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“Isabela” busca un sol que demora en salir

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Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Nada más doloroso que aquella mañana. Los colchones escurrían sal y desidia a pie de calle, en los muros, en un banco del parque. A escobazos Mariló sacaba agua de su casa y Carmen, con una fuerza violenta, enderezaba clavos junto al único horcón que “Irma” les dejó.

“Aquí llueve todos los días y el tormento no acaba. ¿Acaso el ciclón ya se fue?”, preguntaban. Cuán egoísta fue mi pensamiento camino a Isabela de Sagua cuando daba gracias por el cielo tan nublado que nos amparaba.

Veinte días después del paso del “huracán del siglo” por la península, llegué con Ismael al poblado pesquero, única salida al mar de Sagua la Grande, municipio villaclareño. Allí creí encontrar el rastro de “Irma” y no sus ráfagas, imaginé que sus huellas estarían en el alma y no por doquier. Erré el tiro.

Atravesamos Isabela, esquivando los escombros que aún pululan en sus calles, para entrar por La Punta, donde el pueblo nace a flor de agua. Mientras tres señoras acopiaban —cubo a cubo— el agua necesaria para tomar y cocinar, el conductor del tractor gritaba: “Por favor, lo más pronto posible que el pueblo está seco”.

María Caridad Trejo Monzón tiene 72 años y está “desquiciada” porque su hijo “vaga desde que pasó el desastre”. Dice que busca las cosas que se perdieron. “Mi niña, el mar acabó con ‘tó’, la ropa, los colchones, la casa. Solo tenemos dos planchas de fibro y el caballete. Esto ha sido tremendo”, asegura la señora que anda sin consuelo de un lado a otro.

Cuentan los pescadores que ni en 1933 el agua llegó a la Salina, a casi dos kilómetros de la costa. “La marea atravesó Isabela de lado a lado, nadie podía imaginárselo, nos confiamos mucho”, reconoce Rubén Toledo Sariol, testigo de cuatro huracanes —Kate, Michelle, Lily e Irma—.

Los isabelinos aún no entienden cómo el huracán categoría 5, que los azotó el 9 de septiembre de 2017,  pudo ser tan violento. Y es que este puerto fue abrazado por las paredes de “un ojo muy poderoso, que no tocó tierra aquí, pero pasó muy cerca” —apunta Rubén—. El Comandante en Jefe siempre anunció el cambio climático y aquí lo tenemos”, les dice a los vecinos que se han sumado a nuestra conversación.

Al escuchar el revuelo, Isabel sale desesperada del fondo de una vivienda que se redujo a un cuarto y a una cocina, porque del resto solo quedó el piso sepultado por arena y cascajos. “Vayan a ver a mi mamá en Marina 1009, tiene los pies muy inflamados. Está durmiendo en un sillón, porque mi sobrina es esquizofrénica y no quiere que la vieja duerma con ella en el único colchón que se salvó. Dicen que hoy comenzaron a dar nuevos, pero para los derrumbes totales y el caso de mi mamá es parcial”, comentó la hija de Dignora. Al llegar al umbral de su casa, la anciana nos miró y dijo: “¿Me van a ayudar con mi casita?”.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Dignora, en Marina 1009, Isabela de Sagua. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

 “Isabela”, ¿desesperada?

En una bahía bastante extensa nace el puerto que tanta gloria y pesar le ha traído a Isabela. El de los barcos mercantes y las salidas ilegales, el punto donde el Río Sagua vacía sus bondades y se hace inmenso. Un puerto y un río coronan a la otrora “Venecia caribeña”, bendiciones de otros tiempos que el huracán Irma convirtió en una avalancha de lodo y agua salada.

En la mañana del jueves 7 de septiembre, los isabelinos dejaron desierta la villa. Del poblado viejo salió todo el mundo. Unos fueron para la Nueva Isabela —936 personas se refugiaron en casa de familiares y amigos—, el resto se cobijó en el centro de evacuación de Sagua la Grande.

“El pueblo conoce cuando la situación es grave y aquí no quedó nadie, el resultado es que no se arañó nadie, ni un solo herido, lo que nadie cargó con las cosas”, dice Toledo Sariol.

María Dolores Santos Morejón, ‘Mariló’, perdió la computadora, un aire acondicionado, los ventiladores, el televisor, la lavadora, “por suerte el refrigerador arrancó, pero lo que más me duele es el librero, con mis tesoros de toda la vida”, cuenta la maestra jubilada.

“Nosotros sí queríamos sacar nuestras pertenencias, pero en los 14 camiones que habían en el parque no cabían las de toda la población. Además, ¿para dónde las íbamos a llevar? Yo estaba  en un apartamento de dos cuartos junto a otras 15 personas, ahí no cabía ni un lápiz. Habilitaron un almacén de acopio y también perdió el techo”, explica María Dolores.

“Cuando entramos después del ciclón, el lunes 11, apartábamos los televisores, las lavadoras, los colchones…, para poder pasar. La marea sacó todos los equipos de las casas. Los dejamos encima de las mesas pero fue por gusto. Hay mucha gente afectada”, describe Rodrigo Oscar.

