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Horacio Labastida: "La realidad de Cuba es la negación dialéctica del imperialismo"

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En Coyoacán, legendario refugio de la intelectualidad mexicana, vive, rodeado de libros, Horacio Labastida, politólogo, jurista o sencillamente investigador de la Universidad de México, como prefiere presentarse él. Para verle hay que trascender un laberinto de estantes desbordados de obras y llegar al breve espacio donde se conversa, pero desde el cual se ven más libros aun. La suya es esa casa que sueña tener cualquier lector impenitente. ¿O es una biblioteca  donde  vive gente?

Labastida tiene  más de 80 años y el peso de esa vida marca pausas en el diálogo y en el paso, pero no en  la  pasión y la lucidez con que recibe nuestra solicitud de entrevista. "Voy a escribir un libro sobre Cuba", creo entenderle mientras preparo las condiciones para que la grabadora haga lo suyo y yo pueda llevarme la letra y el espíritu total de sus palabras. Y ya no hace falta una pregunta para empezar. Apenas un ¿cómo? y, en la mejor tradición de la fascinante oratoria mexicana,  el investigador  devela su próximo sueño:

 "Desde hace tiempo, no desde hoy, tengo la idea de escribir un libro sobre el estado cubano. Me parece importante que una conciencia extranjera, singularmente mexicana, reflexione sobre lo que ustedes han construido como estado socialista.

"En ese libro primero estarían todos los antecedentes, porque realmente desde 1868, con la rebelión de Céspedes, Cuba ha estado en una batalla permanente por su independencia. Creo que dos grandes revoluciones: la de Céspedes y después la de Martí,  abrieron el camino hacia algo nuevo en Cuba.

"Querían ser independientes y libres, es cierto, pero realmente también querían construir una nueva sociedad, y dentro de ella,  lo que luego  el Che y Mao llaman el hombre nuevo. Esto se advierte en muchas de las reflexiones de Martí. ¿Cuál es la novedad, a mi juicio?  La idea de construir una sociedad y un estado libre y justo.

"Porque toda la democracia moderna habla de la  libertad, pero se olvida de la justicia. El problema de la justicia ha sido planteado tantas veces en la historia de la cultura del hombre...

"Pero Cuba logró algo que no tiene precedentes: logró transformar la demanda de justicia  y de libertad en un estado.

"De tal modo, Cuba es un ejemplo, no solo para la América Latina, sino para la humanidad. El socialismo soviético no logró ese propósito y Cuba lo está logrando desde 1959. Ese aspecto histórico-político,  formaría la primera parte de mi libro. "Yo pienso que hay tres concepciones jurídicas centrales en la Cuba Socialista. La primera es lo que ustedes llamaron la Ley fundamental de 1959. Después de esa ley fundamental y hasta 1976, cuando sancionaron la primera constitución, hay un salto largo pero una experiencia histórica enorme, porque a la primera ley se agregaron las medidas que realmente transformaron a Cuba en un estado justo, que son la Reforma Agraria, la Urbana y la Financiera y algo que es admirable hoy en Cuba, la Reforma Educativa.

"Estuve, afortunadamente para mí, 15 días en La Habana, hace relativamente poco tiempo y varios amigos me hablaron de un logro central: la posibilidad de que los cursos de la escuela primaria, secundaria y media, estén atendidos por un profesor por cada 20 alumnos. Esto no tiene antecedentes en el mundo entero, ni en el pasado, ni en el presente.

"Además, tienen una apertura total a la Educación Superior. Yo estuve en la Universidad de La Habana  varias veces y me quedé impresionado con el número de estudiantes y de maestros que están en una permanente actividad. Es decir, en este momento Cuba es el número uno en el nivel educativo. Ni en los Estados Unidos ni en Europa hay algo que se le parezca, mucho menos en América Latina.

"Un país donde ya no hay analfabetos; donde la gente lee y se produce una cantidad enorme de libros,  que además son regalados...es algo incomparable.

