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Volví a nacer

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Díaz-Canel visitó a los periodistas lesionados en el hospital Faustino Pérez, de Matanzas. Foto: Tomada de la cuenta en Twitter de Enrique Villuendas.

La jornada en el trabajo ese 5 de agosto“agotadora, creía yo”. Llegué a casa y las tareas del hogar comenzaron una tras otra, no paraba, más cuando hay niño chiquito. Creo que el cuerpo se acostumbra.

En eso una llamada me sorprendió:

-Lyl

-Dime Pedro –respondí.

-Un rayo cayó en la base de supertanqueros, ya Eliane está para allá, sabes que estás movilizada, el próximo equipo en salir eres tú. Atenta.

-Ok , me avisas no hay problemas.

Recuerdo comentárselo rápido a mi familia. Preparé ropa a lo loco. Cerca de las 10:00 pm me vuelven a llamar para informarme que salía a las 3:30 am y que el camarógrafo que me acompañaría era Rigoberto León “Rigo”.

Puse la alarma en el teléfono, pero no podía dormir por la tensión, el apagón, el abanicar a mi niño pequeño, el qué pasará con las personas presentes en el lugar, esos bomberos, rescatistas. Nada, no conciliaba el sueño.

Salí de casa sobre las 3:45 am, llegamos después de las 4:00 am a la Comercializadora de Petróleo. Remplazábamos al otro equipo de prensa que estaba en el lugar. El ajetreo no cesaba. Nos dirigimos hacia una zona más cercana. Se hacía todo cuanto se podía para mitigar el incendio. Los camiones cisterna, uno tras otro, iban llegando. Junto a Melissa Blanco, periodista de Radio 26, buscaba información, dialogábamos con quienes hacían frente a aquella situación.

Nos dirigimos hacia el lugar donde se encontraba la Primera Secretaria del Partido en la Provincia Susely Morfa González. Caminaba y redactaba un pequeño texto para publicar que quedó a medias.

¡Corran! gritaron. Esto se puso malo. Corrí junto a mi colega Melissa Blanco. El segundo tanque explotó. Sentía que los pies no me daban. Pensaba en Rigo que estaba tomando unas imágenes más cerca, no lo veía. Seguía corriendo, tenía ardor en los pies producto del calor !Sentía que me derretía!

En mi mente mi niño y ese beso que no le di al salir para no despertarlo, mi mamá, esposo, hermana, mi familia. Todo pasaba por mi mente en fracciones de segundo. Hasta aquel pantalón de mezclilla que dejé en la tendedera y que podía protegerme más del vapor ese momento.

-Meli por aquí -le gritaba a Melissa- al analizar así, por arriba, el camino más corto para seguir adelante y salir de allí. Bajábamos, pasaban los carros, los choferes temerosos continuaban a toda prisa.

Intentábamos las dos encontrar un vehículo que nos sacara de allí. En eso pasó un panelito del Cupet y nos recogió hasta llevarnos a la zona baja. Allí era todo un desespero, las personas corriendo, otros quemados iban llegando y las ambulancias y personal paramédico los socorrían.

Llamaba a Rigo mi camarógrafo. Seguía sin contestarme, estaba en puro nervio pensaba en Larisa, amiga y compañera de trabajo. Seguí insistiendo ….

Entonces llamé a Karel, mi jefe de información.

-Karel, esto se jodió. Explotó otra vez. No encuentro a Rigo, no responde al teléfono.

Cuelgo. Insisto de nuevo. Al fin contesta:

-¿Rigo estás bien?-le pregunté.

-Estoy por la comercializadora. ¿Dónde tú estás?

-Voy llegando allí -me respondió.

La alegría que sentí al verlo fue indescriptible. Seguíamos buscando un transporte para salir del lugar, corríamos sin cesar. En eso paró Oscar, el chófer del camión al que le debemos la vida y que nos rescató de aquel lugar. Supimos su nombre en el viaje. No parábamos de agradecerle por recogernos en esa situación. Estábamos los tres con quemaduras leves. Así que le pedimos acercarnos a TV Yumurí para que regresara rápido a cumplir con su labor.

El carro del trabajo nos trasladó entonces al cuerpo de guardia del Hospital Comandante Faustino Pérez donde se recibían los pacientes quemados producto del incendio. Llegaban personas sin cesar, aquello no tenía precedentes .

El corazón oprimido al ver tantas personas lesionadas. Los médicos accionaban rápido con todos. Iban monitoreando el estado de salud de cada paciente. Allí mi presidenta de la UPEC dando ánimo y preocupándose por su gente, sin dormir Yirmara Torres, una mujer que vale oro, mi profesora además en la carrera y que estaba al pie del cañón con los suyos.

-Difícil Yirmara, le dije yo, qué difícil. Qué manera de correr.

Pasaban los minutos y yo sin llamar a mi familia, solo esperaba que el reloj marcara las 7:00 am para no despertarlos asustados. Imaginaba la reacción de mi mamá al saber la noticia, su desespero, como el de tantas madres cuyos hijos continuaron batallando por extinguir el incendio de grandes proporciones. La llamo y en pura desesperación me pregunta si estoy bien. Le explico, envío fotos la ponga al habla con mi primo, que llegó a acompañarme al hospital.

En eso llegó mi presidente Díaz-Canel. No me sorprendió verlo porque sé que está al lado de su pueblo, de su gente, más en este momento de tanta angustia y desesperación ante un evento que conmociona a los matanceros y al mundo.

Esa madrugada del 6 de agosto, volví a nacer.

(Tomado de TV Yumurí)

Se han publicado 19 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Lala dijo:

    Muy valientes, espero se recuperen pronto.