“Donde más daño hizo en Cuba fue aquí, mi santita. Mira el desastre. El técnico de la vivienda vino y midió, pero ya no sé cuántas planillas han hecho. Ahora voy a buscar la mía. Se están haciendo muchas cosas buenas, pero otras muy injustas y eso no me gusta”, dice Leida Canal Romero.

Toledo Sariol, el pescador deportivo que solo pudo salvar su ropa de salir anda impecable en días de mugre y basura por todas partes: “Hicieron un levantamiento y luego otro, pero los materiales no llegan a la gente. Vayan a Guardafronteras para que vean las planchas de fribrocen. No las acaban de repartir, hay mucha demora. Hace 72 horas que no para de llover, nos estamos mojando y hay que esperar por la lista”.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Mario Fidel Morales Herrada, presidente del Consejo de Defensa de Isabela de Sagua. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

El puesto de dirección, al pie de los muelles maltrechos por el tiempo, estaba rodeado de decenas de mujeres. Allí, en medio de los montoncitos de planillas —que guardan la esperanza de tantos—  estaba Mario Fidel Morales Herrada, presidente del Consejo de Defensa de la Zona 050307 de Isabela de Sagua.

“La afectación fue fuerte en el poblado, principalmente en los techos, prácticamente desaparecieron de la faz de la tierra un grupo de viviendas. El Consejo tiene 664 casas, de ellas, 178 sufrieron derrumbes totales, 130 parciales, 76 perdieron el techo completo y 236 parcialmente. El 90 por ciento sufrió alguna afectación”, declaró Fidel Morales.

“Primeramente estamos trabajando con los casos sociales que nos llegan y con los derrumbes totales. Como ven hay un asedio total al puesto de dirección, porque hay personas que quieren rectificar la planilla, pero este es un proceso lento porque no puede fallar, porque uno tiene que tener bien claro lo que está haciendo, lo que estás dando”, aseguró el presidente.

‘Fidelito’, como lo conocen en el pueblo, explicó que “hay personas que se ponen nerviosas, pero realmente tenemos que hacer un proceso lento. Ya los compañeros de la dirección municipal nos autorizaron hoy a empezar a dar materiales. Ya hemos dado un nivel de colchones.

—¿Cuándo me habla de un nivel, a qué cantidad se refiere?

—Aproximadamente 36 colchones, a las personas que perdieron totalmente la vivienda, porque no tienen que pagarlo y nos fue más fácil.

—¿Cómo se asignan los colchones?

—Si hay un matrimonio con dos niños, se le da un camero y dos personales. No es por reposición, es por lo que la Zona ve. Hay personas que nos han planteado que tienen cuatro o cinco colchones que se le han mojado, pero este trabajo no es por reposición, sino por afectación de la vivienda para que puedan seguir su vida normal.

—Y el resto de los que perdieron sus colchones.

—Serán bonificados al 50 por ciento, pagarán 950 pesos por los colchones cameros y 325 por los personales.

—¿Y el que no tiene 950 pesos para un colchón?

—Tiene la posibilidad de pagarlo a crédito, no en cinco años, sino en 15. Imagínate el que tenga que pagar 300 pesos en 15 años.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Mariló, una maestra de toda la vida amanece cada día con las botas de agua puestas. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

María Dolores le arrancó el fango a sus paredes a cepillo limpio pero no quiere hablar, “para no hablar”. Pero no se aguanta más: “Estoy de acuerdo con que se prioricen los derrumbes totales, pero aquí todos perdimos los colchones. La mayoría de los isabelinos estamos durmiendo en tablones. Cada lugar tiene sus particularidades y cada familia es un caso, independientemente de si lo perdió todo o solo una parte”, dice.

Alguien pasa camino a Las Carboneras y le grita, cuéntale la historia de tu niño. Ella responde: “No quiero hablar nada personal, todo en aras del colectivo”. Ismael enfoca en dirección a la acera, debajo de una manta roja, donde un coche y una silla de ruedas esperan a un sol que no sale.

Agilizar las manos

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

“Irma” se paseó a sus anchas por la costa norte del archipiélago, muchos son los territorios que están afectados y el Estado cubano ha descentralizado los recursos para resarcir los daños, los ha puesto en manos de los dirigentes de cada sitio afectado. Y la responsabilidad de hacerlos llegar al pueblo no es de una persona sino un grupo de trabajo, del municipio y la provincia. Pero una firma no debe impedir que lleguen con la inmediatez que la gente lo necesita.

Las manos de quienes permanecen más de 15 horas en un pequeño local, hacinados y atendiendo a decenas de personas a la vez, entregaron cocinas, agua y comida gratuita en las primeras semanas, agilizaron la venta de papa, arroz y galletas en la bodega. Pero también deben analizar cada situación familiar por separado, porque en este escenario las reglas se construyen de un surtido de excepciones. Tienen que agilizar la asignación de las planchas de fibrocen que esperan en un almacén mientras el vecino se está mojando.

“Isabela necesita una ofensiva rápido, no damos abasto por mucho que haga Fidelito, quien tiene su casa también afectada. En los primeros días se recogió la basura, pero esto no se acaba. Todavía queda mucho escombro pesado que no se saca a palas. Cada vez que alguien empieza a levantar su casita, porque el isabelino es emprendedor, saca escombros y hay que recogerlos. Necesitamos ayuda, mucha ayuda”, reclama la maestra.