"La segunda parte de mi libro es cómo lograron ustedes crear ese estado libre y justo. Primero, ley fundamental 1959 y decretos que se le agregaron a esa ley. Segundo la conquista jurídica de lo que se llama la constitución de 1976. Esa constitución yo la he estado comparando con constituciones avanzadas de nuestro tiempo, con la constitución soviética, con la china, con otras constituciones avanzadas y realmente la cubana me parece la más avanzada de todas.

"¿Por qué?

"La constitución cubana no solo garantiza de una manera cabal las libertades individuales -lo que ahora llamamos los derechos del hombre- los garantiza plenamente en el entorno y el marco socialista. Pero hay una cosa más importante: las garantías sociales, es decir los derechos sociales del pueblo están plenamente garantizados. Y en tercer lugar me parece que hay un avance enorme en cómo el gobierno refleja en sus decisiones la voluntad del pueblo.

"Aquí en México hubo en enero del 1994 una rebelión notable, la de los zapatistas de Chiapas. Ellos establecieron un principio: "la democracia es una organización por medio de la cual el que manda, lo hace obedeciendo". Yo le diría, la mayor cualidad de la constitución cubana  de 1976 es que refleja este pensamiento. Al organizar el estado democrático cubano, lo hacen de tal manera que la autoridad en sus decisiones mande, obedeciendo al pueblo cubano. Esa unidad entre autoridad y pueblo, es lo que le da la característica fundamental al nuevo estado que ustedes están construyendo en Cuba.

"Luego vendría el análisis de la gran crisis cubana de los noventa, cuando el mundo soviético se viene abajo, la Europa oriental se viene abajo y Cuba se queda colgada de una nube. Entonces vienen las reformas de la constitución en 1992. Se presentan una serie de reformas a la legislatura popular, a la constitución y se van analizando cuidadosamente estas reformas en los debates que se dan en el órgano constitucional. Esto lo discutía en La Habana con dos notables personas, el presidente Ricardo Alarcón, con quien tuve la ocasión de hablar largamente y con el Decano de la Facultad de Derecho, el Doctor José Luis Toledo  y estoy esperando que me envíen copias de los debates que se dieron para las reformas de 1993.

" Desde que se hicieron las reformas, desde que se abrió la economía socialista a la inversión extranjera, inclusive, posiblemente norteamericana,  Cuba logró equilibrar el poder del dinero -que siempre se vuelve un poder político- con el poder moral que en Cuba es el poder político.

"Aquí aparece una diferencia muy importante. El capitalismo vive bajo el  principio de que "el poder económico, es poder político". El socialismo cubano vive con  otro principio: "el poder moral, es poder político", esa una diferencia radical y entonces surge un ejemplo que no tiene precedentes en la historia universal: Cuba logra equilibrar la fuerza del poder económico y el poder moral y consecuentemente logra mantener el socialismo cubano frente al imperio económico.

"Pero hay una prueba más, que a mí me ha impresionado también profundamente. Hasta 1990 todo el mundo decía que Cuba era un satélite de la Unión Soviética, igual que la Europa Oriental. Cae la Unión Soviética, la Europa Oriental se viene abajo, pero Cuba renace y toma fuerza propia dentro del socialismo. Es decir Cuba ha probado en los pocos años que van del 1992 al presente, que no son muchos, que puede convivir con el capitalismo sin alterar las categorías socialistas que constituyen su estado. Que no era un satélite de la Unión Soviética, sino que tenía alma propia. Por eso yo aplaudí con gusto ese artículo de la constitución que en las reformas dice que el estado cubano es un estado socialista, marxista leninista y martiano, porque ahí está no solo la doctrina de Martí, sino el espíritu martiano que hay en la sociedad cubana. Ahí está  parte de su grandeza.

¿Será por eso, Horacio que hay tanta furia con y tanta campaña contra Cuba?

