Cubadebate

Inteligente programación: entre dos telenovelas populares situar esa serie que, sin grandes pretensiones estéticas, muestra aspectos de la vida de mujeres y hombres que han sido protagonistas en el audiovisual.

Collazo, artista independiente, nos ha llevado —entre otros artistas— a Germán Pinelli, Natalia Herrera, Elsa Camp, Octavio Rodríguez, Aleida Amaya, Natasha Díaz, Miriam Mier, Yolanda Hernández, Gina Cabrera, Ida Gutiérrez, Iris Burguet, Alicia Fernán, Jorge Alí, Georgina, Almanza, Eduardo Blanco, Marujita Calvo, Carlos Cabal, Amada Morado y Diana Rosa Suárez.

Faltan muchos por televisar y también por filmar porque, con Unos minutos en la vida de…, Collazo está escribiendo, con imágenes y sonidos, una historia que todos debemos conocer:

—¿Qué estudiaste?

Relacionado con lo que hago actualmente no estudié nada, soy empírico. Estudié idiomas: ruso, francés e inglés; Diseño en la escuela elemental de Artes Plásticas de 23 y C; y Computación en los Joven Club de la ciudad. Todo esto me sirvió, de una manera u otra, en mi trabajo de hoy, así como los trece años en que fui estilista, que tampoco pasé ningún curso, todo fue observando cómo se hacía. A muchos de mis entrevistados les he peinado y maquillado yo. Con el tiempo sí pasé un curso de guion para la Radio y la Televisión, pero eso fue cuando ya tenía parte de mi carrera como realizador adelantada.

—¿Cuándo te acercaste a la Radio y la Televisión?

Mi padre tuvo una hermana que fue actriz en Radio Artemisa, Nora Collazo, y su esposo fue locutor y director de radio, primero allí y después en La Habana, Roberto García. A ella sobre todo le escuchaba sus historias dentro del medio radial. Pero del que más me nutrí en mi niñez fue del hermano de mi madre, Juanito Hernández, quien con solo catorce años ya era locutor de una emisora de radio en San Cristóbal, con el tiempo pasó a La Habana, al ICRT, y dirigió muchas emisoras, hasta crear la nueva Radio Rebelde; también trabajó en la televisión, fue periodista, locutor y vicepresidente del instituto.

Viví un tiempo en su casa y lo veía monitoreando desde allí el trabajo, ya fuera de la Radio o la Televisión. Al pasar de los años llegó mi otro gran contacto con los medios, que fue el poder convivir con la primerísima actriz Marta Jiménez Oropesa; aprendí de ella tantas cosas, desde profesionales hasta humanas. Espero también estar rindiéndoles homenaje a ellos por lo que me legaron.

—¿Por qué ese interés de rescatar la historia en el audiovisual, desde el modelaje hasta los protagonistas de la pantalla?

Un poco que mi respuesta anterior deja ver el porqué de mi interés en rescatar tanta historia de nuestra cultura en mis audiovisuales. La cultura refleja de una manera u otra la historia de un país, sus tradiciones, sus orígenes, la cultura es lo que trasciende y, a mi entender, en nuestro país en temas de cultura se han quedado y se siguen quedando muchas cosas por decir, por recordar, por revivir, por no dejar morir. Lo pasado no es solo pasado, es historia: buena, mala o regular, pero es nuestra historia cultural. Y si dejamos que se siga perdiendo, nunca los jóvenes van a tener un referente nacional, nadie a quien admirar y seguirán buscando fuera de la Isla, cuando Cuba ha tenido y tiene mucho de qué enorgullecerse culturalmente hablando.

Y me gusta que las personas se sorprendan, como lo hago yo, cuando escucho esas historias, cuando en mis investigaciones encuentro datos que no me los imaginaba. Desgraciadamente, cada vez se lee menos, por lo que siempre he pensado que un audiovisual, aunque sea de una hora, llegará más rápido y cumplirá su cometido, y más en estos tiempos en que la tecnología, el Internet, permiten que este tipo de trabajo se difunda con mayor rapidez.

—¿Cuántos documentales tienes terminados?

Tengo en mi haber 17 documentales terminados, este año estoy cumpliendo diez años como realizador, el primero lo hice en el 2011, Muy cubanas, cincuenta actrices hablando sobre la mujer cubana en el 50 aniversario de la Federación de Mujeres Cubanas.

—¿Cómo surgió “Unos minutos en la vida de…?