Yunior Resino Ruiz, maestro en formación del preuniversitario de Sagua, anda con una fila interminable de estudiantes recorriendo las calles del poblado. “Los muchachos vinieron a ayudar a sus compañeros de estudio afectados por el embate de ‘Irma’ y a dar una mano en la recuperación, pero los mismos pobladores no lo creyeron saludable, porque temen que se enfermen, dicen que todavía hay mucha basura en las calles y se puede desatar una epidemia”, cuenta el joven en el portal de Mariló.

El presidente de la Zona de Defensa cuenta en ráfaga — están colapsados de tanto trabajo— que una brigada de campesinos de Camajuaní estuvo cooperando, que Etecsa está concluyendo su trabajo y que los eléctricos de Cienfuegos “lo hicieron muy bien, solo queda sin electricidad la Nueva Isabela, imagínate que no quedó un poste en pie y ellos los levantaron a la velocidad de la luz”.

“Todavía nos queda pendiente la limpieza, porque la gente —como están trabajando en los techos— sigue sacando basura, la carretera central la hemos limpiado seis veces y está llena”, afirma Fidel Morales.

Una pregunta en medio de la desesperación

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

¿Irse o no irse?, es la pregunta que por estos días se hacen y le hacen a los isabelinos. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Este poblado villaclareño se divide en dos comunidades: Isabela, “la vieja”, y la Nueva Isabela. A raíz de los estragos del huracán Kate en 1985, el Comandante en Jefe Fidel Castro indicó hacer viviendas alejadas de la costa para todo aquel que había perdido su casa. Así nació, a 12 kilómetros del mar, un asentamiento donde viven 882 personas, en orillas del Atlántico aún quedan 2 mil 167.

“Está demasiado lejos, un pescador siempre regresa al mar, lo necesita”, dice Elbio tocándose el pecho. Este señor vive con su hijo a dos metros del litoral y dice que de allí no se va, que levantará su casita cuantas veces sean necesarias.

“Pues yo sí me voy, se lo dije a Lazo, le pedí que nos hicieran un pueblo lindo, como el que nos merecemos, porque el país está gastando el doble, levanta nuestras casas y luego viene otro desastre y se las lleva. Lo que es del mar al mar vuelve, aunque la mía es de madera y no se la llevó porque mi abuela la construyó antes del ’59 y dejó cinco africanos enterrados ahí, yo sí me voy”, reitera Leida Canal.

Las tablas que forman las paredes del hogar de Leida están unidas por puro milagro, a través de ellas entra toda la luz que necesita, porque dice que “hay otros que no tienen dónde meterse ni dónde dormir y su familia sí”. Pero que si pudiera construyera más allá de las olas. “En esta época se vive en un sobresalto, ya me cansé”, aseguró.

¿Irse o no irse?, es la pregunta que por estos días se hacen y le hacen a los isabelinos, una interrogante no tan fácil de responder. La experiencia de la Nueva Isabela no salió bien, el sitio escogido está demasiado lejos de la costa; fue una excelente idea, pero mal ejecutada. El asentamiento está en medio de la nada e inacabado, lo que iba a ser la escuela es hoy un esqueleto de concreto sin vida.

Los isabelinos que lo perdieron todo y no quieren irse para la Nueva Isabela temen que los funcionarios declaren su casa como derrumbe total para que no los reubiquen. Sin embargo, la mayoría de los que entrevistamos alegan tener las maletas listas.

“Se está haciendo un trabajo de ubicar las nuevas construcciones en lugares que no sean afectados por el mar, porque esta vez la marea fue la que arrasó, rompió todos los récords, nunca en Isabela había llegado el mar a donde llegó”, asevera Fidel Morales Herrada, el presidente de la Zona de Defensa.

En la escuelita están terminando de montar el techo y las maestras entusiasmadas porque “el acto de reinicio del curso escolar del municipio será aquí”. En la posta médica, “una de las mejores de Cuba”, reina tanto sosiego que inquieta dentro de este amasijo de tristezas. Allá en el atracadero, una mujer duerme con su esposo en el barco.

Los muelles permanecen rotos y los pescadores en la zozobra de que si nadie los arregla suspenden la pesca. “Aquí hay mucho déficit de trabajo, el puerto cerró hace mucho tiempo, hay que traer comida a casa, las ofrendas que el mar nos da, decimos. Vender su pescadito en la ciudad, sobrevivir”, comenta el amigo de Toledo Sariol, que ve sentado cómo le ponen las tejas a su casa, “la voy a vender y me voy, aquí de los hermanos solo quedo yo”.

Rafael, el esposo de Mariló, deja la casa “al pairo” y a su mujer con las botas de agua puestas, porque viene un Joven Club Móvil y el tiene que atenderlo, “para que los muchachos se entretengan un poco, que no merecen esto”.

Mario está en la esquina, comentando, maldiciendo y lamentándose, nos pregunta: “¿Y ustedes trajeron algo?” Sentí vergüenza. Pero no por ir a Isabela solo con mi libreta y la lente de Ismael, sino porque más adelante vi al hermano de Fernando “echando pa´lante”, salvando tablas, dando gracias porque hoy pudieron armar “el banco de carpintero y echar a andar la sierra eléctrica”.

