Cubadebate

Aramís Álvarez Enríquez es médico, especialista en oftalmología y médico de la familia en un consultorio en Bauta, municipio que por estos días está en cuarentena ante la ocurrencia de un evento de transmisión local que ha aportado 62 casos positivos a la COVID-19. Nos encontramos con él mientras ayudaba a llevar alimentos a las casas y lo menos que nos imaginamos es que fuera médico y un médico que ha prestado su ayuda solidaria en varios países, e integrante de la misión Henry Reeve

Estamos en una situación crítica por la indisciplina social que ha habido, con contagios que nos han puesto como el municipio cabecera del país con la situación de la pandemia, estamos trabajando y luchando para vencer esta tarea, que espero sea pronto.

Vamos a estar en cuarentena mientras exista algún caso positivo, luego estaremos 14 días bajo vigilancia después del último caso que aparezca y después vienen las fases que hay que respetar con relación a la desinfección de la población. En mi consultorio tengo un caso, ya se está haciendo la vigilancia y se llevaron a la familia para los centros de aislamiento donde deben estar.

He sentido nostalgia cuando veo las brigadas que se crean para ir a otros países para ayudar a combatir la COVID-19, pero pienso que ahora mi tarea más importante es aquí, mi pueblo tuvo mi ausencia por mucho tiempo porque he tenido varias misiones y pienso que ahora mi función es esta, estar aquí dentro de mi pueblo.

Tengo dos misiones en Guatemala, en Venezuela la misión Milagro, estuve allí casi 12 años operando ojos, y tengo la misión Henry Reeve, por la que fui a Guatemala otra vez y a Paquistán. Nuestro trabajo es imprescindible para ellos, porque en esos países la atención de la salud para las personas más pobres es muy difícil, y como nosotros damos una atención gratuita, ellos nos acogen muy bien.

Siento mucha tristeza al ver a Bauta así, este es un pueblo que en el inicio de la pandemia se portó muy bien, solo que cuando empezaron a abrir determinados lugares, esto cayó en crisis, tuvimos mucha entrada de personal de otros municipios, empezaron a entrar personas de La Habana, nosotros también de indisciplinados salimos de Bauta y esto es una pandemia con un virus bien difícil de controlar.

Yo estoy muy orgulloso de estar en este sistema y de pertenecer al sector de la salud, por el control que nosotros llevamos de todas las situaciones, no solo de esta pandemia, nosotros hemos sufrido varias situaciones y siempre nos hemos enfrentado, gracias a nosotros los médicos y a la población que se porta adecuadamente, como debe ser; yo me siento muy orgulloso de ser cubano e integrante de la salud pública.

(Tomado de Naturaleza Secreta)