Cubadebate

Y se dió. Cuarenta años después, Uruguay volvió a las semifinales del Mundial y la locura colectiva se apoderó de todo el país.

Uruguay superó el viernes a Ghana en una infartante definición por penales, después de 120 minutos que culminaron con un empate 1-1.

Desde la Plaza Independencia, donde una multitud observó el partido por pantallas gigantes, hasta el último rincón del departamento de Artigas, en la frontera con Brasil, y pasando por cada pueblo y ciudad de este país de 3,4 millones de habitantes, el grito de Uruguay”, Uruguay” se extendió como un eco.

El país se paralizó a partir de las 3.30 de la tarde, la hora de inicio del partido en Johannesburgo. Los comercios, bancos y tiendas en su mayoría modificaron horarios para que todos pudieran ver el partido.

Desde temprano, decenas y decenas de personas con banderas uruguayas y rostros pintados hicieron sonar las vuvuzelas criollas retumbaron junto a las bocinas de buses y automóviles particulares.

El partido se vivió en una forma particularmente especial, al considerar que Uruguay no llegaba tan lejos desde su cuarto puesto en México 1970.

También alimenta las esperanzas que la cosecha de títulos aumenten ahora a tres tras las lejanas conquistas de 1930 como local y 1950 con el famoso Maracanazo” al vencer a Brasil 2-1 en la final.

Hoy todos o casi todos en este país estamos francamente y enormemente agradecidos al seleccionado celeste por lo mucho que hasta el momento ha logrado en Sudáfrica y también inevitablemente nuestra condición humana anhela y espera subir un poco más”, había dicho el presidente José Mujica más temprano en una audición radial y que cobró vigencia al caer la tarde.

Pero todos, antes que nada, todos tenemos hoy un profundo reconocimiento por la sencilla razón que hacía muchas décadas que una selección uruguaya no lograba esos niveles. Y hacía muchas décadas que apenas conseguíamos frustraciones”, añadió el mandatario.

Es que la labor cumplida hasta el momento por la Celeste ha superado con creces los cálculos previos de los más optimistas en un país que se desacostumbró al podio mundial.

Sin embargo, nuevas generaciones parecen querer recuperar lo que en antaño fue la mística victoriosa de la Celeste.

FINAL CON ARGENTINA, AUGURA MUJICA

Mujica con la selección charrúa antes de partir para el Mundial Foto de AP

Uruguay y Argentina jugarán la final del Mundial de Sudáfrica, pronosticó hoy el presidente uruguayo, José Mujica, quien evitó arriesgar un resultado.

“No se puede expresar con palabras” esta victoria de hoy ante Ghana, añadió feliz Mujica, quien temprano en su audición radial previa al cotejo ya había felicitado la “entrega, compromiso y valentía” del equipo nacional.

Uruguay “ya ganó” aunque siempre “queremos algo más” y la celeste “le está dando una lección al país”, había dicho Mujica poco antes de conocerse el triunfo histórico de la escuadra charrúa que confirmó su mejor rendimiento mundialista desde hace cuatro décadas.

Mujica aventuró que Uruguay y Argentina, que mañana jugará su pase a semifinales ante Alemania, animarán la final en Sudáfrica antes de afirmar que la eliminación de Brasil ante Holanda (próximo rival de la “celeste”), por lo inesperada, es una “de las cosas lindas que tiene el fútbol”.

Al término del partido, Mujica elogió hoy la labor del arquero Fernando Muslera, que atajó dos penales, y a quien habría que “ponerlo a hacer el presupuesto”, bromeó.

El mandatario siguió el partido acompañado por su esposa, Lucía Topolansky, y el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en una fábrica en el barrio de Cerro junto a ex jugadores de Nacional, Peñarol y otras figuras deportivas.

“Cinco segundos antes estábamos en una noche negra, ahora estamos en un horizonte anaranjado”, añadió el ministro Bonomi palpitando ya el próximo duelo.

Con información de AP y ANSA