Hace poco, un grupo de profesores universitarios mexicanos fuimos invitados por el ministro de Cultura Abel Prieto, a discutir con un grupo de intelectuales cubanos. Ahí se planteó este problema que usted me acaba de decir y entonces yo dije que debe preocuparnos mucho porque esto se transforma  en una amenaza norteamericana contra Cuba.

"La verdad  es que la realidad socialista de Cuba es la negación dialéctica del imperialismo. ¿Por qué? Hay una cosa fundamental. El imperialismo vive con la ley del capitalismo que es la ganancia. El capitalismo desde que aparece, en su forma comercial o industrial tiene una ley esencial que es su ganancia. Si las ganancias se vienen abajo, el capitalismo desaparece, si las ganancias en el mundo se vinieran abajo, el capitalismo dejaría de existir. La ganancia es existencial para el capitalismo, porque es lo que le permite acumular capital. En cambio el sistema socialista cubano -y subrayo el adjetivo cubano- no plantea el problema de la vida como ganancia sino que plantea el problema de la vida como justicia. Para el hombre cubano no tiene importancia el dinero, sino la justicia.

"Y en el fondo ¿qué es la justicia?.  Para definirlo con cierta facilidad, la justicia es una forma de vida equitativa, en la cual no hay explotadores, ni explotados, ni dominantes, ni dominados. Pero yo quisiera agregar algo más a esta idea. Yo creo que la justicia se identifica con el amor. Pienso que en Cuba se está formando una sociedad donde  amor y justicia predominen en las convivencias de unos y otros. Esto es francamente admirable. Una sociedad donde los hombres y las mujeres, los seres que forman la sociedad, las familias, se entreguen unos a otros por amor, con un esfuerzo cooperativo por hacer a la humanidad feliz; me parece un experimento que debemos subrayar, acentuar y transmitir a todas partes.

"Por esto que le estoy explicando, es por lo que me decidí a escribir -.y lo voy a hacer- el libro sobre el estado cubano, señalando todas estas características de las que hemos hablado, innovadoras en la organización política de un país. Y, además, porque quiero participar en ese mensaje de amor.

"A mí me gustaría mucho que en México ocurriera, en este sentido, una cubanización, que no es nada difícil, porque los mexicanos y los cubanos estamos unidos por muchas razones.

"Una de esas razones está en mi último libro, que dediqué a un hombre mexicano admirable, un senador que se llamó Belisario Domínguez. Él fue quien  hizo la defensa de la patria frente a la agresión del peor de los dictadores que hemos tenido: Victoriano Huerta, quien fue organizador de un estado criminal.

"En esa época hubo una crisis terrible. México, con Madero, había triunfado sobre otra dictadura, la de Porfirio Díaz y apenas se estaba tratando de organizar el país -nuestra constitución es de 1917 y esto que estoy contando ocurrió en los años 1911-1913-, cuando Victoriano Huerta tomó el poder por la fuerza militar, apoyado naturalmente por quienes apoyan siempre los crímenes en América Latina, por el embajador Wilson,  de los Estados Unidos, un personaje que además era alcohólico profundo (parece que muchos políticos norteamericanos son alcohólicos profundos).

"Victoriano Huerta, en un momento, dado decidió prender a Madero y a su Vicepresidente que era Pino Suárez, los metió a la cárcel y era evidente que los iban a asesinar. Y de todas las representaciones del mundo que estaban en México, la única representación viril, honesta y noble fue la cubana. El embajador cubano Manuel Márquez Sterling habló con Wilson y con Victoriano Huerta, e hizo todo lo posible para que Madero y Pino Suárez se alojaran en la embajada cubana, en primer lugar; y se comprometió inclusive a llevarlos a La Habana, en un barco que pidió y le mandaron a Veracruz.

