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Cultivar rosas blancas

En este artículo: Cuba, Homenaje, José Martí, Venezuela
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Rosas blancas para Martí.

En homenaje a José Martí en Cuba y en muchos lugares del mundo se cultivan rosas blancas. Este sábado se cumplen 170 años de su natalicio en La Habana, en aquella casa pequeña cercana al puerto, que hemos visitado tantas veces buscando el aliento libertario y digno que de ella emana.

En homenaje a José Martí, escritor, luchador independentista, orador y poeta, quien escribe comenzó su programa “El Club Caribe” en Radio Rebelde, La Habana, Cuba, el 28 de enero de 1989. Hace exactamente 34 años este sábado. Fue una experiencia enriquecedora y profundamente humana, además de profesional.

En uno de los múltiples viajes a Santiago de Cuba, además de conocer la casa natal de Ñico Saquito, la de Miguel Matamoros y la de La Lupe, pudimos llegar al cementerio Santa Ifigenia, donde reposan los restos de Martí, en un mausoleo construido y pagado por el pueblo cubano con sudor y lágrimas, muchas lágrimas.

La bandera cubana cubre sus restos mortales y la luz solar siempre le baña. No le faltan jamás las rosas blancas. Y cualquier venezolano se eriza al ver en la cabecera del sarcófago la bandera de Venezuela, y la legendaria frase del poeta: “Deme Venezuela en qué servirle/ ella tiene en mí a un hijo”.

Honores para Martí, gladiador de la palabra y la dignidad patria, enaltecido por Rubén Darío, por Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Andrés Eloy Blanco, Alí Primera, Ernesto Cardenal y Aquiles Nazoa, entre otros poetas como él, soñadores y luchadores, como él, porque ¿qué es la patria sino la poesía que nos arropa y nos arrulla? ¿Qué es la poesía sino la palabra profunda de la tierra donde se nace?

Cultivo una rosa blanca,

En julio como en enero,

Para el amigo sincero

Que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca

El corazón con que vivo,

Cardo ni oruga cultivo:

Cultivo la rosa blanca.

(Versos sencillos, número 39)

Se han publicado 6 comentarios



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  • Israelssp dijo:

    Gracias Lil, visitar Santa Ifigenia le da a la persona paz, alma, todo es precioso, cuidado, todo cubano debiera poner allí sus pies, ese monumento funerario a Martín es una joya, como lo es la ceremonia de la guardia de honor y todo el frente del cementerio con nuestros padres, la tumba de los hermanos País, es sencilla, pero hermosa, ver esas banderas cubanas en los monumentos a héroes sobreencoge, Santiago es Santiago, más la visitado solo por ir a su gran monumento funerario, no me cansaría de hacerlo, ese deconjunto al Mausoleo de Segundo Frente y la calle dedicada a la memoria de Celia en Manzanillo, son los preferidos de este lector y hay muchos

  • Miguel Mariano Meneses Torres dijo:

    A ladolescena Lil un abrazo de un adolescente espirituano de aquella epoca que no dejaba oír su programa de Radio Rebelde y leer se artículos sobre musica en JR y coleccionarles

  • Miguel Mariano Meneses Torres dijo:

    A Lil un abrazo de un adolescente espirituano de aquella epoca que no dejaba oír su programa de Radio Rebelde y leer sus artículos sobre musica en JR y coleccionarles

  • Pedro dijo:

    Sencillo y hermoso.

  • Leandro dijo:

    Al valorar el contenido de este célebre poema de José Martí, lo más común consiste en considerar que Martí cultiva la más pura de las rosas tanto para aquel que es leal, franco y sincero, como para quién es desleal, pérfido, cruel que le “arranca el corazón”. La misma rosa tanto para el amigo, como para el enemigo.
    Que Martí no padecía de odios está claro; pero: ¿Significa eso que ofrecía la misma flor de pureza inmaculada en igualdad de condiciones al amigo que al enemigo? Hay muchas expresiones de Martí que niegan tal afirmación. “En lo hondo de mi corazón hay muy pocos asientos…Aborrezco las falsedades de la vida,- escribía a Fernando Figueredo el 15 de enero de 1892- y solo amo a quien tiene el valor de vivir en el agradecimiento y la verdad.” ¿Martí, el que reconoce que tiene en lo hondo de su corazón pocos asientos y que solo amaba a quienes tienen el valor de vivir en el agradecimiento y la verdad, que evidentemente no son muchos, ofrecería igual rosa inmaculada tanto a esos pocos amigos sinceros, como al resto de las personas, incluyendo a sus enemigos? Por aquellos días en Carta Abierta a Enrique Collazo decía: “¡Y todo el que sirvió es sagrado!... el que peleó en la revolución es santo para mí… El que hace industria de haber peleado en la revolución, o goza después de ella entre sus enemigos de influjo superior al que tuvo entre sus compatriotas, o usa de su influencia para aflojar la virtud renaciente de un país que necesita de toda su virtud, ese bajará ante mí sus ojos…, aunque haya militado en la revolución; y los bajará ante todo hombre honrado.” Por tanto, si bien Martí tiene una alta valoración de todo el que sirvió en las filas de la revolución, entre ellos los hay que han cometido actos deleznables que los hacen bajar los ojos ante los hombres honrados.
    ¿Por qué no dar otra interpretación a estos versos de Martí, como lo han hecho algunos, entre los que se destaca la escritora cubana Rosa Hilda Zell en un trabajo suyo publicado en la revista Bohemia allá por el año 1963 referido a los Versos Sencillos de José Martí?
    Lo primero que resulta oportuno puntualizar es que aun cuando muchos, al declamar esta pieza poética martiana emplean la palabra ortiga, fue con oruga que se publicó en la Edición Príncipe de 1891 en vida de Martí y uno de cuyos ejemplares posee una dedicatoria suya, sin que le haga corrección alguna y así lo han reproducido todas las ediciones de sus Obras Completas, desde su primera aparición en 1900 a cargo del entrañable amigo del Apóstol, Gonzalo de Quesada. Por tanto no hay dudas de que Martí escribió oruga ¿Pero a qué oruga se refería Martí? Su vasta cultura lo hace conocedor profundo, entre otros muchos aspectos, de la Naturaleza, incluyendo el mundo vegetal. En los propios Versos Sencillos escribe el Apóstol: “Yo sé los nombres extraños/De las yerbas y las flores…” ¿Por qué entonces no considerar que cuando habla de oruga, Martí no está hablando de esas larvas del mundo animal que usualmente conocemos, en ocasiones repugnantes e incluso las hay venenosas, sino que se refiere a una planta cultivada en España con fines alimenticios, país donde vivió nuestro Héroe Nacional? En cuanto al cardo se trata pues de una planta con hojas y tallos espinosos. La oruga: una planta alimenticia, beneficiosa para el ser humano; el cardo: una planta hiriente, dañina al ser humano.
    Pudiera ser entonces que cuando Martí escribe “Y para el cruel que me arranca/El corazón con que vivo,/Cardo ni oruga cultivo;” nos está diciendo que para el cruel, en su huerto no hay cultivo alguno, ni perjudicial ni beneficioso, ni odio, pero tampoco amor; en su huerto solo se cultiva la rosa blanca que es exclusivamente para el amigo sincero. ¿Significa ello que Martí cerraba las puertas a los del bando contrario? Para nada. El 10 de noviembre de 1894 escribe en Patria: “Conocerle el interior a ciertos hombres tenebrosos, da nauseas mayores que la de la muerte” a lo que seguidamente agregaba: “El infierno tiene derecho al cielo: y los criminales a la redención. La caridad nos cierra los labios: y el aseo moral”. En un trabajo publicado en Patria el 22 de septiembre de 1894 deja aún más clara su posición: “El templo está abierto, y la alfombra está al entrar, para que dejen en ella las sandalias los que anduvieron por el fango, o se equivocaron de camino.” Por tanto, Martí a nadie cierra las puertas, pero aquellos que se han enlodado, para entrar al altar de la Patria, han de dejar a su entrada las sucias sandalias: tienen que limpiarse primero.
    Aquí queda la valoración, que no se puede dar por concluida y que cada cual relea los tan conocidos versos de Martí y saque sus propias conclusiones, para lo cual será necesario que conozca no solo este popular poema, sino la obra martiana en su conjunto.

  • Ines dijo:

    Gracias Leandro por compartir sus conocimientos y aclaraciones necesarias sobre el verdadero sentido del Apostol al escribir tan maravilloso verso, ahora podre trasmitirlo a mis nietos y conocidos de forma correcta y coherente con toda su vida y obra poetica.

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Lil Rodríguez

Lil Rodríguez

Periodista venezolana. Ex directora del canal de Televisión de su país TVES.

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