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Miguel Abreu: “El teatro debe generar una reflexión profunda, nunca superficial o vacía” (+ Podcast)

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Miguel Abreu, director de Ludi Teatro. Foto: Lessy Montes de Oca

“El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana”.

Federico García Lorca

27 de marzo: Día mundial del teatro

Hay un sótano en el Vedado capitalino en el que, en vez de aire, se respira arte. Antes de empezar cada función los actores siguen el mismo método como si fuese un ritual. Forman un círculo. Se abrazan. Meditan. Ludi Teatro es más que teatro, más que entrega, casi familia. Miguel Abreu está en el centro, como si fuese el pegamento que une.

“Mi conexión con el teatro fue inmediata. Me vinculé desde niño, en un grupo que había en la Casa de Cultura de Bauta. Luego, cuando entré en la Lenin me uní al movimiento de artistas aficionados de manera constante. Como actor hice varias obras porque, afortunadamente, es una escuela con una tendencia de arte fuerte: danza, teatro, música, artes plásticas..., había de todo y funcionaba. Desde ahí hago las pruebas para ingresar en el ISA y me aprueban”, cuenta el creador a Cubadebate.

El interés por la dirección escénica, asegura, nace a partir de su trabajo con Flora Lauten en el Teatro Buendía. “Me gradué con Carlos Celdrán en el teatro Buendía, en ese momento estaba en el proceso de fundación de Argos Teatro y también fui de los primeros actores que tuvo esta compañía.

“Con Flora trabajé como actor, pero luego de un tiempo surgió mi interés por la dirección viéndola en ese rol, aprendiendo mucho de ella, haciendo mis propios ejercicios. Mi primera obra como director, junto a Juana García, fue ‘30 de papel’ en el 2006. Después nace el segundo espectáculo, también dentro de Teatro Buendía, que se llamaba ‘Hamlet Interview’, una versión de ese clásico de la literatura. Más tarde, antes que naciera Ludi Teatro hicimos ‘Vacas’, uno de los primeros textos que surgió del grupo de los novísimos dramaturgos, esa generación de Rogelio Elizondo”.

Todo ese proceso de crecimiento personal y profesional terminó en el único desenlace posible: la fundación de Ludi Teatro en el 2014. Miguel Abreu había estado fuera de Cuba por razones personales y de trabajo, y en el 2013 regresa a dirigir el espectáculo “Las lágrimas no hacen ruido al caer”. Después vinieron giras, funciones, y el director empieza a trabajar para formar un grupo a partir del texto “Litoral” de Wajdi Mouawad.

“En ese contexto remonté una versión nueva de ‘Hamlet Interview’. Ensayamos en un espacio que nos prestaban en la escuela Sierra Maestra, en Nuevo Vedado. Fue una etapa complicada, porque traía de México unos textos muy complejos de Wajdi Mouawad, de una dramaturgia fragmentada, con un contenido poético en el lenguaje bastante difícil, y un sentido del horror y de la poesía muy refinado que había que entenderlo bien.

“Entonces, en un contexto teatral cubano muy distinto a esa forma de ver las artes escénicas, desembarco con ‘Litoral’, el texto del autor libanés, y trato de fundar un grupo en torno a ese proceso creativo. Con el estreno de esa obra se funda oficialmente Ludi Teatro y empieza un recorrido que ha llegado hasta hoy”.

En el 2016 se mudan a la nueva sede. Según Miguel, toda la primera etapa la hicieron a partir de Mouawad y tres de sus obras: “Litoral”, “Incendios” y “Bosques”. “El trabajo con esta tetralogía fue la plataforma de formación del grupo, al ser unos textos de una complejidad tremenda”. 

También, agrega el director, fue un proceso de casting, de filtrar. Mucha gente pasó y no pudo seguir porque no tuvo la capacidad, el deseo o el entendimiento de aquella revolución teatral . Se quedaron los que realmente sintieron que les estaba aportando y que necesitaban ser parte.

“Trabajamos mucho en esos primeros años. Hacíamos dos espectáculos en 12 meses prácticamente. Un año hicimos tres. Era el momento de decir aquí estamos, somos nosotros y tenemos mucho que decir y hacer”.