"No lo logró porque Huerta asesinó simple y sencillamente a Madero y a Pino Suárez. Pero ese hecho de un embajador cubano tratando de salvar a dos héroes mexicanos de la brutalidad de un dictador local, unido y apoyado por la embajada norteamericana es un hecho que los mexicanos no podemos olvidar nunca; y esta es  de las cosas que nos unen profundamente a Cuba, y muchas más. No se olvide que Martí estuvo aquí en México dos veces y aquí fue recibido en grande, con todo lo que se pudo y amó profundamente a México. Mella también estuvo acá, fue asesinado aquí en México por ordenes de Machado, y muchos cubanos nos han acompañado y muchos mexicanos hemos estado allá.
Usted decía que Cuba viene siendo la antítesis del imperialismo, y por eso el afán en bloquearla, en destruirla. Pero en los últimos tiempos el imperialismo se ha encontrado un aliado muy cómodo y que parecería inaudito. Muchas izquierdas se han apresurado a cuestionar a Cuba y a cerrarle las puertas junto con la derecha de una manera que a veces confunde.

¿Y por qué será que ahora hay una izquierda tan propensa a condenar un ejemplo de sociedad que lo único que quiere es ser distinta y ser diferente? 

"Yo pienso, que en el fondo hay una decisión del imperialismo norteamericano, que viene desde 1823, con la doctrina Monroe. Cuando se le dijo a Europa que ya no se metiera más en América Latina. ¿Por qué esta idea de Monroe? Porque los Estados Unidos desde entonces son un país fundamentalmente capitalista; su revolución de 1776 es puramente capitalista, no liberó a los esclavos. Naturalmente ahí floreció en grande el capitalismo como en ningún otro lado del mundo, porque en Europa tenía los frenos aristocráticos pero en América no. Esa doctrina ya traía implícita la idea de que América Latina debía ser dominada plenamente por los Estados Unidos, no solo para ofrecerles a los empresarios mano de obra barata, sino también materias primas baratas.

"Esta batalla viene desde 1823 hasta el presente, es decir tiene casi dos siglos de dominio. Hay un argentino maravilloso, Gregorio Seltzer que publicó un texto en con una relación detallada de todas las intervenciones ilegítimas de Estados Unidos en América. Ese es un hecho, la decisión imperial de tomarse para sí a América Latina. El otro hecho es la necesidad imperial de dominar políticamente a América Latina y el ejemplo lo puso en Cuba con la Enmienda Platt.

"Estados Unidos quiere que cada país americano sea una república totalmente "libre", nada más que sin soberanía (ríe), como la Enmienda Platt lo establece. Yo pienso que esta enmienda es el arranque del imperialismo americano en América,  a principios del siglo pasado. Así han venido generando en cada país latinoamericano una conciencia pro-imperialista, y la han venido cultivando por uno y otro lado y hoy tiene una gran fuerza entre las élites latinoamericanas a tal extremo que no hay un solo país latinoamericano que sea verdaderamente democrático.

"La democracia la inventaron los norteamericanos en su constitución de 1787 y ahí crearon un sistema electoral como base de la democracia. Ese sistema electoral era una elección, pero no universal de quienes iban a manejar el aparato gubernamental, sino una elección indirecta. Unos cuantos representantes elegirían al presidente. Eso hizo posible que en las elecciones de 2000, Bush resultara presidente por minoría, porque el voto ciudadano fue contra él y el voto de los representantes a favor de él, por el entendimiento que tuvo con los cubanos de la Florida.

"Esto muestra lo que es realmente la democracia en los Estados Unidos y en  América y en el resto del mundo donde hay una democracia falsa, que no responde a la voluntad del pueblo, sino que responde a las elites norteamericano-locales de cada nación.

"Eso se ha logrado con mucho éxito a pesar de tantas batallas que se han dado en América Latina. Los gobiernos de allí, con excepción de Cuba y lo subrayo, son lacayos del imperialismo norteamericano. El caso más reciente es Bolivia, un pueblo maravilloso que se levanta contra un presidente y el presidente de los Estados Unidos hace declaraciones expresas de que él apoya al presidente boliviano y el presidente boliviano habla con acento inglés.

