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Catherine, una bailarina de Chicago en La Habana (+ Fotos)

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Catherine Conley, bailarina norteamericana en Cuba.

Catherine Conley es la primera bailarina estadounidense que llega a La Habana para ser entrenada por la escuela cubana de ballet. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

A las afueras de la casona de grandes ventanales arde el Paseo del Prado. En el interior, ligera, elegante y con zapatillas de color rosa, Catherine ensaya el Pas de Deux de Paquita. El majestuoso salón de la Escuela Nacional de Ballet (ENB) pareciera ser su reino.

Una noche, en el frío y moderno Chicago, al finalizar la gala del Ruth Page Center, la Maestra cometió la osadía de invitarla a su escuela. Al año siguiente, la joven de 18 años hace historia: por primera vez una bailarina norteamericana llega a La Habana para ser entrenada por la escuela cubana de ballet y la prensa exige conocerla. “Profe, ¿por qué quieren entrevistarme a mí?, si yo solo he venido a bailar”, inquiere curiosa Catherine Conley.

“Catherine tiene preciosas líneas y una gracia que yo noté inmediatamente. Ella también posee la alta y refinada técnica que distingue a la Ruth Page School. Esperaremos ansiosos por su arribo a La Habana y por la oportunidad de trabajar con ella”, dijo en 2015 la experimentada Ramona de Saá, directora de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso.

La muchacha de indeleble sonrisa, cuya familia es originaria de Michigan, no entiende nada. Desde niña anda haciendo piruetas por las calles, playas, parques y puentes de las múltiples ciudades que su familia ha visitado. Ha asistido a cursos de verano en el American Ballet Theater, The Royal Ballet de Londres y el Boston Ballet, pero nunca antes, periodistas insistieron tanto en interrumpir sus horas de ensayo.

¿Cuándo llegaste a La Habana?

—Hace poco más de un mes, el 26 de agosto.

¿Has tenido la oportunidad de andar sus calles?

—Sí, ha sido genial. Al principio fue un poco difícil salir, porque las personas aquí saben a dónde ir, saben cómo llegar, pero para mí tomar un “almendrón” o un autobús fue una experiencia muy fuerte. Estar este mes en Cuba ha sido muy emocionante. La Habana realmente me gusta mucho. Es un poco calurosa respecto a Chicago, pero está bien. Estoy tratando de acostumbrarme al calor, aunque creo que no lo voy a lograr… (Ríe).

¿Dónde estás viviendo?

—En la residencia estudiantil de la escuela, en Centro Habana.

Conley bailó y estudió por más de una década en el Ruth Page Center de las Artes de Chicago y en el Ruth Page Civic Ballet, instituciones que desde 2015 tienen un amplio programa de intercambio con la escuela cubana y llevan el nombre de una famosa bailarina y coreógrafa estadounidense, que visitó la Isla en 1932.

“Yo estuve aquí en octubre del año pasado como parte del intercambio que tiene la Ruth Page con la ENB, desde entonces comenzó mi preparación para venir a la especialización en Cuba. Luego regresé para la audición, en abril. Esta es una de las mejores escuelas mundo. La técnica del ballet aquí es diferente, diría que es mucho más acrobático, los giros, los saltos son mucho más vistosos y trabajados. Y es en eso en lo que realmente soy buena, una de las razones por las que estoy aquí es para mejorar los míos”, confiesa esta atrevida muchacha de cuerpo privilegiado, que por primera vez tiene compañeros de clase varones, en el nivel elemental de la ENB.

Catherine olvidó sus primeros pasos en punta: “Mis padres me dijeron que en la casa bailaba todo el tiempo y creo que a los tres años tuve mi primera clase de ballet, pero no recuerdo mucho. Eso sí, soy la primera bailarina de mi familia”, asegura esta joven que pudo escoger dónde prepararse, en una academia en Estados Unidos, en Europa o en Rusia y escogió la cubana.

¿Conocer a Ramona de Saá ha cambiado tu vida?

—Sí, mucho, creo que si yo no entraba a la escuela cubana este año, probablemente hubiera hablado con ella para entrar el próximo. La noticia vino de momento y para mí es una gran oportunidad, es increíble, especialmente con los nuevos cambios en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, podría decir que ella creó el camino.

¿Sentiste miedo de venir a Cuba becada por un año?

—No, realmente no me sentí nerviosa por ello, conozco muchos chicos que estuvieron aquí anteriormente, provenientes de otras compañías. Extraño a mis padres, pero tengo dos familias aquí, la familia de mi maestra y la de mi amiga Amanda, ellos me han ayudado a adaptarme. Yo voy a sus casas a cenar, me mandan el almuerzo. Además, mi familia siempre está en contacto conmigo, así que realmente no me siento sola.

Y tus padres… ¿qué dijeron a cerca de tu decisión de estudiar un año en Cuba?

—Ellos están verdaderamente emocionados. Indagaron sobre el lugar dónde iba a vivir, pero no estaban preocupados por mí, porque sabían que era una experiencia única. Incluso compartían sus ideas espontáneamente con otros padres que le preguntaban si no les inquietaba que su hija pasara un año becada en Cuba.

