Cubadebate

Susana, Con todo respeto, yo soy uno de los tantos que estudió gracias a la revolución, si tuve la oportunidad de estar en aula, pero eso no es todo, yo viajaba encima de rastras arriesgando mi vida porque mis padres no tenían como mantener un hijo en la habana, mi madre era auxiliar de limpieza divorciada y con cuatro varones a su cargo, su salario en aquel entonces, era de 75 pesos, yo no tenía ni una ropita para salir con una novia, ni siquiera un parcito de zapato de vestir, mis amistades me llevaban a la universidad , comida de su casa, cuando la del comedor era pésima, luego para regresar a provincia lo hacía muchas veces por el autopista, los rastreros nos recogían a veces encima de la carga y en el remolque, cuando tuve en la mano mi primer estipendio universitario 35 pesos, estaba loco por comprarme un pulóver, y pasaba un correo en las oficina del ministerio de comunicación, cuando se me acercó un callejero y me dijo: quieres un pulóver como este… en 30 pesos, pero no abras el paquete para que la poli no me coja, yo adolecente sin calle, que vivía dentro de la universidad, más con ropa de uniforme que civil, caí en la trampa y perdí mis primer estipendio, el pulóver era un trapo.
Para aprender a escribir, a manipular una computadora, sacábamos tiempo de Máquina, a veces en la Facultad de Geografía en Alamar, con unas amistades, y allá no íbamos dando tumbo, a veces brincaba la cerca de la terminal de trenes, y la decía a una ferromoza, te doy un beso porque me dejes subir al tren, viajaba al centro del país, por donde vivo, escondiéndome de la policía, y burlando a los conductores de tren, cerrándome en los baños, ¿¿Cuánta vergüenza pasaba??Nada de lo que hacía por ese entonces era lo que quería. Solo pensaba en estudiar, y salir de aquella miseria que nunca olvidaré.
Mi madre vendía, el turno de comprar los juguetes, si era bajito en la cola, y daba además, los juguetes básico, por tal de que nos compraran algunos no básicos, muchos niños con sus tres juguetes, nosotros cada uno de los cuatro, con solo uno y malito, así hay muchos niños en Cuba, claro como en muchas partes, no soy estúpido, pero lo cierto es que muchas familias cubanas tienen problemas de viviendas, de dinero que no le alcanza para cubrir sus necesidades, etc, y cuando llega el día da sus cumple años, muchas veces no tienen para comprar el pastel,.
No soy un fanático, ni un contra revolucionario, ni nada por el estilo, pero le aseguro que después del fatal accidente de Elian, y su regreso a Cuba, su vida no corrió por carencias de ese tipo. Baste decir que yo conocí, la playa gracias a la escuela que me llevo a la Tatagua, campamento de pionero en Cuarto Grado.
Recuerdo siempre a Víctor Mesa, muchos lo critican pero yo lo defiendo, porque sé que cuando dice que a veces su almuerzo era en una mata de mango, sé que eso es totalmente verdad. Yo lo viví, y lo sufrí igual.