"Lo primero es la convicción de Estados Unidos de apoderarse de América Latina con un criterio capitalista. Lo segundo es crear el modelo plattista de dominio de cada país y después viene como tercero  la corrupción, manejada en grado enorme.

"La corrupción tiene dos aspectos: uno material que es la compra grosera de voluntades. Ellos han convertido la conciencia política en una mercancía y entonces hay que comprarla simplemente. Lo otro es un sistema de convencimiento terrible, tramposo que se logra por medio de la propaganda.

"Hay una propaganda aplastante en América Latina, donde se trata de subrayar que los valores supremos a los que hay que aspirar, son los valores norteamericanos o los que la alta burocracia define como los valores norteamericanos.

"Hay quienes se entregan por convencimiento. Los han manipulado su conciencia de tal manera que creen que Estados Unidos es realmente el sueño americano y otros se entregan por venta.

"Entonces,  los Estados Unidos, en relación con Cuba, han manejado estos dos instrumentos con todo el poder que tienen. Han comprado inclusive conciencias de la izquierda para pedir que ataquen a Cuba porque les conviene. Porque, qué mejor ataque a Cuba, un país de izquierda,  que el que provenga de las aparentes izquierdas de América Latina y de Europa, que no son en realidad de izquierda. Qué mejor para Estados Unidos que hacer ver que Cuba no es un país socialista, sino que es un país de dictadura, algo  totalmente falso  que ellos tratan de fundar en la permanencia de Fidel en el poder.

"Yo fui testigo de algo que nunca había visto en ningún lado del mundo y he visitado casi el mundo entero. Cuando la Unión Europea decidió alejarse de Cuba y lo declaró, hubo una manifestación popular contra dos embajadas, la Italiana y la española, por considerar que sus líderes habían contribuido a esta declaración de la U.E.  Yo estaba alojado en un hotel desde donde podía ver el malecón. Vi como se reunían la gente en ese malecón enorme de la Habana, vi como gritaban Viva Cuba, Viva Fidel y habían miles y miles de gente y otra cosa que no vi directamente, sino por televisión, porque no pude salir del hotel; vi cómo el Comandante iba del brazo de las personas que iban desfilando.

"Pienso que Fidel Castro es de los pocos grandes líderes auténticos que se han dado en la Historia. Pensemos en Lenin y en otros más, pensemos en México en  Morelos y Zapata. Simplemente eran el reflejo de su pueblo. El gran líder es esto. El gran héroe es una persona colectiva, no individual. Yo creo que esto es Fidel Castro en Cuba, pero hay algo más que quisiera agregar.

"Entré en relación con muchos de los ministros actuales de Cuba. A Ricardo Alarcón le decía que me sorprendió su juventud, él es de los más viejos y es un cincuentón; pero hay otros más jóvenes como Abel Prieto, un muchacho que anda con el pelo suelto, como un joven de la universidad.

"El poder político en Cuba está en manos de una nueva generación. No es la generación de la Sierra Maestra, es totalmente una nueva generación formada en sus universidades y en las batallas de Cuba por su libertad y su justicia.

"Yo se lo pregunté a Fidel en una entrevista que pude tener con él en una cena a la que nos invitó ¿qué representa Fidel en estos momentos? Representa el punto de unión de los valores históricos revolucionarios con los valores nuevos de Cuba y le hice un comentario. Yo estaba en Moscú cuando Andropov era el Secretario General. Oí un discurso que pronunció Andropov (con traducción) en la Cámara Legislativa de Moscú, en donde dijo que ya era el momento en que la Unión Soviética pasara de la dictadura del proletariado al socialismo democrático. Me pareció importantísimo ese hecho y lo comenté con algunos amigos soviéticos de aquel entonces. Todos ellos veían con entusiasmo la actitud de Andropov, pero él se murió, porque tenía algo así como ochenta años. Es decir, la Unión Soviética mantuvo una gerontocracia y eso es muy grave, eso contribuyó a la caída de la Unión Soviética.