“Esta pared la hicimos a serrucho, uno no se puede sentar a esperar. Es cierto que hay quien no pudo recuperar ni un clavo, pero ya lo tendrá. ¿Quieren agua fría, café?”, dijo quien solo tiene horcones de madera dura.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

La casa de Fernando se levanta. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Frente al hogar de Mariló, su historia personal. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

El viernes 29 de septiembre comenzaron a entregar los colchones en Isabela de Sagua. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

La mayoría de los isabelinos están durmiendo en tablones, la marea saló sus colchones. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Atravesamos Isabela, esquivando los escombros que aún pululan en sus calles. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Hay quien no pudo recuperar ni un clavo. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Todavía queda mucho escombro pesado que no se saca a palas. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

El Caney, el restaurante más famoso de Isabela de Sagua. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Los trabajadores de El Caney le devolverán la vida al restaurante que alegra la vida del pueblo. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Los trabajadores de Gastronomía le devolverán la vida al restaurante que alegra el pueblo. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Rubén Toledo Sariol, testigo de cuatro huracanes. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

“Cuando entramos después del ciclón, el lunes 11, apartábamos los televisores, las lavadoras, los colchones…”, describe Rodrigo Oscar. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Los muchachos del preuniversitario de Sagua vinieron a ayudar a sus compañeros afectados por el embate de “Irma”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Los colchones escurrían sal y desidia a pie de calle. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Un isabelino “echando pa´lante”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

La Punta carece de suministro corriente de agua potable mucho antes del paso de “Irma”. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Isabela de Sagua, veinte días después del huracán Irma. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Creí encontrar el rastro de “Irma” y no sus ráfagas, imaginé que sus huellas estarían en el alma y no por doquier. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Se han publicado 126 comentarios



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  • liatny dijo:

    yo soy de sagua la grande y verdaderamente la situacion en isabela y uvero es desgarradora....si me ubiera pasado a mi les juro q no sabria que hacer ni como enfrentarme a la situacion.......
    felicidades , exito y prosperidad a todos los cubanos q sin vivienda se han quedado

  • Wilfredo dijo:

    SOS para Isabela de Sagua, bello pueblo de pesadores.

  • Li dijo:

    Muchos pueblos de la costa quedaron asi, en VC, SS, Ciego de Avila y Camaguey y se trabaja en ellos, pero son muchos!!!

    Entre todos podemos ayudar:

    http://www.cubadebate.cu/noticias/2017/09/26/habilitan-cuentas-bancarias-para-efectuar-depositos-en-solidaridad-con-damnificados-por-irma

    http://www.cubadebate.cu/noticias/2017/09/15/bfi-habilita-cuenta-para-donaciones-solidarias-tras-paso-de-irma/

    y también a través del instituto de amistad con los pueblos. http://www.icap.cu

  • José Alejandro dijo:

    Felicidades a Dianet ya Ismaelito por este reportaje descomunal, auténtico, de una sensibilidad pasmosa. El drama no puede maquillarse, así se escribe y se visualiza la tragedia. El deber revolucionario del periodista es ese: alertar, sensibilizar, describir, narrar lo que ve y escucha. Lo esencial es que Isabela necesita más celeridad para levantarla de los escombros. Es cierto que hay muchas pérdidas y desgarramientos a lo largo del país, pero hay siitios que están al borde de... donde Irma se solazó con saña.

  • Carlos Orlando Manrique Fernández dijo:

    #IsabeladeSagua sale adelante...Isabela no está sola... #Cuba Viceministro de las FAR visita zonas afectadas por Irma en #SagualaGrande http://www.cmhw.cu/en-villa-clara/9350-viceministro-de-las-far-visita-zonas-afectadas-por-irma-en-sagua-la-grande

  • pablo perez dijo:

    los isabelinos siempre desde que nacen conociamos las perturbaciones que siempre pueden asolar a l terruno querido,pero somos empesinados y a veces a querer enfrentar en el terreno ver el paso del huracan o ciclon de turno en ese momento le digo esto porque sabemos desde qu nacemos que por alli todos o casi todos pasan por alli o sus aletazos del viento desde pequeno siempre hu8bo que emigrar cuando se acercba un fenemeno llegara o no habia que irese por su cuenta para lugares seguros en Sagua la Grande que siempre acobijo a los isabelinos en albergues y casas particulares y familiars y amnistades pro despues que regresaban a isablea a ver lo que habia sucedido cada cual que resolviera como pueda eso era antes del 59 despues del flora fue que el gobierno de cuba tomo siempre hasta la fecha la sabia exigencia de las evacuaciones imaginem,os por un momento que alguien quyiesiera quedarse en estos tiempos que los huracanes y ciclones son mas peligrosos y agrewsivois el muerto estubiera sato alli pero hace mucho tiempo que por alli si hace destrosos materiales pero ni unb solo facllecido por imprudencia o abandano es verdad que contr la naturalez no hay quie la pueda dominar pero si a tiempo se evitan desgracias personales hu7manas que lamenter en donde quiera que uno este las cosas materiales se van resolviendo sobre la marcha y mas con un gobierno como el que hay en cuba que no deja a nedie desamparado y es cierto isabela ha sido un pueblo que por pequeno no ha tenido mucho desarrollo en otras actividades que no se la pesca porque antiguamente existian los puertos buenisimos que entraban barcos de cabotaje y de afuera de todos los paises pero con la ley torriceli eso se acabo por el moento desde entonces no entro mas barco alli y esperamos los isabeinos que ahora con las relaciones puedan volverse los almacenes que tantos trabajo0s se podian hacer en tierra u la bolla con las patanas cuando llegaba un barco de alto calado que no podria atracar alli en el Puerto realemte quice expresar eso que todos los isabelinos de ayer hoy y del manan demoas saberlo los tiempos atmosfericos son malos en toda cuba pero alli9 y la costa norte son terribles lament mucho lo sucedido alli con el pueblo de cuba y en la isabela desde el Kat5e en el 85 no habia pasado algo igula pero recuerdo0 que el lider maximo de la revolucion cubana se present alli enseguida que paso el fenomeno y se reunion con el pueblo isabelino de aquel momneto y actuals y les hablo y les pproposo pasar a unos edificios en la nueva isabela a unos 9 bkms de isabela vieja haca sagua 6 kms y la mayoria aceptaron irse para alli pro al tiempo comenzaron los problemas con el period especial y hubo que paralizar la construccion de los edifiocios que son los que ahora desde que se construyeron les dan albergue en tiempos de tormentas grandes a los isabelinos para pasarlo alli entre amisgos y familias a todos nos fue bien dificil trasladarnos al medio dela campo y alejarnos del mar al cu8al estabamos acostumbrados por anos pues todos tubimos ue ir cambiando de rutina pero otros fueron mas arraigaDOS al terruno y volvieron poreso les envoi mis condolencias y les digo que ya pronto saldran de esa mala situacion que les dejo Irma que le venia ullendo a jose

  • Gumer dijo:

    El pueblo isabelino es demasiado apegado al mar. Cada vez que pasa un ciclón sucede lo mismo. Las casas en la costa incluso siendo de mampostería y placa son muy vulnerables. Es hora de que todos los isabelinos entiendan que deben migrar tierra adentro porque en el futuro con el cambio climático los ciclones serán más frecuentes y de mayor intensidad. Mi abuelo era de Isabela y se fue a vivir a Sagua cuando se casó no obstante siempre trabajó allá. Toda mi familia siente gran amor por Isabela y mucha tristeza cuando suceden estas cosas no obstante una vez más ahí está la Revolución con su Partido al frente para no dejar desamparado a ningún isabelino. Muchas felicidades a Fidel Morales, presidente del Consejo de Defensa de Zona y Diputado a la Asamblea Nacional por su intenso trabajo y compromiso con su pueblo isabelino

    • pedro dijo:

      Para nada creo que la solución de Isabela sea mudarse, ese pueblo lleva casi doscientos años en el mismo lugar y ha sobrevivido esas desgracias varias veces. Pero no todas las desgracias han venido de la naturaleza, algunas como la desactivación del puerto son el resultado de decisiones humanas. No creo que la solución sea mudar a todos para la Nueva Isabela. Es imposible alejar a las personas de su medio de vida y muy difícil sacarlas del lugar donde nacieron. La Isabela pudiera ser uno de los lugares más lindos de Cuba, con amplias posibilidades de desarrollar el turismo. Pero se necesita que haya buenas intenciones. En Villa Clara la cantidad de recursos que se asignan a Santa Clara, es desproporcional a lo que se le da a los municipios, en mi opinión. Si a La Isabela se le permitiera tan solo sobrevivir, estoy seguro de que en unos pocos años la situación sería completamente diferente. Y no habría que dar limosnas.

  • Arturo Chang dijo:

    El reportaje dice que María Dolores Santos Morejón, ‘Mariló’, una maestra jubilada dijo:
    “Nosotros sí queríamos sacar nuestras pertenencias, pero en los 14 camiones que habían en el parque no cabían las de toda la población. Además, ¿para dónde las íbamos a llevar?"
    Efectivamente, había un grupo de camiones que en su mayoría se retiraron vacíos de Isabela de Sagua porque toda la población se evacuó, pero dijeron que pondrían sus bienes en lugares altos y no quisieron llevarlos para un lugar seguro. Por tanto, sí cabían las pertenencias.
    Además, los camiones podían dar variios viajes.
    Se habilitó un lugar seguro donde conservar los bienes.
    Digo lo que vi. Nadie me lo contó.

    • Ismael Francisco dijo:

      Evidentemente amigo Chang se te quedaron muchísimas más cosas por ver en Isabela.

      • Arturo Chang dijo:

        Ismael, me quedan todavía muchos viajes que hacer a Isabela de Sagua para seguir viendo.
        En cuanto a lo que vi, de los camiones dispuestos a transportar bienes que no quisieron extraer, hay otro testimnonio:

        "Aunque los isabelinos no sufrieron pérdidas de vidas humanas, resultan cuantiosos los daños materiales, en parte, acaecidos por la imprudencia y la poca percepción de riesgo. «El gobierno ubicó días anteriores camiones para asegurar los recursos materiales pero no imaginamos que el mar iba a subir el doble de lo normal y nos confiamos en levantar del suelo nuestras pertenencias», declara Santos Romero, quien ahora se resguarda con su hijo, limitado físico, en las oficinas del CITMA.

