Cubadebate

Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Toda canción tiene siempre detrás una historia, pero quizás pocas historias puedan ser contadas y cantadas con el sentimiento que atraviesan estas letras; quizás muy pocas logren reunir, en un mismo abrazo, el testimonio de un amor a prueba de rejas y millas, y la agradecible sutileza de quienes la volvieron canción.

Hay un planeta de emociones habitando sus memorias y sus melodías. Tal vez ahí radiquen las respuestas de por qué le resulta tan fácil a un proyecto enamorar con la fuerza y la sensibilidad de Sin más despedidas.

Un disparo directo al alma, desde el epicentro del corazón. Eso es y eso hace el fonograma que, bajo el sello musical de la EGREM, cobra vida en las canciones escritas por Waldo Mendoza y Alex Díaz e inspiradas en la historia de amor de Adriana Pérez O’Connor y Gerardo Hernández Nordelo.

Por eso Cubadebate quiso que Waldo y Alex compartieran desde estas páginas el viaje que implicó la propuesta, cuyo lanzamiento digital acaeciera este viernes.

Boleto a un sueño

“Defensores del amor en cualquier circunstancia decidimos, otra vez, inspirar las canciones de nuestro disco a las garras con que se defiende un sentimiento verdadero y sincero. En las cartas que, durante 16 años se intercambiaron Adriana y Gerardo, encontramos los versos y la música para nuestras composiciones”, confiesa Waldo.

Y acota el prestigioso cantautor romántico: “Fue así como de la lectura infinita de sus cartas, fuimos construyendo cada canción, hasta sentir que el fonograma –en apretada síntesis– recogía la lealtad amorosa que los hizo vencer la distancia y el tiempo”.

“Todo comenzó en 2017 cuando Waldo y yo les presentamos a la EGREM y a la casa Editora Abril un proyecto que se llama Época de amar, inspirado en el libro-disco sobre varios amores universales”, cuenta Alex.

“En aquel 2017 abordamos el tema de Manuela Sáenz y Simón Bolívar. Tuvo una repercusión muy grande aquí en Cuba y a nivel internacional. Hicimos giras por todo el país, los espacios se abarrotaron de jóvenes y de los menos jóvenes… Estuvimos en la Feria Internacional del Libro de La Habana ese año y, en menos de tres horas, se vendieron más de 1 200 ejemplares. Después fuimos invitados a la de Venezuela –Filven– en el 2018 y también se llenaron las presentaciones”.

El deseo de darle continuidad a ese proyecto les planteó el leitmotiv de una búsqueda más contemporánea, “un amor de estos tiempos”. Y, en ese viaje de ida, decidieron detenerse frente a la puerta de Adriana y Gerardo.

“Primero buscamos algunas cartas publicadas en Internet, después comenzamos a contactar amistades muy vinculadas a ellos durante esos años en que estuvieron distanciados. De ahí vino la etapa más difícil: el encuentro con Adriana y Gerardo, donde les expresamos nuestras intenciones y la dimensión del proyecto. Debo confesarte que en la tercera oportunidad fue que pudimos encontrar la aceptación de ambos porque en verdad era algo íntimo, muy personal”, comenta el compositor.

“Tuvimos que fundamentar y llegar a explicarles: ustedes ya no son simplemente Adriana y Gerardo, hay una generación de jóvenes en Cuba y el mundo que necesitan tenerlos como referencia. Desde ese momento, nos dieron la aprobación de trabajar en sus cartas y elaborar las canciones a partir del sentimiento que existía allí”.

Cartas a (des)tiempo

El camino de regreso de las canciones a las cartas verdaderamente conmueve.

El tema Qué puedo hacer remite al poema que nació el mismo 20 de octubre en que se conocieron los protagonistas en una parada de La Rampa habanera. Y la retrospección dibuja el sortilegio de la primera vez: Él la ve, se deslumbra con ella y cuando llega al aula del Instituto de Relaciones Internacionales, vuelca el sentimiento todo en el trozo de papel que le abriga los versos.

Al día siguiente retorna a esa parada y se los regala. Así “empieza una relación entre los dos, hermosa, que gracias a Dios pervive hasta el día de hoy”, se alegra Alex.

En ese regalo poético está inspirada una de las canciones que, a ritmo de reggae, se hace la misma pregunta: Qué puedo hacer.

Cuando el alma se enamora es otra de las propuestas musicales. El título prescinde de traducciones y nos transporta al instante exacto de la magia: “Cuando el alma y el corazón se comprometen, como les ocurrió a ellos, entonces no hay imposibles”.

Sólo, en tanto, alude a un poema que le dedicara el héroe a su esposa, en los días inhóspitos de su encierro:

Sólo en los días de sol inmenso,
o en las mañanas de húmedo andar
si el árbol mudo dibuja el viento,
o si la lluvia golpea el cristal.

(...) Sólo si río o si estoy triste,
sólo si pienso en lo que yo fui
sólo si sé que el amor existe
sólo si vivo pienso en ti.

Desandando las cartas, hay una que sabe aventar nudos a la garganta. La escribió Gerardo en 2001: A mis hijos que están por nacer. Comienza él diciendo: Cuando lean estas líneas, habrán pasado algunos años desde que fueron escritas. Ojalá no sean muchos.