Una estética que trabaja con el horror y la poesía

Obra El diario de Ana Frank, apnea del tiempo por Ludi Teatro. Foto: Yasser Expósito

“Hoy día podemos hablar de una estética de Ludi Teatro. Al principio me hicieron esa pregunta y respondí que estábamos en ese proceso en el que nos descubrimos a nosotros mismos, que nuestra plataforma teatral era una investigación que estaba en proceso de nacer, crecer, madurar.

“Al cabo de 13 o 14 puestas en escena, de casi nueve años, sí podemos hablar de una metodología de trabajo, de un sistema investigado y probado en diferentes espectáculos.

“Esa investigación continúa, y en términos conceptuales, versa en la relación entre el horror y la poesía, que nace de las primeras obras. Fuimos entendiendo con el tiempo como temáticamente eso nos atraía; como, desde los procesos más horribles del ser humano, pueden nacer reacciones y los destellos más hermosos de las personas.

“También, como a partir de un lenguaje que puede vincular una historia complicada o compleja, existe una estructuración poética y preocupaciones de tipo humanista. Nos interesa la dramaturgia internacional, textos que no sean cubanos, aunque también hemos trabajado con autores del patio. ¿Qué pasa en los teatros? ¿Qué se ha escrito en el mundo?, y como esas dramaturgias pueden llegar a nuestra escena y hablar de nosotros mismos. Eso lo hacemos en cada espectáculo.

“En términos estilísticos nos diferencia el trabajo de investigación que hacemos en torno a la dramaturgia, de mixtura, de análisis de cómo la música puede hacerse parte del libreto. O sea, qué trae el texto, pero también esa segunda dramaturgia que es la que construimos en subyacente, en la puesta en escena, para hablar de los cubanos, aquí y ahora.

“Vemos la banda sonora como un elemento dramático, narrativo, generador de ambiente, de atmósfera. El humor en la música como caracterización de los personajes, o sea, de cuántas maneras puede jugar un papel importante dentro de la estructura narrativa y de la historia que estamos contando.

“Nunca hemos pensado que estamos haciendo teatro musical, sino uno en el que la música está en función de una historia, aunque los actores cantan, se trabaja mucho con las canciones, voces y los coros”.

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Obra El diario de Ana Frank, apnea del tiempo por Ludi Teatro. Foto: Yasser Expósito

Para Miguel Abreu el diseño es muy importante. Siempre tuvo claro que el resultado del espectáculo tiene que tener una visualidad general para que el público sienta que hay un valor de producción detrás. Eso empieza desde el concepto inicial y pasa por el diseño de vestuario y de escenografía. 

“Aunque algunas veces he invitado a algún diseñador para hacer las escenografías, me interesa mucho hacerlas yo, porque entiendo que es lo que quiero. Siempre trato de que sean geométricas, sencillas, complementadas con un vestuario preponderante. No me interesan los escenarios realistas, ni descriptivos. Prefiero los simbólicos y conceptuales que sean capaces de contener todas las escenas por donde va transitando la historia”.

En su manera de trabajar, trata de impregnar a Ludi Teatro una energía de lo que se llama el “teatro de grupo”, una formación que se hizo muy fuerte desde los años 60’, incluso, hasta los 90’ y principios del 2000.

“Ese concepto se ha ido desvaneciendo a sistemas de trabajo más fragmentados donde el director es una entidad que se mueve aquí y allá, y los actores van y vienen. Es un proyecto del director y el colectivo que lo rodea cambia constantemente.

“Eso lastra con algo que es muy importante para mí, que es la energía grupal, la que tiene que ver con el gusto y el placer de estar juntos creando una obra, de formarse y crecer durante un tiempo unidos en torno a un proceso creativo.

“Por Ludi Teatro han pasado muchos actores, todavía hay algunos fundadores. Los primeros estuvieron unos cinco años, aproximadamente. Hoy día trato de trabajar con los mismos actores, músicos, diseñadores, para mantener esa energía grupal y entendernos en términos de concepto. En medio de esta ola migratoria es difícil sostenerlo, pero en esa guerra estoy constantemente”.

“Trato que se queden el mayor tiempo posible para que crezcan, se formen, porque luchamos porque el grupo sea un teatro escuela, de formación, de crecimiento, no solo en términos actorales, sino también personal, de entendimiento de lo que es un artista socialmente activo, involucrado, partícipe de su tiempo, desde su obra.

“Que todo el mundo entienda cual es el sentido y el por qué estamos haciendo teatro aquí y ahora. Siempre les digo que no hay nada más bello que estar juntos, una frase que heredamos de la primera obra y pasó a ser el lema que nos guía”.