        «Los golpes enseñan, aseguro que para la próxima todos los equipos eléctricos y bienes materiales los pondremos a buen recaudo en los almacenes previstos», asegura Belkis García Triana, con cierto aire de insatisfacción consigo misma.

      • MIL dijo:

        de acuerdo con ud Francisco Ismael, ahora no es momento de explicaciones y de lo que se pudo hacer y no hicieron los pabladores de Isabela, debemos ayudarlos a salir de esa situación que es muy crítica y dolorosa, para todos los isabelinos mi aporte a la cuenta para los damnificados está en camino y mis deseos de la pronta recuperación de su bienestar ya se las envío. calma que nuestra revolución no deja a nadie desamparado.

  • Sarahy Arteaga dijo:

    No se preocupen amigos, los cubanos vencimos otras tempestades, guiados por la Revolución y con las ideas de Fidel saldremos adelante.

  • Arturo Chang dijo:

    Varias personas me contaron que colocaron sus bienes en alto, pero la marea subió a más del doble de lo que calcularon. Sobre el tema copio y pego dos párrafos del reportaje:

    "Cuentan los pescadores que ni en 1933 el agua llegó a la Salina, a casi dos kilómetros de la costa. “La marea atravesó Isabela de lado a lado, nadie podía imaginárselo, nos confiamos mucho”, reconoce Rubén Toledo Sariol, testigo de cuatro huracanes —Kate, Michelle, Lily e Irma—.

    Los isabelinos aún no entienden cómo el huracán categoría 5, que los azotó el 9 de septiembre de 2017, pudo ser tan violento. Y es que este puerto fue abrazado por las paredes de “un ojo muy poderoso, que no tocó tierra aquí, pero pasó muy cerca” —apunta Rubén—. El Comandante en Jefe siempre anunció el cambio climático y aquí lo tenemos”, les dice a los vecinos que se han sumado a nuestra conversación."

  • Arturo Chang dijo:

    La reparación de los daños en materia de electricidad merecen tenerse en cuenta, no solo por parte de los trabajadores de Villa Clara, sino por la cooperación de otras provincias, y sobre todo de los propios habitantes de la comunidad que prepararon condiciones para los electricistas hicieran labores propias de su oficio.
    Es un tema mencionado en ráfagas rápidas en el reportaje, pero que merece valorarse en la etapa de recuperación:

    "El presidente de la Zona de Defensa cuenta en ráfaga — están colapsados de tanto trabajo— que una brigada de campesinos de Camajuaní estuvo cooperando, que Etecsa está concluyendo su trabajo y que los eléctricos de Cienfuegos “lo hicieron muy bien, solo queda sin electricidad la Nueva Isabela, imagínate que no quedó un poste en pie y ellos los levantaron a la velocidad de la luz”."

  • Santiago de las Vegas. dijo:

    Realmente este problema de los escombros es demasiado, aun en el municipio de Boyeros, exactamente en Santiago de las Vegas reparto los Cocos, parece que la basura y los escombros de los arboles pasaran a ser parte del contraste de sus calles, y por si fuese poco no se observa ni poco de interes en remediar esta situacion. Que estan haciendo nuestros dirigente municipales????

  • YONKY dijo:

    Considero que se debe usar el dinero depositado en las cuenta para el pago de los productos en lugares tan criticos como este

  • anaya dijo:

    yolanda , no es tanta la deuda ?? eso lo dices porque no te has visto en la triste situacion de perderlo todo ... para ellos es demasiado....pienso que no deberian cobrarselos...

  • joel dijo:

    DESEO CONTACTAR CON LA FAMILIA DE DIGNORA EN MARINA 1009 EN ISABELA DE SAGUA, TENGO UNA HERMANA CON LA MISMA ENFERMEDAD DEL FAMILIAR QUE CONVIVE CON ELLA Y ME SIENTO IDENTIFICADO QUIERO AYUDARLE VIVO EN LA CIUDAD DE CIENFUEGOS, MI MOVIL 58110365

  • Tunera dijo:

    Sabemos que es una situación difícil para el país, pero hay que hacer algo URGENTE en ese pueblo, es verdad que hace falta recursos para recoger los escombros, pero para recoger la basura lo que hace falta es voluntad y deseos de ayudar a este pueblo, que por demás también son cubanos, y me disculpan si hiero a alguien, pero eso parece otro país... OJO con la insalubridad, es un riesgo latente de epidemias. Al compañero Arturo Chang, no sé quién es pero me imagino que sea dirigente en algún lugar porque está muy bien informado: es conveniente aclarar los comentarios de las personas, pero no lo hacemos por nada malo, estamos preocupados por la situación de este pueblo, se debe revertir la situación lo antes posible, al igual que se hizo en La Habana, en el malecón, en la Termoeléctrica de Matanzas, en el restablecimiento de la corriente y las comunicaciones en todo el país, en la apertura de los polos turísticos, vamos poco a poco pero este pueblo también necesita prioridad. Alguien a nivel de país debe estar definiendo hacia dónde van las donaciones, y pienso que este pueblo debe tenerse en cuenta.