La bailarina de Chicago en La Habana anda asombrada con los cubanos: “Te conocen por primera vez y ya te besan y te preguntan muchas cosas. Las personas en EE.UU. son amables pero acá son mucho más cálidas y amigables, por su cultura. Además hay una apreciación por las artes muy grande, la primera vez que vine a Cuba pude darme cuenta de ello, estaba viendo televisión con la familia de mi profesora y había un canal de ballet en la televisión. Es tan genial que exista un canal sólo dedicado al ballet y a impartir clases por televisión, eso no lo tenemos en EE.UU. Aquí el ballet es visto por todos, no solo por los artistas, es algo muy importante.

En la intersección del Paseo del Prado y la capitalina calle Trocadero, donde nace el elegante palacete, sede de la Escuela Nacional de Ballet, se puede bailar una emoción, una idea y hasta un sueño. La música calla ante la algarabía de los cuerpos. Allí la magia no está en el movimiento, sino en las emociones.

“En la escuela cubana se imparte ballet todo el tiempo, desde edades muy tempranas y la preparación que se recibe permite que puedas incorporarte a compañías de alta calidad en el mundo. Los profesores insisten en la interpretación, en los sentimientos que trasmites, en una ejecución depurada y virtuosa”, comenta Catherine, enamorada de un estilo que distingue a los bailarines cubanos y es patrimonio de la Isla.

Después de esta primera experiencia, ¿crees que otras bailarinas o bailarines americanos quieran venir a estudiar y entrenarse en Cuba? ¿Qué les recomendarías?

—Sí, definitivamente. En el futuro muchos estudiantes norteamericanos vendrán a Cuba. Es fácil la adaptación. Ellos saben que la escuela de ballet cubana es una de las mejores del mundo y ahora, creo que es más accesible para nosotros. Les recomendaría que estuvieran por más tiempo en Cuba, porque los entrenamientos son fuertes, se aprende muy rápido, pero es un poco difícil adaptarse al rigor, aunque con el tiempo se logra.

La cabeza se mantiene mirando un punto fijo y los brazos ayudan a la postura y al giro. Conley baila durante el ensayo como si lo hiciera en el teatro ante cientos de espectadores. Interpretar a Paquita le permite exhibir todas las posibilidades del virtuosismo, es una pieza destinada al total lucimiento de los artistas, de ahí que sus profesores la hayan escogido para ella. Le viene como la banda elástica a la zapatilla.

¿Qué personaje del ballet clásico te gustaría interpretar antes de irte de Cuba?

—Ahora mismo estamos trabajando en el Pas de Deux de Paquita, que me gusta mucho y desearía poder interpretarlo para el público cubano al menos una vez.

¿Admiras a alguna bailarina cubana en especial?

—Viengsay Valdés, ella es preciosa y ha estado bailando por tanto tiempo. Una de las estudiantes que estuvo en nuestra escuela de Chicago hace dos años fue su compañera.

¿Qué cosas te conectan con EE.UU. desde Cuba?

—El ballet, la escuela, encontrar amigos que compartan mi misma pasión, la familia.

El arte quebranta fronteras. Hace un mes que Catherine Conley baila en La Habana y ya promete regresar pronto, aunque todavía le resten 11 meses en Cuba. Antes de venir “sabía que el ballet era algo importante acá, que tenían grandes bailarines, que eran buenos en el béisbol, en la producción de vacunas, que habían muchos cubanos en Miami, conocía la guayabera, pero no mucho más que eso”.

Ahora adora la sazón cubana y le encanta el Vedado: “El vecindario con todas sus grandes y viejas casas, son preciosas, sus árboles, los bancos de los parques, sus restaurantes… y es tan fácil caminar por sus alrededores”.

Recientemente celebró su cumpleaños y lo hizo con la familia de Amanda, su amiga y compañera de clases, comió pastel, algo poco usual para ella, y disfrutó de la música cubana.

Un pas de deux (danza para dos) se ejecuta entre Chicago y La Habana. El majestuoso salón de la Escuela Nacional de Ballet es su reino. Ligera, elegante y con zapatillas de color rosa, Catherine ensaya. A las afueras de la casona de grandes ventanales todavía arde el Paseo del Prado. Ver bailar a Catherine te impide imaginarla fuera de ese estado. Lejos de sus rígidas zapatillas, esas que no le enjaulan los pies, los que llevarán por siempre el estilo cubano.

Escuela Nacional Ballet (7)

Catherine tiene una indeleble sonrisa. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Escuela Nacional Ballet (5)

Catherine llegó a La Habana el 26 de agosto de este año. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Catherine pudo escoger dónde prepararse, en una academia en Estados Unidos, en Europa o en Rusia y escogió la cubana. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Escuela Nacional Ballet (4)

Catherine encontró en la familia de su amiga Amanda un hogar en Cuba. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

 Catherine y sus compa;eros durante el horario de descanso. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Catherine y sus compañeros durante el horario de descanso. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Durante una clase de preparación física. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Dianet y Catherine conversan. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Dianet y Catherine conversan.Todo el diálogo fluyó en inglés. La joven estadounidense desea aprovechar el tiempo en Cuba para también hablar fluido el español. Foto: Ladyrene Pérez/ Cubadebate.

