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ALCA: Terapia perniciosa para la salud en América Latina

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  Orlando Oramas, periodista de la Agencia Prensa Latina  

El Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesta por Estados Unidos, agravará la situación sanitaria en América Latina y hará más difíciles los esfuerzos gubernamentales por enfrentar la exclusión de millones de personas de los servicios de salud.

La entrada en vigor de ese proyecto, en sus condiciones actuales, tendrá un impacto negativo en las compras gubernamentales de medicamentos, debido a las drásticas limitaciones a la emisión de licencias, denunció la organización no gubernamental Médicos sin Fronteras (MSF).

El ALCA limitaría la potestad de los gobiernos para emitir licencias destinadas a recortar los altos precios que hacen prohibitivos muchos fármacos para importantes sectores de la población, con accesos limitados a los servicios de salud.

Los enfermos del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA) estarían entre las víctimas del plan del área de libre comercio panamericana, pues recorta las posibilidades estatales de adquirir medicamentos en manos de las transnacionales.

Ello se agravaría pues el ALCA prevé prórrogas de derechos de patentes, lo cual garantiza el monopolio de un pequeño grupo de firmas farmacéuticas y retrasaría la introducción de productos genéricos más baratos que los de   marca.   En Brasil, gracias a la generación de medicamentos desarrollados por un laboratorio gubernamental, 130 mil enfermos de SIDA pudieron acceder gratuitamente a la llamada triterapia.

Pero la lógica humanista de ese esfuerzo contradice la del mercado que acompaña al ALCA y convierte a los medicamentos en mercancía, la cual se mueve por los caminos de oferta-demanda y capacidad de pago.

El proyecto comercial para las Américas no favorece las políticas sociales públicas y propicia la privatización de hospitales y otros servicios de salud. Además, otorga a los inversionistas foráneos la facultad de cuestionar ante la justicia decisiones oficiales que consideren contrarias a sus negocios.

La aplicación de políticas neoliberales y el ALCA constituyen una combinación fatal para los esfuerzos nacionales por llevar adelante proyectos sanitarios y de medicamentos, aunque quizás no sea un tema a tratar por la reunión ministerial de Miami.

Con los mercados abiertos a las transnacionales, laboratorios e instituciones locales de investigación pueden ser borradas del mapa, por la desigual competencia de empresas que les superan en tecnología, experiencia y capital.

La propia seguridad social no está exenta de ser adquirida y administrada por capitalistas foráneos o locales, lo cual convierte a sistemas nacionales de prevención y atención a jubilados y desvalidos en un negocio con fines de lucro.

Médicos Sin Fronteras exhortó al gobierno español a pronunciarse en la recién celebrada XIII Cumbre Iberoamericana en favor del acceso universal de los medicamentos.

Resultó llamativo que el mensaje de la llamada Cumbre Social Alternativa a los jefes de Estado y Gobierno presentes en Santa Cruz de la Sierra, fuera transmitido por un médico naturalista boliviano, cuyo oficio y sabiduría también están en peligro con el ALCA.

Días antes de iniciarse la Cumbre Iberoamericana, ministros de Salud del continente coincidieron en considerar la accesibilidad a los medicamentos como una de sus prioridades.

Al participar en el Primer Congreso Internacional del Medicamento, en Buenos Aires, los funcionarios consideraron que las leyes de patentes causaron abusos en los precios de los fármacos durante las últimas décadas.

"Al margen de los matices de cada uno de los países, todos concluyen en que el acceso al medicamento constituye una grave inequidad en todos los países, pero es especialmente aguda en América Latina", dijo la titular de Salud argentina, Ginéz González García.

De ello dan fe índices de salud que evidencian las asimetrías en la distribución de la riqueza y calidad de vida de los latinoamericanos, en particular de los 220 millones de pobres.

Pocas esperanzas otorga el ALCA a sectores vulnerables de la región, en particular mujeres y niños, con marcados índices de morbilidad y mortalidad.

Según el Centro de Perinatología y Desarrollo Humano, dependiente de la Organización Panamericana de la Salud, al menos dos mujeres murieron cada hora el año pasado en Latinoamérica y el Caribe durante el parto. La pobreza y falta de atención médica fueron las causas fundamentales.

Durante el 2002 perdieron la vida 190 de cada 100 mil partos, pero el promedio en países como Haití y Bolivia, con 523 y 390 muertes, bién pudieran formar parte de las estadísticas de algún país del Africa subsahariana.

Más de un funcionario estadounidense asegura que con la apertura de los mercados y las privatizaciones, componentes del libre comercio, los latinoamericanos vivirán mejor. Pero en tales condiciones el ALCA más bien se perfila como una terapia equivocada, con perniciosas secuelas para la salud del continente.

 

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Orlando Oramas León

Orlando Oramas León

Periodista cubano, subdirector del diario Granma.