"En Cuba hay esa novedad, no hay persistencia de los más viejos en el poder, al contrario el poder se ha renovado de tal manera que las nuevas generaciones están mandando en Cuba y están construyendo el socialismo. Pude tener información de economistas notables que han auxiliado mucho a la preparación de la innovación cubana de convivencia con el mundo capitalista de hoy. Todos son profundamente cubanos y martianos y están manejando conceptos económicos totalmente innovadores, los conceptos económicos que un país libre y justo necesita y que contrastan con las categorías económicas clásicas del capitalismo. "Creo que se está formando además, en Cuba, en esta innovadora época, una nueva doctrina económica, social y política y esto es lo que forma la grandeza de este país.
"La culminación, como lo señalaba Che Guevara en alguno de sus escritos, es formar al hombre nuevo que tenga una conciencia socialista en lugar de la burguesa, el hombre nuevo que ya no se preocupa por la ganancia sino por la convivencia creadora de los hombres, por el cultivo de los grandes valores humanos.

"El proceso está en camino, no se ha culminado, no hay todavía un hombre nuevo cabal en Cuba, pero lo notable es que se está formando.

Usted me emociona cuando habla de mi país desde su visión de hombre con conocimiento y con cultura respecto a Cuba y por supuesto el panorama es hermoso, pero también dentro de Cuba hay muchos jóvenes que no se han podido librar de la influencia del consumo que vende, por ejemplo el cine norteamericano, de hecho este es el cine que más se ve en Cuba, porque ya casi  no hay otro. Pero no todos se han podido librar de la contaminación de la idea de que el progreso es tener cosas más que ser un ser humano. La idea mía es  que se va cumpliendo el sueño que usted ha planteado, que cada día somos más los que somos felices con ser sin tener, pero todavía quedan muchos que no lo han descubierto. ¿Cómo usted ve, hacía el futuro, que pueda la humanidad desprenderse de ese atavismo que lo hace aferrarse a lo material desdeñando el crecimiento espiritual?

"No me sorprende, siempre pensamos que lo más importante es tener cosas, desde nuestra abuela Lucy, aquella que inició el origen del hombre en África, hemos vivido realmente, llamémosle en sistemas de producción, que nos han inducido a pensar que lo único importante que hay en la vida es tener y acaparar. Lo único importante en términos modernos es tener dinero, no me sorprende. ¿Cómo vencer esto?. Tuve una plática con el Comandante breve y a mí me sorprendió que nos hablara constantemente de la educación, es un tema casi obsesivo en su platica. Aquella noche hablamos con él desde las nueve de la noche hasta las cuatro de la mañana -nosotros salimos hechos pedazos, y él no-. Entonces yo le preguntaba por qué le dedica tanta pasión y tanta reflexión a la educación y él me dio una respuesta que me convenció totalmente: "Porque la única manera de entender las cosas es educando a un niño y la única manera de transformar la conciencia del hombre es por la vía educativa".

"En la medida en que Cuba siga educando a sus masas y en la medida de que esa educación se corresponda con una realidad, no  solo con una ilusión, en esa misma medida el hombre cubano se irá transformando. Por ejemplo en Cuba todavía hay prostitución y comentaba yo con mi esposa ¿por qué hay prostitución?, si aquí todo el mundo tiene derecho a una despensa muy barata, tiene derecho a la salud sin costo alguno, eso me consta a mí, tiene derecho a la educación sin costo alguno, tiene una multitud de derechos sociales. ¿Por qué todavía hay mujeres que buscan en la prostitución allegarse dinero?