Se han publicado 19 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Henry. dijo:

    Buen trabajo este

  • idania dijo:

    me gusta mucho el ballet y leo y veo todo lo relacionado con este arte, felicitaciones a la profesora Ramona, ella siempre con su buena vision, invitar a una joven bailarina que haya escogido a cuba para recibir clases en esta escuela, asi las relaciones cuba eeuu, se espanden en todas las manifestaciones, mira que opinion mAS LINDA TIENE ESA JOVEN DE NUESTRA ESCUELA CUBANA. PERO HACE SOLO UNOS DIAS CONOCI DE LA ACTUACION DE DOS JOVENES BAILARINES DE ACOSTA DANZA EN EN EL REINO UNIDO LA CUAL FUE EXITO, Y NO SE HACE NINGUN COMENTARIO SOBRE ELLO, DEBIAN TENERLO EN CUENTA PARA QWUE CUBA CONOZCA TODO LO QUE HACE IDOLO DE LA DANZA.

  • Salvador dijo:

    Ojalá se sumen más estudiantes norteamericanos al sistema educativo cubano, una buena y noble forma de intercambio.

  • laverda12 dijo:

    si porque es un milagro ,la mayoria de las bailarinas enstan en usa.

  • María Fernanda Seara dijo:

    Bienvenida Catherine a nuestra escuela!!!!! Le aseguro que nunca se va arrepentir!!!! Nuestra Escuela Nacional de Ballet, es única, mágica, inigualable...... Sus maestras, LO MEJOR!!!!!!! y sus alumnos lo máximoooooooo!!!!!!! Mucha suerte......

  • midaimys dijo:

    Bienvenida a nuestra eficiente escuela.

  • hola dijo:

    que bueno ojala continuen asi.....

  • René Pérez dijo:

    Muy bonito ver cómo la estudiante norteamericana comparte con bailarinas cubanas.

  • astuto dijo:

    me parece super interesante el intercambio cultural que existe, espero que aprenda mucho y aproveche al maximo las enseñanzas de nuestra escuela de Ballet y suqe sirva de ejemplo para futuros inetercanvios de esta indoles. FELICIDAES..............!!!!!!!!

  • Jny dijo:

    Buen trabajo Dianet, y ojalá el intercambio sea mucho más amplio en este y otros sectores entre las dos naciones. Slds.

  • ale dijo:

    que bien no se arrepentirá de la decision¡¡¡

  • Reinal2 dijo:

    Todo esta muy bien y es una cosa buena lo que esta pasando entre las escuelas de Ballet de ambos países.... Pero, lo único que yo no entiendo es por que darle un toque político al artículo, pues creo que es suficiente recalcar solo las crecientes relaciones vilaterales y YA!!!

    • Lisa B. dijo:

      muy de acuerdo, pero para que?.... ya eso parece no tener remedio, cualquier historia cambia su sentido humanitario y espiritual para caer en el "mismo con lo mismo"

  • Taran dijo:

    Bienvenida, le deseo una buena estancia y que se acostumbre al calor.

  • lesly dijo:

    qué bien!!

  • toto dijo:

    Buena idea de Dianet,vale por Catherine, para ella una buena experiencia

  • cadillac dijo:

    encnatadora sonrisa la de katherine

  • Objetividad danzaría dijo:

    No les parece mucho más interesante entrevistar a bailarinas pertenecientes al Ballet Nacional de Cuba que aun siendo grandes estrellas de esa prestigiosa institución y haberle dado tanta gloria a nuestra nación jamás Cubadebate ha tenido esa deferencia para con ellas, esas que danzan en tarimas, en escenarios por toda la isla sin las condiciones adecuadas para el difícil arte del ballet, donde otras se niegan a actuar y solo lo hace en plazas del extranjero , esas que Cubadebate constantemente ignora, solo teniendo en cuenta quizás alguna amiga, son las que en cada aniversario de nuestra inmortal revolución o evento relacionado con la gloria de nuestro país dicen SÍ, sin tan siquiera pensarlo, que conste, no es chovinismo, es justeza artística.

  • Alieski Avila Martes dijo:

    Me gusta todo lo que tenga que ver con el arte, venga de donde venga y sea de donde sea, es bueno que Estados Unidos y Cuba se relacionen culturalmente, pero lo que realmente necesitamos es que acaben de quitarnos el bloqueo para que podamos hacer muchas cosas mas, que haya paz mundial para que podamos vivir tranquilos y sin temor.

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Dianet Doimeadios Guerrero

Dianet Doimeadios Guerrero

Periodista cubana. Máster en Relaciones Internacionales. Subdirectora de Cubadebate de 2019 a 2021. Reportera en el periódico ¡ahora! de 2010 a 2012. Graduada de Periodismo de la Universidad de Oriente. Twitter: @ddoimeG

Irene Pérez

Irene Pérez

Fotorreportera cubana. Trabajó en Cubadebate de 2011 a 2022. Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana (2014). En Twitter: @irenepperezz

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