Estoy muy contento con el trabajo que hemos hecho hasta ahora─ asegura el actor. “En medio de millones de dificultades y de una crisis enorme, hemos mantenido una compañía viva, activa, produciendo teatro para nuestro público. Ahora estamos abocados a una nueva etapa en la que necesitamos como compañía que pasen otras cosas. Estoy muy contento con el equipo que tengo, con los artistas, con la ilusión que les ponen a las presentaciones del grupo y con los resultados que hemos tenido”.

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Obra El diario de Ana Frank, apnea del tiempo por Ludi Teatro. Foto: Yasser Expósito

Miguel Abreu confiesa que ya no le interesa tanto actuar. Fue un camino que ama, en el que hizo cosas que lo hicieron muy feliz, pero su interés ahora está volcado a la dirección teatral. “En este territorio logro cosas más particulares, honestas, obras que tienen más que ver con la persona que soy”.

Si preguntas qué significa el teatro, parte de la idea de que los proyectos que genera siempre deben fluir de manera orgánica. “Así pasa con el teatro. Se me ha dado el espacio. El teatro me ha abrazado, me contenido como persona y me ha dado un lugar y un nombre. Eso es algo que respeto mucho.

“En el trabajo de Ludi Teatro defiendo el sentido de la memoria y de la herencia. Siento que soy parte de eso, de una memoria, de una herencia teatral cubana en la que está involucrado Vicente Revuelta, mi maestra Flora Lauten, Carlos Díaz, Raquel Carrió, Carlos Celdrán…

“El grupo está ahora mismo en una ola que crece y llegará a un esplendor en el que estará un tiempo hasta que envejezcamos. Tenemos que dejar una huella. Decir lo que sentimos y pensamos de nuestro país y de nuestro tiempo.

“Generar una reflexión profunda, nunca superficial, ni vacía. Que sea ética, humanista, con un contenido estético bien investigado, de rigor, de excelencia, trabajado con mucha seriedad para seguir respetando al público.

“En tanto, seamos así y tengamos ese nivel de exigencia con nosotros mismos, vamos a poder darle al público un mejor resultado y dejar una huella en nuestra memoria teatral, más fuerte y duradera, que incida en las nuevas generaciones.

“Todo se resume en eso: Generar nuevos teatros para el futuro, que no se detenga esta ola y este movimiento del que somos parte”.

Escuche la entrevista a Miguel Abreu, director de Ludi Teatro:

Obra El diario de Ana Frank, apnea del tiempo por Ludi Teatro. Foto: Yasser Expósito

Obra El diario de Ana Frank, apnea del tiempo por Ludi Teatro. Foto: Yasser Expósito

Obra El diario de Ana Frank, apnea del tiempo por Ludi Teatro. Foto: Yasser Expósito

Obra El diario de Ana Frank, apnea del tiempo por Ludi Teatro. Foto: Yasser Expósito

Se han publicado 3 comentarios



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  • Damarys dijo:

    El Ministerio de Cultura debe insistir en que todas las instituciones culturales faciliten a la población la venta de entradas a todos los eventos culturales posibles mediante las plataformas que se han creado para ello. Por ejemplo, en La Papeleta solo se venden actualmente algunas funciones del Teatro Nacional. El Anfiteatro de la Habana considero tiene muy buenas experiencias con la plataforma Ticket. Este método alivia dar dos viajes al lugar del evento, además que facilita que lleguen los fondos a su destino mas rápido y con transparencia.

    • Damarys dijo:

      Ahora mismo la obra Los vecinos de arriba en el Argos Teatro tiene muy buena aceptación pero es casi imposible acceder a las entradas. Se trata de una sala pequeña y las entradas las venden el mismo día de la función dos horas antes. Se convierta en una salida con mucha incertidumbre.

  • Nomada dijo:

    Genial Ludi teatro.....Felicidades

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Thalía Fuentes Puebla

Thalía Fuentes Puebla

Periodista de Cubadebate. Licenciada en Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2019). Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2022). Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo "26 de Julio". Contactos: thalyfuentes14@gmail.com. En Twitter: @ThalyFuentes

Juan Emilio Calvo Ochoa

Juan Emilio Calvo Ochoa

Coordinador y Productor en Cubadebate. Licenciado en Comunicación Social de la Universidad de Holguín en 2020. Radialista apasionado.

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