"Ese es el problema. A pesar de todas las ventajas cubanas, hay personas que siguen en una conciencia burguesa. Esa conciencia burguesa tiene un apoyo de siglos y siglos en la civilización humana. ¿Cómo cambiar  esa conciencia burguesa? El único camino, creo yo, es el que señalaba el Comandante en nuestra plática: la educación.

"La educación es para que el hombre entienda y ponga en práctica lo que entiende. Cuando comprenda y entienda que la esencia del hombre no es la materia sino la riqueza espiritual que está dentro de su conciencia y la cultive y perfeccione, en la medida en va entendiendo más eso, irá creciendo el hombre nuevo y sustituyéndose la conciencia de amor por algo que me ocurrió a mí en lo personal.

"Como a los ocho días de estar en La Habana, comencé a tener molestias en los ojos. Entonces le dije a mi esposa: dónde podemos ver a un oftalmólogo y le preguntamos al taxista que nos iba a llevar a la Habana Vieja. Él me dice: oftalmólogo aquí no hay, aquí lo que hay es un sanatorio de oftalmología. Le dije: pues lléveme ahí.

"Llegamos allí (al hospital conocido como La Ceguera). Nos recibió una doctora muy joven en un pequeño salón, sin excesos, sin la ostentación que vemos en México con los hospitales del Seguro Social. Había una mesita,  yo me senté al lado de la doctora y me dice: ¿qué le pasa? Yo le dije: mire cómo tengo los ojos doctora, me miró con sus aparatos y me dijo: lo que tiene usted es una conjuntivitis muy fuerte. La doctora le explicó a mi esposa lo que debíamos hacer  y le entrego la receta. Después abrió una cajita,  sacó un medicamento y dijo: "de esto se pone una gota en la mañana y otra en la noche. Se va a aliviar y si no, lo espero aquí. Mi esposa le dijo ¿Cuánto le debemos? No, no es nada ."Pero mire doctora es por la medicina", insistió y ella dijo "no,  tampoco es nada, aquí la medicina y la consulta son totalmente gratis".

Ahí tienes la nueva conciencia. Si hubiera habido mala conciencia, tramposa, ella se hubiera aprovechado de este extranjero y hubiera dicho " yo le saco unos dólares, americanos". Pero no, fue totalmente sincera."

Me habían dicho que fue Usted rector de la Universidad de Puebla, pero todas sus referencias hablan de la UNAM...

"Lo fui,  pero tuve conflictos con el gobernador, Avilas Camacho. Las diferencias con él me hicieron sentir que mi vida peligraba y decidí regresar definitivamente a la Ciudad de México. Aquí estudié filosofía cuando pude, aquí he estado siempre, aunque yo nací en Puebla, por eso había regresado allá cuando me invitaron a la rectoría de la universidad  en 1952."

¿Cuántos años estuvo?

Cuatro años era el término, pero cuando llegó este señor de gobernador pues me amenazó por la independencia que yo mantenía con respecto al gobierno. Por eso decidí retornar a México. Afortunadamente estaba de rector de la UNAM Luis Garrido, un hombre al que quiero mucho aunque ya murió hace muchos años. Con él me incorporé de inmediato a  la UNAM y a la vida académica. Me presenté a concurso para un curso de Ética y lo gané afortunadamente. Después hice un segundo concurso en la escuela de Sociología y Economía y también lo gané. Luego se fundó la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y me invitaron como profesor a tiempo completo. Actualmente solo soy investigador. A mi edad es muy agotador dar clases con el compromiso de escribir todo lo que pueda.

Debe haber sido muy arduo  mantenerse éticamente incorruptible...

Sí, fue muy difícil. Pero tengo una inspiración que me viene de lo profundo. Yo lo atribuyo,  como diría el Comandante, a mi educación.

 

 

 

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Arleen Rodríguez Derivet

Arleen Rodríguez Derivet

Periodista cubana y conductora del programa de la televisión cubana "Mesa Redonda", que transmite una emisión especial para Telesur. Es coautora del libro "El Camaján".