  • DIANA CASSOLA dijo:

    ME IMPACTÓ EL REPORTAJE. NACÍ EN ISABELA YVIVÍ ALLÍ DURANTE 11 AÑOS, TODAVÍA SIENTO NOSTALGIA POR AQUEL ESPLENDOROSO LUGAR. ESPERO QUE SE RECUPERE Y NO LO DESAPAREZCAN. VIVIR CERCA DEL MAR LO NECESITA EL ISABELINO, QUE ES GUERRERO YSE REPONDRÁ

  • jade dijo:

    Esta es Isabela de Sagua duele ver estas imágenes, alguien me dice algo del Central Perucho Figueredo, Calabazar, El Santo. Esos lugares no existen, no va nadie, son pequeños pero estan ahi tambien.

  • sachiel dijo:

    Gracias Chang, eso merece un pedazo grande en Vanguardia y en CUBASÍ.

  • ELIZA dijo:

    Excelente y conmovedor reportaje, ojala pudieramos hacer algo por estos cubanos.

  • jacmel dijo:

    Siempre estamos mirando hacia arriba porque natural en el ser humano, queremos avanzar, mejorar y superarnos pero, a veces hay que mirar abajo. Mira que nos quejamos de mierdas y lo dificil que lo pasa tanta gente en el mundo.

  • adrian dijo:

    En el poblado de uvero creo los daños son muchos mas grandes...............

  • joel dijo:

    Agradesco a quienes me ayudaron a contactar con la familia de Dignora en calle Marina 1009 en ISABELA DE SAGUA, ya pude hablar con ella por telefono le exprese lo que senti al ver por lo que estaba pasando y me comprometi humildemente a apoyarle con lo poco que yo y mi familia teniamos.

    • Joel Yu dijo:

      Te Felicito,tocayo,un gesto muy bonito y humano de tu parte,tienes buen corazon.Se de lo que estas hablando,yo tambien tengo una hija discapacitada.Amor,con Amor se paga.

      • sachiel dijo:

        Joel Yu, para nada me molestó su primer comentario, al contrario, lo puse de ejemplo positivo, quizas la redacción no me acompañó como queria.

        Suerte a todos. Enfrentemos a Nate tambien.

  • rafcuba dijo:

    Vivo en una comunidad costera acá en Stgo de cuba(cayo granma)fuimos duramente afectados por el huracán Sandy hace ya unos añoa, agradesco infinitamenta a todos aquellos que en aquel entonces nos ayudaron, los linieros, la cruz roja, etc. pero creo que hay que tener presente que en estos casos todos somos o fuimos afectados y hay que analizar bien las cosas, si llegaron articulos de donaciones, son DONACIONES no para cobrarlas, siginifica AYUDA, por favor cada casa o familia sea cual sea su situación debería recibir sin costo alguno estos articulos.si son los colchones del MINCIN, se reparten bueno y luego se reponen por los de donaciones y punto pero se resulve la situación del pueblo, de los cederistas, las federadas el trabajador humilde en fin de la población

  • rccc dijo:

    He dedicado más tiempo de análisis a los 111 comentarios que al excelente reportaje de estos dos comprometidos compatriotas, porque lograron hacer expeditamente comprensibles sus mensajes: el gráfico que habla por si solo ahorrando infinitas palabras, y el literal, relatado con apasionado pragmatismo y completo valor testimonial, para entregarnos un producto final muy difícil de ser superado. Y no obstante tanta objetividad, no llega a impedir el brote de sensiblerías que se profieren aparentando sensibilidad (que es uno de los valores más puros en los que quieren ser verdaderos revolucionarios). Ahora cuando se cumplirán cincuenta años de la caída en combate del che, incontrastable modelo de revolucionario, vale traer a colación su respuesta a una española que le escribió desde Casablanca en Marruecos para averiguar si eran familia y le respondió (el 20/2/1964) con una expresión de sensibilidad con dimensión antológica: “No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si Ud. es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros que es más importante. Un saludo revolucionario de Patria o Muerte Venceremos. Cmdte. Ernesto Che Guevara”.
    Si cada cubano actual no se enrola voluntario y conscientemente en la real reducción de riesgos para desafiar poderosas fuerzas, estaríamos negligentemente reduciendo efectividad al valiosísimo Sistema de Alerta Temprana que nos privilegia como un baluarte de inconmensurable fortaleza disponible por Voluntad Política de nuestro gobierno revolucionario en su indetenible empeño de alcanzar la mayor cuota de justicia para todos. ¿Habrá a estas alturas alguien que dude eso? ¿Habrá alguien que dude que la revolución no dejará nunca abandonado a ningún cubano? ¿Habrá quien crea realmente que la sensiblería hipócrita puede opacar la sensibilidad revolucionaria que preside la voluntad política de nuestro gobierno socialista?
    Después de Irma, lo confieso, soy otro cubano. Lo que vivimos aquí a casi doscientos kilómetros del vórtice me hizo botar todo lo que yo sabía de ciclones y de las graves afectaciones que nos provocó Lily hace más de veinte años y que hizo creerme que sabía de estragos de ciclones. O nos ponemos todos los cubanos para lo que tenemos que ponernos, o los gemelos de Irma nos golpearán demoledoramente por donde quiera que pasen, cuando se les ocurra pasar.
    “Preparados y alertas” no puede ser una consigna vacía o un teque para la inacción de los cubanos. Tenemos el deber de emanciparnos con nuestros propios esfuerzos y desafiar poderosas fuerzas siempre. No tenemos derecho, ni podemos perder el tiempo en sandeces sensibleras. Y para obtener los éxitos que están en nuestras propias manos hay que utilizar a fondo la sensibilidad revolucionaria inexorablemente, sin dejar de mirar el genocida bloqueo que nos tienen plantado sobre nuestras existencias para asfixiarnos.
    A mi juicio es tiempo ya de formular una ley específica para estos casos, cuya letra y espíritu, quede refrendado por toda la población de forma obligatoria y tenga por norma el obligatorio cumplimiento de lo dispuesto en ella por todos y cada uno de los cubanos y quien se encuentre en el territorio nacional.
    Hay que sanear radicalmente eliminando todas las causas de lamentaciones por pérdidas materiales respecto a efectos eléctricos adquiridos, útiles del hogar, materiales escolar, etc, etc y todas las etcéteras. No hay justificación para admitir muertes por derrumbes obvios. ¿Por qué admitir que se reconstruya a la orilla del mar una y otra vez; cómo clasificar tal disparate o sensiblería absurda?

