Cifras que dan una idea del aumento notable de la resistencia patriótica.

Según una de estas compañías de seguridad, denominada Custer Battles, sus empleados llevan la peor parte porque actúan en los escenarios más hostiles. Solamente una de las compañías que actúan en Irak, la Global Risk Strategies, ha declarado contar con 1500 mercenarios.  Meteoric Tactic Solutions y Blackwater son dos de las compañías se seguridad que cuentan con una fuerza mayor en el Medio Oriente. Estas fuerzas especiales han entrenado y usan a 14,000 iraquíes traidores en tareas secundarias. Según el diario San Francisco Chronicle, en octubre de 2003 Blackwater comenzó a entrenar en su campamento de Carolina del Norte a diez mil mercenarios para usarlos en Irak,  tras recibir un contrato de 35 millones de dólares.

Este uso de ejércitos privados irregulares es el mejor indicio de cuán incontrolable es ya la resistencia patriótica de los iraquíes; es una señal del aumento de su capacidad defensiva del territorio nacional y del  rechazo generalizado contra las mesnadas yanquis que han usurpado la soberanía iraquí para provecho de los grandes consorcios petroleros norteamericanos.

gotli2002@yahoo.com

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Lisandro Otero

Lisandro Otero

Novelista, diplomático y periodista. Ha publicado novelas y ensayos, traducidos a catorce idiomas. Falleció en La Habana en 2008.