Entonces costaba imaginar el día en que finalmente estarían con ellos Gema, Gerardito y Ámbar.

“Esa frase del comienzo nos pareció lindísima, los niños nacen varios años después, Gema nació en 2015, casi a 14 años de haberse escrito esta carta. Hicimos una canción interpretada por los hijos de Waldo, con el proyecto Vivirás feliz, un tema hermosísimo”.

El disco cuenta además con un bonus track, que incluye fragmentos de misivas en las que se responden el uno al otro. Participan aquí Yasbell Rodríguez y Víctor González, los dos presentadores y locutores de la radio y la televisión.

Una correspondencia con fecha de 2003 y salida del puño de Gerardo confiesa un estremecedor deseo: No te imaginas cómo se me estremece todo el cuerpo sólo de pensar en el momento en el que te tendré entre mis brazos y besaré tu frente y esos ojazos que son mi perdición.

“Todos recordamos esa imagen de él cuando regresa y se baja del avión, se encuentra con Adriana y cumple exactamente esto. Cuando la abraza, lo primero que hace es besarla en la frente”, comparten los artistas. “Son cosas que nos fueron impresionando evidentemente, sobre todo esto”.

En 2012 Adriana escribe una carta impresionante y la hace pública justamente en Cubadebate, como regalo por el 14 de febrero: Me descubrí soñando que ya estabas libre, de vuelta en casa junto a mí, y en un fuerte abrazo te pedía que no volvieras a dejarme sola. ¡Llega tiempo!, como sueles expresar.

Por eso en este día de felicidad, romance y regalos no encuentro mejor obsequio para ti que ofrecerte mi futuro, porque ya eres dueño de mi pasado y de mi presente. ¡¡¡FELICIDADES!!! Por favor, regresa pronto, te necesito, te amo. Tu Bonsái.

Precisamente la canción que da título al disco: Sin más despedidas, encarna el sentir de ese mensaje. “Una conspiración que nosotros, en metáforas, tratamos de hacer con el universo para que esa pareja nunca más se vuelva a separar”, asevera Díaz.

Gerardo, Alex y Waldo. Foto: Cortesía de los entrevistados.

La vida en un fonograma

El disco consta de diez temas musicales, todos de la autoría de Waldo Mendoza y Alex Díaz.

Israel Rojas, de Buena Fe, con el tema Cuando el alma se enamora, Luna Manzanares en Ay, amor y Polito Ibáñez en Sólo, unen sus voces a la de Waldo en entrañables colaboraciones.

Suman su arte a este regalo discográfico César López con su exquisitez en el saxo, Irving Fontela –violín de Van Van– desde el encanto de sus cuerdas y Alejandro González Parrondo, con su habitual maestría a la batuta musical y como arreglista. En tanto, el artista de la plástica Adrián Cuba le imprime la impronta visual de sus pinturas al disco.

¿Géneros que defienden con mayor fuerza? “Gracias a la experiencia a lo largo de mi carrera, incursionamos en varios como reggae, vallenato, bolero y –por supuesto– la balada, género que me ha identificado en mis 15 años como solista”, explica el cantante guantanamero.

“Alejandro (Alex Díaz) y yo somos amigos de toda la vida y soñadores –por demás– de esta aventura musical que nos ha llevado a unir nuestra obra a músicos y cantantes de notada calidad y gran popularidad; por lo que, para mí, es un reconocimiento a mi trabajo y estoy muy agradecido de que todos estos grandes artistas no vacilaran ante mi petición”.

¿Agradecimientos? A Adriana y Gerardo en primer lugar, coinciden Waldo y Alex; a la EGREM, que siempre apoya nuestros proyectos, al Instituto Cubano de la Música y al Ministerio de Cultura, junto a los artistas que hicieron posible la aventura.

También a quienes abrazan la continuidad del proyecto en el libro que ya transita la fase de producción y debe ver la luz el 15 de julio, aniversario de nupcias de los inspiradores de este sueño hecho disco. Lejos pero no ausente es el título que defiende el ejemplar con el sello de la Editora Abril.

Y resume Waldo: “Al igual que en los discos anteriores, estoy lleno de incertidumbres. Este me llena de nostalgia, pues refleja el amor entre una pareja que se ama a pesar de la distancia y el tiempo. También, la fidelidad al ser amado, tal y como las cartas de amor que escribíamos en nuestra adolescencia, cuando lo más esperado era el silbato del cartero que traía una carta del ser querido”.

“Soy un romántico de estos tiempos y me considero un amante a la antigua, soñador y defensor del amor a cualquier precio. Es que ando con el alma dispuesta siempre a repartir amor”, expresa.

Dicho esto, solo queda dejarse llevar por todas las benditas coincidencias de este disco. Desde el apasionante testimonio en letras de Adriana y Gerardo, la magistralidad de la dupla autoral de Alex y Waldo, junto a la manera tan única del cantautor de Sin más despedidas que lo hacen dueño del don de la poesía y la virtud de abrazar, con la voz, el alma.

Escucha una entrevista a Gerardo Hernández sobre el disco

En video, Alejandro y Waldo presentan Sin más despedidas