  • Francisco Oscar Quiroga Silva dijo:

    Qué duro...mis oraciones para ese sufrido pueblo, desde Argentina,

  • Adrián Quintero Marrero dijo:

    Tener en cuenta aspectos identitarios y otros de índole social no es "sensiblería". También hay que pensar dónde y cómo construir, porque la comunidad "La Nueva Isabela" es un fracaso, aunque posea casas más sólidas. Que alguien dude de la calidad de la Defensa Civil, puede ser. Nada en la vida es absoluto. Aunque seguramente serán muy pocos, pero en modo alguno es el análisis sobre eso lo que pretende motivar este artículo. ¿Sensiblería? Se ve bien que usted estuvo a 200 kilómetros del vórtice del huracán y no a 30 o 20 como los isabelinos. Isabelino, sí porque ese gentilicio pesa mucho en esta tierra. Venga para que lo compruebe. Pregunte por Marino Rodríguez o Adelfa Villar, por Juan el Muerto, o por tantos que jamás que abandonaron esa pequeña península.

  • Octavio dijo:

    He leído el reportaje un poco atrasado, pero considero que cumplió su objetivo, a partir de este las atenciones fueron otras, nos lamentamos del problema pero los isabelinos sobemos echar para adelante, no es la primera vez que esto ocurre y realmente aplaudo los criterios emitidos al respecto, solo que en el caso de isabela la historia no comienza con Irma, ante de este existió Kate y a partir de este muchos años de abandono, prohibiciones de construcciones adecuadas y divisiones de familias que buscado mejores condiciones económicas emigraron tanto dentro del país como al extranjero, además esta presente hoy mas que nunca la vieja intensión de trasladar al poblado lejos de la costa, que como bien dijo alguien fue una intensión fallida y rechazada y todo quedo a medias, los pobladores que habitan en la Nueva Isabela suelen tener mas problemas que los que residen en la Isabela en el delta del Rio Sagua. Habrá que averiguar si establecerán la misma política en toda la costa norte del país.
    Estuve en el lugar en los días siguiente de paso de Irma y si le puedo decir algo, las casa que fueron construidas con los sistemas de paneles y placas no sufrieron derrumbes y las fotos del propio reportaje así lo demuestran, el peligro siempre ha sido las penetraciones del mar, algo a lo que estamos acostumbrados y que ocurre en días normales de verano.
    No podemos ni debemos desraigar a los pueblos de sus costumbres y habitad, adelante Isabelinos nos lamentaremos pero saldremos adelante.

  • mailex dijo:

    HOla es menos cierto que Isabela de Sagua fue una de las mas abatidas por el huracan y realmente estan todavia en fase recuperativa , donde a penas han recibido ayuda, Saludos.

  • Lucia dijo:

    Es idea mía o Granma le dio contracandela a Cubadebate? Qué falta de ética periodística!!! Desde el mismo título http://www.granma.cu/cuba/2017-10-13/el-sol-sale-para-isabela-13-10-2017-22-10-39 qué vergüenza, el sol no se puede tapar con un dedo

Se han publicado 126 comentarios



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Dianet Doimeadios Guerrero

Dianet Doimeadios Guerrero

Periodista cubana. Máster en Relaciones Internacionales. Subdirectora de Cubadebate de 2019 a 2021. Reportera en el periódico ¡ahora! de 2010 a 2012. Graduada de Periodismo de la Universidad de Oriente. Twitter: @ddoimeG

Ismael Francisco

Ismael Francisco

Fotorreportero de Cubadebate. Ha trabajado en Granma, Prensa Latina y la AIN. Ha realizado la cobertura gráfica de importantes acontecimientos políticos, deportivos y sociales en Cuba y otras partes el mundo. Posee varios premios y reconocimientos periodísticos.

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