Juguetes en Longa
Un texto del amigo Pedro Prada en Cubadebate me ha traído algunos recuerdos.
Conocí a Prada en Angola, cuando como corresponsal de guerra visitó nuestro 63 Grupo Táctico ubicado en Longa, una aldea en mitad de la carretera que unía Menongue con Cuito Cuanavale, e hizo un original reportaje para la revista Verde olivo.
El tema de aquel trabajo de Prada era la impronta con que el Coronel Suárez, veterano guerrillero y tanquista que iba por su tercera misión en Angola, había marcado nuestra unidad. Pero Suárez, con su “Lunajod” (un cañón antiaéreo de 57 mm montado sobre un camión Gaz cubierto de planchas de acero), su ingenio campesino y su experiencia guerrera merecen otro post.
El reciente artículo de Prada en Cubadebate trata sobre los juguetes en Cuba y responde a comentarios de los foristas allí sobre un texto de Luis Toledo Sande que aborda el anuncio en la prensa internacional del supuesto traslado a nuestro país de un museo de muñecas Barbie.
Por los extraños vericuetos de la memoria, Prada y sus recuerdos me hicieron hurgar en viejas imágenes algo distantes de las realidades que abordan su artículo y el de Toledo.
Se trata de una foto del día en que entregamos a los niños de Longa los juguetes que habíamos hecho para ellos con latas de conserva vacías, puntillas y pedazos de madera pertenecientes a cajas de proyectiles. En el extremo derecho de la foto se puede apreciar un pequeño camión cisterna construido con esos recursos, en las manos de uno de nuestros combatientes antes de entregarlo a los niños.
Era el Día de los niños en Cuba y decidimos celebrarlo junto a aquellos muchachos sin juguetes que sufrían la guerra impuesta contra su país por el régimen del Apartheid y cuyo único “juguete” hasta entonces era el cascarón de un helicópero derribado en las inmediaciones de la aldea.
(Tomado de la Pupila Insomne)
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Juguetes!!!! Nosotros en nuestro pequeño batey en tierras del ingenio Gómez Mena (actual Héctor Molina) disponíamos de una verdadera industria de fabricar cuanto juguete se nos ocurría. La materia prima sobraba: latas, botellas, madera, chapitas, botones y un interminable brujón de etcétras. Entre los últimos vecinitos que se sumaron al grupito había uno que realmente podía competir con la oficina de diseño del mismísimo Henry Ford. A nuestros carritos solo les faltaba el motor. El camioncito de bomberos que fabricó Pao, el diseñador estrella que les contaba más arriba, tenía hasta salida de agua a presión, porque le echábamos aire en el tanquecito con una bombita para bicicletas.Jamás nos pasó por la mente pedirle a nuestros padres que nos compraran algo, porque con mirar alrededor nuestro era suficiente respuesta. Esos "diseñadores", gracias a la Revolución, nos fuimos a alfabetizar, obtuvimos becas y nos convirtieron en pilotos, médicos, tecnólogos de alimentos, traductores, choferes, mecánicos industriales... y aún quedamos un apreciable grupito diseminados por ahí, que lamentablemente nos juntamos cuando fallece alguno.
Yo tuve muñecas de trapo que me hizo mi abuela Fela. Mi preferida era Tata Antonia, no puedo recordar por qué le puse ese nombre, pero era mi mejor amiga. Y cuando nos mudamos para Almendares heredé un columpio roto que volaba como el avion de Marvila, la mujer maravilla...
Pasen por la tienda de juguetes del FOCSA y vean los precios, para que le compren a sus niños lo que quieran.
Karma, cuidate la vesícula, la hiel te va a ahogar en cualquier momento. Es triste ver a personas como tu que no pueden entender la sensibilidad de todos los que aquí han escrito porque el odio los consume.
No es odio es la realidad,
Y tú Karma, pásate por la sala del pediátrico donde están los niños leucémicos con sus cabecitas como bolas de billar y dile a las madres allí que el bloqueo no existe. Te linchan, so coprófono.
Nací en el 1960 cuando la Revolución ya estaba en el poder, no tuve juguetes fenomenales, pero tuve juguetes gracias a esta Revolución. sin embargo mi hijo nacido en el 1990 no pudo jugar con los juguetes con la calidad de los míos, pero fue un niño feliz, que jugó con juguetes de madera, pero se crió feliz. A los foristas que critican les digo que viví lo mismo que Iroel, cuando mis soldados en Angola le construyeron juguetes de madera a los niños de los "quimbos" cercanos, las lágrimas brotaban de nuestros ojos, sabiendo que mi hija, en Cuba jugaba con juguetes insospechados para estos niños.
Gracias Iroel por traerme a la memoria días tristes y gloriosos de Angola, con tanto desinterés y altruismo de miles de jóvenes combatientes. También yo recuerdo aquellos otros juguetes que nos llegaron de Cuba, creo que enviados por la FMC, y que dimos a niños angolanos de las inmediaciones de Cahama, que por primera vez veían un juguete, fue emocionante llevar un poco de alegría a esos pequeños, en medio de las duras condiciones de guerra y pobreza, tambien tengo algunas fotos de esa época. Quiza Cubadebate que tiene tantas iniciativas podría hacer una Sección con fotos e historias de la epopeya internacionalista, para que esa memoria histórica reciente no se pierda.
Me gustó este relato. Gracias
Estas hablando de cosas que pasaron hace 25 o 30 años,eso esta fuera de contexto.
Ese fue un gesto lleno de amor hacia los niños de Longa, que vivir en medio de la guerra no le permitía celebrar ni contar con juguetes, excepto el averiado helicóptero en la pista de tierra. Fue un día lleno de alegría y gratos recuerdos. Magnífica iniciativa de nuestros combatientes del 63 GT. Yo compartí esa bella experiencia y siempre la recordaré. Iroel te resta escribir sobre el coronel Suárez, tus compañeros lo agradeceremos.