  • Ale.H.H dijo:

    Excelente narración, gracias, es usted muy valiente en el cumplimiento del deber...

  • eva dijo:

    no pude evitar las lágrimas al leer esta crónica. Gracias a todos los que de una forma u otra participaron, gracias a las personas solidarias que apoyaron aún ante el temor de lo que estaba sucediendo. Pronta recuperacion a los lesionados. Honra a los caídos en el cumplimiento del deber

  • Marty dijo:

    Este evento ha conmocionado a la familia cubana. No pude evitar las lágrimas al leer su testimonio, muy triste, pero derroche de valentía. Gloria eterna a los caídos y condolencias sinceras a sus familias.

  • Geovani cardenas alayo dijo:

    Tenemos una prenza de guerreros viva cuba

  • Alba Rosa Fleitas Pupo dijo:

    Un relato impresionante, lleno de heroísmo, lo leí y hasta que no llegué a final, me mantuvo tensa, la angustia del momento vivido, su niño, su familia, la preocupación, la tensión del momento, sus compañeros, amigos, el rápido actuar para salvarse del peligro, el deber cumplido, y al final, la sensación de alivio y el orgullo de saberlo allí, a nuestro presidente y a todo el equipo.Volvió a nacer, así, lo quiso el destino, para que reflejara el horror del momento y la grandeza y humanidad de los que lo hicieron posible al no abandonarlos en el camino.

  • Oreste dijo:

    Que duró al leer este recuento de la periodista se le eriza la piel a uno a medida que va leyendo la historia y pensar en los que murieron quemados que sufrimiento y a su vez que grandeza de todos esos compañeros

  • Lisandra dijo:

    No puedo aguantar las lágrimas desde ese 5 de Agosto, el pensar en esas familias que no volveran a ver a sus seres queridos, esos lesionados que cuentan como alta medica pero aun se recuperan de las heridas físicas y sicológicas con las que luchan cada día, verdaderos valientes.

  • Daniel y Ana María dijo:

    Gracias Lyl por tu crónica, también hay heroísmo con la voluntad de informar la verdad y estar en los momentos difíciles compartiendo los peligros. No podía ser diferente, la mujer cubana es inmensa, por eso somos un pueblo mambi, porque nacimos de ustedes. Patria o Muerte,

  • sgomez dijo:

    CUBA HONRA!!!

  • La lluvia dijo:

    Su descripcion ha sido estimulante porque en el momento critico SOMOS UN PUEBLO UNIDO y al mismo tiempo emocionante sabiendo por Los momentos dificiles VIVIDOS por todos Los compatriotas que se encontraban en aquellos instante de explosion cumpliendo con su deber y con los que han perdido sus vidas GLORIA ETERNA
    MUCHAS GRACIAS A NUESTROS PERIODISTAS

  • María Elena dijo:

    Hace varios días que ha pasado este mal momento y sobre todo muy dificil. Pero aún así de tantos días ruedan lagrimas por mis ojos, pensando en todos ellos.
    Aquellas familias que perdieron sus hijos, n i imaginarlo siquiera puede uno preguntar que se siente.
    Mi presidente en esos días de tanto dolor tan recientes decia: El dolor de una madre no se alivia. Esto es muy cierto, habló por todas nosotras que sabemos lo que es amor de una madre hacia su hijo. No hay palabras que puedas explicar ese gran dolor.

  • Bárbara Raquel Sosa Quintero dijo:

    Muy emotiva, su narración, valientes todos esas personas que apoyaron de forma directa esta tragedia. Son cubanos con un gran corazon y valiente. Esta compañera que hace la narracion, muestra la dedicación y preparacion que tienen nuestros prodesionales. Los admiró.

  • Mary dijo:

    Así es nuestra gente, valientes CUBANOS, gracias por mantenernos informados todo el tiempo. Espero se recuperen pronto .

  • Marisol Rodríguez Lazo dijo:

    Amén . Salud y bendiciones. Tristeza en cada corazón de cubano por el fatídico accidente. Pero Dios proveerá. Adelante ..sin perder la ternura. Somos Cuba

  • yelaine dijo:

    Para los 3 pronta recuperacion y para todos los que alli estuvieron

  • Caridad Perez dijo:

    Son tantos los héroes en este desastre, que la lista sería interminable, a todos gracias y a los que no están LA PATRIA OS CONTEMPLA ORGULLOSA ❤️❤️❤️❤️

  • Annia dijo:

    Muy buenos profesionales y seres humanos, me alegra que estén mejor. Cuídense, un abrazo de Cuba

  • Alejandro GR dijo:

    Leyendo esta crónica trato de imaginar todo lo demás.
    Mucho dolor por las pérdidas humanas y materiales. Mucho dolor en el corazón ♥ de cada cubano que ama esta isla y sufre por cada herida en ella. Mucho dolor por esas familias que ya no volverán a abrazar, a besar a mirar los ojos de esos seres queridos.
    Admirable todo el derroche de coraje, la valentía, el ímpetu para enfrentar a ese demonio rojo y amarillo. Admirable cómo cada uno hizo su parte en este momento tan difícil para acabarlo. Admirable cómo todo un pueblo se desveló pendiente de lo que sucedía y empujando, a los que estaban en la línea de fuego , tratando de darles más fuerzas para que todo terminara.
    Y todo finalizó, en un tiempo ⌛ corto para la dimensión del incendio y el lugar, pero que pareció eterno, infinito.
    Hoy leemos, escuchamos o vemos, las historias de lo que fue y comprendemos la GRANDEZA y el VALOR de todos los que estuvieron allí, donde la Patria los llamó y los necesitó.

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Lyl Rodríguez Jiménez

Periodista de TV Yumurí

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