En un principio, Unos minutos en la vida de… surgió como algo muy pequeño, de solo cinco minutos para las redes sociales, con actores y actrices hablando sobre algo que normalmente no han dicho en otras entrevistas, por eso comencé con la actriz Miriam Socarrás, con quien tengo el gusto de contar con su amistad y, por tanto, conozco bastante. Decidí hacerle preguntas sobre cosas que yo conocía, pero el público en general no.

Cuando seguí haciendo mis entrevistas me di cuenta que no podía dejarlas en cinco minutos, todo era interesante e importante, así que decidí dejarlas en quince, hasta ese momento nadie se había interesado en ellas ni pensaba que podían llegar a la televisión. Cuando tenía doce capítulos terminados, la Agencia Artística ACTUAR se interesó por los de actores y actrices, y pasó a ser la productora ejecutiva de la serie. Con el tiempo, las entrevistas fueron tomando otro rumbo y comenzamos a dirigirnos a otras ramas de la cultura, como la pintura, la danza, el canto, etcétera. Comencé a realizarla en el 2017 y en el 2019 el canal Multivisión se interesó en ella, y comenzaron a transmitirla.

—¿Cuántas personas intervienen en la grabación?

En mis inicios en el 2011 como realizador, trabajé solo, estaba comenzando, no conocía a nadie. Recibí algunos consejos de un amigo, no contaba con ningún equipo profesional ni presupuesto y así hice mi primer documental. Con el tiempo, los equipos fueron mejorándose, así como los conocimientos. Hoy en día no es que tenga un equipo de grabación que me acompañe siempre, varía según la ocasión y el presupuesto, las nuevas tecnologías también ayudan a que no haya que moverse con un séquito de personas para todos lados, por lo que en la grabación como tal, muchas veces, somos solo dos personas: mi asistente de dirección, Mayito Miranda, director de radio y realizador de sonido, y yo.

Lo más difícil es llegar al sitio, conseguir la información visual o fotográfica para graficar el trabajo y la edición. A veces una entrevista ha llegado a tener tres horas de duración para dejarla en doce minutos, pues los otros tres son para presentación, despedida y fragmentos que grafican la misma. Realmente en este sentido es muy complejo el trabajo.

—¿Te resulta difícil elegir los entrevistados?

 Elegir los entrevistados en el inicio me resultó muy fácil, pues recurrí a figuras que ya conocía, sobre todo a través de Marta Jiménez Oropesa. Con el tiempo el mismo público con su aceptación de la serie fue levantando el listón, como se dice, y fueron proponiendo a otros, y nosotros mismos nos dimos cuenta de que no podíamos dejar que cayera el nivel que habíamos alcanzado, así que la búsqueda se hizo más exigente.

Muchas veces son los mismos artistas quienes se comunican y se ofrecen para ser entrevistados, pues le ha gustado la serie y su estilo, cosa que siempre me sorprende porque no espero ser llamado directamente por personas, para mí, tan importantes. Nos duele y enoja cuando en varias ocasiones hemos pensado en alguien, lo tenemos en la lista y de pronto fallece, y no nos dio tiempo a entrevistarlo; muchos son personas ya muy mayores que, por razones ajenas a ellos, no pueden en el momento que les llamamos.

—¿Cuántos programas quedan por transmitir?

La primera temporada, que es la que se transmite en estos momentos por Cubavisión, los miércoles cerca de las tres de la tarde, ya está llegando al final, solo quedan los capítulos de junio y julio, y para el mes de agosto debe comenzar a transmitirse la segunda temporada, con 45 capítulos más, con otro formato en cuanto a presentación y despedida. Después esperamos que continúen con la tercera temporada, que ya estamos avanzando en su realización, también con un diseño diferente.

—¿Cuál es el sueño por realizar que tienes?

Los videoclips me gustan mucho, realicé uno pero de manera casual, me gustaría hacer otro con una mayor realización. Un show de televisión me gustaría muchísimo y hasta dirigir una obra de teatro, escrita por mí; de hecho, tengo dos ya comenzadas. De momento, continúo con la serie y hay algunos documentales esperando, para los que he ido recopilando ya bastante información.

—¿Lo que no te haya preguntado?

Me gusta lo que hago, crear es lo que siempre me ha gustado hacer. Disfruto cuando veo que gusta, que llega, que me piden más. Realizado como tal no me siento, pues me falta mucho por aprender, pero contento porque he podido hacer mucho en estos diez años, sin esperar por nadie: si no hay presupuesto, me lanzo de todos modos, siempre he dicho que, si no trabajo, no creo, no hago cosas nuevas, no hay nada que mostrar cuando pidan un currículum, siempre aclarando que no es hacer por hacer, pero hay historias que no pueden esperar para ser contadas.

(Tomado de Televisión Cubana)